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      Descubrimos
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Tom Riddle

Estoy acostado en mi cama cuando por la ventana una luz fulminante traspasa las cortinas.

¿Qué mierda?

Salgo de mi habitación para no encontrarme con nadie, arrugó las cejas cuando noto que la puerta del cuarto de T/n está abierta.

Camino hasta ella y efectivamente no está ahí, bajo las escaleras con la esperanza de encontrarla en la cocina o sala pero es inútil no está en la casa.

Mi mente recopila la información y la luz fulminante pudo ser ella, así que salí de la casa hacia el patio trasero.

Hablé con Cédric antes de venir, no quiero que ella esté cuando la primer prueba sea completada eso... No queremos que viva eso.

Cédric, Draco y yo estamos de acuerdo que debía distraerse antes de que todo eso pasara, según escuché mucho dicen que Harry participó en el torneo a la fuerza, para probar que es fuerte, pero yo no creo eso, poner su vida en riesgo... ¿Cómo engaño al cáliz? Es algo muy difícil de hacer y... A Theo y a mí no nos convence esa historia de falta de atención... Tenemos un mal presentimiento.

Regresando al tema de T/n aún no sabemos por qué quiso tomarse un tiempo lejos de nosotros, cuando le pregunto a Cédric solo me evade y se va y cuando saco el tema Mattheo evade y se va... Draco también evade el tema, aunque lo entiendo.

Note que estaba pensando mucho tiempo con ese chico Newt así que habla con él y ambos hablamos de traerlas a un lugar alejado donde nadie la reconocería, algo relativamente bueno.

No le dijimos nada, eso facilitaría las cosas.

—¿T/n?— pregunto mientras camino por el jardín.

Al final de todo había un invernadero, la puerta estaba abierta y cuando estaba a punto de entrar T/n sale corriendo con lágrimas en los ojos.

—¿T/n?— sus ojos llenos de lágrimas de encuentran con mi cara y...

Su mirada va hasta la puerta del invernadero como si temiera de algo... O alguien.

Sus manos comienzan a temblar mientras poco a poco su respiración se dificulta, su pecho sube y baja sin nada de tiempo entre sí...

—T/n...— la llamo en un susurro. —Debes respirar... ¿Recuerdas? uno y un mil... Dos y dos mil... Tres y tres mil...

T/n me observa mientras traga con dificultad.

—No quiero estar aquí...— susurra con dificultad.

—Está bien... Nos iremos.

***

T/n Malfoy

Tres días después.

Nada era igual...

Camino por mi habitación mientras trato de encontrar la manera de arreglar las cosas entre mí y Cédric sin quedar en ridículo.

Llevo una semana sin hablarle y eso me está matando, quisiera saber el cómo arreglar todo, si todo fuera fácil la vida solo sería sencilla y aburrida.

Trato de pintar en un lienzo para relajarme, pero es inútil, la inspiración no viene, solo es un cuadro colorido, aunque aún puedo darle forma.

Camino hasta la puerta de mi habitación cuando alguien llama a ella.

—¿Ron?— pregunto confundida.

El entra con rapidez a la habitación y cierra la puerta.

—Necesito un favor...

Dejo el pincel y la pintura a un lado mientras limpió mi mano con una servilleta.

—¿Qué clase de favor?— pregunto.

—Harry...

—Si hablas de Harry Potter es mejor que salgas de mi habitación.— amenazó antes de que continúe.

—¡Solo escúchame por favor!— suplica. —No sabe mucho de magia y de verdad no quiero que muera en ese torneo...

—¿Él sabe que la mejor amiga de los hijos del mago que mato a sus padres le enseñará?

Ron mueve las manos con ansiedad.

—No puedo hacerlo... De verdad quisiera, pero no... Además Cédric participará en el torneo...

—¿Cédric? ¿Siguen siendo amigos?— pregunta.

—¿Por qué dices eso?— pregunto.

—Todos dicen que ya no son amigos... Cédric está desconcertado y todos asumen que se debe a que tú ya no le hablas...

—¿Todos dicen eso?— pregunto y el asiente.

—Tres clases— advierto. —En la torre de astronomía después de las clases... Sean sigilosos.

Asiente rápidamente con una sonrisa.

—Gracias...

***

Camino por mi sala común mientras hablo con Pansy, se ha vuelto muy cercana a mí en estos días «antes hablábamos, pero no como ahora»

Cuando estoy por sentarme en un sillón alguien hace una seña y noto que...

¿Manuel?

¿Quién es Manuel? Ahh el amigo de la frienzone

De Cédric...

Ese mero...

Camino hasta él y rápidamente salimos de la sala común.

—¿Qué te pasa?— pregunta con un tono molesto.

—¿Disculpa?

—Una semana, si no le volverás a hablar díselo, no es un maldito juguete, tiene sentimientos y eso lo está matando...

—¡¿Quién diablos eres tú para reclamarme eso?!— digo enojada.

—Él nunca te lo dirá, pero si su relación terminará díselo, sus años de amistad merecen ese poco respeto.

Sale caminando hasta otro lado enojado.

Y ese quien se cree...

Ni idea...

Volteo la vista y las personas en los pasillos me están viendo...

NOOOO...

—¿¡Se les perdió algo!?— dice alguien detrás mío. —¡Dejen de vernos!— exclama la voz que ahora reconozco como Mattheo.

Todo voltean la vista a otro lugar mientras yo me giro para verlo...

—Hola amor...