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      Atajos fáciles
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Corro por todo el lugar mientras trato de buscar a Cédric, ¡Un maldito dragón! No pude ni comer una manzana sin atragantarse, lo matarán.

Veo como un grupo de Hufflepuff están al final del pasillo, eso le hace saber que Cédric está ahí, veo a Manuel el cual entrecierra los ojos al verme y rápidamente entiende, con unas palabras todos salen en direcciones diferentes.

Cédric alza la vista y su mirada de encuentra con la mía...

Me acercó a él con nerviosismo mientras trato de mantener mis manos quietas.

—Hola...— dice Cédric bajando la mirada.

—¿Podemos hablar?— pregunto.

—¿Ahora hablamos? ¿Desde cuándo? ¿Volvimos a ser amigos?— dice enojado. —¿Dónde has estado? ¿Estás bien? Lo lamento, no recordaba que eso no es de mi incumbencia...

—Entiendo que estés enojado...

—¿¡Lo entiendes!? No he sabido nada de tu desde hace casi dos semanas, ¿Qué te pasa? ¡Soy tu amigo!

—Lo sé...

—Pues parece que no, fui elegido para representar a Hogwarts y tú, salsa corriendo a otro lado junto a el chico Scamander sin avisó. Me das solo 30 segundos para explicarte todo y después sales corriendo. ¿¡Qué pasa contigo!? Toda mi vida giro al rededor tuyo de un momento a otro dejaste de ser la persona que yo quería ¡Si no querías solo debiste decirlo! Si YO no lo dije fue por algo, Manuel dijo algo que no le correspondía y tú no hiciste nada más que alegrarte.

—¿¡Y que querías que hiciera!?

—¡Un sí o un no era todo! No soy el típico amigo de historias de amor que se vuelve cortante o te deja de hablar solo por un no ¡Solo debiste decirlo y todo seguiría igual!

—¡No fácil para mí!— alegó. —¡Y tú lo sabes! ¡Desde que te conocí lo sabes!

—¡No te pido que te cases conmigo o que digas sí, pero tantos años merecían respeto! ¡Entre a ese estúpido torneo para ver si llamaba tu atención y solo te fuiste!

—¿Crees que si decía no todo estaría bien?— le pregunto. —¡Te conozco desde hace años! Nada nunca sería igual

—¡Pero al menos no sería peor que te alejaras de mí!

—¿¡Y que...

Antes de que terminara Manuel nos tomó del brazo y nos llevó a una sala.

—¿¡Qué diablos haces!?— me suelto de su agarré.

—A menos que quieran que todo Hogwarts escuchen sus problemas deben ir a un lugar privado.

Entramos a una sala y Manuel simplemente se va.

—No voy a seguir hablando de esto...— declaró.

—¡Ves simplemente te vas! No dialogas.

—¿Qué quieres que diga? ¿Lo siento? Lo siento, ¿Sí? Pero no puedo tomar ese tipo de riesgo en mi vida, no tengo nada respaldando mi espalda, mi hermano siempre no importa cuánto mis padres le hagan estará con ellos, Tom ni siquiera es mi familia y tú... Nada sería igual y no me importaba nada más que tú en el mundo, pero esto... No puedo con esto.

—¿Tan difícil era decirlo? Tu familia es una boba tóxica que en cualquier momento estallará... Y tú nunca verás eso hasta que te lastimes... O peor...

—¡Sigue siendo mí familia! No puedo destrozarla solo por mí...

—¡Ese es el problema! Estás dispuesta a recibir golpes y jugar guerras que no te pertenecen... ¡Tarde o temprano tú serás la única lastimado! Y no por todo, el mismo tiempo lo hará.— niega con la cabeza. —No puedo ver cómo te destruyes a ti misma salvando a personas que están bien...

—¡Es mi familia!

—¿Y? Mientras más repitas eso el daño será mayor, las marcas en tus brazos son la prueba viviente que nunca estarás bien, hasta que te alejes de esa familia. Cuando estés lista para eso sabe dónde encontrarme.— sale de la sala sin decir una palabra más.

Recargó la cabeza en la pared mientras lagrimas recorren mis mejillas, claro que tiene razón, me aterra pensar en mi familia desmoronada, en mi madre, simplemente es un daño incensario que me hago.

Camino hasta la puerta y siento como alguien está afuera, su respiración se escucha.

Al salir con sigilo me encontró a Cédric recargado en la pared con los ojos cerrados.

—¿Qué haces?— pregunto.

—Shhh...

Me siento a su lado mientras tanto el abre los ojos.

—Un Dragon... Esa es la primer prueba...

—¿Cómo lo sabes?— pregunta confundido.

—Ron me lo dijo... Su hermano, Charlie organizo un viaje de tres dragones, tuvieron que pedir otro para Harry...

—¿Un dragón? Wow...

—Nos vemos.— me levanto del suelo mientras camino.

—Sabes que a pesar de todo siempre serás mi persona...— dice con una sonrisa levantándose del suelo. —No importa cuánto tiempo tardes en darte cuenta... Cuando estés dispuesta yo te estaré esperando, para darle otra paliza a tu padre...

—¿Otra? ¿Ya lo hiciste?— pregunta boquiabierta.

—¿Ups?

—¡Eso no se vale! ¡Debes decirme!

—No lo haré...— camino en otra dirección.

—¡Cédric! ¡Debes decirme!— camino hasta él.

—Fue satisfactorio...

—¿Solo eso?

—Información por información... Necesito estudiar a los dragones no puedo ni comer sin atragantarme.

—¡Yo sé dónde buscar!— lo tomo de la mano caminando por los pasillos... Juntos. Otra vez.