EP 01: Envío Express

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fluff | 1325 palabras

La idea llegó a un frío día de invierno mientras ambos chicos pasaban la tarde en el café más cercano a su edificio, ese mismo donde habían charlado propiamente por primera vez un año y medio atrás. Soobin se encontraba tomándose un descanso de su proyecto final, pues tan sólo pensar que esa simple mezcla musical sería su pase de salida de la universidad le era completamente estresante, así que para distraerse había decidió visitar su página web favorita de ropa mientras daba pequeños sorbos a su caramel latte (porque no importaba que tan mayor fuera, aún no lograba encontrar el supuesto encanto del café puro); frente a él estaba sentado su novio Yeonjun, sus ojos fijados en la pantalla de su laptop revisando algunas pistas de música que sus alumnos de secundaria habían hecho como tarea. Soobin lo encontraba simplemente encantador en ese momento, mientras él peligris tarareaba mudamente con los ojos cerrados, algunos mechones largos caían sobre su frente y los lentes redondos reposaban sobre el puente de su nariz; lucía muy maduro, como un verdadero adulto (bueno, él era un verdadero adulto ahora) y al mismo tiempo demasiado lindo, sobre todo por ese ligero puchero que hacía con sus labios cuando se concentraba. El sol brillaba perezosamente sobre ellos mientras continuaban ahí, charlando vagamente sobre sus días y más que nada, disfrutando de la compañía del otro.

— Mira esto — Soobin dijo después de estirarse un poco, llamando la atención de su novio que enseguida levantó la mirada de su monitor. El azabache giró su laptop, de esa forma Yeonjun podía ver lo que había en su pantalla en ese momento. La imagen era de un pijama entero de conejito gris, la tela era afelpada como la de un oso de peluche y del gorrito se desprendían dos largas orejas de conejo, en la parte trasera había una bolita esponjosa color blanco que figuraba la colita — ¿Te gusta?

Los ojos de Yeonjun escanearon la fotografía de la modelo con el pijama puesto, bastante linda aunque no tanto como su adorable novio. Asintió de forma aprobatoria hacia el pelinegro.

— Es lindo — afirmó con una sonrisa relajada — Me gusta.

Soobin sonrió de vuelta con satisfacción y volteó su computadora de vuelta, agregó el atuendo a su carrito de compras y continuó navegando en la sección de "pijamas y lencería" mientras Yeonjun volvía a lo suyo.

— ¿Sabes? Últimamente he tenido esta... fantasía — comenzó a decir tratando de soñar lo más casual posible, como si fuese algo para nada interesante. Pero aquella última palabra fue suficiente para atraer la curiosidad del mayor, que se detuvo antes de tomar otro trago de su americano frío, el borde del vaso rozando sus labios mientras lo observaba con ojos interesados.

— ¿Una fantasía? — repitió Yeonjun con un tono sugerente y divertido en su voz, sin poder apartar su mirada del rostro de Soobin que había comenzado a sonrojarse en respuesta, sus orejas ardiendo al rojo vivo.

El más joven aplanó los labios causando que sus hoyuelos se asomaran con timidez a ca lado de su boca y trató de evadir los ojos de Yeonjun, distrayéndose con su bebida.

— Olvídalo — repuso en voz baja, sintiéndose apenado y maldiciendo en silencio a sus mejillas por haberlo delatado.

— ¿SooSoo...?

Soobin abultó los labios y evitó mirar a su novio a los ojos, concentrándose de nuevo en la pantalla de su laptop.

— No es nada importante, así que no me mires así de raro Junie — dijo en un quejido un tanto infantil que al mayor le resultó ciertamente enternecedor. Estaba tratando de dejar pasar el tema como si no lo hubiese mencionado pero Yeonjun era demasiado perceptivo y podía darse cuenta que era algo importante y tal vez un poco vergonzoso para Soobin, lo cual era extraño en él pues usualmente era él más abierto entre los dos.

— ¿Hay algo que quieras decirme, Soobinie~? — preguntó una vez más, cerrando su computadora e inclinándose hacia adelante, recargando los codos sobre la pequeña mesa de madera para poder mirarlo con más detalle.

Soobin se encogió en su lugar, pudo sentir el aroma a café del aliento cálido de Yeonjun sobre su rostro provocando que se sonrojara aún más; sus ojos rápidamente repasaron la cafetería repleta de personas enfundadas en sus suéteres y demasiado inmersas en sus propias cabezas como para notar la escena que ambos se estaban montando. Había un par de familias con hijos y alguno que otro estudiante de secundaria al rededor, definitivamente no era el lugar ni el momento indicado para confesar esa idea que había estado rondando su cabeza esos últimos días de invierno.

— Um... tal vez después — respondió en un murmuro bajito, dejando que el cabello negro cayera sobre su frente, ocultándose tras él. No dijo una palabra más sobre el asunto.

Yeonjun le dió a Soobin un último vistazo curioso antes de volver a sus deberes.

╰ ✧ ╮

Cuando volvieron al departamento de Yeonjun, este se animó un poco esperando que la tensión del momento ya se hubiese disipado y preguntó de nuevo.

— Ah hyung~ — Soobin gimoteó con ese mismo tono infantil que usuba a veces mientras sus labios formaban naturalmente un pequeño mohín — Ya te he dicho que no es nada importante.

El azabache se quitó los zapatos y se dejó caer sobre el viejo y cómodo sofá olivo, que crujió un poco bajo su peso, pronto tendrían que cambiarlo antes de que se rompiera con ellos encima. Yeonjun río muda y airadamente mientras comenzaba a quitarse los zapatos y la pesada chaqueta que traía encima, sacudiendo los diminutos copos de nieve de ella.

— Esta bien, si realmente quieres que me deje de preguntar... — Yeonjun se pausó, echando una mirada fugaz a la reacción de Soobin, quien se hundió más entre los cojines y abrazó sus piernas a su cuerpo, mordisqueando su labio inferior con nerviosismo mientras sus ojos divagaban por toda la sala — Pero en realidad no parece que quieras que deje de hacerlo — finalizó con una sonrisa ladina, ganándose la atención completa de su novio, que lo miró con ojos bien abiertos y su rostro pincelándose de un bonito color rosa.

El corazón de Soobin latía con fuerza dentro de su pecho y aporreaba contra sus costillas, podía escucharlo en sus oídos. Maldita sea, Yeonjun lo conocía demasiado bien, tanto que a veces le era imposible no odiarlo por descifrarlo con tanta facilidad, como un libro para bebes abierto de par en par frente a él. Finalmente dejó eso acampar un bufido de rendición, soltando un "ahora vuelvo" entre dientes antes de levantarse del sillón e ir en busca de su mochila de la cual sacó su laptop, para después caminar de vuelta a su lugar, sentándose en el sofá junto a Yeonjun que continuaba mirándolo con interés mientras abría el aparato e introducía la contraseña.

— He estado interesado en comprar unas cosas... — comenzó a decir, su voz era tímida y bajita, casi en su susurro inaudible.

Los ojos de Yeonjun se abrieron de par en par cuando en la pantalla apareció una imagen que definitivamente nunca se hubiese esperado ver. Parpadeó varias veces, un poco desconcertado de sí en realidad estaba viendo lo que estaba viendo o si sólo se trataba de otra fantasía suya donde Soobin lo seducía. Esperaba que no lo fuera porque esto era demasiado bueno.

Antes de que el menor pudiese explicar algo más o cambiar a la siguiente ventana abierta, Yeonjun había sacado su billetera del bolsillo de sus pantalones y ya se encontraba ingresando los datos de su tarjeta de crédito. Soobin se sorprendió pero no lo detuvo.

— ¿Realmente estas bien con esto? ¿En serio quieres hacerlo? — no pudo evitar cuestionar, todavía un tanto impresionado con la velocidad de los dedos del peligris sobre el teclado.

Yeonjun alzó la mirada hacia él y parpadeo con incredulidad, antes de volver su atención a la pantalla de la computadora y clickear sin ningún ápice de duda sobre el botón de "Envío express".

Soobin sonrió.





hola hola hola a todos, me ha encantado escribir esto jajaja me parece la perfecta introducción a este corto fragmento de historia. Para aclarar un poco, Yeonjun ya salió de la universidad y ahora trabaja como profesor de taller de ingeniería musical en una secundaria y Soobin está a punto de graduarse. Por cierto, este relato está fuertemente inspirado en un au de YoI que leí en Twitter hace mucho tiempo. Espero que les haya gustado, pronto estaré publicando la segunda parte (esta vez serán tres partes de la historia) Chao! Los qm 🤍

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