Tensión

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*Escena Pre-capítulo:

Los Angeles, California:

En una especie de plataforma de combate, Brazz y Whassablack se preparaban para pelear. La mayoría del público eran chicas.

"¡El combate más esperado del dia: Brazz vs Whassablack!"

Fin escena.

En Honolulu, los Luna Blanca se dividen nuevamente, disfrutando de la ciudad y del paisaje hawaiano. Se habían separado en grupos: Ricochet y Alexandra, Johnny y Candy, Abraham con Reena y Adin, Alexander y Mei, y Lincoln y Rachel.

Por parte de Ricochet y Alexandra, ambos estaban caminando por la playa. Alexandra se había cambiado de ropa, colocandose un bikini verde y sandalias, y una manta cubriendo su parte inferior, mientras que Ricochet solo se quito la ropa de la parte superior.

-Rico, deberías colocarte bloqueador solar.-dice Alexandra ofreciéndole el bloqueador.-Estamos en una zona tropical. Los rayos del sol llegan directo. Y puedes quemarte la piel.-

-Ya, esta bien. Dame esa cosa.-dice Ricochet colocandose bloqueador, pero derrepente le deja de salir. Mira al fondo para ver por qué no le salía, y al oprimir fuerte, le sale todo el bloqueador por la cara.-¡Augh!-

-¡Jaja! Tienes que oprimir despacio el envase.-dice Alexandra, pasándole un pañuelo. Ricochet se limpia la cara.

-Crei que comenzaríamos por Honolulu.-dice Ricochet.-Pero esta playa no está mal.-mirando a unas chicas en bikinis.

-Al principio lo pensé, pero creo que deberíamos disfrutar primero el paisaje hawaiano.-dice Alexandra mirando el paisaje y respirando hondo.-Recuerdo que había un lugar al que siempre quise visitar, pero jamás me dejaron.-

-¿De verdad? ¿Y por qué no?-

-Era la única que aún podía salir, mientras mis padres y mi hermano no estaban en capacidad para salir. Así que tuve que quedarme con las ganas.-

-¿Y que es ese lugar y donde queda?-pregunta Ricochet.-¿Es divertido? ¿Hay chicas?-

-En realidad es una cueva. "La Cueva Luminosa de Hawaii", la llamaron unas personas. Hay un rumor de que a una cierta hora, unas misteriosas luces brillan como si fueran mágicas.-

-Bueno...si tu quieres, vamos a ese lugar.-

Ambos Luna Blanca caminan por la playa durante un largo rato. Alexandra era el centro de atención de algunos surfistas que estaban en la playa.

-¡Pero que hermosa!-dice un surfista rubio y bronceado, con un físico atlético. Se le acerca a Alexandra.-Hola, preciosa. ¿Te gustaría montar algunas olas conmigo?-

-Te lo agradezco, pero nunca he surfeado.-dice Alexandra de manera coqueta.

-No te preocupes. Yo puedo darte algunas clases. Ven con el maestro Raymundo.-

-Gracias, pero ya tenemos planes.-dice Ricochet algo molesto e interponiendose.-Quizás otro día.-

-¿Es tu novio?-pregunta el rubio.

-No. Es solo un amigo.-dice Alexandra.-Y esta bien. Siempre he querido aprender a surfear.-

-Oye, ¿que no querías ir a esa cueva?-dice Ricochet algo molesto.

-Eso puede esperar, Rico. No estoy con tanta prisa, y podemos ir otro día.-dice Alexandra despreocupada y se va con Raymundo.-¿Vienes?-preguntandole a Ricochet.

-Olvídalo. Iré a pasear por ahí. Diviértete.-dice Ricochet molesto y se va.

-Si ocurre algo no dudes en llamarme.-dice Alexandra acompañada por Raymundo.

Alexandra y Raymundo disfrutan el día, practicando surf. Alexandra demuestra tener un gran equilibrio en la tabla, para impresión de Raymundo.

-Realmente no estas tan mal.-dice Raymundo impresionado.-Para ser una turista que nunca a surfeado, te manejas bien con la tabla.-

-Gracias. Solía practicar equilibrio en una tabla sobre un lago en el continente.-

-¿Como te llamas, preciosa?-

-Alexia.-responde Alexandra.

-Alexia. Que bonito nombre.-sonrie Raymundo.-¿Quieres que vayamos a comer algo o quieres seguir practicando?-

-Sigamos un rato más. Luego vayamos a comer.-

-De acuerdo. Por cierto, ¿estará bien tu amigo sólo?-

-No te preocupes. Rico estará bien (siempre y cuando no protagonise algún escandalo). El sabe como volver a casa. Le hice un mapa por teléfono.-

Por el lado de Ricochet, este se pone a recorrer el paisaje, hasta internarse en la selva, sin fijarse en un letrero de "no pasar" cubierto por la vegetación.

-Quisiera ir a ese lugar al que no pude ir de niña.-dice Ricochet a modo de burla.-Y luego soy yo el simp que se queda babeando con la primera persona atractiva que se le cruza...-Y derrepente el suelo se rompe, cayéndose por un hoyo, rodando por un barranco subterráneo, hasta llegar a una caverna subterranea.-¡Augh!-levantandose adolorido.-...¿Donde...estoy?-mirando que cayó varios metros bajo tierra.-¡Rayos! ¡¿Pero en donde estoy?! ¡¿Como es que llegue a este lugar si solo me caí?!-

Ricochet trata de escalar el barranco, pero estaba demasiado resfalozo, y se termina cayendo varias veces. Luego, acumula energía en las piernas y da un gran salto, tratando de salir por el techo, pero al tratar de aferrarse a una raíz de árbol, la raíz se rompe y vuelve a caer, cayendo mal y lesionandose la pierna.

-¡Aaagh! ¡Mi pierna!-grita Ricochet tomándose su pierna. Sin notarlo, se le había caído y roto su celular.-¡Mejor pido ayuda!-y trata de sacarse el celular, pero no lo encuentra.-¡Rayos, lo que faltaba!-poniéndose a mirar y tratar de buscar su teléfono, pero al encontrarlo, nota que estaba roto.-...Tendre que buscar una salida por mi cuenta.-y trata de ponerse de pie, cojeando mientras trata de caminar.

Ricochet saca una linterna, y se pone a recorrer la cueva subterránea. Se quejaba del dolor en su pierna al cogear. La cueva estaba llena de túneles subterráneos que llevaban a diferentes direcciones. Ricochet trata de tomar varios caminos, pero todos le conducen nuevamente a donde estaba al principio.

-¡No puede ser! ¡Este sitio no tiene salida!...concentrate, Rico. ¿Que es lo que decían que hacer los gemelos cabezas de helechos si te, perdias?...cierto. Marcar el camino.-y saca un marcador, haciendo unas X en donde pasaba.

Por el lado de Alexander y Mei, ambos estaban paseando por la ciudad de Honolulu, disfrutando de la ciudad, la música, y algunos espectáculos. Alexander estaba sonriendo, pero nota que Mei parecía estar sería y con algo de desinterés.

-...¿Quieres que vayamos a comer algo?-pregunta Alexander tratando de animar a Mei.

-...Esta bien.-dice Mei con indiferencia.

Ambos entran a un restaurante hawaiano, en forma de una cabaña y decorado con tikis y algunos instrumentos hawaianos tradicionales. Alexander y Mei son atendidos por una camarera con aspecto de caballo de mar humanoide.

-Aloha. ¿Que decean ordenar?-pregunta la camarera.

-Aún es muy pronto para el almuerzo, así que...uno de esos helados para 2, servido en coco y jugo de piña.-ordena Alexander.-De sabores piña, chocolate, melon, y frambuesa.-

-...-Mei manteniéndose sería.

-En seguida, joven.-dice la camarera y se va.

-Aun no hemos recorrido todo Honolulu, pero ¿que te ha parecido?-

-Bien.-dice Mei de manera cortante.

-¿Estas de acuerdo con lo que ordené?-pregunta Alexander.

-Por mí está bien.-responde Mei de manera cortante.

-Aun recuerdo muchos lugares que podemos ir. Hay un lugar con una vista preciosa del paisaje hawaiano. Y también un restaurante en el que van parejas a pasar una cena romántica con cantos, bailes, y competencia en parejas.-

-Si tu quieres ir, esta bien por mi.-responde Mei de manera cortante. Alexander estaba notando el tono serio y sin ánimos de Mei.

-O si quieres podemos recorrer la selva y hacer deportes.-Alexander preocupándose por la actitud de Mei.

-Si eso quieres, por mi esta bien.-responde Mei nuevamente cortante y con desinterés.

-Mei, si quieres hacer algo que tu quieras hacer, solo dilo. ¿Que quieres que hagamos en este primer día en Hawaii?-

-No conozco este lugar, así que tu sabes orientarte mejor que yo.-responde Mei de manera indiferente. Alexander estaba comenzando a preocuparse.

Por parte de Johnny y Candy, ambos estaban paseando por un barrio lleno de tiendas y artículos de todo tipo. Candy estaba fascinada al llegar a una dulceria, entrando rápidamente como fanática en concierto, hechando dulces a montones a una bolsa.

-Candy, ve con calma.-dice Johnny.-Los niños también quieren comprar caramelos.-

-...Lo siento, Johnny...Sabes que amo mucho...los dulces.-dice Candy llenando la bolsa con caramelos.

-¿Pero no se enfadaran los chicos por comprar muchos caramelos?-

-...No. Esta vez los pago...yo misma.-dice Candy dejando la bolsa en la balanza, y pagandola.

Ambos salen de la dulceria, y recorren parte De Honolulu, mientras Candy se iba comiendo los dulces de su bolsa. Mientras caminaban y disfrutaban de la ciudad, Johnny nota un libro de cocina en una tienda, y se queda quieto, viéndola.

-¡Candy, mira!-dice Johnny fascinado.

-...¿Un libro de cocina?-dice Candy.

-¡No es cualquier libro! ¡Es el libro de cocina del chef Gustav Lacreme!-dice Johnny fascinado.-¡Mi madre ha buscado ese libro por años! ¡Debo comprarlo!-y saca su billetera, pero derrepente se queda pensando.-Pero...no deberíamos gastar mucho dinero en cosas solo para nosotros.-

-...Compralo. Y luego robamos algún...cajero automático.-dice Candy, y luego Johnny, al principio con dudas, decide comprar el libro de cocina.

Al rato, ambos seguían caminando por la calle. Johnny estaba leyendo parte del libro.

-Este libro no sólo tiene recetas. También tiene historias relatadas por el mismo chef Gustav Lacreme. Al parecer, cada historia está relacionada con una receta de cocina...-se queda callado, y comienza a leer la página más a detalle.

-...¿Que ocurre?-

-Esta receta...es la que mamá ha estado buscando por años, pero no la ha encontrado ni en libros, ni páginas de Internet: "El legendario pastel Sacred Friendship". Dicen las leyendas que su sabor único y especial fue capaz de detener una guerra entre 2 naciones, de unir 2 familias que llevaban muchas generaciones de enemistad, y hasta convencer a un asesino a dejar de asesinar. Pero sólo muy pocos chef lograron conseguir la receta verdadera, y muchos pagarían millones por tener la receta verdadera.-

-...Suena delicioso.-

-Toma su tiempo, pero voy a intentar prepararlo. ¿Me acompañas a buscar todos los ingredientes?-

-...De acuerdo. Ese pastel...suena delicioso.-

-Espero que pueda prepararlo bien, y que los demás también puedan disfrutarlo.-dice Johnny, y ambos Luna Blanca se dirigen a un supermercado.

Con Abraham, Reena, y Adin, los 3 estaban paseando casi por las afueras de Honolulu. Habían llegado a un parque de diversiones.

-¡Miren, un parque de diversiones!-señala Reena emocionada.-¡Vayamos! ¡Vayamos! ¡Vayamos!-

-¡Yo quiero subirme a los autos chocones!-dice Adin emocionada.

-¡Prefiero la montaña rusa!-alega Reena.

-¡A los autos chocones!-

-¡A la montaña rusa!-

-Esta bien. Esta bien. Podemos ir a todos los juegos que queramos, chicas.-dice Abraham tratando de calmarlas.

-¿Donde quieres subir primero, Aby?-pregunta Reena.

-Si, ¿dónde?-pregunta Adin. Ambas chicas se quedaron mirándolo fijamente, poniendo a Abraham algo nervioso.

-Eh...¿que tal la noria primero?-señala Abraham nervioso.-(Espero que no se lo tomen a mal. No escojo, porque quiero ser justo con las 2).-

Al minuto, los 3 se quedaron esperando en la fila, a la espera de su turno. Mientras pasaban los minutos, estaban cada vez más cerca, hasta que a Abraham le dan ganas de ir al baño.

-Bebí mucho jugo de piña. Iré al baño.-dice Abraham tratando de aguantarse.

-¿Que pasara con tu turno, Aby?-pregunta Reena preocupada.

-Ya está por ser nuestro turno.-dice Adin.

-Eh...adelantense. Yo las espero.-dice Abraham y se va corriendo rápidamente al baño.

Abraham corre tratando de buscar al baño, hasta que se queda con la boca abierta al ver la enorme fila que había, diciendo "no puede ser" por cada persona esperando para usar el baño.

-(¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¡No puede ser!) ¡¿Como pueden haber tantas personas en una fila para el baño! ¡Me voy a orinar si no descargo!-

Abraham entra en desesperación, y se pone a correr por el parque, tratando de buscar a donde orinar, llegando hasta detrás de un puesto de lanza tarros. Vigila que nadie más vea, y se pone a orinar.-¡Aaaaah! Que alivio.-dice más calmado, pero vuelve a estar preocupado.-Pero ahora que lo pienso bien, ¿cómo estarán Reena y Adin? Las 2 parecían estar apunto de pelearse por cuál juego subir. Aunque por lo que he visto desde que Adin se unió, ella y Reena no parecen llevarse mal, pero...dicen que las mujeres se odian en secreto, a diferencia de los hombres. Será mejor que vaya a ver como estarán).-y deja de orinar.

Luego de orinar, Abraham se lava las manos con el agua de una manguera. Se pone a caminar por el parque, dirigiéndose a la noria, la cual justo se había detenido. Para su sorpresa, Reena y Adin estaban de lo más bien, riendo juntas.

-(Parece que me preocupe en exceso. Las 2 parecen llevarse muy bien).-dice Abraham en su mente.

-¡Vayamos a las tazas giratorias!-dice Reena emocionada.

-¡Si! ¡Espero que sean de las tazas que podemos hacer girar la taza sobre su eje!-dice Adin emocionada, y las 2 corren hacia las tazas.

-¿Como les fue...?-iba a preguntar Abraham, pero las chicas se van juntas y emocionadas, ignorandolo.-...En la noria?-

Nuevamente hacen fila, para subirse a las tazas giratorias, pero al subirse, Reena y Adin se suben emocionadas y sin fijarse en Abraham, quien termina subiéndose en una taza defectuosa, la cual al intentar hacerla girar, el eje se sale, y Abraham sale disparado, mientras Reena y Adin giraban y reían. Abraham alcanza a salir de la taza antes del impacto, notando a Reena y Adin despreocupada y divirtiéndose. En otro juego, los 3 se suben a los autos chocadores, pero Reena y Adin hacen equipo y chocan a los demas equipos. Abraham se había subido a un auto chocon que no funcionaba, y lo chocan constantemente entre 3 chicos: uno con cabeza de piña, otro con pico de pajaro, y el otro con el cuerpo cubierto de pelos. Y en otra ocasión, los 3 se suben a una montaña rusa, pero Reena y Adin subieron juntas, mientras que Abraham le tocó subirse con un sujeto de piel verde y peinado de Larry de los 3 chiflados, al que al parecer desprendía un fuerte hedor. Y al bajarse de la montaña rusa, Abraham rápidamente se baja y vomita. Al terminar de vomitar, nota que Reena y Adin se iban nuevamente juntas, mirando con preocupación, pero notándose que se estaba molestando.

Por el lado de Lincoln y Rachel, ambos estaban preguntándole a la gente por la persona llamada Parker, aunque habían muchos llamados así, y trataban de buscar a todos las personas llamadas Parker, y ninguno de ellos sabia nada del Rikishi.

-Maldición.-se queja Lincoln, sentándose en una banca junto a Rachel.-Si ese adivino hubiese sido más específico, sería más fácil buscar al Parker que conoce al Rikishi.-

-Aún quedan muchos Parkers a quienes no hemos consultado.-dice Rachel con una lista y tratando de darle ánimos a Lincoln.-Animo. Aún tenemos tiempo de sobra.-

-El tiempo es lo que me preocupa, Rachel.-dice Lincoln.-Tengo un mal presentimiento al respecto.-

-¿Aun estas preocupado por lo que dijo ese adivino? Relajate. Somos Luna Blanca. Podemos tener más de una pelea, pero jamás hemos estado al nivel de poner en duda nuestra amistad. Lo más cercano a separarnos como los Beatles, fue durante la corte, después de derrotar a Armaggedon. Y en Las Vegas. Así que relajate y vayamos con calma.-

-...-Lincoln recordando la mirada de Mei, y el consejo que le dio Nezumiiro.

-Oye, Lincoln. Estuve pensandolo bien.-dice Rachel.-Quizas buscar al tal Parker que conozca al Rikishi sea la prueba que debemos superar. Quizás no hay que ir buscándolo así como si fuera una persona cualquiera.-

-Puede que tengas razón, Rachel.-dice Lincoln pensando.-Debe haber alguna pista o clave que no hayamos visto.-

-Si tu abuelo lo conocía, el Rikishi quizás sea un héroe, o alguna persona que conoció en uno de sus viajes. Y parece que tu abuelo ha conocido gente interesante que no todo el mundo conoce.-

-Por lo que dijo ese sujeto, no todo el mundo lo conoce, por lo que el Rikishi debe tratarse de algún ermitaño. Si mi abuelo lo conoció, debe ser un ermitaño muy mayor. Una persona con mucha experiencia. Experiencia que al parecer no comparte con cualquier persona.-

-...-Rachel pensando.-¿Podria ser algún chaman o maestro de artes marciales?-

-Si. Estaba pensando lo mismo. ¿Como no lo pensamos antes? Estábamos buscando como idiotas, cuando debimos comenzar analizando las cosas desde el principio.-

Lincoln derrepente siente algo acercarse, y rápidamente toma a Rachel en brazos, y se aleja. Un sujeto con aspecto de hipopótamo humanoide había volado por el aire hasta ambos Luna Blanca, cayendo sobre la banca en la que se habían sentado, destrozandola. Ambos chicos se le acercan.

-¿Señor? ¿Esta bien?-pregunta Lincoln, mientras baja a Rachel.

-No te preocupes, muchacho.-dice el hombre hipopótamo, levantándose. Adolorido.-¿Como es posible? ¿Quien es ese chico?-

-¿De quién habla?-pregunta Rachel con curiosidad.

-El que me mandó volando a los cielos.-responde el hipopótamo, apuntando a una dirección.-Estan ofreciendo una valiosa joya por derrotar a un jovencito, y nadie hasta el momento le ha ganado.-

Los 2 Luna Blanca se dirigen adonde el hipopótamo había apuntado. Al caminar varios metros, encuentran una especie de cuadrilátero, en la que un sujeto con aspecto de lagartija humanoide, se estaba enfrentando a un chico de 14 años, rasgo asiático, bronceado, y cabello corto pelinegro, vistiendo de un kimono de karate color blanco, y un cinturón negro de 5°dan.

-¡Voy a acabar contigo en 5 segundos, muchacho!-dice el hombre lagartija, y se lanza sobre el chico, pero este rápidamente le da varios golpes y lo saca del cuadrilátero.

-¡Y fuera! ¡El ganador es el campeón invicto...Parker Waipa!-dice un sujeto de camisa hawaiana y lentes de sol, haciendo de referi, levantandole la mano a Parker.

-¡¿Parker?!-dicen Lincoln y Rachel sorprendidos.

Parker se estaba preparando para su próximo combate. Habían más retadores, dejando dinero al referi, dado a que había que pagar para desafiar a Parker. Lincoln y Rachel esperan lo suficiente, hasta que es el turno de Lincoln, dejando un billete en una caja. Lincoln calienta músculos y se pone en guardia.

-Dime tu nombre, por favor.-dice Parker de manera frívola.

-Eso no tiene importancia.-responde Lincoln animado.-Pude verte pelear, y realmente eres muy bueno. Más de los que he enfrentado en el continente.-

-Bien...chico "eso no tiene importancia", ¿acaso no tienes respeto por tus oponentes?-

-¿Disculpa?-

-Primero se hace un saludo.-dice Parker saludando con reverencia. Lincoln también lo hace.

-Lo siento.-se disculpa Lincoln, y se pone en guardia.-Antes que nada, quisiera preguntarte una cosa.-

-¿Que deseas saber?-

-Dime, ¿conoces al Rikishi?-pregunta Lincoln. Parker había abierto los ojos por un segundo, pero rápidamente vuelve a mirar con indiferencia.

-¿Como sabes de él?-

-Eso no tiene importancia ahora. Necesito verlo y hablar con él.-

-Primero no saludas, y ahora pides que conteste a tu pregunta sin decir por favor.-

-...¿Podrias decirme en donde encontrar al Rikishi, por favor?-dice Lincoln.

-...No.-

-¿Disculpa?-

-Nadie tiene el derecho de ver al Rikishi, sin antes ganarselo.-

-¿En serio? ¿Y tu quien eres para decidir eso?-

-Tu no buscas al Rikishi. El Rikishi es quien te busca a ti. Y para que te busque el Rikishi, debes probar que eres digno de que el Rikishi comparta su sabiduría contigo.-

-¿Y como puedo ganarme ese derecho? ¿Derrotandote?-

-Necesitas más que una simple victoria para probar que eres digno. Pero si vas a pelear, basta de charla. Comencemos.-dice Parker poniéndose en guardia.

-De acuerdo. Algo me dice que valdrá la pena este combate.-dice Lincoln poniéndose en guardia.

-¡Peleadores listos...!-anuncia el referi.-¡A luchar!-

Continuará...

Escena post-capítulo:

Los Angeles, California:

En la mansión de los Hogan, estos, junto a Heather, estaban celebrandole el cumpleaños a Heather.

-Feliz cumpleaños, Heather.-dice Conlin felicitandola.-No olvides pedir un deseo.-

-Ya tengo mi deseo pedido desde hace mucho tiempo.-dice Heather con una sonrisa.-El problema, es que cierta personita no se atreve a dar el primer paso.-mirando a Conlin, mientras hace señas de ponerse un anillo. Las hermanas Hogan hacen un sonido de burla.

Fin escena.

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