Pensó realmente que estaba solo, pero
no fue así, Jun volvió corriendo con un abrigo largo de tono café en sus brazos. Lo obligó a ponérselo, le quedaba perfecto.

Todo era tapado por esa tela, la prenda le quedaba por arriba de las rodillas  impidiendo que el bulto sea visible.

Ambos amigos caminaron hasta la puerta de ingreso, donde estaba Soonyoung riéndose de firma nada discreta.

—¿Jun no sirvió? Puedo ayudarte yo cuando quieras —dijo Soonyoung sonriente, para luego guiñar un ojo.

Jun se sintió ofendido y Wonwoo se transformó en un pequeño tomate.

Soonyoung era otro de sus amigos, junto a Jun solían arreglar esos asuntos, claro, para mejorar la amistad según ellos, lo típico. El grupo de Bangchan y el mismo se quedan chicos con su forma de fortalecer la amistad.

Ahora siendo tres, integraron al salón correspondiente. Wonwoo rogó que lo dejarán cerca de la pared, así evitaba que lo llamen para pasar al frente.

El profesor de matemáticas, Seungcheol, se hizo presente en el lugar. Los tres vivían creando fantasías con el fornido hombre, adoraban mirarle los grandes brazos que poseía y frecuentemente se preguntaban como sería dormir en esos brazos.

Luego estaba Wonwoo que deseaba que esos brazos sean los que rodean su cuello con una gran fuera mientras que jodia su culo por ser un mal alumno, cosa que era imposible porque no sabían la sexualidad del hombre, Wonwoo es un genio en las matemáticas y probablemente no acepte dicha fantasía.

Mientras Seungcheol hablaba sobre catetos e hipotenusa, Soonyoung no podía evitar los chistes sexuales en la situación de su amigo.

—Wonwoo, pregúntale al profesor si quiere ser tu hipotenusa, capaz que con una mano así se te baja hasta la presión —Soonyoung se reía de su propio chiste con gracia y Jun también le seguía el juego.

—Señor Kwon Soonyoung, su risa me molesta para dar clases, se ganó una tarde conmigo en dirección.

Wonwoo claramente se estalló de risa en la cara del mayor, pero para su desgracia, también llamó la atención del profesor, este lo invitó a pasar al frente del aula para comentarle al curso que era tan gracioso.

Se volvió más pálido de lo que era, no sabía cómo explicarle la situación, Seungcheol se acercó a la mesa y Wonwoo le susurró lo que pasaba.

El profesor no pudo evitar la risa y ahora entendía a Soonyoung.

Seungcheol le ofreció una ayuda que rápidamente fue rechazada por el menor. Ese día aprendió a no molestar al profesor Choi.