No tienes idea de lo feliz que me hace haberte conocido.

SeokJin sintió que entraba demasiada agua en sus pulmones y que se debilitaban poco a poco, perdiendo la fuerza que había sentido tener al principio.

Pensó que era una tontería gritar pidiendo ayuda, sabiendo que nadie le ayudaría, y que si evitaba que el agua entrara en su boca, podría salvarse.

Pero el miedo y la adrenalina superaron su capacidad de pensar y calmarse.

Sintió como su alma empezaba a abandonar su cuerpo y poco a poco dejó de luchar por su vida.

Cuando su cuerpo empezó a sumergirse en el agua, vio de repente con una visión borrosa algo que nadaba hacia él a una velocidad tremenda.

Sintió como con sus manos le agarraban y lo llevaban a la superficie.

Si hubiera estado en otras circunstancias, uno habría pensado que es imposible que un hombre pueda nadar con tanta velocidad y agilidad.

Pero en ese momento su cerebro no estaba lo suficientemente oxigenado para ese razonamiento.

Ahora mismo era importante para él respirar y llenar sus pulmones.

Cuando abrió los ojos, vio, incluso a través de su visión obstruida por el agua, la silueta de un hombre que lo miraba.

Al cabo de unos segundos empezó a toser y vio que su salvador se alejaba de la barca.

El sonido fue como si hubiera vuelto al agua. Ni siquiera sabía qué creer, y mucho menos qué pensar.

Apenas se giró en su bote, intentó mirar hacía fuera, pero el dolor en el pecho se lo impidió.

Cuando bajó la mirada, notó que un brillo había vuelto a salir de su pecho, más fuerte y brillante.

—No mires fuera. —Le suplicó aquel muchacho, su salvador.

—¿Por qué? —Siseó, todavía adolorido por la experiencia apenas vivida.

—Solo no lo hagas. —Suspiró con fuerza. —Te llevaré a la cueva de ayer. —

—Así que... ¿Tú también estuviste ayer? —

—Sí, pero no digas nada más, ¿vale? —Volvió a suspirar. —Cuando lleguemos allá tú y yo hablaremos. —

SeokJin no dijo nada, pero se tumbó en medio del pequeño barco y se quedó mirando las nubes que flotaban mientras el bote se movía.

Cerró los ojos, inhaló profundamente y exhaló por la boca.

—¿Quién es usted? —Preguntó, pues ningún ser humano podría empujar una barca y nadar tan rápido al mismo tiempo. —¿O qué es usted? —

TaeHyung inhaló y exhaló, mordiéndose un poco el labio con nerviosismo y fingiendo no escuchar para no responder.

Tenía mucho miedo de cómo reaccionaría si miraba de cerca al hombre, tanto que no podía pensar con claridad.

Necesitaba tiempo y no lo tenía.

[ ... ]

El castaño abrió los ojos cuando sintió que el barco tocaba el suelo, y se levantó como pudo para mirar a su alrededor.

Estaba en una cueva, la misma que usaba para pasar el tiempo, y a veces para descansar.

—Ahora estamos aquí. —Dijo él, aclarándose la garganta. —¿Puedes responder a mi pregunta?—

El mayor esperó unos minutos y no escuchó nada, todo estaba en completo silencio.

—¿Me has escuchado? —Preguntó de nuevo, levantando las dos cejas y agudizando el oído. — ¿Todavía estás aquí? —

Luego, con una voz casi inaudible, notó cómo le costó responder.

—Sí. —Dijo ansiosamente. —Una disculpa, es que estoy muy nervioso. —

SeokJin sonrió y negó con la cabeza.

—Tranquilo, no hay de que preocuparse. —Apretó los labios y continuó. —En primer lugar, gracias por salvarme. —

El pelirrojo frunció las cejas incomprensiblemente y sonrió con amargura, lamentando su acción.

—No me agradezcas. —Se llevó una mano a la frente, negando de arrepentimiento. —Fue mi culpa que te cayeras al agua en primer lugar y no pude hacer nada al respecto. —

La boca de SeokJin se abrió y se cerró de nuevo en shock, y se inclinó para culparlo.

—¡Entonces fuiste tú! —Señaló y lo miró con los ojos entrecerrados.

TaeHyung gritó en shock y se escondió en el agua. De él sólo se podía ver su pelo rojo y sus ojos azules, se quedó mirando al hombre sin quitarle los ojos de encima.

Tardíamente, SeokJin se dio cuenta de que se había asomado sin querer y tragó saliva, pero finalmente su expresión se relajó.

—¿Fuiste tú quién lanzaba los chorros de agua? —Tragó con fuerza, pero finalmente su expresión se relajó.

El pelirrojo no respondió, sólo asintió.

Seokjin volvió a suspirar y, tratando de no ser intimidante, se acercó a donde estaba el chico y él se alejó lentamente de él como un cachorro deshilachado.

El castaño hizo una pausa.

—¿Me tienes miedo? —El joven tritón asintió con la cabeza. —No voy a hacerte ningún daño. —Le aseguró.

El castaño no mentía. No sabía por qué, pero TaeHyung sintió que estaba diciendo la verdad.

Y eso fue lo que más le asustó.

—¿Prometes que no harás nada? —Preguntó con una expresión de preocupación en su rostro.

—Lo juro. —Respondió SeokJin sin dudar.

—También promete que no gritaras. —Le pidió, un poco nervioso.

—Te juro que no lo haré si no quieres. —Sonrió agradablemente. —A menos de que tú quieras hacerme daño a mi. —

TaeHyung sacudió la cabeza repetidamente.

—¡No, jamás podría hacer algo como eso! —Dijo y lo miró con inquietud.

En respuesta, SeokJin sólo negó con la cabeza y sonrió.

—Relájate, solo estoy bromeando. —Alargó ligeramente la mano y acarició uno de los rizos rojos que le llamaron la atención. —De alguna manera sé que no me harás nada. —

Y el chico pelirrojo asintió lentamente con asombro. Al parecer, no era el único que se sentía así.

—Bien, voy a salir del agua entonces. —Advirtió, y SeokJin asintió.

Se dio cuenta de que tenía que apartarse para dejar más espacio al pelirrojo, por lo que se alejó un poco más para darle más lugar.

TaeHyung en cambio inhaló, luego exhaló, y todo el aire que había estado reteniendo en su pecho salió.

Estaba nervioso. Estiró los brazos y se agarró al bote, usando su cola para subir, se impulsó para después quedar sentado dentro de la pequeña barca.

Las pupilas de SeokJin estaban más que dilatadas, casi como si estuviera alucinando, era una broma, sí.

Por qué no podía creerlo.

—Eres una sirena... Un tritón... ¡O lo que sea! —Dijo él, todavía incapaz de apartar la mirada.

—Si. ¿Estas asustado? —Estaba nervioso, pero al mismo tiempo preocupado por la expresión del rostro del castaño.

—No, en realidad no. —Dijo, inclinándose más hacia él. —Yo sólo, todavía no puedo creerlo. —

Sin detenerse a pensar mucho en su reacción, SeokJin extendió su mano y tocó su cola, y aunque parecía un pez, sus escamas tenían una constitución diferente.

No sabía cómo explicarlo, pero fue una sensación extraña. Sin entender aún cómo era el sistema del pelirrojo, movió lentamente la mano y alcanzó en la parte superior de su cuerpo una gran escama que había captado su atención.

Se sorprendió al ver que la gran escama no estaba unida en absoluto, sino más bien era como una pequeña tapa.

La curiosidad le traicionó y alcanzó el lugar, pero antes de que pudiera tocarlo, el joven tritón lo detuvo.

—No toques ahí. —Retiró suavemente su mano. —Por favor. —

—Lo siento, la curiosidad. —Se apartó, preguntándose qué era. —¿Te duele? —

El pelirrojo negó, sonrojándose ligeramente.

—No me duele. —Sonrió y se dio la vuelta. —Ahí está mi pene. —Dijo, un poco avergonzado.

Ante eso, los ojos de SeokJin se abrieron de par en par por la sorpresa, y se sonrojó más que nunca.

—Lo siento, yo no lo sabía. —Dijo, cubriéndose la cara de vergüenza.

En ese momento, su rostro bajó avergonzado.

—Tranquilo. —Tocó su hombro y lo palmeó, tratando de llamar su atención. —Sé que no era tu intención. —Dijo.

Él levantó la vista separando su cara de la palma de sus manos, lo miró y asintió.

—Lo siento, en verdad. —Sonrió disculpándose. —A veces mi curiosidad se impone. —

TaeHyung se llevó el puño a la boca y se rió.

—No te preocupes, estoy bien. —Puso de nuevo la mano en el hombro del mayor.

—Me alegro de que me hayas detenido a tiempo. —

Se rieron nerviosamente y luego se miraron fijamente.

Ninguno de los dos entendía aún lo que estaba ocurriendo a su alrededor.

Pero de alguna manera había una sensación de conexión entre ellos, como si se conocieran desde hace mucho tiempo.

Y la manifestación de esto fue una conexión fácil y rápida, porque se sentían cómodos el uno con el otro. Aunque pertenezcan a dos especies diferentes y sean dos mundos completamente desconocidos.

Sus pechos comenzaron a brillar de nuevo, como si la luz llamara inconscientemente al otro.

Hecho que no estaba tan lejos de ser cierto.

Los dos jóvenes se acercaron lentamente, como si sus movimientos estuvieran controlados por un hechizo.

La luz que irradiaba de sus pechos era cada vez más fuerte, y cuando sus labios se encontraron, se convirtieron en uno, uniendo a los dos jóvenes.

Sus almas se hicieron inseparables para el resto de sus vidas.

[ Nota Anterior ]

Espero y les guste esté capítulo, por que no sé, como que no me sentí muy cómoda con el jejeje.

No sé exactamente como se vea o donde tengan sus partes privadas las sirenas, intenté buscar sobre ello pero me salían muchas cosas diferentes.

Pero recuerdo una vez que leí un Doujinshi +18 de una pareja humano - sirena y el chico tenía en su cola de sirena una escama así, donde afirmaba tener su miembro ahí dentro.

De ahí saqué esto, solo que ahí el chico si tocaba la escama, de hecho hasta le metía el dedo 7u7... uff

Pero bueno, sinceramente no lo sé jeje, espero no estar tan lejos de lo correcto y de la realidad jeje

En fin, nos estamos leyendo, see you bye.~

[ Nota Actual ]

Hola corazones. ¿Como amanecieron? Ajajajaja espero que con más ganas y menos flojera que yo ^^"
¿Listos para una segunda ronda de capítulos? Espero que si, está vez me esforzaré por sacar más de cinco capítulos para poder seguir avanzando con los que faltan por escribir para llegar al final. Por cierto ¡Ya estamos muy cerca! Así que no se lo pierdan ^~

: : : : : : Vipra says goodbye : : : : : :