↪Capítulo 30

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Tengan cuidado con I.M JaeBum, si ya abusó de su mejor amigo ¿quién nos asegura que no lo hará con alguien más?

Att. Park Jimin.

Tanto Jimin como Yoongi caminaban por los pasillos del colegio, ya no les era raro ver que todos los alumnos solo susurraban cuando estaban ellos, o incluso que agacharan la mirada. No habían hecho nada malo, solo vengar la injusticia por parte de Jungkook, porque todos están de acuerdo que fue una injusticia.

Aún así los ignoraron a todos, y Jimin debía confesar que le daba risa porque media uno punto sesenta y nueve y chicos de uno punto noventa le tenían miedo, y no se diga a Yoongi.

Eran como la pareja del año. Algunos decían que se complementaban por ser psicópatas. Y tal vez tenían razón.

Finalmente llegaron a la oficina del director Do, se voltearon a ver confidentes y abrieron la puerta sin pedir permiso. Algo que hizo al mayor fruncir el ceño.

—Min, Park.— habló el director dejando de lado los papeles en su escritorio, vio como los dos cerraron la puerta con seguro y no iba a negar que ver a Yoongi con aquel bat entre sus brazos le dio un pequeño escalofrío.

Sólo tenían diecisiete años pero parecían asesinos con esa mirada tétrica. Nunca había conocido a alguien así, alguien que por alguna extra y enferma razón tuviera más poder que incluso él.

—Director.— Jimin se sentó en una de las sillas frente al escritorio y Yoongi le siguió a su lado. —¿Cómo ha estado?

—Supongo que bien, ¿ustedes?

—Suponemos que también. Pero.— se apresuró a decir antes de que el director hiciera otra pregunta. —Mi amigo Jungkook no la está pasando tan bien.

Do elevó una de sus cejas.

—Después de destruir su única relación, claro que no lo estaría.

—Que gracioso que lo menciona.— Park se relamió los labios con altanería. —Porque se le dá muy bien eso de destruir relaciones.

—¿A qué te refieres?

—Que lento.— murmuró Yoongi con desprecio, viendo un porta retratos dónde salían él, KyungSoo y una mujer que supuso era su esposa.

—Director.— siguió Jimin. —Nosotros sabemos su sucio secreto.— observó sus uñas por unos segundos.

El mayor rió sin gracia cruzándose de piernas.

—¿Ah si?, y según tú, ¿cuál es?

—Qué usted.— imitó el tono del mayor. —Se acostó con la maestra de deportes.— sonrió satisfecho cuando la sonrisa del maestro se esfumó. —La obligó a divorciarse y después la botó diciéndole que usted no podía dejar su perfecto matrimonio.

—Quién te dijo eso.

—Ujm, bueno digamos que yo de todo me entero. Bueno no es una novedad, sé que usted sabe que yo soy el que ha estado diciendo todos esos secretos y no hace nada. Espero que tampoco haga algo cuando revele su secreto.

El mayor apretó sus manos en puños al igual que su mandíbula. Jimin era tan despreciable cuando se lo proponía.

—Qué es lo que quieres.— volvió a hablar.

Jimin volteo hacia su novio quien le guiñó un ojo y después de eso se encogió de hombros.

—Nada difícil, solo queremos que se calle la boca en tanto la relación de Jungkook y el maestro Kim. Y que expulse a Sehun, por supuesto.

El mayor soltó una risa pequeña.

—Están locos.

—Tal vez.— Yoongi asintió. —¿Pero qué importa aquí?, ¿el que nosotros estemos locos o el que usted esconda todos esos secretos para que su colegio siga siendo uno de los mejores? Mi papá es mejor amigo del hombre quien se encarga de inspeccionar y evaluar los colegios en todo el país, si yo digo todo lo que está pasando, todo los delitos que se cometen en este lugar... ¿qué sucedería director?

- M a e s t r o -

Jungkook cumplió al ir con Taehyung en aquel museo al que solían asistir seguido cuando eran novios. Era de noche así que todo ya estaba cerrado y no había mucha gente por aquel lugar.

Así que después de encontrarse y saludarse incómodamente se sentaron en las bancas fuera del museo, con sus hombros casi chocando de no ser porque Jungkook se separaba cuando Taehyung se acercaba.

—Y bien.— comenzó el menor. —Aquí estoy.

Pero Taehyung no habló, ni siquiera volteó a verlo. No era necesario porque Taehyung lo extrañaba tanto, sonaba ridículo hacerlo porque aún era joven y muy fácilmente podía encontrar otra pareja al ser atractivo, pero no quería.

Ese era su problema, que se encariñó tanto con Jungkook que ahora se decía que si no era él, no era nadie.

—Taehyung.- volvió a hablar. —¿Para qué querías que viniera?, es tarde y si mis padres llaman y se dan cuenta que no estoy con Jimin me matarán.

—No se dieron cuenta cuando nos fuimos de Seúl.— por fin contestó y Jungkook bufó.

—Era diferente.

—¿Por qué?, ¿cuál es la diferencia de antes a ahora?

—Que antes no me importaba correr riesgos.

Taehyung frunció el ceño y Jungkook suspiró tratando de calmarse y no empezar a gritar.

Entonces los dos suspiraron a la misma vez y el silencio se volvió pesado aunque no por mucho tiempo.

—Perdón.— comenzó el moreno.

—No importa.— Jungkook peinó con sus dedos sus cabellos hacia atrás y empezó  a morderse el labio bajo.

—Lo digo en serio, perdón. Yo... llegué antes de tiempo, si te hubiera conocido después, solo un poco después, no tendríamos estos problemas.

El menor se mordió el interior de sus mejillas, había pensando ese tipo de cosas tantas veces, el cómo hubiera sido si Taehyung nunca hubiera llegado al colegio, o si hubiera sido maestro de otro grado.

Pero entonces eso significaba no tener aquellos recuerdos con el moreno así que se negaba rotundamente y se convencía de que había sido una buena experiencia aunque no haya durado mucho.

—Solo quería decirte eso.— siguió el mayor y se levantó de la banca. —Te llevaré con Jimin.

Jungkook asintió y caminó detrás del más alto hasta su auto. No tenía problema con eso porque iba con Jimin, no a su casa así que esta vez no tenía miedo.

Después de que el auto se detuvo en el hogar de su mejor amigo el silencio se hizo más pesado ya que en el transcurso del viaje por lo menos la música los distraía, pero ahora no sabían como despedirse.

Así que antes de que Jungkook abriera la puerta, Taehyung lo tomó del brazo y lo acercó a él. Teniéndolo tan cerca que sus respiraciones chocaban al igual que sus frentes y narices.

—Solo será una última vez.— rogó el moreno pero Jungkook se negó.

—No puedo.

—Por favor, esta vez sabré que será el último beso, esta noche no me desvelaré pensando cuándo volveré a besarte porque sé que esta noche será la última vez.

—De verdad no puedo, Taehyung.— Jungkook sin ser consciente comenzó a llorar sin hacer mucho ruido.

Entonces Taehyung se acercó más con intensiones de besarlo a la fuerza, pero Jungkook volvió a alejarse.

—¿Por qué no puedes?

Sus narices se acariciaban jugando entre ellas, el sonido de los grillos afuera en la calle y la oscuridad de toda la noche, solo eso les acompañaba en su última noche juntos.

—Porque si lo hago, si te beso ahora... no me importará decirle al mundo lo mucho que te amo.

Y eso era algo que no podía permitirse, no ahora.

Oh Sehun estafó a medio colegio con la recolección de dinero para los más pobres este veinte de abril. Se gastó el dinero apostando en casinos o rentando prostitutas e hizo que cientos de personas quedaran con hambre por más de un mes.

Fin.

Att. Park Jimin

Tremendo Jimin

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