Una noche inesperada, parte I

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng


Sufro porque no se me ocurra un título más lindo >.< xD

En fin, este relato lo publico con la intención de promocionar el foro de rol del que soy máster puesto que buscamos personas roleadoras nuevas. Ya el primer capítulo empiezo con fuego, que se trata de un relato muy intenso, pero bueno, hay que ir a por todas jajaja.


Se trata de una escena que escribimos Mari y yo roleando, solo que como en Tumlr están triunfando los "imagine", pues decidí hacer el experimento y las partes escritas por Lyra, las edité por un "tú"... sí, por los motivos que probablemente estáis pensando xD. Vosotros me diréis si os ha gustado esta forma de narrar o preferís la tradicional!

Si habéis leído "Malísima fantasía sexual" ya conoceréis a Urian... Solo que Iset le abandonó, le pasaron muchas cosas y ahora está recomponiendo los pedazos de su corazón con la ayuda de otra chica llamada Lyra, así que bueno, voy  a dar un poco de contexto que os va a parecer como sinopsis del relato una fumada morbosa muy grande XDDD (son varios años de rol resumidos en unas líneas y la vida de Urian es muy bizarra y movidita >.<),  pero os aseguro que merece la pena comprender el contexto y leer el relato ;) 


----------------

Argumento:

Urian el Infame (Cillian Murphy) es un ángel Caído que trabajó para la Inquisición, es decir, asesinaba nephilims. En una misión conoció a la sensual Lyra (Emily Didonato), una monja guerrera también de la Inqui. Ella le trata con respeto desde el principio, cosa extraña, porque normalmente todo el mundo le desprecia por su fría ambición sin límites, su cinismo e infamia. Hay algo en Lyra que le atrae desde el primer momento, así que pese a que en ese entonces él estaba liado con una súcubo, le dice a Lyra que de ahora en adelante ella será su "esclava". Sorprendentemente ella acepta y así, pasa a estar bajo sus órdenes (resumiendo mucho la historia xD) siguiéndole el juego de esclava sumisa.

Cuanto más conoce a su nuevo jefe, Lyra más le admira y más tenía que convencerse de que dicha admiración es sólo platónica.

Muchos sucesos ocurren, pierden a gente muy querida para ellos y Urian se queda con el corazón roto. Además, la malvada Irina derrota a la Inquisición y se proclama emperatriz nephilim, dominando el mundo y esclavizando a toda la Inquisición.

Urian podría haber intentado huir, pero terco, decide ser inquisidor hasta el final, sin embargo le pide a sus compañeros que ellos sí huyan. Lyra y su mejor amigo Derain se rehúsan a hacerlo y ellos también son apresados por el Imperio.

Irina odia especialmente a Urian, así que le encierra en la peor celda de todas, sometiéndole a terribles torturas. A Derain (Hayden Christensen) le nombra bufón imperial y vende a Lyra como esclava sexual precisamente a Raven (Jonathan Rhys Meyers), un sexy agente suyo que precisamente llegó a tener tensión sexual muy intensa con el propio Urian. Raven trata bien a Lyra, pero se niega a darle ningún tipo de información y menos, sobre Urian, y tampoco duda en usarla para sus placeres sexuales.

Un día, bien podría haber sucedido todo en un sueño, los personajes son mágicamente absorbidos (por los registros akáshicos)y aparecen en un casino donde son obligados a participar en un juego y superar pruebas de carácter sexual.

Sorprendentemente, a Urian le ha salido beber alcohol precisamente de su ex-esclava Lyra, después de tantos años sin verla, y sin duda muchas emociones se removerán.

REPARTO:

—Cillian Murphy ———> Urian el Infame
—Emily Didonato ———> Lyra/tú

Mencionados:

—Jonathan Rhys Meyers ——> Raven, agente del imperio y amo de Lyra

—Jake Gyllenhaal ——> Alex, el ex de Lyra y su primer amor

—Hayley Williams ——> Hazel, compañera inquisdora de Lyra y Urian. Mejor amiga de la primera y amante secreta del 2º hasta que dio su vida por protegerles *snif*

—Hayden Christensen ——> Derain, el ángel mejor amigo y único de Urian.

—Milla Jovovich ——> Irina, emperatriz nephilim

—Miranda Kerr ——> Nyla, hija de Irina que está enamorada en secreto de Urian, al que visita en secreto en su celda, aunque él no está interesado en ella más allá de la ayuda que le pueda brindar y algo de diversión...

AUTORAS:

Mari (Lyra/tú), Lux (Urian)

ADVERTENCIAS: lo dividiré en 2 partes, esta primera no tiene nada NSFW, pero en la segunda arderéis

¡A DISFRUTAR!

UNA NOCHE INESPERADA, PARTE I:



Urian:

Cuando tiré, completamente a desgana, la maldita ruleta, nunca imaginé que me fuera a salir nadie interesante. Con mi suerte, en realidad ya me había preparado para tener que cometer muchas ridiculeces, seguramente homoeróticas, y todo se pondría muy bizarro y absurdo, como en los viejos tiempos. Tal vez por eso lo hice, como un anhelo oculto en lo más hondo de mí que extrañaba aquellos años cazando a esos malditos nephilims junto a mis compañeros, antes de perderlo absolutamente todo. En esos tiempos aún conservaba la esperanza de ganar, y con los restos de esa esperanza moribunda, tiré.

La aguja se detuvo sobre tu nombre y creo que a los dos nos pilló por completa sorpresa. Busqué tu hermosa mirada (sí, más que la mía por más que digan) con el pulso disparándoseme ridículamente.

—¿Qué quieres beber? —te pregunté, esforzándome por parecer inalterado.

—¿Qué prueba os tocó? —preguntó una joven voz femenina. Se trataba de Nyla, la hija secreta de Irina, a la que miré de soslayo. La última vez que visitó mi celda acabamos discutiendo y todo porque traté de poner fin a algo que no debería haber empezado nunca. Se mostraba tranquila, pero algo me decía que sólo se trataba también de una fachada.

—Tengo que beber de su boca —respondí.

Nyla no expresó ningún tipo de malestar. Al contrario, estaba haciendo uso de las dotes de actriz que bien había heredado de su madre.

—Vaya, qué intenso —fue su respuesta, mientras tú te incorporabas y, en vez de huir o rehusarte a cumplir con la prueba, te acercabas a mí.

—Bueno, fue mi mejor esclava... No debería ser raro que me dé de beber —dije lanzándote una mirada intensa de las mías una vez que encontré tus ojos. No podía despegarlos de ti en esos instantes, por más que Nyla intentara llamar mi atención.

—Bueno, al amo le gusta el whisky —hablaste por fin. Me seguías llamando "amo" a pesar de todo lo que había pasado y eso hinchó mi corazón.

Tomaste una botella que te trajeron y la abriste con habilidad.

—En realidad, si me lo das tú, puedo beber cualquier cosa.

A pesar de todas las torturas que había recibido aquel día y los anteriores, seguir tonteando y haciendo comentarios de los míos como si hubiéramos retrocedido diez años en el tiempo me estaba resultando demasiado fácil. Quizás sí que era todo un sueño a fin de cuentas y de pronto, me entró un miedo irracional por si se convertía en una pesadilla. Ahora que estaba tan cerca de tu boca...

Tú sonreíste, ajena a todos los pensamientos infames que pasaban por mi mente y empezaste a beber directamente de la botella, tu melena cayendo por tu espalda. Te inclinaste sobre mí dejando que tu pelo me acariciara el rostro, ¿lo hiciste sin querer o adrede? Y entonces, presionaste tus labios contra los míos.

Éramos solo dos viejos amigos jugando a un juego idiota de adolescentes, sin embargo me estabas provocando mucho, seguramente sin darte cuenta de que estabas jugando con fuego. ¿Cómo ibas a hacerlo si nunca había dado muestras de apreciarte más allá de como compañeros de trabajo? En realidad, desde que te vi, te tuve como amor platónico e inalcanzable, demasiado buena para estar con un tipo tan despreciable como yo y cómo se habían desarrollado los acontecimientos, reafirmó esta idea.

Muy consciente de que no te merecía, igualmente te atraje hacia mí todavía más, para poder estrecharte mejor, mientras mis labios bebieron de los tuyos. Abrí los ojos un momento para mirar de reojo a Nyla, quien nada de esto debía de estar haciéndole ninguna gracia, pero después volví a enfocarme en ti y ya nada podría arrebatarte mi atención. Todo seguía pareciéndome una fantasía surrealista.

Te separaste de mí con algo del licor resbalando por tus labios, por tus deliciosos labios... Tu mirada volvió a encontrarse con la mía, pero inmediatamente la bajaste, como arrebolada.

—Espero que eso haya bastado —comentaste.

En realidad no. Era egoísta, pero quería más. Sin embargo, comprendía que tú quisieras pasar página lo antes posible, ya bastante bochornoso tenía que haberte resultado el tener que darme whisky con la boca.

—...Estoy acostumbrado a beberme la botella entera, pero imagino que tú no.

Ante mi comentario un poco infame te quedaste callada por unos segundos hasta que finalmente rompiste a reír, dejándome un poco confundido, ya que te hacía más incómoda con la situación.

—En realidad, la última vez que tomé así, terminé bailando en una azotea en mi ropa interior. ¿Tal vez el amo pueda enseñarme como se hace?

Me quedé observándote, preguntándome qué pretendías en realidad al provocarme. Siempre me habías seguido el juego con lo de ser mi esclava, de cierta forma me alegraba que siguieras haciéndolo diez años después, aún con todo lo que había pasado. No sé, por algún motivo de caído inseguro idiota había temido que ahora solo me vieras como un inútil liante.

—¿Bailando en ropa interior en una azotea? No sabía que tuvieras problemas de alcoholismo tan graves—. Ya me había olvidado de todo el jaleo de nuestro alrededor, eras una mujer preciosa como para prestarle atención a los demás idiotas—. Está bien, te ayudaré. Yo me beberé todo el whisky y tú puedes beber de mí si quieres, así evito que te alcoholices en exceso.

——————

Tú:

—Fue una época oscura —bromeaste.

En realidad había sido una única vez, pero al igual que cuando tus ojos habían descendido hacia sus labios segundos después de haberle dado de tomar directo de tu boca, pensaste que, justo en ese momento, sería demasiado fácil seguirle el juego. Así que eso habías hecho. Aunque todavía podías sentir cierto temor y nerviosismo revolviéndose en tu interior ante la posición en la que estabais. Ante la idea de tontear con él.

La misma que te había hecho dudar por un instante cuando te habías separado de él. Algo que no habías sentido antes, ni siquiera en aquella cita que habíais tenido hace años.

Sabías que era peligroso y tal vez más que un poco imprudente, pero al mismo tiempo, no podías evitar que el pulso se acelerara al tenerle tan cerca. Y te dijiste nuevamente que estabas pensándolo demasiado, que estabais allí para divertiros. Así que, consciente de sus manos todavía en tu cintura, echaste tu cabeza para atrás y le sonreíste, placentera.

—Eres muy generoso, amo.

—————————

Urian:

Nosotros ya habíamos cumplido con nuestro desafío, sin embargo, seguir con el tonteo salía de forma demasiado natural y tu actitud me estaba poniendo difícil el dejarlo pasar, con tu melena cayéndote por la espalda de esa forma tan sensual. Por un momento, lo único que quería hacer era enredar mis dedos en tu pelo y atraerte posesivamente hacia mí.

Por suerte me contuve porque se trataba precisamente de ti. Si me seguías el juego, seguramente se debía a que sabías que no pasaría nada. Quizás, de alguna forma, en tu interior disfrutabas de intentar perturbarme hasta que decidiera echarme para atrás y perder la partida.

Entonces, me asaltó el oscuro pensamiento de preguntarte si así era como actuabas con Raven, tan complaciente tú, mintiendo tan descaradamente.

Había que ser idiota para tener de la cintura a la mujer más hermosa del mundo en medio de un casino del libertinaje y ponerme a recriminarte hirientemente. Pero sí que quería hablar contigo después de tanto tiempo separados, así que supuse que nadie notaría si nos escabullíamos a alguna habitación. Supuse también que esto iba contra las normas, pero que alguien se atreviera a decírmelo, los malditos dados del Pink Rol ya me odiaban y ellos habían provocado todo esto para empezar.

Te atraje contra mi cuerpo todavía más, a mi ex compañera de batalla, para susurrarte al oído tras pasarte un mechón de tu pelo por detrás de la oreja:

—Vámonos a un sitio más privado. Sabes que no soy generoso, que soy muy infame, y más vale que estés bien y que no tenga que descuartizar a ese maldito nephilim por obligarte a hacer algo que no quisieras.

—————

Tú:

Sentiste algo darte un vuelco ante sus palabras, pero te convenciste que no pudo haber sido tu corazón. Solo una respuesta visceral de tu cuerpo al sentir sus dedos acariciarte el rostro.

Y entonces, mencionó a Raven.

Aquello te descolocó, sin embargo supusiste que seguía siendo un tema más fácil de conversación que si te hubiera preguntado por... él, lo otro. Aunque no tenía por qué, aquello no debía interesarle siquiera ahora que las cosas estaban como estaban.

Asentiste y, aprovechando la pequeña escena ocasionada por el trío que acababa de marcharse y los otros desafíos teniendo lugar, os escabullisteis entre los juegos hasta un pasillo con muchas puertas. Entrasteis a una de ellas y Urian cerró la puerta. Parecía una habitación de hotel cualquiera, aunque no te extrañaría si ocultaba alguna que otra sorpresa dado dónde os encontrabais.

—Estoy bien —le dijiste, apartándote brevemente de él para sentarte a un costado de la cama. De pronto era como si el ambiente hubiera cambiado de forma drástica. Ya no te sentías con ánimos para bromear, ni aquella ligereza de antes tampoco. Aunque si te relamías los labios, estabas segura que aún podías probar el whisky y el sabor de Urian en ellos—. Raven no es tan malo. Me trata mejor de lo que hubiera esperado, hasta bien podría decirse... aunque estoy segura de que has oído los rumores de... nuestra relación. A algunos imperiales les gusta hablar de ello, parece divertirles. —De estar mirándolo a la cara, esta vez no pudiste evitar agachar la cabeza y desviar tus ojos hacia un costado, avergonzada. Era difícil admitírselo de esta manera luego de cómo te habías comportado con él hacía unos momentos.

—¿Pero cómo estás tú? —le preguntaste ansiosa, por cambiar de tema y porque era él quién había estado siendo torturado en una torre—. Intenté preguntar, pero nadie quería decirme nada. Ni siquiera Raven. Estaba... preocupada, a pesar de lo que mi conducta de hace un momento te haya hecho creer.

———————

Urian:

Cerré la puerta y le di un largo trago a la botella de whisky. Tú te habías sentado en la cama, así que me acerqué a ti, aunque permanecí de pie, escuchando tu historia. En realidad me gustaba contemplarte mientras hablabas... de lo que fuera, incluso de tu relación con mi ex-homopareja, pero traté que esto no se trasluciera.

—Diez años de torturas, con lo masoquista que soy y lo que me gustan —comenté dejándome caer a tu lado—. Han sido años muy intensos sino fuera por el hecho de que me amenazaban con vosotros continuamente porque me desobedecisteis y decidisteis quedaros —te reproché taladrándote con una mirada intensa—... pero no vas a llevarte tú sola el sermón por la estupidez de todos y está bien, mi esclava, perdóname. Estábamos todos de fiesta y yo te lo he arruinado todo sacándote estas cosas.... Es solo que sí, había oído historias, pero no sabía cuáles eran verdad y cuáles formaban parte de otra tortura. Solo quería asegurarme de que te estaba tratando bien. No te avergüences de lo que haces, todos tenemos que sobrevivir y seguir adelante como podemos. —Entendía muy bien los sentimientos que causaba ser una esclava sexual y precisamente yo jamás podría reprocharte eso, por mucho que quemara esa imagen mental en mi cabeza—. Yo también os he echado mucho de menos, fui un idiota y creo que lo sigo siendo, y estás preciosa y haces que el whisky sepa mucho mejor. Yo... —me detuve un momento, con el corazón en un puño porque abrirme no era lo que más fácilmente me salía, y una parte de mí decía que tenías que volver para seguir pasándotelo bien y otra, no quería que lo hicieras...—. Como amo te he fallado de muchas maneras, así que si hay algo que pueda hacer por ti, aprovecha a pedírmelo —te dije volviendo a buscar tus ojos con los míos.

———————

Tú:

Sentiste cómo la cama se hundía y oíste la voz de Urian a tu lado.

Fue un alivio enorme escuchar que no por eso pensaba menos de ti, pero aquel sentimiento fue muy poco duradero al escuchar todo lo que le habían hecho pasar estos últimos diez años. Ya sabías que no podía ser nada placentero, pero tampoco podías imaginar que tan terrible había sido en realidad. Urian había pasado por mucho incluso antes de que le conocieras. A veces te sorprendía la necedad con la que continuaba adelante.

Cuando mencionó lo de las amenazas, le miraste alarmada con los ojos abiertos. Aunque sabías que no querría que sintieras lástima por él. Y no lo hacías, más bien detestabas la idea de que al quedaros, le hubierais estado haciendo más daño que bien. Y, sin embargo, no te imaginabas haciendo las cosas de manera diferente. Estabas a punto de decirle aquello cuando comenzó a disculparse. Él, contigo.

No pudiste contenerte más. Sacudiste la cabeza.

—No me debes nada, Urian —le llamaste por su nombre entonces—. No tienes por qué disculparte conmigo. No fue sencillo, pero supongo tenía que hablarlo, decirlo en voz alta aunque fuera una vez, y aunque temía que por ello fueras a pensar diferente de mí, me alegra que seas tú quien me esté escuchando en este momento. —Las palabras parecían escapársete de la boca, contemplándole. Tus ojos repasando cada uno de sus rasgos—. Y no has arruinado nada, prefiero estar aquí contigo que allá afuera con todos los demás. Si acaso, siento que debería ser yo quien te pida perdón. Lo siento por desobedecerte, pero no creo que hubiera tomado otra decisión.

Hiciste una pausa entonces, en la que solo le miraste y sentiste el aire siendo arrebatado de tus pulmones. Era casi surrealista, este espacio de tiempo y lugar en el que os encontrabais. Acercándote hacia él, depositaste tu cabeza en su hombro y cerraste los ojos.

—Esto —respiraste—. Esto está bien por ahora. —Y tentativa, tomaste su mano entre la tuya—. Y Urian, ese también fue uno de los mejores tragos de whisky en mi vida.

————————

Urian:

Estreché tu mano sintiendo una calidez que me hacía sentir más bien como el caído joven e inexperto que una vez hace mucho, mucho tiempo, fui. Esto no podía ser real, esta clase de escenas no pasaban en mi vida. Bueno, lo del casino de la depravación en una realidad alternativa, sí. Pero acababas de decirme que preferías estar conmigo, después de todo lo que había pasado pensaba que más bien me despreciarías, aunque para ser sinceros, tenías que estar muy perturbada también, eso explicaría muchas cosas y, por tanto, ahora me preocupaba qué significaba para ti "estar bien".

—Aún hay más whisky —te dije acurrucando mi cabeza junto a la tuya mientras con mi pulgar empezaba a trazar círculos en la mano que sostenía. Nuestros labios quedaron peligrosamente cerca, aunque en realidad mi atención era para lo cerca que quedaban tus ojos de los míos.

Puede parecer que estas cosas me salen solas y con suma facilidad, pero en realidad me sentía bastante nervioso. No nervios de tartamudear y ponerme a temblar, pero estaba teniendo una lucha interna muy contradictoria. Por un lado, mi filosofía de vida había sido aprovechar el momento, pero por otro lado, se trataba de ti, la única persona del mundo a la que no quería arrastrar a mi locura. A estas alturas ya estaba muy escarmentado y no quería seguir haciéndome más daño porque todo lo que empieza, alguna vez tiene que acabar y en el caso de las personas cercanas a mí, solía acabar terriblemente mal, pero una parte de mí se negaba a rendirse, a dejarme derrotar por las cosas malas que me pasaban, como si no me ocurrieran también cosas buenas.

No podía quejarme de mi vida en realidad, tenía lo que me había buscado y tú eras más que eso, pero por otro lado... tampoco se me ocurría ninguna razón por la que dejarte a algún otro idiota. Supongo que lo que me hizo decidirme finalmente fue la idea de que después de esto, no sabía cuándo volvería a verte, me esperaban de nuevo más torturas y oscuridad. Y no tenía por qué empezar nada. Solo era una noche loca y surrealista. Tú amabas a otro además que, en cuanto por fin fueras libre, supuse que le buscarías.

————

Tú:

Fue en ese momento de silencio, cuando la risa se desvaneció de tus labios, que te diste cuenta de lo perdidos y solos y abandonados que realmente os sentíais. Cada uno, supusiste, aun superando vuestras propias pérdidas y tratando de verle algún sentido a la vida y lo que había sido de vosotros, de seguir adelante. Era todo muy confuso, en realidad, pero si de algo tenías la certeza era de que, junto a Urian, algo de esa soledad se desvanecía.

Te quedaste mirándole, con los ojos fijos en los suyos, aquellos que siempre estaban cargados de tanta intensidad y que habían inspirado un sinnúmero de poéticas descripciones por las emociones que despertaban. Pensaste en lo que Urian había sido para ti, en vuestro primer encuentro en la India y todos los momentos que le habían seguido después; aquellos no tan amargos como el viaje en carretera y otros muy amargos como el juicio en LA.

Pensaste también en Alex... no pudiste evitarlo. Y fue como si algo se contrajera dolorosamente muy dentro de ti. Porque incluso entonces, no podías negar la atracción que habías sentido hacia Urian, por más que trataras de disfrazarlo como algo puramente platónico. Y te sentiste culpable, pero decidiste que, si ibas a besarle, no lo harías por algo tan egoísta como eso, ni pensando en alguien más, sino porque realmente querías hacerlo. ¿Querías?

Te apartaste un poco de él, pero sin soltar su mano, como si la distancia te ayudara a aclarar tu mente. Y lo hizo. Sabías lo que querías y lo que no. No querías cederle este momento a nadie más, sin importar quien fuera. Y no querías a nadie más en su lugar. Te acercaste a él, esta vez hasta acortar por completo la distancia, y tus labios besaron los suyos.

—No tienes que besarme de vuelta —le susurraste, tu aliento caliente.

CONTINUARÁ

--------

Para saber cómo reaccionará Urian, tendréis que esperar a la segunda y última parte de esta noche loca jojjojjo.

Extraño leer vuestros comentarios, así que espero que este relato os haya provocad ganas de comentar.

Quien esté interesado en unirse al rol, en el 2º libro de Léiriú, en el último capítulo que hay publicado, puse un anuncio hace un tiempo con más información. Leedlo antes para asegurarme de que comprendéis un poco mejor lo que busco y qué clase de rol es porque ya aviso que no es para todo el mundo. Necesito gente realmente interesada y comprometida y que se vaya a implicar de verdad, que le guste leer y escribir porque hay que hacerlo mucho.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro