Narra Fiorella

Le doy un beso de despedida, ya casi llevo un mes viniendo a dormir todas las noches con Dante, es magnífico tenerlo a mi lado y poder hacer el amor con él, salir por las noches a bailar y beber, jugar video juegos, ducharnos juntos, aws me estoy enamorando.

Las cosas han estado tranquilas, Alba y los chicos se encargaron de vender todas las armas que robamos y compramos unas mejores, nadie nos ha descubierto, los Marchisio y los Marchetti no han tenido ningún enfrentamiento, todo fluye normal.

-Me han llegado estas fotos.- me muestra Alba.

Es mi hermano hablando con un hombre mayor.

-Quién es él?.

-Es un narco colombiano, es Mauricio, hace un tiempo intentaron unirse con los Marchisio pero no les resultó, el que se una a él va a ganar mucho, es un negocio muy rentable.

-Crees que nosotros lo podamos convencer?.

-Mejor no meterse ahí, debes tener mucho cuidado, dejemos que ellos hagan sus negocios solos.

-Me mantendré al margen pero no te prometo nada.- le cierro un ojo.

-Fiorella te hablo de verdad.- me toma de las manos haciendo que la mire.- Es gente muy peligrosa, yo a penas salí con vida de ahí.- me muestra una cicatriz en su pecho.

-Qué te pasó?.

-Yo fui sicaria de tú padre, tiempo atrás debía matar a uno de los colombianos y casi muero yo, desde entonces que me alejé de los Marchetti hasta que apareciste tú, me caes bien y no quiero que nos maten.

-Entiendo, me debo ir.

Me voy en mi auto algo asustada, creo que ya metí la pata, anoche me puse en contacto con uno de los colombianos, esta tarde quedamos en reunirnos pero creo que no iré para hacer negocios por la banda, si no que por los Marchetti.

Me voy a casa a pasar el día, saludo al mayordomo, me da una mirada de advertencia, veo que en la mesa está toda la familia reunida, conversan animadamente.
Ellos son feliz sin mi, en el fondo siento nostalgia por no poder lograr compartir así con ellos, mi padre y Bianca son los peores, me detestan tanto, yo no tengo la culpa de haber nacido, lo peor es que nadie me da una explicación.

Me retiro a mi habitación y cierro la puerta tras de mí, necesito un momento para reflexionar y ordenar mis pensamientos, recibo un mensaje de Dante que me saca una sonrisa, él es mi apoyo en estos momentos. Le conté la historia de mi vida omitiendo de que soy una Marchetti, me sentí tan feliz y apoyada a su lado, siento que con él nada me falta.

Tocan la puerta, abro y es Chiara con un postre de frambuesa.

-El mayordomo me dijo que habías llegado así que te traje esto, deberías estar en la mesa con tu familia.

-Los acabo de ver, ríen felices sin mi, me encantaría poder irme luego de acá.

-Pero eso ya lo estás haciendo, te he visto varias noches irte de acá.- se cruza de brazos.- En que estás Fiorella?.

-Ven que te cuento.- cierro la puerta y nos sentamos en la cama.- Me estoy enamorando de un chico, lo conozco desde que llegué a Italia, es un bombón de pies a cabeza, además que es un caballero de los antiguos.

-Mmm.- me pega con la almohada riendo.- Así que estas enamorada eh.

-Algo así, aún no lo sé.- muerdo mi labio pensando en él.

-Pues yo te tengo un chisme, adivina de quien se trata.

-A ver, se trata de alguien de mi familia?.

-Sí.

-Es mujer?.

-Sí.

-Qué hizo Bianca ahora?.- bufo cansada.

-Esa noche que estaba borracha.- se pone nerviosa.- Ella estaba rara.

-En que sentido?.- me como el postre, está muy rico.

-Pues no sé como explicarte.

-Habla de una vez.- comento intrigada.

-Bianca me besó.- se para de la cama dando vueltas por la habitación.

Casi me atraganto, esto me deja alucinando.

-La malcriada que nos trata mal, me estás hablando de esa?.

-Sí y lo peor es que yo le respondí el beso.- me da una sonrisa apenada.

-A ver, pero te gustó entonces?.

Se lanza a mi cama quedando tumbada boca abajo.

-Me encantó, pero salí huyendo, lo peor es que no se acuerda de nada.

-Y si la emborrachamos de nuevo, quizás de nuevo demuestre ese amor que tiene por ti.

-Ella no siente nada por mi.

-No digas eso, hay que comprobarlo, esta tarde tengo que salir a hacer unas diligencias pero mañana en la noche la vamos a emborrachar y descubriremos si sólo fue un bajón que tuvo o realmente ella siente algo por ti.

-Estas loca Fiorella, no quiero ser parte de ese plan.

Me acuesto arriba de ella, se sorprende.

-Si quieres volver a probar los labios de Bianca me harás caso.- revuelvo su pelo y hago cosquillas en su cintura.

-Para por favor.- ríe intentando moverse abajo de mí.

Ambas reímos jugando, toma fuerzas y queda ella arriba de mi haciéndome cosquillas, de pronto la puerta de abre de golpe.
Uh esto es perfecto.

-Se puede saber que hacen?.- habla Bianca furiosa.

Nos miramos las dos estallando de risa.

-A ti que te importa, puedes salir y cerrar la puerta por favor hermanita.

-Eres insoportable.- me da una mirada asesina.- Ya hemos terminado, anda a hacer tu pega ahora maldita mugrienta.- le ordena a Chiara.

Se va algo triste al escuchar sus ofensas.
Me resulta sorprendente la noticia de que Bianca besó a Chiara aquella noche de borrachera. Parece que mi hermana tiene secretos que aún no conozco, de seguro por eso es tan mala, intenta ocultar lo que siente.

Veo la hora, me arreglo un poco y salgo a hacer el posible trato con el colombiano.

Llego al punto de encuentro, un bar algo oscuro y apartado del centro de la ciudad. Me bajo del auto y camino hacia la entrada algo nerviosa por lo que me espera. Al entrar, busco con la mirada a Mauricio y finalmente lo encuentro en una esquina rodeado de hombres de aspecto intimidante.

Da bastante miedo, es casi igual que en las películas de narco, tiene a un par de chicas sentadas en sus piernas.
Me acerco lentamente hasta quedar en frente de él.

-Quieres algo?.- me mira con cara de pervertido.

-Sí, necesito hablar de negocios contigo.

-No juegues, largo de aquí.- sus hombres se paran frente a mí.

-Soy una Marchetti, se que mi hermano no te convenció pero yo si que lo aré.

-Oigan a esta.- se comienza a reír.

-Sé que fuiste tú quién mandó a matar al padre de los Fernández.

Los Fernández son la banda que le da las armas y droga a Mauricio allá en Colombia, pero no saben que fue este quién mandó a matar al líder de esta, quería quedarse con todo pero no lo logró.

-Eso es mentira.- se pone de pie furioso.

-Cerremos el trato que quería mi hermano o si no, en una hora más vas a tener a todos los Fernández masacrando a tu familia y no se te ocurra decirle a mi hermano de que fui yo quién cerró el trato contigo, él nunca se puede enterar.

-Tú ganas, prométeme que no les dirás nada a los Fernández.- me estira su mano.

-Lo prometo.- le estrecho la mano.

Beatrice me investigó muy bien lo que le pedí, unos de los hombres de Mauricio le contó todo mientras lo emborrachaba, gracias a ella los Marchetti tendrán más poder que los malditos Marchisio.

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Está corriendo mucho riesgo!!