24-Amor Y Dolor

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Narra Bianca

Golpeo furiosa la puerta de la habitación de Fiorella, tienen la música a todo volumen y lo peor es que ni mis padres ni Gabriele están en la casa, así que tengo que aguantarla.

Beatrice me abre la puerta, pone cara de fastidio al verme.

-Qué haces en mi casa?.- la enfrento.

Nunca me ha caído bien esta chica, siento que por culpa de ella mi hermano se convirtió en un mal chico.

-No quiero discutir contigo.- me cierra la puerta en la cara.

Es tan perra, golpeo nuevamente la puerta.

Se abre nuevamente y aparece ella con su mirada inocente.

-Estás bien?.- me sonríe.

-Con esta música así de fuerte no puedo leer.

Aparece Fiorella algo tambaleante con una botella de tequila en la mano

-Jódete hermanita.- habla borracha.- Si quieres te nos unes y disfrutamos.

-Ni muerta bebo contigo y menos con estas dos.- las miro de pies a cabeza.

Chiara le quita la botella y se pone a beber, se va donde Beatrice y comienzan a bailar muy pegadas.

Siento algo de enojo al verlas así, se ven tan felices.

-Vas a pasar o te vas a quedar ahí parada, aprovechemos que tus padres no están.- me toma de los brazos y me jala hacia la habitación.- Celebremos hermanita.- me da una copa de whisky.

Me la bebo sin pensarlo dos veces, mi garganta arde pero eso no me detiene.

Me siento en la cama a observar como bailan y cantan a todo pulmón, de apoco siento el peso del alcohol en mi cuerpo, Beatrice y Fiorella salen de la habitación a buscar más de beber, Chiara camina hacia mi tomandome de las manos y llevándome a bailar.
Dejo que el ritmo fluya por mis venas, ella se gana detrás mío logrando que me ponga nerviosa, su mano la pone por debajo de mi ropa haciendo que se me salga un leve suspiro.
Muevo mis caderas contra ella, se está sintiendo bien, echa a un lado mi cabello, pasa suavemente la yema de sus dedos por esto. De pronto caigo a la realidad.

-Alejate.- la aparto de mí.

Tomo una copa de vino, me mira sonriendo con su mirada dormida, estamos bastante borrachas.
Camina hacia mi y me toma de la cintura.

-Maldita Bianca, no sé que me está pasando contigo.- susurra en mi oído.

Se abre la puerta y se aleja, las chicas aparecen con dos botellas de champán, de seguro se lo robaron a mi padre.

Me voy corriendo a mi habitación, me acuesto en la cama y respiro profundo intentando darme cuenta de lo que me pasa con ella.
Tocan la puerta, lo mejor será no abrir.
Me doy cuenta que la abre con la llave que le dio la antigua empleada, entra y le echa seguro.

-Qué haces?.- me pongo de pie bastante borracha.

-Pasa que no puedo dejar de pensar en el beso que me diste.- camina hasta mi y me acorrala contra la pared.

-Que beso?.- susurro a centímetros de sus labios.

-Quieres que te recuerde?.

Niego pero su boca la lleva a mi cuello, me paralizo completamente, la piel se me pone de gallina y los pelos de punta.

Cierro mis ojos dejándome llevar, la tomo del rostro haciendo que me mire, se muerde el labio mirando los míos.
La jalo del cuello y junto nuestros labios, se mueven a un ritmo entrelazando nuestras lenguas, caminamos pegadas besándonos hasta caer sobre la cama, sus labios son tan carnosos, levanta su cabeza observándome.

-Aún no logro recordar.- acaricio su mejilla.

-Que quieres que hagamos?.- susurra en mi oído.

-No lo sé.- llevo mis manos a sus caderas.

Me da una mirada perversa y baja por mi cuello con su lengua.

-Podría seguir pero tu blusa me lo impide.- da un chupón serca de mis pechos.

-Eso se puede arreglar.

Va desabrochando botón por botón mientras baja su lengua hasta que me quita la blusa.

-Hasta donde quieres que siga?.

-Hasta donde tu quieras.- muerdo mi boca.

Sube a mis labios y nos besamos sin control, sus manos quitan mi brasier y entonces acaricia mis pezones con su pulgar, doy leves gemidos contra su boca.
Nos sacamos la ropa quedando ambas totalmente desnudas, me quedo contemplando su bello cuerpo, miro esos melones y me lanzo sobre ellos con mi boca, saboreo con deseo, muerdo de estos, me encantan.
Ella se mueve sobre mi logrando que comience a mojarme.

-Te odio.- susurra entre gemidos.

Bajo una mano a su zona, mis dedos la invaden a placer, de apoco se comienza a agitar, continuo mi recorrido de besos y posiciono mi boca en su flor, me mantengo ahí hasta que su cuerpo se retuerce de placer.

-Estás tan buena.- subo a besarla.

Nos acariciamos mientras nuestras bocas se presionan con deseo, me agarra el trasero, sonrío feliz, hace que nos frotemos la una a la otra.

-Ahg.- gime en mi oído.- Feliz cumpleaños perra.

No me lo puedo creer, es la única persona de esta casa que se acordó de que hoy estaba de cumpleaños, ni mis padres lo recordaron.

-Nadie se acordó, ahg, pero me conformo con este regalo.- lamo su boca.

Ríe apretando mis hombros, se sienta en la cama y hace que me siente en sus piernas, mete sus dedos en mi flor y los comienza a mover muy rápido, gimo y gimo, rasguño su espalda tratando de controlar el placer que siento, es lo mejor que me ha pasado.

Me encanta la mugrienta.

**

Despierto con un dolor de cabeza insoportable, a penas soy capaz de lograr abrir los ojos, me percato de que estoy desnuda, que raro, yo siempre duermo con pijama, incluso cuando hace mucha calor lo hago.

Intento moverme pero me siento atrapada, llevo mis manos a mi rostro intentando abrir bien los ojos hasta que lo logro, me giro hacia el lado derecho y tengo a alguien abrazándome, ay que miedo, quito lo que nos cubre y es la maldita mugrienta, quedo helada al ver lo que está pasando.
Esto es imposible, debe ser que estoy soñando, esto no es real.

Me levanto de golpe de la cama con lagrimas en mis ojos, me envuelvo con una de las sábanas.

-Hola bonita.- me mira sonriendo.

-Largo de acá.- la miro con odio.

Me mira sin entender, se pone su ropa y se acerca.

-Qué pasa?.- me acaricia la mejilla.

Quito con enojo su mano.

-No me toques, no se que fue lo que pasó exactamente anoche pero me da asco ver que amanecí contigo.

Sus ojos se ponen llorosos.

-Tiene que ser una broma.- se toma la cabeza.

-Te odio maldita mugrienta, vete de mi vista, no quiero volver a verte, me siento sucia.- le grito a la cara.

Se va corriendo de la habitación.

Me voy a la ducha, caigo llorando al piso mientras corre el agua.
Cómo fue que esto pasó, yo no puedo estar con ella, yo no quiero esto, no quiero que ella me guste, no quiero ser la persona que se esconde en mi interior, debo acabar con esto.

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Pobre Chiara!!

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