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✹THE GOBLET
OF FIRE✹
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ARYA

LA CLASE DE POCIONES CONCLUYÓ Y YO FUI UNA DE LAS PRIMERAS EN SALIR. Me sentí humillada, sentí que había pisoteado mi orgullo. Okay, quizá no sea para tanto, ¿pero cómo es posible que sea atreva a hacerme quedar en ridículo?

—¿Sigues pensando en la clase de pociones?—me preguntó Ronnie mientras íbamos de camino al Gran Comedor. Detrás nuestro iban Will y Davon de la mano, siempre que pasa un Slytherin hacen como si nada hubiera pasado nada, debido a que si alguna serpiente se entera de su relación, no dudará en decírselo al señor Blackwood. Ese hombre torturaría a Davon hasta la muerte.

—Si, jamás sentí tanta impotencia,¿como se atreve a joderm...?, perdón. Los insultos no son lo mio—dije al ver su cara de felicidad, la razón era obvia. Ha estado todo el día intentando que yo diga una grosería.

—Oh vamos Silver,a l menos un "hijo de perr..."—pasamos al lado de la profesora Sprout y nos quedamos en silencio. Ella nos miró con el ceño fruncido y una sonrisa traviesa.

Cuando la profesora pasó de largo ambas empezamos a reír.

—¿De que se ríen?—nos preguntó Nina, llegando junto con Arcadia y Acacia.

—Groserias muggles—digo sonriendo. Nina ríe.

—Mamá no me permite decir groserías en casa—nos dice la castaña.

—En casa cada vez que alguien dice una grosería,debe lavar los platos.

—¿O ses que siempre lavas los platos?—pregunté levantando una ceja. Ella me miró asintiendo con la cabeza.

—Y los cubiertos, los vasos, todo lo que usemos durante la mesa.

—Cambiando de tema, ¿se enteraron?—nuestra querida Cadie llegaba con los chismes—. Cedric Diggory va a poner su nombre en él Cáliz.

—Maldita sea, espero que no lo elijan. Van a despedazarlo en el Torneo—dijo Ronnie.

—Nah, creo que va a poder con las pruebas—dijo Giselle llegando y uniéndose a la caminata.

—Es un niño bonito—dijo Acacia—. De seguro lo hacen pedazos—ella y Ronnie chocaron los cinco.

—¿Quieres apostar?—habló Elle.

—¿No se cansan de pelear?—intervino Erick.

—Para ellas pelear es como... el oxígeno que respiran—dramatizó Davon.

•

La noche tan esperada llegó. Estamos todos reunidos esperando los resultados. Por una parte todos quieren que Cedric sea quien represente a Hogwarts, por otro lado quieren que sea Roger Davies, a mi me da igual. Se que ninguno de los duraría medio día en las pruebas.
Todos tomamos asiento en nuestras respectivas mesas, escuchando a Dumbledore, o bueno, eso hacían los demás.
Mientras el director daba importante información, yo estaba aguantandome la risa al oír los chistes crueles que Ronnie hacia con respecto al peinado de Pansy Parkinson.

Una luz roja nos hizo mirar hacia el frente. Alguien había sido elegido.
Un papel de pergamino muy pequeño fue expulsado por el Cáliz. Dumbledore lo atrapó en el aire y se tomo unos segundos para hablar.

—El campeón de Durmstrang es... Víctor Krum—ni bien Albus termino de hablar, el chico se levantó y mientras festejaba era felicitado por sus amigos. Por el rabillo del ojo vi a Hermione sonreír levemente sonrojada.

Otro papel más. Nuevamente el director lo toma entre sus manos. El papel, a diferencia del otro, es azul, de seguro anunciaron a la campeona de Beauxbatons.

—La campeona de Beauxbatons es... Fleur Delacour—rodé los ojos. Es la francesa que trae a Ron babeando.

La rubia se levantó sonriendo orgullosamente y se dirigió hacia Dumbledore para estrechar su mano y acto seguido salir del Gran Comedor.

Y el último papel, definitivamente con el nombre del campeón de Hogwarts. Descansé mi cabeza sobre mi mano, mirando la escena sin ánimos.

—El campeón de Hogwarts, Cedric Diggory.

Literalmente el noventa por ciento de la gente empezó a aplaudir como si se tratara de algún tipo de celebridad. Todos vitoreaban, cantaban el nombre de Diggory a coro. Rodé los ojos.

Cedric se levantó, estrechó la mano de Dumbledore y al igual que Krum y Delacour salio del Gran Comedor.
Albus se dio la vuelta para vernos a todos, sonriendo.

—¡Ya tenemos a nuestros tres campeones! Pero al final,solo uno escribirá su nombre en la historia, solo uno levantará este Cáliz de campeones, este recipiente de victoria, ¡la Copa de los Tres Magos!—acto seguido se volteo, señalando la Copa.

No le veo lo interesante.
Mientras todos aplaudían mirando la Copa con un brillo en los ojos, pocos-como yo-se percataron de que el fuego del Cáliz de a poco comenzaba a tomar un color rojizo de nuevo.
En tan solo unos segundos,un fuego rojo más brillante que los demás estaba cegando a medio comedor.

Del Cáliz, sorpresivamente, salió otro papel. Albus, sin entender nada, al igual que la mayoría, tomó el papel y su cara se tornó pálida.

—Harry Potter—susurró para sí mismo. Los que estaban cerca del director clavaron su mirada en el azabache junto a mi—¡Harry Potter!-exclamó, según yo, con notorio enojo. Tomé la mano de Harry y el me miró asustado. Draco sonreía maliciosamente al igual que Ophelia. Davon estaba serio al igual que Will, Erick y Nina. Ronnie miraba hacia el suelo.

—No te preocupes, debe haber un error... —le susurré.

—¡Harry Potter!—repitió nuevamente. Acaricié su mano antes de soltarla para que el pudiera irse, luego de que Hermione lo obligara.

El me miró por ultima vez y camino hacia Dumbledore. En el camino tuvo que escuchar varios insultos, palabras desmotivadoras, tuvo que soportar estar bajo la atenta y molesta mirada de la mayoría de Hogwarts. Apreté los labios. Dumbledore le extendió su papel y el lo tomo con miedo.

¿Cuando llegará el día en que Harry Potter pueda descansar de los problemas?