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✹FINAL 2/2✹
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Ni un solo cabello rubio de la cabeza de Arya se movía. La boca de la chica estaba entreabierta, demostrando el asombro y temor que sentía. El aire se había estancado totalmente en su garganta, pero esa era la menor de sus preocupaciones. Totalmente renegada a levantar la cabeza, mantenía su mirada totalmente fija en el suelo. Sus dedos se agarraron con fuerza al reseco y opaco pasto de aquel sombrío cementerio.

—Arya, acercaste más—ordenó aquella voz que a la rubia le puso los pelos de punta. La susodicha cerró sus ojos con fuerza—. ¡He dicho que te acerques!

Sintió como una mano se posaba sobre su espalda y posteriormente se cerraba en un puño, tomando la parte trasera de su sudadera roja para luego obligarla a levantarse. Entre quejidos y torpes movimientos se puso de oíd, sintiendo como su orgullo se doblegaba ante aquel oscuro ser. La misma persona le dio un fuerte empujón y cayó bruscamente al suelo, exactamente a un metro del que alguna vez fue un ser humano.
Ligeras pisadas acercándose a ella resonaron en sus oídos. Su corazón se aceleró de un momento a otro y por un instante creyó que iba a morir. Una mano fría de contextura similar a la de una serpiente se acercó a su rostro humedecido por las lágrimas. Un dedo huesudo se posó debajo de su mentón, obligando a la adolescente a levantar la cabeza. La mirada destellante de horror de Arya se encontró con un par de oscuros y vacíos ojos. El cuerpo entero de Malfoy se estremesió con violencia y Voldemort sonrió.

—La última vez que te vi eras tan solo una bebé—habló el mago tenebroso mientras tomaba un mechón de cabello de la chica y lo miraba—. Es una lástima que hayas deshonrado a ti familia quedando en Gryffindor—dijo haciendo una mueca de desagrado—. Pero lo más repugnante es el hecho de que hayas osado relacionarte con mestizos y nacidos de muggle. Pero eso, pequeña traidora, se te fue perdonado con colaborar con la captura de Harry Potter—Arya miró a su novia, quien la veía con leve odio y dolor—, a pesar de que el chico—miró a Cedric, quien yacía muerto a unos cuantos metros. De los labios de la rubia salió un sollozo de horror. Tapó su boca en un intento por ahogar un grito—, haya sido una víctima no planeada. Ahora, toma tu varita hija mía, y haz los honores—siseó el ex-Slytherin.

Cassiopeia dio un paso al frente y arrojó la grita de Arya a sus pies. La rubia miró con odio y dolor a quien alguna vez consideró su familia.
Cassiopeia regresó a su lugar cabizbaja. Lucas solo se limitó a mirar el suelo, sintiendo vergüenza por portar esa capa oscura.
Arya, temblando cual hoja en medio de una tormenta, apartó la vista de su preciada varita. Voldemort gruñó.

—¡Tómala, Malfoy!—ordenó en un rugido a la par que señalaba el pedazo de madera en medio de aquella ronda. Arya parecía estar en shock.

—Toma la varita, Arya—gruñó por lo bajo la persona que por poco la desheredó. Arya levantó la cabeza de a poco, la giró hacia su derecha y bajo una capa oscura vio a su padre. Si es que puedo seguir llamándolo así. Pensó.

Entonces, una extraña corriente eléctrica recorrió el cuerpo de la menor de los Malfoy. Arya, por primera vez en mucho tiempo, sintió verdadero valor. Se puso de pie y miró desafiante al Señor Tenebroso.

—No lo haré—se negó de manera firme. Harry la miró aterrorizado.

—Mocosa insolente—Voldemort tomó su varita y apuntó a la deshonra de la familia Malfoy—¡Crucio!

A lo largo de su vida, Arya tuvo la desdicha de conocer casi todos los tipos existentes de dolor, pero ninguno jamás podrá compararse con el que sintió en ese momento. Mil cuchillos inexistentes rasgaron su piel, se incrustaron en su cuerpo una y otra vez. En el pasto reseco de aquel cementerio yacia la única Malfoy Gryffindor, retorciéndose del dolor, luchando por no gritar y darle el gusto al Señor Tenebroso. El corazón de Lucas se hizo añicos al ver a su pequeña hermana sufrir, Cassiopeia sintió un poco de culpa, Lucius no sintió absolutamente nada.

—¡Déjala, déjala a ella!—rugió Potter mientras luchaba desesperadamente por librarse de aquella estatua lúgubre que lo mantenía preso. El corage que corría por sus venas al ver a su novia sufrir, no tenía límites.

Cuando el dolor en el frágil cuerpo de Arya comenzó a disminuir, la maldición le fue lanzada nuevamente. Tras cinco minutos de infinito dolor, Arya quedó débil casi por completo. Mientras el remordimiento crecía en Lucas, lágrimas rodaban por las mejillas de su herida hermana menor.
Arya no sentía nada, solo sabía que estaba tendida en medio de los mortífagos más fieles del que no debía ser nombrado.
Todo pasó demasiado rápido después de eso. Un momento Harry, como pudo, la levantó del suelo y la puso detrás de el, protegiéndola mientras trataba de salvar sus vidas.
Vio como su padre desaparecía, vio como sus hermanos le daban una última mirada de arrepentimiento para luego desaparecer también.
Los fantasmas de Lily y James Potter, además del de Cedric, aparecieron en un momento crucial.

Luego, se encontró de nuevo en aquel lugar donde todo comenzó, frente a casi todos los alumnos de Hogwarts.
A su lado, Potter lloraba sobre el cadáver de Cedric Diggory, un Hufflepuff que definitivamente no merecía ese final. Antes de poder siquiera acercarse y consolar a su novio, los ojos grisáceos de la chica se cerraron, y su corazón se detuvo al mismo tiempo que Draco sentía como una parte de el se desvanecía.
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¿Arya murió o no?
ahre