Honnie.

Caí demasiado bajo, le rogué dejarme como secreto si era el temor de que su padre se enterara de con quien estaba saliendo, estaba dispuesto a tener solo lo que ella me diera, lo mas mínimo, pero aun asi me dejo, aun asi decidió terminar conmigo, sin razón alguna, pero se muy bien que es porque estaba sintiendo lo mismo que yo estaba sintiendo.

Ahora mi canción para recordarla fue aquella que escuchamos en el auto la primera vez, una canción que no tenia que ver con lo romántico, pero que sin duda describía de manera exacta como me sentía.

Dame una orden y haré lo que me dices

Porque mi música favorita son tus ah, ah

Dame una orden y haré lo que me dices

Porque me encanta cuando cantas en voz alta

Oh, ma-mamma-mia ma, escúpeme tu amor

Estoy de rodillas y me muero por beber tu lluvia

Guardaré el secreto si me dejas probarlo

Dime tus límites y cruzaremos la línea otra vez

—¿Jefe?

—¿Qué?

Usaba una pequeña bolsa de hielo en el ojo para bajar la hinchazón, en la mañana me habia peleado con un tipo que se paso un alto casi chocándome y aun me dolía el ojo.

—Un comensal quiere verlo, parece que es urgente.

Lo que me faltaba, arroje la bolsa de hielo al lavamanos y me acomode la ropa, no puedo hacer mucho al respecto de mi rostro, de todos modos si el cliente se pone pesado, se como va terminar esto.

Apenas abrí las puertas el que estaba parado junto con unos meseros no era alguien que yo esperara.

—Señor Hoongjoong, necesita acompañarme por favor.

—Por dios él se lo busco, era preferencial para mi, ese imbécil fue quien se paso el alto.

—¿Disculpe? Venia para hablar de mi hija Amelia, no se de que me habla.

Mierda.

Mil veces mierda.

Salimos del restaurante y lo observe fumar un cigarrillo mientras esperaba que hablara.

—Mi esposa no me deja fumar en casa, por lo que cualquier oportunidad es buena.

—¿Ya me dirá que quiere?

Me dio un golpe en la nuca con la palma de la mano —Esa no es la manera de hablarle al padre de tu novia.

—Au —me sobe —¿Cómo es que? Bueno eso no importa su hija y yo no nos vemos haces meses.

—Lo se, por eso estoy aquí, me duele admitirlo pero mi hija se veía bastante feliz contigo, me entere casi de inmediato que se estaban viendo, siempre vigilo los patanes con lo que mi hija se mezcla, ella cree que tiene una total independencia pero de nada me sirve el poder si no lo uso debes en cuando.

No sabia que decir, de hecho creo que no puedo decir nada al respecto. Espere que apagara el cigarrillo y expulsara el humo antes de volver a escucharlo.

—Ella esta deprimida, así que antes de que te asesine aquí, ¿Por qué terminaste con ella?

El tono de su voz cambio, siento que voy a morir aquí mismo, como noto mi duda me tomo por el cuello —¿Necesitas que te pregunte de nuevo? Si tiene que ver con alguna infidelidad te juro que te matare y no podrán encontrar tu cuerpo.

—¡Papá suéltalo!

Ambos miramos a Amelia que se bajaba de un Uber, parecía estar en pijama, se acerco para soltar a su padre de mi vestimenta.

—Has estado deprimida por este idiota y me gustaría saber la razón, tu eres maravillosa Amelia y ese este tipo no lo entendió así un bala entre las cejas lo hará entender.

—Papá basta —se le notaba la voz cansada —termine con él porque me enamore, porque descubrí lo mucho que me gusta, por que anticipaba verlo cada vez, y pensé que tu no lo dejarías en paz por ello.

—¿Ve? ¿COMÓ MIERDA LA IBA A DEJAR SI ESTOY ENAMORADO DE ELLA? —ahora yo quería llorar —y se lo dije, ella lo sabia, ella fue quien me rompió el corazón, le ofrecí todo, le di muchas opciones pero no acepto ninguna, ahora no me venga con que esta deprimida por ello, cada uno tomo su decisión, ahora si me permiten tengo un restaurante que atender, no tengo tiempo para chicas indecisas y sus padres locos.

Preferí no verla, mejor me metí a mi negocio y trate de distraerme toda la noche, no dejaría que ella me hiriera nuevamente, las riendas de esto las tenia yo ahora…