9

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

— Tierra llamando a TaeHyung, ¿Hay alguien ahí? — preguntó el rubio con cierto tono burlón.

El chasquido de unos dedos y la voz de su amigo lo sacaron de su estado de ensoñación. — ¿Qué? —"Respondió" el castaño. — No tengo hambre, gracias. — Murmuró rápidamente mientras su amigo lo miraba raro.

Definitivamente su cabeza se encontraba en Narnia, o de lo contrario no habría siquiera planteado la posibilidad que JiMin le compartiera sus adoradas galletas de chocolate y fresa. ¡Ja! Prefería quedarse sin sexo y alcohol durante un siglo que tener que compartir ese paquete de glucosa de dudosa procedencia con cualquier ser, sin importar sí se trataba de alguien a quien apreciaba tanto como a Tae.

— No estás nada bien, amigo. — Aseveró mientras le daba un sorbo a su bebida para pasar la comida.

Su boca formó una línea recta ante la declaración del contrario.

Le encantaría poder negarlo, pero ya ni fuerzas para eso tenía.

Era cierto, y cualquier persona que le conociera sabría que Kim TaeHyung estaba distinto.

— No sé a qué te refieres... — Se evadió. Una cosa era no poder negárselo a sí mismo, pero otra muy distinta era de contar lo que realmente le estaba pasando.

— Ya casi no hablas de lo que sucedió en tus vacaciones, ¿Todo está bien? —

Sí TaeHyung lo exteriorizaba en palabras, le daría identidad, le daría permanencia y se convertiría en una realidad.

Y todavía no quería aceptar que esa realidad significaba que había huido como un vil traidor de los brazos de su amante, y desde hacía más de dos semanas evitaba abiertamente a quién él había proclamado cómo suyo.

La razón de su malestar mismo era ser tan patético, un cobarde que no tuvo la valentía de ser completamente franco con alguien a quien realmente quería demasiado, y alguien que por sobre todas las cosas, lo único que había hecho, era adorarlo.

—Normal, supongo. — Se encogió de hombros.

Su amigo negó al ver el estado intermitente del Kim.

Todo podría ser más fácil sí TaeHyung fuera más abierto a dejarle saber que sucedía en su cabeza, pero lo conocía lo suficiente como para saber que eso no pasaría.

En todos sus años de amistad, JiMin era el encargado de formar una especie de juego de charadas e interpretación de las actitudes del contrario, mientras que sí tenía suerte, TaeHyung confirmaría o no sus sospechas.

— ¿Cómo hiciste para no morir del aburrimiento? — Sonrió a pesar de que la mueca del castaño empeoraba. ¿Y ahora que mosco le había picado?

—Conocí a alguien... — Susurró. — Me ayudó a que mis días allí no fueran tan tortuosos. — Por fin había logrado que el Kim dijera más de dos palabras, casi diría que había formado dos oraciones. ¡Casi aplaudió de la alegría! Pero todavía estaba lejos de poder cantar victoria.

— Ya veo... — Respondió fingiendo desinterés. — ¿Y qué hicieron?

— Nos pasábamos las mañanas paseando por los alrededores, —Comenzó a relatar mientras su mirada se iluminaba— Fuimos de compras juntos, —Recordó la tonta apuesta que nunca le había pagado al menor — Nos dimos un maratón de GOT, — Sonrió ante la memoria— Durante las tardes trabajamos en el bar de su ex...— Su rostro cambió a uno de completa molestia y durante un momento, JiMin realmente dudó sí era imaginación suya o sí a su amigo se le había formado una vena en su frente.— También me enseñó a conducir... — Se encogió de hombros mientras un leve rubor cubría sus mejillas.

El rubio casi se muerde los codos al escuchar eso. ¡Había intentado durante años él poder enseñarle a manejar a TaeHyung y él siempre se había negado, diciendo que no tenía razones para aprender, y ahora se presentaba cualquier fulano de un pueblo de mala muerte y lo hacía!

Tan sólo de pensar en todas las fiestas en las que no había podido beber ni una gota de alcohol porque era el conductor designado de la noche, noches en las que también había tenido que llevar a rastras al castaño porque se había tomado hasta el agua del estanque de los patos.

¡Decir que se sentía traicionado era poco!

"—Respira, JiMin. — Trató de tranquilizarse— Esto no se trata de ti, sino del traidor que tienes en frente que dice ser tu mejor amigo. — Inhaló y exhaló. — ¡Tú puedes manejarlo! — Se alentó a sí mismo."

— Y...— Sonrió de manera falsa, alentándolo a que continuar con su relato.

—¿Qué? — Preguntó, haciéndose el desentendido.

— ¿Puedes decirme algo de tu misterioso alguien? — Evitó sonar interesado en el tema, pero su curiosidad era más fuerte que su delicadeza para poder indagar sobre quién era la persona que había cambiado tanto a su amigo.

— ¡N-no es nadie! — El rubio pudo detectar el tono nervioso en su voz, lo que hizo que sus antenas se pusieran alerta. Ningún don "Nadie" ponía nervioso a Kim TaeHyung.

—Un "nadie" que logró lo que yo no pude en tantos años de amistad. —Murmuró por lo bajo. — Dime, ¿Es hombre o mujer? — Se rascó la barbilla. — ¿Te gusta? — Levantó sus cejas de manera sugestiva.

— ¿Por qué tanta pregunta? — Se rascó uno de sus brazos de manera compulsiva, algo que sólo hacía cuando quería evadir un asunto o se encontraba demasiado nervioso como para poder hablar.

— Tranquilo...— Levantó sus manos en señal de paz. — Sólo quería saber quién era tu nuevo mejor amigo y/o pretendiente y sí debería coordinar con esa persona una especie de custodia compartida. — Tae le miró como sí le hubiera salido una tercera cabeza. — ¡¿Qué?! — Preguntó ofendido. — Es lo más normal del mundo, mira. — Le mostró la agenda de su teléfono. — Lunes, martes y jueves puedes irte con otros, — Indicó no tan seguro, ya que no estaba acostumbrado a pasar tiempo lejos de su amigo pero podría fingir que estaba de acuerdo, al menos hasta que conociera a ese usurpador. — Pero miércoles, viernes y sábados, ¡Son del equipo! — Sus amados partidos no podían cancelarse, así como, ¡N-U-N-C-A! — Y los domingos son días de barbacoas en la casa del señor Kim, — Se encogió de hombros. — A eso sí que no voy a renunciar, estés o no en tu casa, la comida de tu papá es una religión de la que no estoy dispuesto a salir.— Antes de que el castaño pidiera decir algo, agregó — Y yo llegué primero, así que tengo tu prioridad.

TaeHyung negó ante los dichos del rubio. ¿Cómo podía creer que existiría un mejor amigo que él? ¿Realmente lo creía posible?

— Deja el teatro, JiMin. — Bufó. — Nadie más que tú podría ser mí mejor amigo.

Eso era lo más dulce que el castaño le había dicho en... ¿20 años de amistad? ¡Oh! ¿Dónde estaba su cámara cuando la necesitaba?

JiMin comenzó a mirar hacía ambos lados, buscando nuevamente su teléfono para luego mirar al Kim.

— Espera Tae, —Levantó su móvil — ¿Podrías repetirlo? — Preguntó de forma dramática.

— ¡Eres un tonto, Park!

— ¡Pero sólo tu tontito, amor! — Le guiñó un ojo de forma burlona para luego lanzarle un beso en el aire mientras el Kim rodaba sus ojos.

— No sé qué demonios hice para merecer tanto...

— Ni yo, — Bromeó — Pero sabes cómo es esto... —carraspeó suavemente— Dios le da pan al que no tiene dientes, — Hizo comillas con sus dedos—Sea lo que sea que signifique... —Le restó importancia— Ahora, sé buen amigo y ve a comprarme mis galletas por favor. — El rubio le hizo un adorable puchero.

TaeHyung rodó los ojos ante su teatro. Tantos años de amistad lo habían inmunizado a su cara de borrego a punto de ser llevado al matadero. El efecto "Park moja bragas JiMin" no tenía poder sobre sí.

— ¿Por qué no vas tú? — Preguntó aburrido.

—Porque Sussie comenzó a trabajar en la cafetería y ya no me parece correcto aceptar sus ofrendas en galletas. — Tosió levemente — No quiero que se haga ideas equivocadas de mí.

TaeHyung enarcó una ceja. — ¿Ideas, así como que será la madre de tus hijos? — Preguntó con burla. — ¿Será ella la futura señora Park?

JiMin casi escupe la bebida que estaba tomando para luego santiguarse y formar una "X" con sus dedos en frente del Kim. — Anulo cualquier tipo de maldición.

— ¿No sería más fácil aceptar sus regalos y ya? — Sugirió — No es como sí en los términos y condiciones de aceptar un regalo, tuvieras que salir con ella.

—No...— El rubio aceptó — Pero tampoco quiero crearle falsas ilusiones. — Remarcó.

— JiMin, ¿Eres consciente que con que les dediques una mirada, muchas personas ya se crean todo el cuento de la casa, el perro y los niños?

—Sí, pero eso no significa que les dé alas...— Se excusó.

— Tienes tu propio club de fans. — Señaló el Kim.

— Si, pero cualquier capitán de equipo lo tiene. — Aseguró.

— En los partidos de fútbol te tiran ropa interior de todos los géneros, estilos y colores. — Más de una vez, se habían demorado en volver a limpiar el césped de cualquier residuo que pudiera resultar perjudicial para todos los jugadores.

—Los demás pueden hacer lo que quieran, pero no soy un patán como todo el mundo cree, no soy un fulano que se acuesta con todo el mundo. — Se cruzó de brazos— Especialmente tú tendrías que saber que todos esos rumores de mi siendo un "Casanovas" son mentiras.

Era cierto, a pesar de los muchos intentos de todo el mundo por tratar de conquistar al inalcanzable capitán estrella de la universidad, Park JiMin pocas veces tenía citas o encuentros con personas que le pretendían.

¿El problema?

Nadie lo veía como algo más que un maldito trofeo que lucir frente a los demás.

JiMin tenía sus sentimientos como cualquier persona, deseaba poder salir con alguien de la mano, amar y ser amado, sin importar su genero o su orientación sexual.

Pero todas las personas con las que había intentado salir, le habían terminado demostrando que no estaban interesados en su persona, sino más bien en el empaque de su belleza exterior y la posición social que ocupaba.

Al inicio se había decepcionado de gran manera, pero con el tiempo había aprendido a leer a la gente lo suficiente como para mantenerse alejado de ellos cuando tenían otras pretensiones.

¡Claro que todavía buscaba el amor!

Pero también tenía hormonas, y un pene que necesitaba atención, así que de vez en cuando, mientras esperaba a la persona indicada, disfrutaba con los equivocados.

—Ya, ya, Romeo. — TaeHyung suspiró. — Mejor me voy a buscar algo con que llenarte la boca así dejas de hablar tantas babosadas.

—Te amo. — Esbozó feliz de que el castaño fuera en camino de su comida.

—Yo no. — Respondió con una media sonrisa.

—No importa, te amo lo suficiente como para los dos. — JiMin le sacó la lengua luego de decir esto mientras el Kim se retiraba.

Momentos luego, JiMin sintió un ruido proveniente del móvil de su amigo. La curiosidad fue más fuerte, por lo que se acercó lo suficiente como para tomarlo entre sus manos.

"Koo" y un corazón con una foto lo bastante melosa de quien parecía ser TaeHyung con un joven de cabellos negros hizo que sus antenas del chisme se encendieran.

—¿Pero qué demonios? — Se preguntó, mirando hacía donde el menor se encontraba haciendo fila para que le atendieran. JiMin se debatía entre cruzar los limites de su amistad o no, sí efectivamente sería lo correcto para luego decidirse. — Al demonio, — Murmuró justificando lo que estaba a punto de hacer. — Quien tenga miedo a morir que no nazca.

—Tae... — La voz sonaba afligida. — Por fin atiendes... — Park logró escuchar un suspiro. — Estuve tratando de comunicarme contigo luego de que... — Un silencio se hizo presente. — Lamento mucho sí te herí, juro que no fue intencional, yo— JiMin no pudo evitar que esa ultima frase tocara una fibra sensible en su persona. ¿Cómo que le había dañado? ¿Y de qué manera?

—Disculpa, — habló por fin el rubio. — TaeHyung no está disponible ahora, —Le llevó todo su esfuerzo no gruñirle, pero debía apurarse, el Kim estaba a punto de pagar sus galletas, por lo que regresaría pronto. —Ni nunca sí de verdad lo dañaste. —La voz del otro lado se quedó en completo silencio. — Y niño, reza lo suficiente como para que no te cruces en mi camino sí sigues acosándolo. — Finalmente cortó sin darle la oportunidad de excusarse.

Fuera cual fuera el motivo por el que TaeHyung se había negado a hablarle a ese sujeto, Park confiaba lo suficiente en su amigo como para apoyarlo totalmente.

JiMin no conocía a nadie con un corazón más puro que su amigo, y sabía que era incapaz de lastimar a nadie.

Desde siempre, él había estado allí para defender al Kim, y nada ni nadie cambiaría eso.

Quienes quisieran lastimarle, tendrían que pasar primero por su cadáver. 

OMGGGG y ahora? Que opinan?

¿Se esperaban una actu tan rápido?
Porque yo no, ah. ¡No! En realidad yo si!! Actu doble por cumple del bebé ❤️
Esperen la continuación, por favor!

Nos vemos dentro de poco y recuerden hacerle stream a la colab de Namu bebé 😭

Les amo ❤️

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro