Muchos de ustedes me han planteado sus dudas acerca de los distintos tipos de narrador en una historia, y qué narrador puede acomodarse mejor. Así que hoy, les voy a contar un poquito de qué se trata el asunto de los narradores.

Comencemos con lo básico, que es la definición

Dentro de una novela, el narrador es quien relata la historia. Es importante destacar que no debemos confundir narrador con escritor, ya que el segundo pertenece al plano real.

Existen tres tipos de narradores, y cada uno de ellos tiene ciertas características que los distinguen entre sí.

Narrador en primera persona

Existen dos tipos básicos de narradores en primera persona:

Narrador protagonista: Es el personaje principal de la historia y a su vez quien nos va contando lo que sucede en la misma.

Narrador testigo: Participa de forma indirecta en la historia. Nos va contando la historia de terceros desde su punto de vista.

Narrador en segunda persona

Es el que menos suele utilizarse por su grado de complejidad y porque, a decir verdad, no es el más estético. Se usa generalmente para entradas de blogs o historias epistolares. Este narrador se dirige al lector en todo momento, su intención es que el lector se sienta dentro de la historia.

Narrador en tercera persona

Uno de los narradores más usados porque abarca mucho más dentro de la historia. Dentro de este tipo existen varios estilos de narradores:

Narrador omnisciente: El narrador hace el papel de Dios. Sabe lo que ocurre en todo momento, lo que piensan todos los personajes y lo que ocurrirá a futuro.

Narrador equisciente: Si bien seguimos en la tercera persona, este tipo de narrador se centra únicamente en un solo personaje (que puede ser o no el protagonista de la historia). Su visión es completamente objetiva, cuenta los hechos de acuerdo a lo que ve, pero no conoce más allá de su propia visión.

Narrador deficiente: A diferencia del omnisciente, este narrador nos va contando la historia solo en base a lo que conoce. No sabe lo que va a ocurrir, o lo que piensan los demás personajes.

Ahora bien, teniendo en cuenta esto, agreguemos que, dentro de estos tres tipos de narradores (que engloban a su vez varias características que los diferencian y los definen), podemos también diferenciarlos en dos tipos de narradores: internos, que son parte de la historia, (punto de vista desde la primera y la segunda persona gramatical: yo, tú). Y externos, que no forman parte de la historia (tercera persona gramatical, él/ella).

La mejor forma de saber cuál es el tipo de narrador que se acomoda mejor a tu historia, es tener claro el enfoque que quieres darle. Si quieres que la historia se centre en tu protagonista y en los acontecimientos que le ocurren, lo mejor es la primera persona desde el punto de vista del protagonista. En cambio, si prefieres un panorama más general y abarcar todo sin complicarte mucho, entonces lo ideal es la tercera persona omnisciente.

Errores comunes

Mezclar narradores sin tener previo conocimiento de ello.

Puede ser una genial idea, o también puede ser una muy mala. Si no dominas muy bien el asunto de manejar dos narradores a la vez, lo mejor es que busques uno que se acomode lo mejor posible a tu historia y no complicarte demasiado.

Equivocarse con los tiempos verbales.

Lo ideal es que mantengas el hilo una vez que elijas el tiempo verbal indicado a tu historia. Si comienzas narrando en pasado mantente en pasado.