🥀Ocho🥀

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Despertó desorientado en medio de la oscuras en la habitación, si no fuera por los rayos de la luna se hubiera asustado mucho de despertar en un lugar completamente sin luz. Las sábanas se arrugaban con el movimiento que hacía, recordó lo que pasó antes de caer inconsciente y sintió vergüenza ante ello sabiendo que Jungkook era el que lo había llevado hasta su cama.

Quiso cerrar sus ojos nuevamente pero su cerebro insistía en estar despierto, para variar tampoco es como si fuera a batallar por estar en la cama cocinándose de calor entre el grueso edredón.

Se levantó caminando de puntillas tal cuál niño se escapaba de su habitación sin que sus padres se dieran cuenta para hacer una travesura, llegó hasta el living viendo las luces encendidas sin sorprenderlo mucho la claridad de la habitación, siguió su camino hasta la cocina en donde decidió prepararse un bocadillo simple para pasar el rato, talvez una taza de té y un jugo; o quizás el desayuno adelantado.

Se dispuso a prepararse un simple Sandwich, en otro plato un par de wafles calientes con un poco de miel, un jugo de manzana y una taza de té de manzanilla. Cuando estuvo listo para agarrar el primer plato para dirigirse al sillón a comer tranquilamente sintió su espalda chocar con algo duro y sus caderas ser sostenidas con firmeza. El aroma que hace unos momentos no había sentido llegó nuevamente a sus fosas nasales esta vez de una forma que lo hacía sentir embriagado.

—¿No es mucha comida? —preguntó la voz ronca de Jungkook.

El menor se quedó quieto sin saber que hacer, las manos en su cadera no se iban y él tampoco parecía querer despegar sus pies del suelo para moverse. Negó ante la pregunta del mayor recibiendo la respiración pesada de él en su cabeza. Sintió como la mejilla del azabache rozaba ligeramente su cabello en señal que este se acercaba cada vez un poco más, y extrañamente a Tae esto no lo incomodaba mucho.

Sintió que una de las manos que sostenían sus caderas perdía fuerza pero a la vez no se separaba de su cuerpo, en lugar de esto fue subiendo por su torso desnudo acariciando tortuosamente su abdomen y pecho hasta llegar a su cuello en donde Jungkook ejerció fuerza sin ser brusco, más bien se volvió excitante la forma en que lo hizo; por el contrario la mano que quedaba en su cintura ahora pasaba a rodear la delgada contextura de su cuerpo atrayéndolo más al cuerpo voluminoso del hombre que lo tomaba como si de un muñeco se tratara.

—Me fascina tu olor —Susurró Jeon en el oído del omega provocándole palpitaciones en sus partes íntimas.

Y que lo condenaran si aquella voz no lo excitaba, si esque acaso es hombre no sería el intérprete perfecto del sueño húmedo de cualquier omega o persona terrestre.

—Jung-kook, esto... No... —trató de zafarse pero le fue imposible, ni soñando lograría con su débil fuerza soltarse de Jeon.

—Shhhh

El menor calló, más por miedo que otra cosa. Todo síntoma de excitación desapareció cuando el agarre se volvió más salvaje haciéndolo asustar aún más al punto que su cuerpo tembló bajo el tacto de Jungkook pero apresar que quiso apartarse no pudo, la presencia de el mayor se lo impedía.

El pelinegro sintió como las manitos del omega buscó soltar su agarre en su cuello, en su mano sintió resbalar gotas que venían de los ojos del menor, se detuvo de hacer presión llevando su dedo pulgar a los labios rozando el inferior.

—¿Porqué lloras?

—N-nada

—¿Nada? —preguntó mientras lo volteaba y se agachaba para tomar ambas piernas del menor y hacer que rodeara su cintura sorprendiendo al omega.

Lo llevó hasta la isla de la cocina y lo sentó en la barra quedando entre sus piernas frente a él.

—¿Esto no es nada? —apuntó el mayor a sus mejillas húmedas. Tae negó —. Me parece todo lo contrario.

—¿Porqué hace esto?

—¿Qué cosa? —Tae señaló con su cabeza queriendo referirse a la posición comprometedora en la que se encontraban. —. Porque me das curiosidad.

—¿Esto hace con las personas que le dan curiosidad?

—Buena pregunta...

El menor alzó la cabeza conectando por primera vez su mirada viendo de cerca lo irreales que eran los ojos de Jeon Junkook, jamás había visto el color de ellos antes ni en fotos, quiso buscar indicio de algún lente de contacto pero la naturalidad de el brillo de sus pupilas plateadas le hacían descartar la idea. El omega abrió su boca pero inmediatamente la cerró mordiendo su labio inferior.

Algo en Jungkook se removió, una parte en él que creyó perdida hace tiempo. Desde que estuvo con aquél omega sin escrúpulos que le traía tantos recuerdos y que revivió ese chico rubio que conoció apenas hace unas horas atrás. Su lobo alzó sus orejas y se levantó despacio de su tranquilo lecho para presenciar por si mismo el aroma que desprendía el chico.

—Pregunta —dijo Jungkook.

—¿Qué?

—Sé que quieres hacerme una pregunta. Hazla, se te nota.

—Usted no es un alfa ¿Cierto? —Jungkook negó con gracia presintiendo la cuestión del menor. —¿Qué es?

—Soy Enigma —respondió con simpleza observando el rostro de confusión del omega.

—¿Es por eso que no tiene olor?—asintió.

—El olor no es algo que me caracterice, pero puedo influir en tus emociones, y hacer que sientas diferentes cosas.

—¡¿Puede leer la mente?! —Jeon sonrió ante la ocurrencia.

—Quisiera, pero no. Mis habilidades son limitadas.

—Entonces ¿Cuál es la diferencia de un enigma a un alfa?

—Tuve que aprender a comportarme como alfa, caminar como alfa, hablar como  alfa. No pueden existir dos enigmas a la vez en el mundo. Soy un caso único.

—¿Y que pasaría si hubiera otro?

—Pues... No lo sé pero supongo que hay posibilidades nulas de que eso pase —ambos quedaron en silencio un instante — ¿Porqué llorabas?

—Por nada en especial —se quedó callado

El enigma era inmune a los olores, no podía hacerle efecto las feromonas de otro omegas o incluso alfas, le parecía gracioso cuando un alfa quería pasarse de listo y intentar someterlo. Tampoco le perturbaban el celo de los omegas puros o omegas normales, podia sentirlos pero no alteraba su sistema. Muchas veces durante su propio celo tenía que tomar cientos de supresores para disminuir sin mucho éxito su libido. Es por eso que hace ya un rato había decidido que cada temporada cuando ese momento llegara se encerraba en la casa abandonada en la que vivían sus padres hace seis años; había creado una pequeña cueva en la habitación principal porque no era el hecho de su feromonas, el sabía controlarlas a la perfección, pero no podía controlar sus acciones ante un omega cuando estaba en ese estado.

Todavía se acordaba de esa vez que Jimin se acercó a su habitación en el estado en el que estaba, sudaba frío y no era él mismo quiso arrastrarlo hasta su cama pero inmediatamente su padre alfa apareció sacando al pequeño omega de ahí, y Jungkook agradeció con toda el alma que llegó a tiempo.

Al acabar su celo Jungkook se arrodilló ante su primo pidiéndole perdón por lo sucedido pero este al contrario de estar molesto lo abrazó comprendiendo que no estaba bajo juicio propio, desde ese momento se aisló completamente del mundo durante esas temporadas que le ocurrían casa seis meses, a esas alturas sabía que estaba a un mes de llegarle la fecha de aislamiento.

—No soy mucho de decir esto. Pero te lo agradezco. Por tí logramos recuperar a mi hermana con vida.

—No es nada —sonrió —. Yo solamente hice una tonta suposición.

—Bueno, a comer —dijo el azabache cambiando de tema drásticamente.

El azabache se apartó del pequeño cuerpo ayudándole a bajar como si de un peluche se tratara, caminó hasta la alacena sacando un par de sartenes y algunos ingredientes. Se volteó hacia donde el Omega comía uno de los sandwiches tomando el otro.

—Esto — dijo agitando el pan frente a él —. No es comida, yo te enseñaré qué es comida.

Pasó un rato en el que el silencio solamente era interrumpido por los utensilios de cocina chocando unos contra otro, los pasos y movimientos ágiles de Jungkook y las veces que Tae apoyaba el vaso de jugo en la mesa cada vez que bebía un trago del vaso.

Hace ya más de una hora que se había acabado los panqueques de su plato pero si bien no le daba la razón en voz alta al enigma, tenía la razón en que esa no era comida de verdad porque nuevamente sintió hambre.

Vio como Jungkook se dió la vuelta con dos tazones llenos poniendo uno frente suyo y el otro para él. Japchae, su comida favorita y a pesar de serlo muy pocas veces lo comía. Agarró los palillos y empezó a comer en silencio saboreando la delicia que habían cocinado para él.

—Come más despacio, el tazón no saldrá corriendo —dijo Jeon.

—Lo siento —dijo el menor con la boca llena disminuyendo la velocidad con la que ingería.

Jungkook observó detenidamente cada gesto que hacía Tae al comer; por ejemplo sus labios abultados al masticar, que hacía sonidos con su boca cuando le gustaba y saboreaba.

—Tienen los mismos gestos

—¿Disculpa? —preguntó el menor que no logró escuchar lo antes dicho por Jungkook

—Nada

Tae agradeció a Jungkook por la deliciosa comida y se dirigió a su habitación, se acomodó entre las sábanas viendo hacia la puerta entreabierta que no terminó de cerrar cuando entró.

Revivió el sentimiento cálido que sintió bajo el tacto de Jungkook, le parecía raro todo eso y más porque el hombre con el que había pasado un buen rato era la copia exacta de su esposo, Junggook.

Alguna vez quiso que eso pasara, que junggook lo tocará y lo viera de la misma forma en la que lo hacía el enigma. Sintió nuevamente la mano en su cuello, deseó con tantas ganas que siguiera tocándolo, no tenía intención de detenerlo, pero sus recuerdos lo traicionaron de todas aquellas veces que Junggook lo tomaba del cuello hasta dejarlo casi sin respirar mientras lo abusaba sexualmente o lo golpeaba sin pesar.

Se sentía en agonía y en cierto punto vencido ante el amor, no quería seguir sufriendo de la forma en que lo hacía pero por otra parte agradecía estar en ese lugar, aunque le pareciera una broma, aunque pensará que aquello era un sueño o un reality show que pronto terminaría y varias camarógrafo saldrían de su escondite para burlarse de él y luego volver a su patética vida sin sentido.

Fue cerrando sus párpados vencido al sueño mientras seguía viendo hacia la puerta entreabierta, cerró los ojos y volvió a abrirlos esta vez observando una silueta muy bien conocida, y unos ojos plomos brillantes que lo incitaban en sus sueños.

🥀🥀🥀

El humo caliente del café golpeaba su rostro, cada sorbo amargo iba relajando cada parte de su cerebro anestesiando hasta su alma brindandole tranquilidad mientras veía el paisaje mañanero, era al rededor de las cinco de la mañana, el cielo empezaba a vestirse de celeste empezando por un color oscuro, las aves empezaban a cantar melodías que gracias a su sentido desarrollado logró escucharlos desde lejos, cerró sus ojos disfrutando el momento finalizando su instante feliz con la presencia en su espalda.

—Buenos días Jiminshi —dijo aún con ojos cerrados.

—Me aterra tu sentido del olfato, siquiera había entrado a la habitación.

—No hace falta —dijo volteándose —. Siento el olor a vainilla venir desde Atilia. ¿Quiere café?

— Porfavor —siguió a Jungkook hasta la cocina —. No dormí nada anoche, ShinHye estaba teniendo pesadillas y tuve que quedarme despierto para cuidar su sueño.

—¿Quién quedó con ella?

—La tía SunHee —Jeon terminó de preparar la taza de café dándosela a Jimin, él la tomó agradeciendo — ¿Jungkook?

—Dime

—¿Porqué te ofreciste a cuidar a Tae por la noche?

La pregunta agarró desprevenido al enigma que cayó en cuenta que no tenía una respuesta específica ¿Porqué? Para él había sido sorpresivo ver al chico por primera vez, tan idéntico al temido Kim Taehyung, talvez se trataba de simple curiosidad...

—No lo sé

—Yo si sé porqué Jeon. Y quiero dejarte las cosas claras —dijo el omega dejando la taza de lado para poner seriedad a ese asunto —. El no es Kim Taehyung, talvez se parezca, talvez tengan el mismo nombre y sean la misma persona; pero él no es tu ex, quiero que lo entiendas por qué por tu cabeza no pasan las atrocidades por las que ha pasado ese Omega. Asique no te atrevas a jugar con él.

El mayor se quedó serio ante la declaración y amenaza de su primo menor, le sorprendía con la temeraria forma en que defendía al rubio.

—No pensaba jugar con él

—Eso espero, porque si no te la verás conmigo. Ya le agarré mucho cariño y no permitiré que pase por algo malo de nuevo —ambos se quedaron en silencio un momento, silencio que fue roto por Jungkook.

—¿Qué es eso por lo que él ha pasado?

—No me corresponde a mi contestarte esa pregunta. Si piensas hacerte cercano a él, él mismo tomará el paso de contarte su vida.

—De acuerdo —contestó sin más


🥀🥀🥀

Abrió sus ojos adaptándose a la claridad del día. Se levantó yendo hasta el baño del cuarto para cepillarse los dientes para luego salir rumbo a la cocina. Se detuvo abruptamente cuando escuchó a través de la pared una conversación que lo involucraba.

—No me corresponde a mi contestarte esa pregunta. Si piensas hacerte cercano a él, él mismo tomará el paso de contarte su vida.

—De acuerdo — escuchó contestar a Jungkook sonrojándose solo de escuchar su voz.

—Buenos días —dijo saliendo de su escondite, ambos primos respondieron de la misma forma.

Tae le agradeció mentalmente a Jimin por no haber dicho nada. Todas las noches se sentaban a platicar un rato en el que no podía evitar sincerarse con su mejor amigo, la costumbre que tenía en su realidad era difícil de dejar, por lo que no le fue difícil ser transparente con el Omega pelirosa.

—¿Dormiste bien TaeTae? —preguntó el otro Omega

—Si ¿Y tú?

—Más o menos ¿Vas a desayunar?

—No, gracias. En la madrugada me dió hambre y comí un poco —al decir esto quedó viendo por un segundo al pelinegro que también lo veía fijamente con una extraña sonrisa.

—Mmmm. Me imagino que si —

Y claro que Jimin no creía que entre esos dos no había pasado absolutamente la noche anterior.











Capítulo algo corto. A partir de dos o tres capítulos más empezarán a salir las parejas secundarias 😍💜 claro que dedicaré capitulos a cada una de ellas por lo que s va a venir puntos de vistas diferentes.

Chao Army 💜💜











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