🥀Trece🥀

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Intentaba forzosamente dejar de pensar en la cena de la noche anterior, la tención que se vivió en el ambiente lo dejó con un mal sabor en la boca pero aún así intentó que los nervios no se apoderaran de él.

No quería salir de la habitación, pero sabía que tarde o temprano tenía que hacerlo y lamentablemente para él ese momento ya casi llegaba. Y como si la vida no estuviese en su contra la puerta empezó a ser tocada a golpes desde el otro lado.

—Tae ¿Estás despierto?

—Si, pasa —respondió resignado.

El azabache entró formando un ambiente cálido con su característico aroma, cosa que hizo que el omega de Tae diera saltos en su interior al sentir que se acercaba, pero a pesar del aleteo enamorado de su estómago no logró demostrarlo por lo abrumado que se sentía.

Jungkook abrazó la cintura de Tae que se encontraba viendo al exterior por la amplia ventana, pero al sentir el suave roce el omega se dedicó a cerrar los ojos aspirando el aroma de Jungkook y relajándose.

—Tranquilo, pronto iremos a casa —dijo acercando su nariz a su cuello y rozando su pelvis con el trasero del Omega —. Dormir sin tí fue una tortura —susurró en su oído —. No tocarte —deslizo sus manos bajo su camiseta —. No besarte —besó la comisura de sus labios dejando un suave toque con su lengua.

—Ya para, si no nos permitieron dormir juntos es por qué íbamos a matar a todo tu familia con nuestro aroma.

—Es por eso que nos iremos.

—¿Dónde? —Jeon se apartó de él haciendo que el menor voltear a verlo de frente. El mayor se sonrojó, aunque pasó levemente, sorprendió a Tae.

—A nuestra casa

—¿Nuestra casa?

—Quiero que vivas conmigo Taehyungie.

El menor no supo que contestar solamente quedó sin moverse viendo los ojos brillantes del más alto que esperaban anhelantes una respuesta positiva. Talvez era demasiado pronto, y Tae soñaba con que Jungkook le dijera eso pero tenía miedo, estaba aterrado de la idea de salir lastimado, golpeado, abusado...

—Tengo miedo... —admitió el menor, Jungkook asintió comprendiendo cambiando su mirada de una esperanzada a una triste.

—Comprendo, talvez es demasiado rápido.

—Aunque no quiero seguirle estorbando a Jiminshi. — la mirada de Jungkook se iluminó en fracción de segundo dejando ver con ella su hermosa sonrisa.

—Me hace muy feliz que aceptes Tae, no sabes cuánto —y no mentía, amaba ver en todo momento a su omega, que mejor que tenerlo en su casa paseándose posiblemente con su ropa puesta. La idea le encantó, se lo imaginó con sus camisetas sin llevar nada por debajo, sin querer estaba fantaseando con el menor.

—¡Jungkook!

—¿A, qué?

—Te estaba hablando.

—Lo siento esque te estaba imaginando desnudo por mi casa. —las mejillas del menor se tiñeron de rojo y Jungkook carcajeó por el golpe que recibió de Tae.

—Ya encerio ¿Dónde está tu casa?

—Aqui mismo en el residencial. Iremos luego del desayuno ¿Vamos?

El menor asintió acompañado de un suspiro temeroso, tomó al enigma del brazo que este le ofreció para guiarlo por la casa y ambos juntos salieron hacia el comedor.

—¿Porqué tardaron tanto? —preguntó la señora Jeon.

—Le estaba preguntando a Tae si quería irse a vivir conmigo —SunHee los observó con sorpresa en sus ojos.

—¿Y? —preguntó la matriarca de la familia.

—Dijo que sí —respondió Jungkook con una sonrisa.

—Me alegra muchísimo, en mi opinión es un poco rápido, pero aveces las decisiones de esa forma suelen ser las mejores —dijo observando a Tae y guiñándole un ojo a lo que el omega sonrió.

—Ok está bien, dejen solo nuevamente al pobre desgraciado —intervino Jimin fingiendo llorar.

—Park Jimin, no seas dramático —dijo su tía cortando con el cuchillo y tenedor un trozo de tocino.

—¡tía! Su hijo me robó a mi amigo.

—No lo hizo Jimin, vendré a verte diario, tú también puedes ir cuando quieras.

—No, no permitiré que llegue, se adueña de mis cosas —dijo Jungkook.

—Pues ni que tuvieras cosas tan lindas. Mi auto vale más que el tuyo

—Quisieras.

Todos en la meza veían al par de primos con gracia mientras seguían atacandose uno al otro sin que nadie interviniera, Hoseok quien también se encontraba en la meza con su esposa se reían de ambos.

—¿Para cuando la boda Kookie?

—No me digas así Hobi —se quejó el menor

—¿Qué? ¿Te da vergüenza que Tae sepa tu apodo? Él ya es de la familia ¿O no?

—Lo es... ¿Dónde está papá? —preguntó a su madre.

—Se encuentra en su oficina con Jin y Nam.

Jungkook asintió y sin decir más todos terminaron de desayunar. Hobi y su omega se levantaron de la mesa y desaparecieron, Tae también había perdido de vista a Jimin, la mamá de Jungkook avisó que saldría a dar una vuelta con sus amigas y Jungkook le había dado un beso de despedida diciendo que iba a la oficina de su padre a reunirse con Jin y Nam. Se encontraba solo.

Se dedicó a recorrer la casa pero llegó a un punto que no sabía en donde se encontraba y empezó a asustarse.

—¿Te perdiste? —escuchó la voz de una chica preguntarle con gracia. Era la esposa de Hobi.

—Eso creo —respondió tímido a lo que la mujer sonrió.

—Sígueme

Ambos caminaron hasta la cocina, la mujer caminaba con una confianza que envidiaba, y para ser franco si la envidiaba pero no de mala forma. El cuerpo de ella no era delgado, tenía estupendo trasero, una cintura definida y pechos prominentes, era baja, aunque los tacones la hacían ver un poco más alta, su cabello negro brillante llegaba hasta sus anchas caderas y su piel morena era preciosa. Tae estaba cien por ciento seguro que ella no era de Corea, ella no se veía de raíces coreanas, tampoco su acento era de allí.

Llegaron hasta la cocina y la chica se desplazaba por la cocina tomando un par de vasos y sacando del refrigerador una botella con jugo, vertió el líquido en ambos vasos y le tendió uno a  Tae.

—Gracias.

—No hay de qué... Esta casa es muy grande, incluso yo me he perdido —ambos rieron.

—Disculpa la pregunta pero ¿De donde eres? No tienes ni una pizca de ser coreana, sin ofender.

—Oh descuida, no me ofende, al contrario. Soy de Estados Unidos, me llamó Rebecca por cierto.

—Es un gusto

—Lo mismo digo, dime ¿Dónde se conocieron tú y Hoseok?

—Fue en una de sus empresas en mi país, el que era presidente de donde trabajaba hacía un par de negocios ilegales por lo cuál Hobi llegó para aclarar las cosas. Yo fui como su secretaria pero me dedicaba más a acompañarlo para traducir sus reuniones.

—¿Cómo aprendiste coreano?

—Estudié para negocios internacionales, por eso estudié idiomas. —ambos callaron unos segundos —¿Y tú? ¿cómo conociste a Jungkook? Déjame expresar que me impresionó verte ayer, eres idéntico a Kim Taehyung. Él no es para nada una buena persona.

—¿Lo conoces?

—Si; además, con los ataques de él a nuestra familia no hace falta conocerlo. Lo que me intriga es porqué tú tienes el mismo nombre... —el menor agachó la cabeza incómodo

—Es difícil de explicar, no es algo creíble en realidad.

—¿Eres su hermano? Porque créeme que no me creo el cuento de qué Jimin te contrató para ser su clon. Tienes su mismo aroma lo he sentido, aunque el tuyo es más intenso.

—No soy su hermano... Tampoco soy su clon. Soy él —susurró lo último confundiendo totalmente a la omega.

—No entiendo ¿Cómo que eres él?

—Si. Te dije que era difícil de explicar... Yo no soy de aquí, pertenezco a otra realidad —soltó aquello como si fuese lo más natural del mundo pero se asustó al momento de escuchar como el silencio era interrumpido por la estruendosa carcajada de la mujer frente a él.

—Ya encerio ¿dónde te contrató Jimin? ¿de dónde te sacó?

—Es muy encerio —el omega enfatizó en la palabra "Muy". Rebecca lo observó confundida —. Me desmayé y cuando desperté aparecí aquí en este lugar, me di cuenta que no era mi casa porque Jimin no me conocía.

No mentía, pero trató de omitir ciertas cosas que le avergonzaba decir, no era de su interés que sintieran falsa compasión de él diciendo que su verdadera intención era suicidarse.

—No puedo creerlo —susurró la omega asustada —. Eres él.

—Si, es justo lo que acabo de decir. No soy malo, no te asustes —a la omega se le pasó la impresión del momento.

Creyó que era una locura tener en frente al mismísimo Kim Taehyung que consideraban el verdugo de cualquiera, un ser despiadado que solamente pensaba en el bienestar de él mismo sin importar si eso requería sacrificar su propia sangre. Tae notó como la mirada de ella se transformó radicalmente a una triste y apagada.

—Tae ¿Sabes porqué todos conocemos al Kim malvado? —el menor asintió dándole asco la idea.

—Si, el y Jungkook fueron pareja.

—Asi es ¿Pero nunca te preguntaste porqué terminó todo?

—No —negó con la cabeza al mismo tiempo que sus palabras.

—Hoseok y yo venimos a Corea cuando él empezó a atacar a la familia —empezó a explicar —. Cómo sabrás yo no era de aquí, no estuve presente en la relación de ellos pero si cuando un día se presentó aquí en Atilia a declararnos la guerra.

»Llegué a saber el verdadero motivo de todo, Taehyung solamente utilizó a Jungkook —el menor la vio confundido a pesar que ya sabía aquello — ¿Sabes cuáles son las formas de beneficiarse de un enigma?

—Si, el señor Jeon me comentó algo respecto a eso.

—La única manera de que un omega pueda convertirse en omega-enigma, esque... o lleves la marca de uno, o que hayas tenido en tu vientre un cachorro de él.

El menor parecía que palideció al instante, el llevaba su marca y se sentía muy feliz de llevarla; sin embargo sabía que si el llevaba su marca, y si el señor Jeon le había dicho que no había marcado a más nadie que a él, eso significaba que él Kim Taehyung de esa realidad había tenido un cachorro de Jungkook.

—No puedo creerlo...

—Si, él estuvo en cinta esperando un cachorro de Jungkook.

—¿Estuvo? —la chica lo vio con obviedad.

—Lo unico que quería era sacar provecho, cuando lo logró se deshizo del cachorro. Es por eso que Kim Taehyung no puede controlar sus feromonas al cien por ciento. Cuándo la marca de un enigma se borra inmediatamente pierdes todo lazo y beneficio de este. Por el contrario llevar un bebé de un enigma es diferente, si lo pierdes sin llevar la marca tu genes quedan mutados a omega-enigma a un sesenta por ciento por así decirlo.

Pensar en lo que hizo ese Omega lo hizo sentir desgraciado, porque después de todo era él mismo. Pero a pesar de eso no podía creer que en una persona alcanzara tanta maldad. Sin querer había soltado feromonas de frustración y enojo a la vez, pero trató de controlarlas y al final logró calmarse.

—¿Cómo sabes todo esto?

—Me gusta leer —dijo con simpleza explicando —. Estudio constantemente, leo demasiado de historia, las castas, se de todo un poco... —dijo sonriendo orgullosa.

Sonidos estruendosos se escucharon, armas siendo detonadas y acercándose cada vez más el sonido a ellos. Ambos omegas se agacharon tras las paredes de la cocina abrazándose al cuerpo del otro buscando refugio.

—Tranquilo, todo va a estar bien —dijo la omega entrecortado las palabras debido al miedo.

Cómo por arte de magia vieron como aparecían los chicos, Hoseok portaba una AK-47 que detonaba las balas sin miedo a los rivales que habían entrado a su territorio; por el otro lado de la cocina apareció Namjoom con una Dragunov y por último Seokjin aunque el era un omega pudo ver que este tenía la valentía de un alfa al cargar sin miedo una Remington 700.

Tae empezó a llorar de la desesperación y el nerviosismo al no ver ni a Jungkook, ni a Jimin, lo que pareció ser una bomba había explotado muy cerca de ambos omegas haciendo que ambos se sintieran  desorientados.

Tae sintió como de un jalón fue apartado de Rebecca, la omega gritaba desesperada y el trataba de zafarse de la persona que con una fuerza descomunal lo había tomado desprevenido y había tapado su boca, sintió que su vida iba a terminar ahí mismo en el instante que el sujeto puso un trapo tapando su boca y nariz, sabía lo que eso significaba, querían que se  desmayara; sin embargo él fue más inteligente.

Dejó caer su cuerpo en los brazos del que creyó por su olor era un Alfa corriente, intentó abrir un ojo solo un poco para saber dónde estaban descubriendo que pasaban un pasillo lleno de adornos. Era ahora o nunca. No logró reconocer su rostro por más que lo intentó, pero su vida dependía de que lo que estaba apunto de hace no fallara.

Agarró un pesado florero que se encontraba en una mesa y sin pensarlo atacó al alfa en la cabeza con el objeto, calló al suelo y escucho como un objeto pesado caía junto a él, volteó a ver al piso y divisó una arma, corrió hacia ella impidiendo que el sujeto la agarrara primero y volteándose disparó sin medir las consecuencias.

No, no podía ser. Había matado a una persona.

Se quedó congelado viendo como el alfa yacía sin vida en el suelo, agarró con mucha más fuerza la pistola que tenía en su manos y solo cuando escuchó otra detonación cerca de él reaccionó para correr sin rumbo alguno, solo quería escapar, esconderse y jamás salir de nuevo.

Corrió hasta que chocó o mejor dicho fue tomado por los hombros por la única persona que quería ver en esos momentos.

—Oye ¿estás bien? ¿Te hicieron daño? —preguntó desesperado.

—Tr-trataron de s-secuestrarme

—Lo sé cariño, siento mucho no protegerte. Se llevaron a Mimi

—¿¡Que!?

—Tranquilo, no le harán daño. Saben que no pueden hacerlo.

—¡Maldito, fue él! —el omega sentía aquí al saber que su mejor amigo había sido secuestrado.

—Si —jungkook posicionó al omega atrás de él —. Sígueme, y si nos atacan no dudes en disparar esa pistola — el omega asintió siguiendo al enigma a paso lento, este llevaba una arma idéntica a la de Namjoom, una imponente Dragunov.

—¿Dónde está Rebecca? —preguntó el omega preocupado.

—¿Quién?

—La omega de Hobi.

—Oh ¿Marie? Está con él, no te preocupes, trataron de llevársela también.

—Por la madre Luna ¿Qué necesidad de esto? —el omega juro que entraría en una crisis cardiaca.

—Poder, eso es todo lo que quiere —respondió el azabache de forma cortante.

Siguieron caminando hasta llegar nuevamente a la sala en donde se encontraban todos ya reunidos. Jin y Nam estaban juntos hablando, ambos parecían estar muy molestos pero no entre ellos, Hobi estaba intentando calmar a Rebecca pero ella estaba tranquila y sonriéndole.

—Ya mi amor, estoy bien. Lo prometo.

—Esta bien —respondió Hobi acariciando su mejilla.

—¿Todos están bien? —preguntó Jungkook.

—Si —respondieron todos juntos.

—Solo se lograron llevar a Jimin, su objetivo era él y Tae, tenemos que ser más cuidadosos.

Los nervios se apoderaron de Tae, todo su cuerpo pareció temblar. Pensaba en las consecuencias que habrían si él no hubiera reaccionado, ahora que lo pensaba soltó el arma de su manos tapándose la boca asustado. Jimin, su Mimi estaba secuestrado y el solo pudo salvarse a sí mismo.

—¿Qué pasa, te sientes bien? —Tae negó de inmediato.

—Yo le disparé... le disparé al que quiso llevarme.

—¿Encerio? —asintió el omega —. Ese es mi omega —dijo acercando su cuerpo al del omega con una sonrisa que reflejaba su orgullo —Esta bien, no pasa nada mi amor, recuperaremos a Jiminshi, te lo prometo.

El omega asintió distraído, un mareo atravesó su cuerpo en el momento que su alfa se alejó de él, quiso sostenerse de algo pero no pudo. Cerró y abrió sus ojos fuertemente pero era inútil, su vista seguía nublada y se asustó aún más cuando comenzó a escuchar sus voces lejanas.

Jungkook notó su malestar y quiso tocarlo pero su desorientación hizo que diera un par de pasos atrás. Jungkook volvió a ver a todos detrás de ellos y parecían desorientados a punto de desmayarse.

«¿Qué está pasando?» Se preguntó el enigma.

—N-no me... S-siento bien.

Sintió desvanecerse. Taehyung dejó de escuchar, dejó de ver a su alrededor para sumirse en un mundo oscuro. Los brazos de Jungkook evitaron su caída y al volver a ver todos se encontraban inconscientes.







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