Único capítulo

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Dicen que las noches ayudan a la hora de poder dormir y sentirse mejor preparados para el día siguiente. Una "Medicina" natural perfecta y que beneficia a aquellos que trabajan duro y necesitan energías para el mañana. Pero también están aquellos que tienen que hacer "Guardia" para evitar que ocurran desgracias, tales como la Policía, los Bomberos y Médicos. Uno puede caerse por las escaleras de su casa a las 4 de la mañana y debe llamar a una Ambulancia para que lo trasladen al Hospital y así recibir tratamiento por sus heridas. Y lo mismo ocurre en tiempos de guerra, pero no cuando uno está fuera del frente y yace resguardado en el Cuartel General, en donde hay camas y comida. Para muchos, la vida en el edificio era aburrida, para el joven Teniente Vooren Grantz, ¿qué más podía pedir?. Luego de estar en varias batallas donde "El Imperio" había salido victorioso gracias a las destrezas y habilidades de la Comandante Tanya Von Degurechaff, lo mejor que se podía ganar aquel rubio era un merecido descanso antes de que regresaran al frente para seguir luchando contra los franceses. 

Pero no todo era de color de rosas, las noches para Grantz eran un verdadero dolor de cabeza al tener a cierta rusa castaña que dormía profundamente y que se movía repetidas veces en su cama hasta caerse y terminar en el piso junto a sus sábanas blancas. 

- "¿Otra vez? ¿Cómo es posible que Visha no sepa lo que hace?".- Se preguntó el rubio, una interrogante bastante llamativa y que no podía obtener la respuesta que ansiaba. Fue entonces que se levantó de su cama, masajeándose las sienes y tomó a la castaña para devolverla a su sitio.- "Con semejante estruendo que hiciste al caerte, me sorprende que no te despertaras o lastimaras, Viktoriya".- Siguió pensando y de ahí la volvió a dejar en su cama, no sin antes ganarse una bofetada de parte de la rusa.

- No, manos fuera, pervertido.- Decía ella, entre sueños, llevando a que Grantz se pasara la mano por su mejilla izquierda, sintiendo el calor del golpe y de ahí suspiraba profundamente.

- Qué voy a hacer contigo.- Se lamentó y volvió a su cama.- Hubiera preferido que me dejaran de compañero a Neumann, Weiss o Koening pero no...Bueno, otra noche más en la "trinchera".- Se lamentó, dio un suspiro e intentó recuperar el sueño.

El pobre Teniente Segundo llevaba su quinta noche en la que la rusa se caía de su cama, rodaba por el piso junto a sus sábanas e incluso caminaba dormida. Él la detenía pero no podía terminar lastimado. La última vez había logrado despertarla antes de que lanzara un Hechizo que casi hacía volar al Cuartel General por los aires. Las ojeras se le marcaban en su rostro y eso no le servía de nada en el frente, ya que se quedaba dormido y se ganaba unos buenos golpes de parte de la Mayor Degurechaff, quien tenía que salvarle el cuello de las balas enemigas y las explosiones. Un buen Soldado no podía estar durmiéndose en medio de un combate y más al tratarse de la conquista de una Ciudad sumamente importante, de la cual él se convirtió en la "Estrella" tras destruir las defensas enemigas y llevar a cabo una brecha en las fortificaciones, logrando que las tropas del "Imperio" capturaran la posición.

Ese día, además de haberse recibido, anteriormente, los golpes de Tanya, ella le felicitó pero dejándole una pequeña advertencia.

- "No vuelvas a dormirte o te enviaré como señuelo para el enemigo y sin ninguna defensa".- Dejó ella sus palabras al muchacho, quien tragó saliva por los nervios.

Y ahora estaba lidiando con otra "batalla". Había conseguido dormirse un rato, pero, nuevamente, oyó cómo su compañera de cama se caía al piso y se levantaba, caminando dormida, llevando a que el Teniente Segundo se pasara sus manos por la cara.

- ¿Por qué a mí?.- Quiso saber al borde de la desesperación.

- Quiero todos esos chocolates. ¿Cuánto salen?.- Hablaba Viktoriya entre sueños y justo se enfocaba en lo que más amaba de toda la comida.

- "No debo despertarla, si lo hago, podría asustarla de muerte o peor...la Comandante me va a matar y Visha pensará que le quería hacer algo sucio".- Pensó Grantz con temor y sudaba frío al ver que tenía un grave problema entre manos.-  Visha, Visha, soy yo.

- ¿Grantz?. Jejejeje, ¿tú también quieres chocolates?. Podemos compartirlos.- Seguía ella metida en sus sueños.

- No, Visha, escúchame, vuelve en sí, vamos. No hagas un escándalo que todos están durmiendo.- Intentó en convencerla pero, lo único que recibió fue como la muchacha se le caía encima suyo, acurrucándose contra su pecho y de ahí no decía una palabra.- Ufff, de la que me salvé.- Suspiró aliviado y la devolvió a su cama.- Listo, problema resuelto.- 

Dicen que se produce un gran alivio cuando se consigue solucionar un asunto complicado. Ojala pudiera haber sido así para Grantz. Una vez que volvió a su lugar, éste estaba tranquilo, listo para dejarse llevar por Morfeo y descansar un rato. Lo obtuvo pero, de golpe, algo chocó contra él, tomándolo por sorpresa y al abrir los ojos con pesadez por el sueño, éstos quedaron totalmente expuestos ante lo que tenía delante suyo. El corazón le latía a más no poder, se le había secado la boca por el terror que sintió al tener a Viktoriya Serebryakov a su lado, acurrucándose contra su pecho y él podía sentir los atributos prominentes de ella. 

- "Estoy muerto. Ahora sí que lo estoy".- Pensó con desesperación, un tic nervioso se formó en su ojo derecho y solo podía rogar de que nadie tuviera la osadía de llamar a su habitación o meterse. Faltaban pocas horas para el Amanecer, si alguno de sus Camaradas de Armas lo veían, ni él mismo sabría cómo reaccionar. Pronto, la castaña se aferró con más fuerza al pecho de Grantz, casi como si fuera un Oso de Peluche y de ahí subía un poco más hasta quedar cerca de su rostro.-

- Jejejeje, Teniente Grantz, claro que sí, me encantaría ser su novia.- Decía la rusa con emoción, sus mejillas estaban de un carmesí total y el calor de ambos los impregnaba a seguir. 

- Se preguntó el rubio.- No, debe ser solo en sus sueños, no es verdad. Ella nunca...- No tuvo tiempo para terminar su oración, ya que los labios de Viktoriya hicieron contacto con los de él, dejándolo sin habla, las palabras se le quedaron "colgando" y el cuerpo de la chica se acercaba más hasta aferrarse con más fuerza a él, sin darle la oportunidad para nada, solo dejarse llevarse y más cuando la chico lo abrazó y no se soltó. Parecía un gato con su dueño. Sus labios siguieron unidos, el calor aumentaba y ahora estaban las mejillas de Grantz carmesí. No podía negarlo, era preciosa, incluso teniéndola cerca, aún si estaba bajo unos sueños muy profundos, reconocía lo que era ella.

Cuando dejaron de besarse, ambos cayeron bajo un buen sueño y a la mañana siguiente, durante el desayuno, Grantz permanecía con su taza de café caliente, lista para beberla, cuando un mensajero llegó hasta él, entregándole una carta, la cual abrió y se encontró con una nota para éste.

- Oigan, parece que Vooren se consiguió algo.- Llamó Weiss a Koening y Neumann, los cuales se acercaron.

- ¿Qué es? ¿Una carta de alguna prometida?.- Preguntó Neumann con tono gracioso a éste.-

- ¿Eh?. No, nada, solo...- No tuvo tiempo para responder a lo que sus amigos le estaban preguntando, ya que sus ojos se enfocaron en la lectura de la carta.

"Gracias por llevarme a la cama cuando me caía y de dejarme dormir a tu lado.

Eres muy amable y tierno. Te espero esta tarde en la Ciudad para nuestra cita.

Atentamente; Teniente Segunda Viktoriya Ivanovna Serebryakov".

No, no estaba soñando, aquello era verdad: Grantz estaba de novio con la rusa castaña, por lo que tardaron los festejos de parte de sus amigos.

- ¡Jajajajaja, felicitaciones, Romeo, tienes novia!.- Le dio Weiss unas palmaditas en la espalda.

- ¿Quién lo diría?. El tímido Grantz consigue una chica y con la Teniente Serebryakov. Uhhh, cuidado, que no te vea la Mayor.- Añadió Neumann, mientras que Koening le regalaba un visto bueno con su pulgar derecho arriba, llevando a que el joven asintiera y de ahí se preparara.

Su cita iba a tener aquel día y no se iba a permitir que nadie interfiriera en ello. 

Fin.

[Un pequeño One-Shot de Grantz-Viktoriya, espero que les guste, amigos. Nos estamos viendo y será hasta la próxima. Cuídense y saludos para todos los seguidores.

Buen Viernes para todos ustedes, Camaradas.].

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro