𝖻𝖺𝖼𝗄 𝗍𝗈 𝖧𝗈𝗀𝗐𝖺𝗋𝗍𝗌

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Everlina

El frío del ambiente, el hermoso paisaje, y los asientos helados hicieron que me mantuviese más que despierta mientras pensaba en mi regreso.

No quería encontrarme con nadie, ya que hacerlo significaría dar explicaciones, y obviamente no quería darlas. Así que preferí volver un día antes que los demás a Hogwats; El maravilloso lugar al que todos querían entrar, un castillo precioso, muy grande, y lleno de secretos que yo quería proponerme descubrir.

Había hablado con Dumbledore mediante una carta explicándole la situación sobre volver un día antes, y él, por suerte, me dió ese permiso. También visité a Snape, el cual había sido como un tío para mí ya que mi familia y él eran muy cercanos. Además de que éste me cuidó desde el primer pié que puse en Hogwarts. Tenía mucho que agradecerle, quizá hoy en día sin él y sin mi nana no estaría aquí.

Por suerte, también conseguí que me dieran una habitación única, en una de las torres, para que nadie escuchara mis llantos y gritos o incidentes en las noches. Por alguna razón, se me había concedido, creí que necesitaría más esfuerzo por hacer que Dumbledore aceptase, pero no fue así. Ni siquiera recordaba que él fuese tan... caritativo. Los únicos que tenían habitaciones únicas además de los profesores, eran los prefectos, y ahora yo sería la distinguida de entre todos por eso.

En éste preciso momento, me encontraba allí, en mi nueva habitación; Era un gran lugar, tenía la vista de todo Hogwarts a través de una hermosa ventana. Habían detalles de color dorado y negro por toda la sala; mi cama tenía en cada esquina pilares de color dorado, cortinas de tul de color negro, y las sábanas también eran del mismo color. Todo lo demás a mi al rededor también era algo así, pero luego le daría un poco más de... mi toque.

Me parecía una habitación muy extraña, ¿Acaso había sido de alguien anteriormente?, era una pregunta que obviamente iba a consultar con el director.

Comencé a desarmar mi valija, casi sin ganas, y al terminar, me recosté en la cama mientras miraba al techo de ésta; mis pensamientos me consumían, casi haciendo que quede disociando.

Sabía muy bien que al siguiente día me reencontraría con todo el mundo, mis "amigos", con Harry. Y eso, realmente hacía que se me pusiera la piel de gallina.

Sinceramenteme arrepentía de no haber dado ni una señal de vida, pero todas las cosas que me sucedieron... no quería preocuparlos, sobre todo a Harry, ya que el se tomaba las cosas que nos pasaban muy a pecho, siempre se preocupaba demasiado, y comprendía que ese comportamiento era porque nosotros éramos su única familia, por así decirlo.

Y yo, absolutamente, tenía el mismo pensamiento que él; lo comprendía más que nadie ya que sentía que éramos la misma persona, ambos huérfanos y con muy pocas personas que nos quieran. Así que por lo tanto, ellos también eran la única familia que me quedaba sin contar a María y Snape.

🔮

—¡NO LO MATES! —grité aterrorizada.

—El señor tenebroso ya viene, y no quiere obstáculos en su camino, tú, niña, serás la siguiente. —dijo el hombre frente a mis ojos. Tenía una capa negra y unos ojos tan oscuros como la noche.

De repente, ese hombre, con su varita conjuró un hechizo el cual no tenía ni idea de que significaba, y de su varita salió un destello verde, el cual le llegó a mi hermano.

Esa, había sido la última vez, en que vería los ojos de mi hermano, ese ser que se había devuelto la luz de mi vida, ahora se encontraba tirado en el suelo a mi lado.

Caí de rodillas y comencé a mover el cuerpo de Luxer, esperando que hubiera alguna señal de vida, pero no pasó nada, no se movía.

En ese momento, escuché al mismo hombre tratar de volver a conjurar el mismo hechizos pero ya era tarde, de un momento para otro, desaparecí del lugar, me teletransporté, sin dejar rastro.

Llegué a mi casa, no sabía cómo lo había hecho, pero eso no importó. Corrí hacia el interior, horrorizada, queriendole contar todo a mi madre, pero, para mi desgracia, en ese mismísimo momento, mi mundo cayó, todo se derrumbó.

Al ver a mis padres tirados en el medio de la sala, cubiertos de sangre y cortadas volví a caer de rodillas, y solté un grito tan desgarrador que estaba segura de que toda la isla lo había escuchado.

Cuando miré hacia arriba, encontré el rostro sangriento de mi tía mirándome con odio.

—¡Todo es tú culpa!.

🔮

Me desperté gritando, otra vez. No era nada nuevo. Limpie mis lágrimas y mire el relog en la pared, eran las 3:30 de la mañana.

━━¿Otra pesadilla? ━━escuché a mi escarbato, Bumblee hablar.

Sí, por más loco que suene, podía escuchar a los animales hablar. Jamás me había encontrado a alguien como yo, que pudiera entender todos los idiomas, cualquier clase de idioma, y eso me hacía creer que era única. Pero obvio, estaba segura de que de seguro había más gente así como yo, y rogaba algún día encontrarme con alguien así.

━━Si..., otra vez la pesadilla de mi hermano y padres muertos ━━miré a Bumblee subirse a mi cama y enrollarse en mis brazos. Acaricié su cabecita y me recosté otra vez━━. Pero es raro, en mis pesadillas aparecen todas las muertes juntas, y mi tía acusándome de que..., es mi culpa.

━━Algún día terminarán Lina ━━lo escuché terminar por decir y me quedé dormida.

🔮

Desperté un tanto alocada, en mi primer día ya estaba por llegar tarde. Corría por toda la habitación tratando de buscar la ropa que tenía que utilizar, una horrible túnica sin color. Se suponía que hoy eligirían mi casa otra vez, siempre estuve en Gryffindor, así que ¿Por que comprobarian que sigo siendo de Gryffindor?. No entendía el por qué, creía que no se podía cambiar de casa... ¿O si?.

━━¡Carajo! ━━tropecé con una de las cosas que Bumblee había robado. Lo miré con furia━━. ¿Qué dijimos sobre andar robando lo que no es nuestro?. Además, ¡Es el primer día, Bumblee!. La o el o los estudiantes a los que le quitaste estos hermosos brazaletes, collares y ésta cosa que no sé que carajos es de seguro debe o deben de estar preocupados por "perder" sus cosas el primer día.

El me miró con esos ojitos tiernos que tanto me derretían.

━━Me aburro aquí solito, algo tenía que hacer..., deberías de prestarme más atención ━━comenzó a rodar por todo el suelo.

Solo a mí se me tenía que ocurrir tener un escarbato de mascota.

━━Ya te he dicho que falta muy poco para que lleguen Zeus y Atenea ━━acomodé mi cabello mientras me miraba en el espejo━━. Y aún no llega la pequeña casa encantada para que puedas hacer tus travesuras. No entiendo que habrá pasado para que se retrace lo restante de mi equipaje..., pero debes de ser paciente.

Zeus era mi perro; un precioso Husky Siberiano y Atenea, era mi lechuza blanca. Como siempre me sentía sola, para matar esa soledad..., decidí tener muchas mascotas.

━━Debo irme ━━miré a Bumblee━━. Por favor, no hagas nada que yo no haría mientras no estoy, se paciente, ya llegarán...

Cerré la puerta y baje las escaleras lentamente. Mientras caminaba por el pasillo vacío, un enorme nudo apareció en mi estómago. ¿Acaso eran nervios?

Pues sí, además de que en teoría sería la "chica nueva" a la mirada de todos, hoy se cumple 1 año desde que no veo a mis amigos, desde que mi hermano, mi tía y familiares murieron...

━━Carajo, solo a mi me tenía que pasar esto ━━dije mientras corría para no seguir llegando tan tarde.

Antes de entrar, encontré a McGonagall.

━━¡Everlina! ━━dijo ésta con sorpresa━━. Te estaba buscando querida ━━acarició mi cabello y una sonrisa apareció en su rostro━━, extrañaba tus tardanzas al llegar al gran comedor.

En mi segundo año me había apegado mucho a 2 profesores y al director. Y esos dos profesores eran McGonagall, y obviamente, Snape.

━━También la extrañé Profesora McGonagall.

━━¿Estás lista para entrar?.

Los nervios volvieron a aparecer.

━━Oh, sí, claro, estoy lista para caminar sola, enfrente de toda la escuela... ━━dije con ironía. La profesora notó esto pero fingió no escuchar.

━━Entraré primero yo, una vez que escuches a Dumbledore pronunciar tu nombre, entrarás, ¿Entendido?.

Siempre tan mandona.

━━Sí, entendí ━━contesté sin interés. Estaba pensando en cómo entrar epicamente sin miedo alguno o sin verme... débil.

Lo importante de todo, no era verme insegura o tímida, sino todo lo contrario. La única manera de sobrevivir, era imponiendo respeto y hacerles ver que no era alguien a la que se le podía manipular o pisotear.

Así es la realidad, ¿No?.

McGonagall entró al gran comedor y esperé muy, muy paciente mi llamado.

Comencé a escuchar el discurso de Dumbledore con suma atención, hasta que dijo: —Demosle la bienvenida a nuestra ex alumna destacada, Everlina Arlette Smith.

Mierda, esa era yo.

Abrí las puertas con magia, utilizando mi varita, y entré con la mirada en alto al comedor. Mientras caminaba, entre las mesas podía sentir la mirada de todo el mundo, y sus susurros: "¿Quien es ella?" "Es muy bonita" "dicen que es peligrosa" "seguro entra en Slytherin" , y demás. Malditos lengua larga.

Llegué al final y me paré enfrente de Dumbledore, creo que él había notado lo nerviosa que estaba a pesar de que quise que nadie lo notase.

Me hizo sentar en una silla enfrente de todos, y de pronto, colocó el sombrero seleccionador en mi cabeza...

Trate de no pensar en nada, aunque en el fondo, quería volver a Gryffindor.

Pero, el sombrero tardó como 7 minutos en decidir.

━━Ya sé dónde te pondré ━━dijo este de repente━━. ¡Gryffindor! ━━exclamó este.

Todos aplaudieron, pero cuando el profesor Dumbledore se acercó a sacarmelo, este volvió a hablar.

━━¡Slytherin! ━━todos abrieron la boca, quedaron sorprendidos━━. ¡Hufflepuff! ━━miré con intriga y sorpresa a Dumbledore━━. ¡Ravenclaw!

Carajo, esto no podía ser cierto, ¿Acaso estaba descompuesto?

—Esto no puede ser... —escuché el sursurro de alguien.

—¡Ella es la elegida! —gritó otra persona.

Todos comenzaron a susurrar repitiendo eso de "Ella es la elegida".

¿Qué estaba sucediendo?.