𝗖𝗔𝗣𝗜́𝗧𝗨𝗟𝗢 𝟭𝟮

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Un descubrimiento fatal

━━━━━━━━━━━━ 🏰 🔮 🪄 ━━━━━━━━━━━━

Mi corazón había dejado de latir. Al escuchar el nombre de mi hermano, mis ojos se llenaron de lágrimas.

La habitación estaba sofocandome, sentís calor en todo mi cuerpo, el uniforme me afixiaba, mis manos sudaban, todo daba vueltas.

—¿Cómo puede ser posible? —murmuré.

—Eso estoy tratando de investigar —aclaró Snape.

—¡Pero es imposible! ¡Yo estuve presente cuando le lanzaron ese vil hechizo de la muerte! —chillé mientras mis lágrimas corrían por mis mejillas.

Pero Snape no dijo nada al respecto.

—Fue visto en el mundo Muggle, un contacto me lo dijo, en cuanto tenga información, te la diré —su frialdad era notable —. Debes prepararte para el torneo, un dragón no es un juego, trata de no morir.

Y sin más que decir siguió haciendo sus cosas. Me sentía indignada, percibía como me estaba ocultando más información, pero yo ya no aguantaba tanta sofocación, necesitaba aire, necesitaba respirar.

Salí de prisa de la sala de pociones, pero en cuanto abrí la puerta mis sentidos ya no funcionaban.


Podía sentir cada parte de mi cuerpo estremecerse, todo el poder que había en mi, quería salir.

¿Mi hermano no estaba muerto? ¿Todo éste tiempo que me lamenté por el, fue en vano? ¿Cómo pudo ocultarmelo? ¿Por qué no me buscó?

Eran tantas, tantas preguntas. Cada vez sentía más y más mi pecho cerrarse, se me ocurrió ir al baño en donde se encontraba la camara secreta, rogaba que Tom no se encontrará allí abajo, pues necesitaba sacar todo ese poder que tanto estaba soportando.

En cuanto la abrí y baje, corrí tratando de apresurarme, quería gritar, quería romper todo, ¿Por qué a mí? ¿Por qué siempre a mi?

Primero, enterarme que mis padres no eran del todo mis padres. Segundo, encontrarlos muertos, sin ninguna maldita explicación, luego de descubrir un pedazo de mi realidad. Tercero, ver morir a ese pedazo de realidad; mi hermano de sangre, y luego a mi tía, hermana de mi padre. Cuarto, ir a Azkaban, estar en esas celdas frías, solitarias, sucias, rodeada de verdaderos asesinos, acusada de algo que no hice. Quinto, volver a Hogwarts y enterarme que soy una rareza andante. Y por último, ver que toda mi realidad es un completo chiste.

Caí de rodillas al suelo, extendí mis manos a ambos lados de mí, miré hacia arriba y comencé a gritar, mientras todo ese poder, toda esa luz azul salía de cada parte de mi cuerpo.

El piso se movía, todo temblaba, mis gritos eran cada vez más fuertes. Mi dolor... nadie podía comprender todo por lo que tuve que pasar y tener que fingir todos los días que todo estaba malditamente bien... ya no lo aguantaba, ¿De qué me sirve ser "unica" si al fin y al cabo conlleva una gran responsabilidad de la que no soy dispuesta a cumplir?, solo quería una cosa, terminar de sufrir, que las cosas comenzaran a salirme bien.

Hasta que luego de unos minutos, me detuve por completo, quedando inmóvil, mareada, y agotada. Luego, caí rendida al suelo mientras mis ojos se obligaban a cerrarse.

🔮

Desperté por los rayos del sol en mi cara, el olor a libros y a limpio... Era todo nuevo.

Al abrir mis ojos... Una gran sorpresa me llevé, al darme cuenta de que me encontraba en una de las habitaciones de Slytherin. Lo supuse al ver todo... Verde, además de que habían serpientes por todas partes, no las reales, obviamente, pero sí detalles.

Me levanté de la cama, gracias al cielo estaba completamente vestida. ¿Que había sucedido? La cabeza me dolía demasiado.

Busqué un reloj para ver la hora, y para mí suerte, aún tenía tiempo de prepararme para mañana. Se suponía que ya mañana debería de luchar contra el dragoncito, ¡Que irónico! A ver si por fin muero de una vez por todas.

En lo primero que pensé fue en la conversación con Snape. Mi hermano... Estaba vivo, y no se había atrevido a buscarme. ¿O tal vez no lo estaba? Tantas preguntas, sin ninguna respuesta. Sentía que no había nadie que pudiera responder todas mis preguntas, pero tenía en claro que sí había alguien, y ese era el profesor Dumbledore.

Los ruidos de voces acercándose a la habitación me asustaron. Hasta que ví a los responsables de todo.

—Riddles tenían que ser —susurré muy despacio con disgusto.

El primero en entrar fue Marcus, éste enseguida me miró y sonrió con picardez. Detrás de el apareció Tom, quien estaba completamente serio y disgustado hasta que me miró confundido.

—Bella durmiente, ¿Dormiste bien en mi cama? —preguntó Marcus cerrando la puerta.

—¿Qué fue lo que sucedió? —me apresuré a decir ignorándolo.

—Explotaste de poder, y luego te desmayaste en la cámara de los secretos —contestó Tom friamente sentandose en uno de los sillones.

—¿Cómo sabes que...

—Leí tu mente —confesó mientras tomaba uno de los libros —. No sabía que alguien tan... Menor y sin la suficiente experiencia, pudiera hacer magia sin varita. ¿Cómo lo haces?

—No contestaré tu interrogatorio —respondí indiferente y camine hacia la salida.

Marcus lanzó un hechizo a la puerta, para que no pudiese salir. Me voltee a verlo enfurecida y el se alejó con las manos arriba.

Tom se levantó de su asiento y se acercó a mi desafiante.

—¿Cómo puede ser que seas tan diferente a todos? ¿Tan única? Algo debes de tener, algo debe de haber, ¿Me contarás tu secreto?

—Tomaré tus palabras como un cumplido —sonreí forzosamente ignorando sus preguntas.

Pues ni yo sabía que responder a eso, ¡No sabía de dónde provenía mi poder!. Era frustrante no conocer absolutamente nada de mi pasado, no me había detenido a pensar en que quizá todo esto tenía que ver con mis progenitores.

El me miró fijamente, como si buscase algo entre mis pensamientos.

—Veo que tú tampoco sabes al parecer.

—Ya déjala en paz hermano, pareces loco —comentó Marcus amacandose aburrido en una de las sillas.

—Aunque supiese las preguntas que yo misma me he hecho por años, no te las diría a tí —musité entre dientes acercándome a su cara —. No podría confiar en un hijo de Voldemort ni por un segundo. Así que si me disculpas, agradezco que no me dejasen tirada allí abajo, pero procedo a irme.

Di media vuelta, lanzé un contra-hechizo para abrir la puerta y en cuanto salí me choqué con un chico.

El era verdaderamente... Hermoso. Sus ojos verdes... Al instante lo reconocí.

—Regulus —dije en un suspiro.

El me miró confundido y luego me reconoció —¡Everlina! —me miró con sorpresa, luego miró detrás de mi y su expresión de confusión aparecieron nuevamente.

Giré la cabeza mirando lo que el observaba, allí se encontraban Tom y Marcus observando todo.

—Ah... No es lo que crees —sentía demasiada vergüenza al respecto. Abrí la boca para decir algo pero caminé apresurada alejándome de todo eso.

Lo que me faltaba, era encontrarme con mi antiguo amor saliendo de una habitación con dos chicos, ¡Excelente!.

🔮

Encerrada en mi cuarto pensaba en el encuentro con Regulus. El era el hijo de Sirius Black. Sirius le había puesto ese nombre en honor a su hermano muerto. Había conocido a Regulus en mi segundo año, y tenía un pequeño crush con el, pues me parecía un chico precioso, amable, y muy inteligente. En esa entonces nadie sabía que su padre era considerado el asesino de los padres de Harry. Ambos se llevaban bien, pero no eran tan unidos debido a que Regulus está en Slytherin.

Aunque Harry en una de sus cartas me había contado que al final, se hicieron amigos luego de que se enterasen que Sirius era el padrino de Harry y no era un asesino.

Jamás le confesé mi amor a Regulus, pero en el fondo sabía, que el también sentía lo mismo. Aunque todo fue en vano, puesto a que luego por mucho tiempo no volví.

—¡Everlina! —Hermione entró corriendo desesperada a mi habitación sacándome de mis pensamientos.

—Her, ¿Sabías que existe la privacidad? —le dije mientras me sentaba en la cama observandola.

—Perdona, es que te estuve buscando por todos lados —comentó agitada acercándose a mí y se sentó a mi lado —. Primero sucedió lo del terremoto, todos estaban alterados por eso, y ahora todo Hogwarts habla de como saliste de la habitación de los Riddle y Malfoy... aunque dcen que te... Los tiras a ambos.

Abrí los ojos de par en par, sorprendida, ¿Quién había corrido ese rumor tan nefasto? ¡Y tan rápido! aunque lo cierto es que ni me había detenido a observar quienes había a mi alrededor.

—Oh, Her, hay tanto que debo decirte...

Ya estaba cansada de guardar secretos, de guardarme todo para mí, así que decidí por fin contarle toda mi verdad a Hermione.

Sobre mi familia, sobre mis poderes, mi hermano, mis pequeños ataques... Y lo que había sucedido.

El trío de mis amigos solo sabían que mis padres habían muerto y que ahora solo vivía con la persona que siempre me cuidó, no tenían ni idea de todo lo que había detrás, no sabían que era adoptada, ni que fui testigo de la muerte de todos mis familiares, incluído mi hermano verdadero, eran cosas que solo me las había guardado para mí, y ahora me daba cuenta de que fue un gran error.

Ella me miraba asombrada, a veces asustada, y muy triste por la situación. Mientras más le contaba, ella más comprendía todo lo que le decía, además, comentó que por fin podía atar sus cabos sueltos.


—Entiendo, ahora todo tiene sentido —dijo mirando hacia abajo—. Pero quiero que sepas que me hace feliz que confiaras en mi para contarme todo. Siempre estaré para ti para todo lo que necesites, porque para eso están las amigas. Ahora debes quedarte tranquila, no estarás sola para seguir soportando todas esas cosas, prometo ayudarte a descubrir toda la verdad.

La abracé, por primera vez en muchos años me sentía... Relajada, aliviada, de por fin contarle a alguien mi verdad. Y confiaba plenamente en Hermione, ella no era cualquier chica, ahora había pasado a ser verdaderamente, mi mejor amiga. Y esperaba que eso nunca dejase de ser así.

Como dije, era realmente un alivio completo para mi, soltar todo. Sinceramente quería llorar, llorar hasta más no parar, ¿Había algo peor que enterarte we tantas cosas que de las que no sabías si sumaban o restaban en tu vida?, quería morirme, lo admito, pero solía decir que morir es de cobardes, aunque viéndolo desde otra perspectiva; muy pocos tienen el suficiente valor para hacerlo.

—Y bien... —me miró sonriente —. ¡Así que estás con los dos hermanos más deseados de todo Hogwarts! —exclamó con burla y reí—. Pero... En realidad no solo a las chicas les encanta, muchos les tienen miedo por ser hijos de tu sabes quién... Bueno, ya sabes la historia.

—Oh Her —rodee los ojos —. Primero muerta a estar con un Riddle, en verdad.

—Pero Lina, dicen que ellos son... no sé, algo.

—¿Algo?

—Como una realeza en chicos, ¿Sabes?, obviamente, están Tom, Marcus, Draco, Cedric, Regulus, Theodore, Blaise, Fred y George. Y puede que también esté Harry... Es como lo que ya te había dicho. Aunque... ¿Sabes quién sabe más de todo esto? Ginny, ella está obsesionada con este tema.

Noté que parecía decepcionada por eso, de que Harry también esté entre los chicos más deseados de todo Hogwarts, o bueno, así lo sentí cuando lo nombró.

—Quizás le pregnte algo a ella entonces, debemos de organizar una pijamada ━━sugerí━━. Aún así, no entiendo que tiene todo esto que ver...

—¡Que tú hablas con la mitad de todos ellos!, y también dicen que eres la elegida de las casas, ¿Imaginas toda la envidia que deben sentir por tí?, también por el hecho de que estás en el torneo...

—Realmente no lo he pensado... —susurré, muy pensativa—. Viéndolo así, creo que debería de cuidarme. Desde segundo año hemos escuchado los casos de amortendia, calvicie, granos horribles salidos en chicas hermosas, ¡Dios mio!

—Es verdad Lina, pero para eso tienes una mejor amiga que se sabe los contra-hechizos de todo eso.

—Eres la mejor Her, sinceramente no sé que haría sin tí.

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