JungKook está más que incómodo, el viaje no ha durado mucho, pero su erección parece ser eterna y ya comienza a dolerle, por su mente no pasan más que imágenes lascivas en las que Jimin está completamente desnudo y es penetrado con fuerza por él mismo.

Jimin no está en una situación muy diferente, su erección duele y está deseando llegar a casa para poder deshacerse de ella, le da igual la manera, pero necesita que desaparezca. En su mente la imagen de un JungKook sudoroso tocando su punto dulce no hace más que excitarle más.

Llegan al edificio de Jimin y, antes de que el castaño baje del coche, JungKook sujeta su muñeca.

  —Jimin, ¿mañana es tu día libre?—  Jimin está un poco desconcertado, aun así asiente.—Yo salgo pronto del bar y no tengo que ir a ningún lado.— parece que se lo ha dicho a sí mismo, pero Jimin guarda en su memoria que los jueves JungKook no trabaja hasta tarde.—Me gustaría hablar contigo de algo, ¿te molesta si vengo a buscarte?

—No tengo problema.— ambos tienen la voz más grave de lo normal, están demasiado excitados.—Yo debo irme ya.— ambos se miran durante unos segundo y, aunque están tentados a levantarse un poco sus máscaras para besarse ninguno lo hace.

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JungKook sale del trabajo, no ha sido su mejor día y su jefe lo ha notado, ese viejo cascarrabias no ha dudado ni un segundo en echarle la bronca pero qué culpa tiene él de haber tenido que lidiar con una erección causada por Jimin la noche anterior, fue el mejor orgasmo que ha tenido en mucho tiempo, la imagen mental de Jimin haciéndole el handjob que él mismo se estaba haciendo le volvió loco.

Sube a su coche y conduce hasta el sector siete, le manda un mensaje al castaño.

El castaño lleva vestido desde las diez de la mañana, es la hora de comer y le extraña que el viejo le haya permitido salir tan temprano, pero para él no es ninguna molestia, de hecho, cuando está a punto de abrir la puerta del portal se recuerda que lo que hizo y pensó anoche mientras se masturbaba no es real y nunca pasó, se mentaliza para que su cuerpo no vuelva a reaccionar de esa manera y sale del edificio.

Entra en el coche y se saludan como lo han hecho desde que se conocen, entonces JungKook arranca y pone camino al sector cinco, es la hora de comer y tiene hambre.

Su hermana le ha llamado según a salido de su empleo para avisarle de que le ha llevado suficiente comida como para alimentar a cuatro personas y, siendo sincero, le encanta la comida de su pequeña hermana.

  —¿Has comido ya?— pregunta el peli-negro al estacionar el coche en el parking de su edificio, Jimin niega y mira el gran bloque de viviendas.

"Definitivamente el sector cinco es para adinerados"- piensa al ver lo lujoso que aparenta ser el edificio, ambos bajan del coche y entran a un ascensor.

  —Este sitio debe ser realmente caro.— Jimin no se da cuenta de lo que ha dicho hasta que escucha la risa del más alto.

—La gente cree que el sector cinco es solo para gente privilegiada pero no es así.— el ascensor abre sus puertas en el quinto piso y ambos salen, llegando a una puerta de madera caoba.—Aquí la realidad es que los precios son muy bajos en comparación a  los demás sectores,—  explica, impresionando a Jimin.—eso la gente normalmente no lo sabe y tampoco se toma el tiempo de ver qué sector es el mejor para su economía.

  —¿Hay algún apartamento libre?— pregunta en broma, aunque , tal vez, sí sea buena idea mudarse, ese sector está mucho más cerca de su empleo y, si es cierto que los precios son más bajos, podría ahorrar lo suficiente para comprarse un coche. 

—Éste se vende desde hace más de un año.—  JungKook señala la puerta contigua mientras abre la de su casa.—En el primer, sexto y octavo piso se venden otros cinco y, la verdad, son bastante baratos.—ambos entran en la casa del más mayor y, casi al instante, ambos se deshacen de las máscaras.

  —Tal vez me plantee lo de mudarme aquí.—Se descalzan y caminan hasta la cocina, de donde JungKook comienza a sacar dos platos, vasos y cubiertos. Jimin lleva la comida en tapers al salón.—Quiero comprarme un coche y con lo que cuesta el alquiler en mi sector no voy a poder comprarlo nunca.—no sabe muy bien por qué ha dicho eso pero la necesidad ha sido extraña.

  —Estaría bien tener un vecino que me caiga bien.—  bromea JungKook, que se sienta justo en frente del castaño, comenzando a servir la comida.—Esto te va a encantar, mi hermana cocina como los dioses.— Jimin se sorprende ante las palabras del más alto.

Le gusta y le parece adorable esa expresión que mantiene cada vez que habla de su hermana, aunque esté cabreado con ella, aunque esté triste y eso, a Jimin, le parece demasiado hermoso 

  —¿No te llevas bien con ninguno de tus vecinos?— JungKook niega con su cabeza, metiéndose en la boca una cuchara llena de arroz y un cacho de carne.

—Antes sí, unos amigos vivían en el edificio. — termina de tragar y continúa.—Por desgracia tuvieron que dividirse por diferentes sectores, por suerte YoonGi vive unos portales a la izquierda.— Jimin siente un pequeño malestar, es una sensación de cabreo que no tiene sentido.—Los demás vecinos son unos capullos amantes de las máscaras.— se queja.

—Entonces estamos en una situación similar.—  Jimin se ríe y come un poco más de arroz.—Los míos son iguales, aunque nunca tuve ningún amigo como vecino a decir verdad.

La conversación durante la comida no escasea en ningún momento, ni si quiera cuando, entre ambos, limpian la mesa y los platos, ambos se lo pasan bien juntos, ríen, bromean y hablan de cualquier cosa, pero el recuerdo de la noche anterior mantiene a ambos descentrados en las conversaciones, aunque ninguno se llega a dar cuenta, la tensión sexual es palpable entre ambos pero hacen que sea cómoda y agradable.

—Jimin, lo que escuchaste ayer...—  Jimin asiente comprendiendo a qué se refiere e intentando, por todos los medios, olvidar la sensación de la erección de JungKook contra su culo, aunque no sirve de mucho. —creo que tal vez te gustaría unirte.

—Entendí un poco, pero no demasiado.—  Jimin se sonroja al recordar por qué no prestó la atención suficiente.

—Junto con unos amigos,— comienza.—nos estamos reuniendo para acabar con las máscaras, no somos vándalos. —  aclara pues la cara de Jimin a sido de pura diversión.—No destrozamos zonas públicas con quejas, pero sí acabamos con la vida de algunos de mis compañeros.—  Jimin abre sus ojos en sorpresa, nunca imaginó a JungKook como una persona así.

  —JungKook, eso es peligroso.— él no puede explicar que es algo que ya hace por solitario, pero también es cierto que no hay nada que pueda atraerle más que la idea de salir a las calles en contra de esas horribles máscaras con el peli-negro.

—Lo sé, por eso te lo he comentado, tómate el tiempo que necesites para darme una respuesta.—  JungKook sonríe y, seguidamente, acerca el cenicero junto al paquete y el mechero que hay sobre la mesa de café.

JungKook necesita fumarse un cigarro, los pensamientos lascivos no paran de aparecer en su mente y teme que, en cualquier momento, acabe con otra erección. 

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Tras mil años sin actualizar este fic por fin me decido a hacerlo XD.

Los que estáis leyéndolo seguramente querréis matarme pero bueh :)

Nos leemos en la próxima.

(Intentaré no volver a tomarme otros mil años antes de publicar el siguiente XD)

Darkest_Light_Soul.