V.E.I.N.T.I.T.R.E.S (1/2)

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Jimin se encuentra frente a la puerta del pelinegro, acaba de llamar y espera impaciente a que le abra, le da bastante miedo que pueda descubrir su agilidad con las armas o su velocidad de reacción ante los problemas que podría presentar la noche, está más que nervioso.

La puerta se abre, pero no es al peli-negro a quien ve, es al peli-violeta, que le invita a pasar rápidamente, saludándole mientras entran al salón abierto.

—JungKook está cambiándose en su habitación, ¿has traído tu ropa de cambio?— Jimin asiente, mostrando un traje similar al que llevan los cinco chicos que se encuentran en el salón.— Si quieres ve cambiándote en el baño, JKiller no tardará en salir.— el castaño se sorprende al oír el apodo de su peli-negro, sin embargo no dice nada y se dirige al baño, dónde se pone el traje negro rápidamente.  

No tarda demasiado, a penas unos minutos, pero son los suficientes para ver a JungKook salir de su habitación completamente vestido y arreglando su chaqueta, sus miradas no tardan en conectarse y, definitivamente, ninguno pretende dejar ir esa noche al contrario.

Para JungKook el castaño se ve irremediablemente sexy, tanto que no cree ser capaz de permanecer toda la noche sin una erección, Jimin no se diferencia mucho, lo único es que no es capaz de ocultar su rápida excitación.

Se sonríen, algo avergonzados por los impuros pensamientos que recorren sus pensamientos, caminan juntos hasta el salón donde les esperan los demás, que se sonríen cómplices al conocer, gracias a YoonGi, lo que ambos chicos se traen entre manos, cada uno coge su mochila, en la que llevan sus armas y máscaras y suben, cada uno, a su propio coche, esta vez atacaran el sector nueve, el cual Jimin y JungKook conocen bastante bien.

Jimin sube al coche con JungKook, HoSeok con TaeHyung y YoonGi y, por último, Nam Joon y Jin en el último coche. En un principio van en fila, siendo JungKook y Jimin los primeros, el ambiente no es tenso ni incómodo, pero el silencio que hace presencia les perturba a ambos por igual, que se preguntan una y otra vez las mismas cosas.

-No puede saberlo, tengo que parecer un novato.- Piensa Jimin, que mantiene su mirada fija en las vistas en constante movimiento siendo iluminadas por unas cuantas farolas que no alumbran demasiado.

-¿Me contará la verdad?-Se pregunta el mayor, mirando fijamente a la carretera frente a él, intentando centrarse en algo que no sea el jugoso y redondeado culo de Jimin siendo tan perfectamente abrazado por los pantalones del traje, sin embargo hay algo que le devuelve a la realidad.

—Necesitas un apodo.— su voz sale ronca por la excitación que intenta mantener controlada.—No podemos llamarte por tu nombre y, créeme, no paramos de llamarnos entre nosotros.— Jimin asiente, aunque aún mantiene la mirada pegada al cristal del coche.      

—Ponme tú el apodo, si quieres, claro.— Jimin se sonroja bajo su máscara mientras sujeta con fuerza la máscara con rasgos gatunos entre sus manos, no puede negar lo nervioso que está y, solo tal vez, se arrepiente un poco de haberle dado la autoridad a JungKook de ponerle un apodo.

  —¿No te gustaría ponértelo tú mismo?— pregunta, no quiere imponerle un nombre cómo sus amigos han hecho con él, aunque le cuesta reconocer que le gusta su apodo y se ciñe bastante a él. Sin embargo Jimin se mantiene en silencio, se arrepiente de haberle ofrecido ese poder, pero tampoco es bueno poniendo nombres o apodos.

—Realmente me da igual.— Jimin aparta, por primera vez en el camino, la mirada de su ventana, para mirar el perfil oculto del peli-negro, mentalizándose con el posible nombre que pueda ponerle su acompañante.

Mochi o Gukie-ah— propone el mayor, que ha notado la penetrante mirada del castaño desde el primer momento, espera una respuesta en poco tiempo pues están a unos cuantos minutos de llegar al sector destinado y debe avisar a los demás sobre el apodo del menor del grupo.

Gukie es el nombre de mi gato.—  Jimin no puede evitar reírse ante tal nombre.

—Tu máscara, tu gato y tú os parecéis bastante.— declara, su voz provoca escalofríos por todo el cuerpo del menor, que desea dejar de lado esa estúpida noche y lanzarse sobre él en ese mismo momento.

Mochi es... íntimo.— cómo no serlo si fue así como le apodó el día en que acabaron enredados entre las sábanas, llenos de sudor y de sus propias semillas, su sonrojo se hace aún más fuerte al recordar las maravillosas sensaciones de aquella noche. Por descarte y, por el mero gusto de tener la seguridad de que solo el  peli-negro le llamará así acaba por elegir su apodo. —Guki-ah me gusta más.— ve a JungKook asentir y girar hacia un callejón demasiado oscuro.

No existe ningún tipo de iluminación además de las luces de los tres coches, el callejón es amplio y parece bastante abandonado, cuando bajan del coche no pueden evitar pisar alguna que otra lata de cerveza o patear alguna botella de alcohol que se encuentra tirada por allí.   

Todos bajan de sus coches, cambiándose al instante las máscaras por las que tienen rasgos animales, cada uno luciendo con grandeza y superioridad, cogen algunas armas de las mochilas y las preparan rápidamente, guardándolas donde les es posible.

Jimin observa a JungKook, que coloca cuidadosamente una daga de color negro en un cinto que, hasta el momento no ha visto, enrollada en uno de sus fuertes muslos, bajo las solapas de su chaqueta coloca dos pistolas y varios cargadores en su cinturón, no puede creer la elegancia con la que ese hombre es capaz de esconder, a plena vista, sus armas, resultando casi hipnótico verle guardar aquellos objetos letales para el ser humano.

El mayor nota su mirada en él y, puede jurar, que si sus amigos no estuviesen, apresaría al castaño contra la pared más cerca y le devoraría hasta quedarse satisfecho, sin embargo cuando ha terminado de prepararse por completo observa a Jimin sujetar con fuerza una parte de su pantalón, ha visto el bulto desde el primer momento y sabe a la perfección que eso es un arma que intenta ocultar malamente, sin embargo no dice nada mientras le entrega una pequeña pistola y algunos cargadores que se guarda con cuidado en su cinturón, lo hace con tal delicadeza, como si pudiese herirse a sí mismo o a alguien que, si no le hubiese descubierto, está seguro de que no se enteraría de la verdad.

Ambos chicos se acercan a los demás, que ya están completamente listos para poner manos a la obra y comenzar a corretear entre los tejados de los edificios en busca de alguna patrulla a la que poder detener.

—Chicos, él es Gukie-ah.—  Jimin se siente extraño, pues ya los conoce a todos.

—Encantado, yo soy RM.— Se presenta el que, hasta el momento, era Nam Joon, Jimin está bastante sorprendido, aunque atina a asentir con la cabeza.

—Yo soy Omma, bienvenido al equipo Gukie-ah.— recibe un efusivo abrazo del peli-rosa, que le deja aún más desconcertado de lo que ya está.

Suga.—  su voz suena exactamente igual que siempre.—Ten cuidado, será peligroso.— no explica más, dejando aún más desconcertado al menor.

-¿De qué va esto?- se pregunta, observando al peli-naranja, que le tiende la mano.

—Soy J-Hope, suerte en tu primera noche.— HoSeok esconde una gran sonrisa bajo su máscara de zorro.

—Todos me llaman V, bienvenido, ¡espero que disfrutes de esta noche con nosotros!— TaeHyung sigue siendo igual de vivaracho y enérgico que siempre. 

—Mi nombre es JKiller, no te despistes esta noche, Gukie-ah. —  las palabras del peli-negro son las que más le sorprenden.

JungKook suspira aliviado de que sus amigos no hayan dado ni una sola indirecta sobre la realidad que les contó hace a penas unas horas, no quiere que Jimin sospeche de él, prefiere que sea el castaño quien se sincere con él y le confiese la verdad cuando esté preparado y, aunque es raro para él y para sus cinco amigos, está dispuesto a esperar hasta que el menor se exprese con confianza con él. 

Todos ponen rumbo, bajo un silencio sepulcral hacia unas escaleras de incendio que conectan con la azotea de un edificio cercano, tan solo se escuchan las "despistadas" pisadas del menor del grupo, que finge lo mejor que puede su inexperiencia, los seis amigos sonríen divertidos al darse cuenta de ello, por lo que no dicen absolutamente nada, ni si quiera cuando llegan a la azotea y comienzan a vigilar los alrededores en busca de alguna patrulla o policía solitario.

JKiller, —  llama Suga, quien se acerca al nombrado, que observa con cuidado la lejanía.—No creo que esta noche estemos aquí por mucho tiempo.—  JKiller asiente ante las palabras de su mejor amigo, sin comprender el segundo sentido de sus palabras.   

El mayor se aleja en silencio del menor, que está pensativo, tiene demasiadas cosas rondando su mente, YoonGi sabe lo que eso significa, a pesar de haber salido tan solo unas cuantas noches con él en busca de la verdad,  sabe que está buscando en sus recuerdos algo que le incite a actuar, algo que le obligue a reaccionar como debe y, al mismo tiempo, algo que le retenga de cometer alguna locura que no solo le ponga a él en peligro, sino a los demás. Está orgulloso de su mejor amigo, por que a pesar de todo, siempre busca la seguridad, diversión y el aprendizaje de todos los que forman ese pequeño grupo de "salvajes" que tan solo quieren acabar con aquello que provoca demasiadas muertes, que destroza familias y rompe sueños ajenos.

JKiller, una patrulla se acerca por aquí.— Nam Joon señala frente a él, mientras el nombrado se acerca a él, sonríe bajo su máscara y asiente, es el momento de actuar.

V, necesito que esas ruedas se desinflen.—  pide y, al instante el peli-rojo tiene su Fusil de Francotirador apoyado en una pequeña elevación desde la que observa el movimiento de las ruedas con detenimiento, esperando a la orden de su calculador amigo.—Suga, Omma coged las cuerdas y prepararlas. — ambos asienten y corren hacia la esquina en la que se encuentra lo pedido.—RM ve con J-Hope a la calle, id desde la espalda, Gukie-ah y yo iremos de frente.— Jimin se sorprende ante lo calculador y decidido que suena el policía, aunque, nuevamente, se aferra a su arma, escondida en su pantalón de la mejor forma posible, es algo que le da seguridad.

Todo pasa en una milésima de segundo, Jimin y JungKook están en la esquina dicha por el mayor, mientras que Nam Joon y Ho Seok están ya posicionados en su esquina, esperando, al igual que Jin, YoonGi y TaeHyung por la señal de JungKook, la patrulla está cada vez más cerca y, levantando el puño, V recibe permiso para disparar.


  

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Darkest_Light_Soul.

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