15.

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng


🌷YULISSA🌷

Hoy es el gran día, por supuesto estoy muy feliz. Mi hijo cumple su primer año de vida, pienso celebrarlo con las personas más cercanas, que no son muchas.

Eva y Carlos están encargados del restaurante mientras Elly y yo estamos con los preparativos de su pequeña fiesta. Pasa bocas, la cena, la torta, los globos, todo ya está listo, menos mi pequeño porque le pedí a Karen que llevara al parque a jugar un rato, ya que ahora puede hacerlo. En su última consulta la pediatra me informó que Mateo estaba en perfecto estado y ya podía salir más al exterior e interactuar con otros niños de su edad, así que empecé por el parque.

Voy por mi teléfono, le envío un mensaje a Karen para pedirle que regresen antes de subir a buscar su ropa y alistar su baño, doy un último vistazo a cada detalle, me encanta el resultado, bombas azules y blancas por todos lados, serpentinas, una fotografía de mi pequeño colgada en la pared y el pastel de fresas.

¡Que rico! , quiero meter mi dedo y probar.

Me abstengo de hacerlo. El timbre suena y voy a abrir la puerta, Hanna se asoma sonriente, en sus manos trae un regalo para mi hijo, detrás de ella veo a mi hijo en los brazos de Karen. y mejor le marco a Eva, pero no responde.

—Hola Hanna, gracias por venir. Sigue y disculpa, te dejo con Karen un momento mientras yo pongo muy guapo a este príncipe.

—Descuida, fui yo quién llegó temprano.

Tomo a mi pequeño en brazos y lo llevo a la habitación para darle un baño, vestirlo y bajar. Cuando lo hacemos, ya casi todos están sentados,  faltan Carlos y Eva.  Hanna se acerca para quitarme a mi hijo de los brazos, lo abraza y besa con ternura. Aprovecho eso para saludar a todos.

—Muchas gracias a todos por acompañarme, de verdad que me hacen muy feliz. Gracias también por los regalos.

Saco mi teléfono y le marco a Eva, pero no responde. Hago lo mismo con Carlos e igual que ella, no responde. 

¡Sospechoso!

—Hanna, ¿Eva y Carlos ya cerraron?

—Si Yuli, nosotros nos venimos y Eva se quedó con Carlos encendiendo las alarmas.

—¿Por qué tardan entonces?

—No lo sé, tal vez se les presentó algo —responde.

—Si, debió ser así —Tomo las llaves para salir a buscarlos—. Elly ya vuelvo, te encargo a Mateo por favor.

—¿A dónde vas cariño? —pregunta con curiosidad.

—A buscar a Eva y a Carlos, los llamé pero no contestan. Ya me preocupé.

—Ve. Cariño, mientras tanto yo llamaré a Óscar para preguntar por dónde viene, también se está tardando este hombre.

—Ya vuelvo. Quedan en su casa.

Salgo a buscarlos al restaurante, y si, ya estaba cerrado, uso las llaves para abrir la puerta pequeña y entro. Los busco por todos lados, pero no están por ningún lado.

¿Dónde se habrán metido estos dos?

Sego buscando hasta que escucho un ruido proveniente de la oficina, me asusto pensando miles de cosas. Camino hasta allí sin hacer ruido, abro la puerta despacio, asomo mi cabeza para asegurarme que todo este bien, gracias a dios no hay nadie. De nuevo escucho el ruido, solo que ahora se oye mejor, parecen... ¿Gemidos? Definitivamente si lo son y provienen del baño. Me dirijo ahí de chismosa, ruedo la perilla para abrir la puerta y...

—¡Oh Mierda!, puta madre. —artículo, cubro mis ojos con ambas manos y me volteo rápido para salir de la oficina.

Eva y Carlos estaban teniendo sexo en el baño y la estúpida me sonrió cuando me vio también.

Le vi el culo a Carlos, y... ¡Qué culo!
!como lo mueve!

—Mierda Yuli no seas cochina, llevas algo de tiempo sin sexo pero, no seas morbosa —Me regaño en voz baja.

Salgo de ahí lo más rápido que puedo ya que los muy cínicos continuaron con su polvo como si nada, desde aquí pude escuchar el grito de mi amiga cuando llegó al orgasmo, no quiero escuchar más y me voy a casa.

Al llegar Elly nota mi cara de sorpresa, pero no indaga porque está bastante ocupada con Oscar, que ya llegó, al igual que Jacobo y sus hermanitos.  Me acerco para saludarlos y luego voy a la cocina a beber un vaso con agua.

Diez minutos después Eva y Carlos llegan con regalos en sus manos, me miran con una sonrisa pícara y dejan los regalos en la caja. Carlos se sienta al lado de su padre y Eva viene hasta mí.

Se ve muy contenta la condenada.
Claro, con ese polvo que le dieron ¿Cómo no?

—¿Desde cuando tú y Carlos están juntos? —susurro para que solo ella me escuche.

—No estamos juntos —responde de la misma forma.

—¿¡Ah no!? ¿Entonces lo que vi en el baño ¿Qué?

—Digamos que, nos da ganas y no las quitamos.  —comenta guiñándome un ojo antes de irse a sentar en el sillón con los demás.

Ya hablaré con ella cuando estemos solas. La conozco y sé que eso no fue un acostón para ella.

Regreso con ellos llevando una bandeja llena de pasa bocas y helado para los niños, no hay muchos porque solo estamos los más cercanos, algunos trajeron sus hijos otros trajeron a sus sobrinos, solo hay dos niños que son un poco mayores que Mateo.

Los adultos charlamos mientras los niños juegan con mi hijo. El resto de la tarde se pasa en juegos para ellos, fotos y en destapar regalos.

Me levanto en cuanto Óscar destapa su regalo, se lo ofrece a mi pequeño y él se levanta y da unos pasos para tomar el balón de fútbol.
El grito de emoción que pego lo asusta, pero no deja su balón.  Casi ni se ve porque es más grande que él, corro y lo levanto para abrazarlo y besarlo.

—Mi amor, caminaste. —Vuelvo a besar su cabecita, pero el se mueve para que lo baje. Lo dejo en suelo y de nuevo va hacia el balón que se le había caído.

—Bueno, ya sabemos cual regalo le gustó. —dice Óscar satisfecho, se agacha para revolcar su cabello. —Disfrútalo mucho campeón.

—¿Quién quiere pastel? —Elly pregunta.

—Yoooo. —gritan los niños con emoción.

Elly y Eva se encargan de de eso, mientras yo a do detrás de mi hijo para evitar que se caiga, patea el balón y va tras el una y otra vez. Lo tomo en brazos para que coma un pedacito de pastel, quiere hacerlo solo, así que lo dejo. Rio al verlo todo embarrado de crema por toda su carita y ropa. Le saco una foto para el recuerdo.

La noche llega y después de la cena

la mayoría de los invitados se van, solo Óscar, Elly, Eva y Carlos están aquí. Mi pequeño ya está en pijama y dormido en mis en brazos, debe estar cansado.

Observo a Óscar hablar de no sé qué cosas, están sentados muy pegadizos, de vez en cuando se dan besitos tiernos, se ven muy enamorados.

Me alegro mucho por ellos.

Luego paso mi mirada a Eva y a Carlos, se miran cómplices y sonríen, supongo que por lo ocurrido esta tarde en el Restaurante.

Bajo mi mirada hacia mi pequeño dormido y lo observo también por un rato, se ve tan tierno, lindo y muy frágil que me hace pensar muchas cosas.

¿Qué habría sucedido si yo no hubiese logrado salvarlo?

¿Qué sería de mi vida sin él?

Sin ese pedacito de Sol iluminando mis días y noches a diario. Una lágrima sale porque mientras lo observo, mi mente juega conmigo, imagina que Marcos aparece con un enorme regalo para él.

Hubiese sido lindo si hubiera estado aquí celebrando con nosotros este momento tan importante.

¡Qué tonta soy!

De seguro él está feliz con su esposa y su hijo o hija, no lo sé.

No lo quiso y no lo querrá, acéptalo ya.

Me regaño internamente.

Eva tiene razón, ha pasado mucho tiempo. Ya es hora de aceptar que Marcos no vendrá a buscarnos, que tiene una vida y nosotros no estamos ni estaremos en ella. Confieso que en el fondo de mi corazón, lo esperaba. Esperaba que se arrepintiera y viniera por mí, por nosotros.

Me levanto de mi asiento para llevar a mi hijo a su cuna, le doy un beso de buenas noches y vuelvo con los demás. Todos están de pie esperándome para despedirse y recordarme que la próxima reunión será en casa de Elly, celebraremos allí el año nuevo, todos en familia; porque eso son ellos ahora para mi. ... Mi familia.


🌷🌷🌷🌷🌷🌷🌷

—Ahora sí, abre la boca y habla descarada, no voy a preguntar qué tal estuvo tu polvo porque lo vi con mis propios ojos  —La muy cínica traía puesta una diminuta pijama y su celular en la mano. Se sienta en la cama y me sonríe—. No voy a preguntar qué hacías con ese celular, ya me lo puedo imaginar —Carcajea.

—Yuli bella, pues si, hacia lo que te imaginas y por lo otro... Que te digo, me encantó, Carlos es buenísiiiiiimo en la cama —Casi gritó mordiendo su labio inferior—. Me gusta mucho y quiero todo con él, pero no quiere nada serio conmigo por ahora, solo sexo y nada más, y lo peor es que yo estuve de acuerdo.

—¿Y si quieres algo serio por qué aceptaste algo así? —reprocho.

—Porque el sexo es la mejor manera para enamorar a tu hombre.

—Estás loca, ¿De dónde sacas eso? el que quiere sexo solo quiere sexo, nada más Eva, además eso es peligroso, siempre uno de los dos sale lastimado y por lo que veo, serás tú. —digo apuntándola con mi dedo.

—No lo creo, y si fuera así... —Resopla—. Lo sé, pero... No quiero dejarlo Yuli, me sentiría peor si no lo tengo a mi lado, aunque sea solo para quitarnos las ganas. ¡Dios Yuli!, si supieras todo lo que me hace sentir ese hombre —se deja caer de espaldas sobre la cama.

—Me imagino, mira la cara que tienes y solo estás hablando de él.

—Y eso no es nada amiga, solo de recordar lo del baño, uf.... Me vengo de nuevo, creo que tendré un orgasmo justo ahora —Agarra la almohada y la abraza fuerte.

—¡Ay amiga!, De verte y escucharte hablar así, hasta me dieron ganas de... —Me quedo en silencio.

—¿De qué? ¿No me digas que te dieron ganas de acostarte con Carlos porque te mato? —Se sentó en la cama mirándome fijamente.

—¿Qué?, no, claro que no. Él es tú hombre y yo jamás te haría algo así. ¿Cómo crees?

—Entonces, ¿De que hablas? — Pregunta curiosa.

—De nada, olvídalo.

—Ningún olvídalo Yuli, dime, habla. —Me quedo callada, Eva se levanta y me lanza a la cama para hacerme cosquillas—. Dime, no te dejaré hasta que lo digas —dice entre risas.

—¡Ay! bueno, es que de verlos hoy ahí como estaban me... Me dieron ganas de tener sexo ¡maldita sea! Ya, lo dije, ¿Contenta?.

—¡Oh! mi amiga necesita un hombre que le de bien duro y le quite todas esas telarañas.  ¡Por fin Dios!. Ahora mándale un hombre que tenga un gran pene y le eche un buen polvo te lo suplico. Amén. —Tomo la almohada, se la aviento y salgo de su habitación antes de que quiera buscarme un candidato y conociéndola, sé que lo hará.

No lo dudo.

Gracias por leer.

Bendiciones para todos.

😘

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro