Comenzamos corriendo, iba a un lado de Midoriya pero con el tumulto de personas lo perdí de vista. Encontré a varios robots que destruí en apenas unos segundos gracias a mi Quirk. Tomo aire, lo comprimo y lo lanzo a una gran velocidad destruyendo 3 robots de 3 puntos con un disparo, en este sector no se encuentran muchas personas y los robots son justos para conseguir mis puntos. Cuando llevo cerca de cincuenta puntos escucho un gran estruendo.

"Es el robot de 0 puntos, alguien lo ha destrozado"

Ese grito hizo que cierta preocupación surgiera en mí. Conociendo a Izuku, sé que el estará metido en ese asunto. Corro rápidamente y se escucha la voz del profesor anunciando que queda un minuto, elimino a cinco robots que se interponen en mi camino y el tiempo acaba, veo que una multitud de personas, los aparto llegando al frente encontrándome a mi amigo con sus dos piernas rotas y su brazo en el mismo estado junto a una chica vomitando. Me iba a acercar para curarle pero una anciana se adelanta y le besa en la cabeza sanando sus heridas.

"Los resultados serán dado en una semana, pueden irse a sus casas"

Camino a un lado de Izuku y veo que se lo llevan en camilla, opto por salir del lugar pero la misma chica que le ayudo en la entrada toma mi mano y me observa afligida.

"Ese joven, el me ayudo a pesar de que no llevaba ningún punto... necesito que me ayudes a que le den algo de mis puntos para que pueda ingresar"

La observo fijamente y le sonrío, caminamos hasta llegar a la entrada para encontrar a algún profesor o alguien de la preparatoria que nos pueda ayudar. Encontramos al mismo profesor que hizo la prueba entrando en una zona restringida, lo detuve y le hice una seña a la chica, mi trabajo había acabado.

"Bueno, ahora que te he ayudado me retiro, por cierto... mi nombre es Izumi Katya"

"Oh, lo siento, mi nombre es Uraraka Ochako, espero que quedemos y seamos compañeras de clases"

Me despido con mi mano y salgo de aquel recinto. En estos momentos Izuku debe estar por llegar a su casa, con esa chica demoramos mucho en encontrar a alguien. Camino tranquilamente y paso al frente de una pastelería, por lo que recuerdo el cumpleaños de Izuku ya paso y no pudimos celebrarlo por toda la conmoción del momento.

Decido pasar a la casa de Izuku para darle la torta y hablar un rato con él y su madre, hace un buen tiempo que no la veo. Toco el timbre y la madre de Izuku me abre la puerta y me mira extrañada, luego me reconoce y me abraza fuertemente.

"Katya, vaya no te reconocí. Me alegra volver a verte, tu cabello ha crecido y tu cara ya es de toda una señorita, siempre me pregunte porque mi hijo y tú nunca formaron una relación. Pasa, eres bienvenida, mi niño se encuentra en su habitación"

Le regalo una sonrisa y le entrego la bolsa un poco tímida, ella siempre me trato como una hija y siempre espero a que cuidara bien de su hijo pero no puedo hacer muchos milagros, digamos que Izuku no es demasiado tranquilo como para controlarlo.

"Traje una torta porque el cumpleaños de Izuku fue hace muy poco y... como no nos hemos visto mucho por su entrenamiento pensé que podríamos comer un pastel todos juntos..."

Ella sonríe y me abraza, acepto su abrazo y luego me dirijo a la habitación, lo encuentro recostado durmiendo, se ve realmente tierno en esa posición... me acuesto a un lado de el pero casi caigo ya que se encuentra en el medio de la cama.

"Midoriya, mueve un poco"

Como sonámbulo me contesta unas palabras no muy entendible pero hizo lo que le pedí, me acomodo y me quedo dormida junto a él.

NARRA MIDORIYA:

Despierto al sentir una brisa de viento que provoca un escalofrió en mi cuerpo, trato de moverme pero siento un cuerpo al lado mío, abro los ojos encontrándome esa conocida cabellera negra que ocupa toda mi almohada, me levanto lentamente y cierro la ventana mirando su rostro. Katya realmente es linda, demasiado para su propio juicio, es buena y realmente admirable. Nuestra amistad es lo único que me recuerda que no debo enamorarme de ella, es mi hermanita, no será de sangre pero si de sentimientos. No es la primera vez que duerme a un lado mío., antes de que dejara de venir a mi casa siempre se acostaba a un lado mío, hablábamos de los héroes nuevo y de las grandes hazañas de All migh.

"Mama, ¿hace cuánto llego Katya?"

Me miro un poco sonriente, demasiado para ser ella. Luego, mientras conversábamos, ella coloco los servicios en la mesa y una... ¿torta? Se sentó y me invito a sentarme frente a ella en la sala de estar.

"Llego hace una hora, al verlos durmiendo pensé que la prueba debió ser realmente cansadora. Me alegra mucho volver a verla pero la noto rara, ¿no le habrá pasado algo?"

Le conté lo sucedido con su familia y ella no se mostró muy sorprendida, creo que tenía la leve sospecha de lo sucedido, ya que se transmitió por la televisión pero no nombraron a la chica.

"La madre de Katya fue una amiga mía, nunca me gusto su pareja pero no le dije nada, ella se veía feliz. Nos alejamos y perdimos contacto pero cuando me presentaste a tu amiga tan emocionado la vi a ella, con su sentido del deber y sus actitudes... es su viva imagen. Debió ser realmente duro para ella tener que asimilar toda esta situación. Hijo, cuida de ella e invítala más seguido a casa, no quiero que siga sufriendo y creo que tú tampoco. Imagínate lo que le está pasando a ella, vivir en una casa grande pero sin ninguna compañía..."

Asiento un poco anonado, ahora que lo pienso las sonrisas de Katya ya no son como antes, su rostro se ha vuelto neutro y no hace nada.

"Iré a despertarla para que comamos"

Me levanto y comienzo a caminar pero la mano de mi madre m detiene y sonríe.

"Cambia esa cara, ella no quiere nuestra compasión... te trajo una torta con la excusa de que no celebro tu cumpleaños, agradécele"

Camino a mi habitación y sigue en la misma posición en que estaba, revuelvo mi cabello desordenándolo y me acerco a la cama, muevo suavemente su hombro tratando de que despierte pero no da resultados.

"Katya, despierta"

Se gira y me mira fijamente, de sus ojos salen pequeñas lágrimas y el tono rosa no tarda en adornar sus mejillas, toma mi mano y comienza a apretarla.

"Izuku... prométeme que no me dejaras, pase lo que pase"

Le acaricio la cabeza con la otra mano y limpio sus lágrimas mientras que ella no deja de gimotear, hace mucho que no la veía llorar, estos últimos meses se le ha hecho una costumbre.

"No lo haré a menos que tú lo decidas, recuerda que te prometí nunca dejarte"

"Cuando te vi en el piso con tus piernas rota pensé que habías muerto, sentí un leve vacío en el pecho... pensé que me habías dejado para siempre... no quiero que me hagas ver eso de nuevo, no otra vez"

Se abraza a mí y lo único que hago es acariciarle la espalda, siempre fue ella la fuerte, con su actitud inquebrantable... mi madre tiene razón, debo tomarle más atención que antes, ya no es la chica que me protegía de Kacchan, se ha vuelto delicada.

"Vayamos a comer, mi madre me ha contado que has comprado un pastel para mí, gracias"

Sonríe limpiándose las lágrimas y camina a la puerta, se gira y me invita a acompañarla, lo cual sonrió levantándome y pasando con ella entre bromas y risas llegando al comedor, donde cenamos como lo hacíamos años atrás.

Al acabar la cena la acompañe hasta su casa, conversábamos alegremente pero su sonrisa desapareció cuando llegamos a la casa. Las luces se encontraban apagadas y el ambiente era demasiado silencioso, no como en aquellos años, donde su madre salía alegremente a recibirla y charlar con nosotros.

"Katya... si quieres me puedo quedar contigo hasta que duermas"

Me mira unos segundos, sus ojos parecen examinarme y luego sonríe negando, toma sus llaves abriendo la reja y cerrándola al entrar, la miro con un poco de nostalgia.

"Izuku... debo acostumbrarme a que ya no está, además de que debes estar cansado y no quiero ser una molestia. Nos vemos en una semana, esfuérzate y entrena más con All migh"

Me despido con una sonrisa y camino a mi casa, pienso en todo lo que ha pasado, quizás ella quede en la academia y yo no... porque ella sí que tiene dos Quirk bastantes útiles.