concurso literario

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

holiss, amiguis de internet. Os dejo por aquí mi relato corto que podré presentar al concurso literario de mi instituto, sed brutalmente honestos, decidme si creéis que tengo que cambiar algo, no os cortéis, lo digo en serio.




RELATO

T.W: mención de violencia, sangre y asesinato.


Nunca ha sido fácil. No siempre las cosas han ido viento en popa, pero siempre he sabido controlarlo. He sabido controlar mi vida, mis amigos, mis amores, mis idas y venidas, hasta que apareciste tú. Tú que me dijiste que todo nos iría bien. Pero no a ti, nunca pude controlarte, y eso es lo que amé de ti. Eras libre.

Tú que me dijiste que no me preocupase, que las cosas que nos ocurrían eran cosas normales. Cosas livianas del día a día que les pasan a personas como nosotros. Personas que vemos el mundo de una manera distinta. De una manera peculiar.

Aún recuerdo cuando sucedió por primera vez. Yo estaba haciendo la cama y tú apareciste semi desnudo en la puerta de la habitación. Te miré a los ojos, pero no veía nada. Donde solía ver alegría y amor veía un vacío blanco que me daba escalofríos por la espalda. Empezaste a caminar y a deambular por todo el piso, únicamente con tu camiseta del pijama. Y entonces, volviste a tu ser. Una persona carismática que por dos minutos había sido un muerto viviente.

La segunda vez te pusiste violento. Cogiste un cuchillo y empezaste a rasgar todas tus camisetas. Me asusté, pero recordé lo que me dijiste.

– Mi psicóloga me dice que podría tener ataques neuróticos. – te seguí queriendo después de eso. Pero, oh, qué mal hice, debí alejarme de ti en cuanto pude. Te agarré las manos y te prometí quedarme a tu lado.

El resto de veces que pasaron, calculo que unas doce, siempre repetías lo mismo, «ella lo sabe», me dabas miedo. Mucho, pero no podía abandonarte, no cuando estabas así. Después de la decimosegunda vez, no te ocurrió en dos meses. Dos meses en los que yo hablaba con mi hermano. Le contaba lo que te pasaba y él siempre respondía lo mismo.

– Deberías dejarle.

– No puedo. – que ilusa era. – Además, no siempre le pasa.

– ¿Cuándo se pone así?

– Siempre noto un soplido en el cuello y oigo la risa de un bebé. Y entonces, empiezan a pasar cosas raras. Él se pone así, el sol se oculta, el viento se levanta y yo me quedo anclada al suelo sin poder reaccionar.

No sabes cuánto te odio por todo por lo que me hiciste pasar. Me hiciste creer que yo estaba enloqueciendo, según tú, no tenías ningunos trances. Me hiciste tenerte miedo. Y, para terminar, le hiciste lo que le hiciste a mi hermana.

No te paraste a pensar en lo que eso supondría. Dejarías a una niña de cuatro años y a un bebé de uno y medio sin madre. Dejarías a un marido sin su mujer. A unos hermanos sin hermana.

Entraste a su casa y la despojaste de lo único que todo el mundo amaba de ella, su corazón. Primero la metiste en el coche. La llevaste hasta nuestra cama, en la que tantas veces confesé mi amor hacia ti, y allí, la agarraste de manos y piernas, le clavaste el cuchillo en el pecho y la abriste en canal.

Cuando llegué, dijiste lo mismo de siempre «no he sido yo, te lo juro» pero tus huellas estaban por todas partes. Lloré y grité mientras tú me abrazabas y me llenabas de su sangre. Me susurrabas que todo iría bien, pero por primera vez en los dos años que habíamos estado juntos, no te creí. Escapé de tu agarre, cogí un cuchillo y mi teléfono y llamé a la policía.

Cuando llegaron, te arrestaron y en el juicio, dos meses después de esa atrocidad, te declararon culpable. Por eso mismo te estoy leyendo ahora todo esto. Para que recuerdes lo que hiciste y que tu última visión antes de morir sea yo. La persona a la que fuiste pudriendo poco a poco. La persona que te dio su corazón y no contento con eso, tuviste que arrebatar otro. La persona que más te ha querido, pero también la que más te ha odiado.

Te odio y te odiaré hasta el día del juicio final, porque hasta ese día moriré odiándote. Odiando cada centímetro de tu piel, cada rizo de tu pelo, cada peca de tu cara, cada lunar de tu cuerpo y cada célula de tu ser.

Así que, con esto y todo lo demás, te veré en el infierno, que es el único lugar en el que te mereces estar.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro