Volví con la historia principal, no publique porque estaba ocupado en un proyecto en conjunto con otros dos usuarios, se los recomiendo bastante solo tienen que buscar mi historia de Spiderman 4 y ahí entenderán.

Espero que les guste este capítulo que realmente me ha costado publicar por el contenido que tiene, es de mis favoritos por el desarrollo de G-Merl, no digo más disfruten del capítulo

Vainilla preparaba la cena tranquilamente, mientras que su hija estaba jugando fuera con G-Merl.

La madre de la coneja observaba con felicidad como jugaba su hija con el gizoid, puede que esa escena la hubiese visto miles de veces, la diferencia era que ahora el gizoid ya no tenía que esconderse nunca más de nadie. Podría vivir como uno más, eso es lo que hacía sonreír a la madre conejo.

―A que no me pillas ―lo retó Cream.

―Veras que si pequeña ―dijo G-Merl.

Cream corrió por el jardín, G-Merl lo seguía muy de cerca, ambos se divertían de buena manera.

La pequeña conejo no vio muy bien por donde iba, tropezándose con una piedra que tenía delante, G-Merl vio esto, por lo que la agarró rápidamente antes de que tocase el suelo.

―Ten cuidado Cream ―le pidió G-Merl.

―Sí, muchas gracias G-Merl ―le agradeció dándole un abrazo.

G-Merl correspondió felizmente, su expresión cambio al ver en su mente por unos segundos a Mephiles. El gizoid lo ignoró completamente para seguir con el abrazo.

―G-Merl, ¿sientes los abrazos? ―le preguntó Cream.

―¿Y esa pregunta? ―le preguntó G-Merl.

―Como eres un robot me entró la curiosidad ―le respondió Cream.

―Es complicado, yo soy como un humano, me adapto al entorno en el que me encuentro, eso también incluye a las personas que tengo alrededor ―le explicó G-Merl.

―¿Entonces tú desarrollas emociones al estar con gente? ―le preguntó Cream.

―Cuando era Emerl era como un niño pequeño, cuanto más pasaba con vosotros más me desarrollaba ―le respondió G-Merl.

El gizoid miró a Cream, quería preguntarle algo que lo comía por dentro desde hace un tiempo, parecía el mejor momento para hacerlo tras a verle explicado todo esto.

―Cream, ¿me consideras una persona? ―le preguntó G-Merl.

―¿Qué pregunta es esa? Claro que te considero una persona...hermano ―le respondió Cream.

G-Merl se quedó en shock tras oír esa palabra, ¿se lo estaba imaginando o realmente Cream lo había llamado hermano?

―M-Me ha ll-llamado hermano ―pensó G-Merl.

G-Merl quería preguntarle a Cream del porque lo había llamado hermano, por desgracia para él ya era la hora de cenar para la pequeña coneja.

―¡Cream a cenar! ―le avisó su madre.

―¿Vienes tú también G-Merl? ―le preguntó Cream.

―Voy a dar mi vuelta nocturna, luego te veré antes de dormir ―le respondió G-Merl.

―Nos vemos luego ―se despidió entrando Cream en casa.

G-Merl se metió en el bosque a dar una vuelta, su vuelta nocturna era algo que le encantaba, esa paz y tranquilidad que se respiraba en el ambiente sin duda era una de las mejores sensaciones en su vida. De cierta manera se parecía al héroe de Mobius.

―Creo que hoy podré ir al lago ―pensó G-Merl.

G-Merl aumentó un poco su velocidad hasta llegar a un precioso lago, si lo de antes no era suficiente en común con Sonic ahora con esto daba más indicios de parentesco con el erizo.

―Hacia tiempo que no venía aquí a relajarme, no he podido quitarle ojo a Cream y a Vainilla desde lo de la guerra, menos mal que todo eso se ha acabado, puedo estar más tranquilo con ellas ―dijo G-Merl aliviado.

―Puedo verlo ―dijo una voz.

G-Merl se giró levemente al oír esa voz tan familiar, era Mephiles que al igual que G-Merl se encontraba viendo el lago.

―¿¡Que haces aquí!? ―le preguntó G-Merl alterado.

―No eres él único que tiene fascinación con el paisaje ―le respondió Mephiles calmado.

G-Merl no se fiaba ni un pelo de Mephiles, razones suficientes tenías, pero si lo atacaba pondría en peligro a todas las personas que lo rodeaban, mantenerse calmado era su única opción.

―¿Por qué admiras tú este paisaje? ―le preguntó Mephiles.

G-Merl le sorprendió un poco la pregunta tan repentina de Mephiles, por esta vez le respondería a su enemigo.

―La paz que se respira aquí no está en todos lados, me parece un lugar apartado de la humanidad incapaz de sufrir daño alguno, aquí solo se transmiten pensamientos positivos, ninguno negativo ―opinó G-Merl.

―¿Incluso si estoy yo? ―le preguntó Mephiles.

La pregunta de Mephiles había cazado totalmente a G-Merl, no podría mentirle sabiendo de lo que era capaz.

―No, contigo se siente todo lo contrario ―le respondió G-Merl.

―Bueno, es mi esencia ―se defendió Mephiles.

Mephiles estaba todo el tiempo calmado, pese a esto G-Merl no bajó la guardia en ningún momento.

―Lo que más me gusta a mí de estos lagos es que transmiten la pureza de las personas ―dijo Mephiles.

Mephiles se asomó al lago, se concentró y logró ver su alma oscura, al erizo no le importó, más bien puso una sonrisa de satisfacción.

G-Merl se acercó también, quería comprobar si realmente había cambiado para bien o por el contrario se había estancado.

Su desgracia vino rápido al verse reflejado, logró verse así mismo cuando era su versión caótica de Emerl, esa locura más su destrucción se podían ver reflejados en ese simple lago.

―¿Ocurre algo? ―le preguntó Mephiles.

―¿Q-que le estas haciendo al agua? ―le preguntó G-Merl asustado.

―Nada, si estuviese haciendo algo tú serías capaz de detectarlo, pero por tú cara de sorprendido veo que ya sabes eso ―le respondió Mephiles con una sonrisa.

La locura estaba en esos ojos, el caos salía de su cuerpo muerte era lo único que lograba ver. G-Merl no podía seguir viendo eso, salió corriendo de vuelta a su casa. Mephiles observaba como este salía corriendo, su risa solo crecía cada vez que se alejaba.

―Buen trabajo Infinite ―lo felicitó Mephiles.

―No se ha dado cuenta de nada ―dijo Infinite apareciendo.

―Hiciste bien en preparar la ilusión antes de que llegase, le falta un empuje para que se corrompa del todo ―dijo Mephiles.

―A observar ¿no? ―le preguntó Infinite.

―Si ―afirmó Mephiles.

Mephiles e Infinite desaparecieron, sea lo que sea que habían planeado destrozó un poco mentalmente al gizoid.

G-Merl entró abruptamente a la casa, las conejas pusieron su atención en el robot que se veía totalmente agobiado.

―G-Merl ¿Qué te pasa? ―le preguntó preocupado Cream.

G-Merl quería responder, pero la apariencia de Mephiles se le apareció en su cabeza nuevamente, no era buena idea decir nada si quería mantener a su familia intacta.

―Nada, solo me asuste ―les mintió G-Merl.

―¿Estas seguro? ―le preguntó Cream.

―Si, no te preocupes pequeña ―la intentó tranquilizar G-Merl.

―Cream, ve a ponerte el pijama, en un rato subiré a darte las buenas noches ―le indicó Vainilla.

―Si, buenas noches ―se despidió Cream dándole un abrazo a G-Merl.

Cuando la pequeña conejo subió las escaleras su madre se acercó al asustado gizoid, este miró a la coneja un poco triste.

―G-Merl no te lo he dicho otras veces, gracias por cuidar de Cream y de mí siempre, eres una muy buena persona ―le agradeció Vainilla.

G-Merl agachó la cabeza, los robots no eran capaz de llorar, G-Merl podía sentir como cualquier otro, sufrir también entraba dentro de sus emociones.

―He visto mi viejo yo, me he asustado al recordar como era no quiero volver a ser ese monstruo nunca más ―se negó Vainilla.

―La gente de antes te usaba como arma sin importarles que fueses capaz de sentir, eras un simple niño asustado que era manipulado, tú no tienes la culpa de nada y es hora de que lo aceptes ―le recomendó Vainilla.

―Es difícil olvidar la gente que ha muerto en mis manos ―le comentó G-Merl mirándose las manos.

Vainilla agarró las manos del gizoid con la intención de calmarlo lo más que pudo.

―Entonces se la mejor versión de ti mismo ahora que puedes vive la vida que no pudiste disfrutar, estoy orgullosa de ti hijo ―le comentó Vainilla.

Otra palabra como la que dijo Cream, esta vez Vainilla le había llamado hijo.

―¿Por qué me dices eso? Cream antes me ha llamado hermano ―le preguntó G-Merl.

―Has estado tan poco en mi familia y aún así has estado tanto, te puedo considerar como un hijo te has vuelto tan importante en nuestras vidas que no te puedo considerar otra cosa ―le respondió Vainilla.

G-Merl no pudo evitar abrazar a Vainilla, el gizoid se sentía muy feliz, de alguna forma eso lo hizo sentir que había dado un paso hacia delante.

―Gracias por considerarme como un hijo ―le agradeció G-Merl.

―De nada cariño ―dijo Vainilla.

―Me gustaría poder darle yo las buenas noches a Cream sino es molestia ―le pidió G-Merl.

―Pues claro, anda ve ―le cedió Vainilla.

G-Merl subió las escaleras para darle buenas noches a su recién nombrada hermana. Cream estaba sentada en su cama esperando a su madre, por eso se sorprendió mucho cuando vio a G-Merl entrando a su habitación.

―Hola ―le saludó G-Merl con una sonrisa.

―Has venido a estar conmigo ―observó Cream ilusionada.

―Claro que sí, estaré contigo todo lo que quieras ―afirmó G-Merl.

―¿De verdad? ―le preguntó Cream.

―Claro que si ―le respondió G-Merl.

―Bien ―dijo Cream sacando un cuento.

―¿Quieres que te lo lea? ―le preguntó G-Merl.

―Si ―le respondió animada Cream.

―A leer se ha dicho ―dijo G-Merl.

G-Merl estuvo un rato con Cream, para ambos fue un momento de felicidad, G-Merl siguió los consejos de Vainilla de vivir su propia vida alejado del pasado, francamente le funcionaba muy bien.

Vainilla escuchaba desde el salón como G-Merl leía cada página, cuando finalizó sonrió al ver que el gizoid había logrado hacer que la niña se durmiese más rápido de lo habitual.

Perdería la concentración al escuchar el teléfono fijo, la coneja fue a cogerlo rápidamente.

―¿Diga? ―preguntó Vainilla.

―Vainilla, soy yo Amy ―le respondió Amy un poco preocupada.

―¿Qué pasa querida? ―le preguntó Vainilla un poco preocupada por Amy.

―Ha ocurrido algo terrible, ¿te acuerdas de Metal Sonic? ―le preguntó Amy.

―Si, ¿Qué pasa con él? ―le preguntó Vainilla.

―Ha vuelto con una nueva forma, ha destruido ya dos ciudades, para poner peor la situación ha ganado a Sonic, a Shadow y Metal Sonic 3.0 ―le respondió Amy.

―¿Qué haces con Metal Sonic 3.0? ―le preguntó Vainilla curiosa por ese nombre.

―Luego te lo explico, hemos mandado al equipo Chaotix para que os recoja y os lleve al viejo bunker de la resistencia, preparad lo necesario, mucho cuidado ―les explicó Amy colgando.

Al momento de colgar G-Merl bajó las escaleras viendo la cara de preocupación de Vainilla.

―¿Quién te ha llamado? ―le preguntó G-Merl.

―Ha sido Amy, debemos recoger todas nuestras pertenencias ―le respondió Vainilla.

―¿Y eso? ―le preguntó G-Merl un poco preocupado.

―Amy dice que Metal Sonic ha vuelto más fuerte que antes, ya no es seguro estar en casa ―le respondió Vainilla.

―Iré recogiendo las cosas de Cream, la dejaré descansar antes de irnos ―le comentó G-Merl.

Dicho esto, ambos recogieron todo lo necesario, ese mensaje había sido repentino, debían recoger rápidamente antes de marcharse de allí.

Pasó alrededor de 1 hora, G-Merl estaba pendiente todo el rato de Cream, mientras que Vainilla esperaba en el salón al equipo Chaotix.

La puerta fue golpeada tres veces, inmediatamente Vainilla avisó a G-Merl.

―¡G-Merl despierta a Cream que nos vamos! ―les indicó Vainilla.

G-Merl movió suavemente a la coneja, esta se fue despertando poco a poco hasta abrir los ojos.

―G-Merl ¿Qué pasa? ―le preguntó Cream despertándose.

―Tenemos que irnos, estamos en peligro ―le respondió G-Merl.

―Peligro, no entiendo ―dijo Cream.

―Vístete rápido, yo iré un momento con tú madre ―le indicó G-Merl.

La coneja obedeció al gizoid comenzando a cambiar su pijama por su ropa casual, G-Merl bajó las escaleras con la intención de avisar a Vainilla.

―Vainilla, Cream ya se est.... ―dijo G-Merl sin poder terminar su frase.

Y su frase no llegó a completarse, la escena que vio no lo dejaba ni hablar, si él fuese capaz de llorar lo haría, pero no todo de su cuerpo era humano.

Iniciar canción

https://www.youtube.com/watch?v=XjCBemnM_88

―A-AGG ―se quejó Vainilla.

―Llegaron los refuerzos ―se burló Mecha Sonic.

Mecha Sonic había atravesado a Vainilla con la espada de energía, la sangre salía de su cuerpo, sangre de la  mujer que hace poco la había considerado un hijo.

―Vai-Vainilla ―dijo G-Merl aterrado.

Mecha Sonic sacó la espada del cuerpo sin vida de Vainilla, esta cayó al suelo al momento.

―Me sorprende cada vez más la sangre que es capaz de echar el cuerpo humano, ¿y esa cara? ―le preguntó Mecha Sonic.

G-Merl no reaccionaba, esa escena no podía parar de repetirse en su cabeza, ¿Cómo podía existir un ser tan malvado como lo era Mecha Sonic? Algo estaba claro, no era ni humano, ni máquina, era un demonio.

―Oye que he matado a esta tipa, reacciona al menos ―le pidió Mecha Sonic.

G-Merl nunca debió fiarse de Mephiles, debía estar preparado para cuando llegase ese misterioso enemigo a vencer, no lo estuvo y alguien pago, su dolor apenas comenzaba.

―¿Ma-mama? ―dijo Cream casi llorando al ver a su madre.

G-Merl giró preocupado hacia donde estaba Cream, se había olvidado de ella, Mecha Sonic sonrió al ver a la coneja.

―La que faltaba ―dijo Mecha Sonic sacando su arma.

―¡NOOO! ―gritó G-Merl.

G-Merl se lanzó a por Mecha Sonic.

Mecha Sonic con su poder tumbó a G-Merl de un puñetazo, le aplastó el cuello para evitar que se moviese.

―¡PARA POR FAVOR! ―le pidió G-Merl.

―Vamos G-Merl, ¿de verdad una de las mejores máquinas del mundo esta sufriendo por algo que es exageradamente débil? ―le preguntó Mecha.

Mecha Sonic convirtió su puño en un cañón con el que apuntó a Cream.

―¡No, mátame a mí por lo que más quieras! ―le suplicó G-Merl.

―Déjame pensármelo.... No ―se negó Mecha Sonic lanzándole el misil a Cream.

―G-Merl... ―dijo Cream entre lagrimas antes de recibir el disparo.

G-Merl se quebró por dentro, en un solo día había ganado tanto y había perdido tanto, su familia lo único que tenía.

―Me has decepcionado bastante, Mephiles no eligió bien ―opinó Mecha Sonic.

G-Merl lo confirmó, ese robot era su prueba que supuestamente murió, tal parece ser que no era así. Mephiles lo mintió con el objetivo de quebrarlo.

Mecha Sonic le retiró el pie del cuello.

―¿Sabes por qué has perdido? ―le preguntó Mecha Sonic.

G-Merl no respondió, solo un aura roja emanó de su cuerpo.

―Renunciaste a ti mismo, fuiste considerado como el dios de la destrucción te admiraba por tus capacidades, te veo ahora y solo veo a un patético niño asustado que acaba de perder a su familia, tú más grande error fue renunciar a ti mismo, por favor que me entrar arcadas ―se burló Mecha Sonic.

―¿¡Que has hecho mal nacido!? ¡Me has quitado todo! ―le preguntó G-Merl.

―A mí eso no me importa, solo quiero pelear hasta que uno de los dos caiga, a ver quien cae primero, quien es el robot definitivo ―lo retó Mecha Sonic.

G-Merl se levantó, su mirada se quedó fija en Mecha Sonic, una mirada de odio que reflejaba su verdadero yo, sus ojos de un color rojo demoniaco como los de Mecha Sonic.

―Cream, Vainilla, perdónenme, pero volveré a ser yo en este combate ―se disculpó G-Merl.

Un portal se abrió detrás de Mecha Sonic, este no dudo en cruzarlo, G-Merl miró detrás suyo una última vez antes de despedirse de lo que alguna vez fue su hogar.

―Adiós familia ―se despidió G-Merl.

Ambos pasaron el portal, al otro lado solo había un vació lleno de rocas, sobre un montículo estaba sentado aquel ser que lo engañó.

―Hola G-merl, ¿listó para el combate? ―le preguntó Mephiles.

Fin de la canción

El día pintaba bien para el gizoid, de alguna forma encontró su camino, por desgracia la vida no siempre nos sonríe, las cosas malas suceden tanto en los mejores como en los peores momentos. Mecha Sonic ha asesinado a las dos personas más queridas por G-Merl, sin ni siquiera pestañear un poco, su lado oscuro ha regresado, lo usará para destruir al demonio que tiene delante ¿Podrá G-Merl recuperar el rumbo? ¿Cuál de los dos se coronará como la máquina definitiva?

La batalla que se prometió en el capítulo 7, esta por empezar: Mecha Sonic vs G-Merl