Capitulo 4

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Cada mañana cuando despertaba, Finn sentía que algo no andaba bien, el color del techo, el pequeño árbol en el jardín, su pijama de dos piezas, como si inconscientemente cada cosa que veía en su vida no estuviese bien, y siempre que pensaba demasiado en ello, su cabeza ardía.

Su única defensa era dejar de pensar en ello, encerrarlo en su baúl mental y continuar, aferrarse a las palabras de su madre o a creer que son simples ilusiones causadas por el accidente que había tenido y habían dañado su cabeza, no entendía sus propias palabras en muchas ocasiones y su cuerpo funcionaba por si solo en otras, su vida era caos puro en su cabeza el cual no podía exteriorizar sino preocuparía a su madre, ni hablar de estar en un edificio que se estaba derrumbando a muchos metros de altura con la extraña sensación de que esos robots con el rostro de Minerva no estaban allí para ayudarlo.

Todo eso sería lo que normalmente negaría u olvidaría con tal de poder seguir viviendo normalmente, pero ver ese amarillo le hizo sentirse extrañamente relajado, extrañamente... feliz.

- Eso es...

Saltando entre los escombros comenzó a acercarse, era un delgado objeto alargado que caía desde el agujero en el techo, como si fuese una manguera de incendios color amarillo la cual al momento de acercarse pudo notar que en el extremo de esta se hallaba lo que parecía ser una mano y al alzar su vista no podía distinguir su procedencia, pero sentía que entre más se acercaba, aquella sensación de que todo iría bien aumentaba al igual que el dolor de cabeza.

- Maldita sea, ¿Por qué ahora?

Siendo el momento donde, desde los escombros aledaños, pudo notar que un Minerva-bot había levantado uno de sus brazos, comenzando a emerger lentamente.

- Finn Cam-Mert, niño, análisis, colap-error...

Mientras emergía, Finn podía notar que el rostro del robot, alguna vez de expresión neutra y un intento de emular la calidez de quien le había cuidado desde que lograba recordar ahora se hallaba con daños considerables, mostrando parte de la cara desgarrada donde el circuito eléctrico interno era visible, sobresaliendo algunos cables ahora cortados mientras la imitación de ojo derecho se hallaba trizado junto con parte de lo que emularía el cráneo desde el cual un trozo de escombro sobresalía casi como si fuese una estaca que atravesaba su cabeza, uno de sus brazos apenas tenía el esqueleto metálico expuesto con varios cables y sensores soltando líquidos de tonalidades amarillentas y rojizas mientras la piel sintética colgaba de un lado y parte del pecho había sido empalada por la enfierradura ahora repartida por el piso.

- In-determin... ror, errAr, prOt3ccId-sj 23874-1-

Mientras el robot se levantaba, su brazo izquierdo aun se encontraba sepultado por los escombros, Finn observaba como el robot era incapaz de coordinar lo suficiente sus movimientos para liberarse y que era probable que este le persiguiese si le liberaba, pero su mirada ya no se fijaba en aquellos detalles robóticos, sino en lo que parecía ser el rostro dañado de su madre.

- Nuestros objetivos difieren, pero no puedo dejar que termine de esta forma.

Miro de reojo aquella mano amarilla y luego se dirigió hacia el robot, rodeándolo para tomar una barra de acero rota que se sobresalía desde los escombros la cual enterró cerca de la roca que retenía el brazo del dañado robot, haciendo palanca en un intento de levantarla con toda su fuerza.

- C0mau-do fInn Mer-Bell, da-ada crítico, es-vnix2300.

- ¡Vamoooooos!

La cabeza del robot se volteó en dirección a Finn, observando como se esforzaba en levantar el escombro.

El edificio comenzó a temblar nuevamente, el polvo seguía aumentando y las grietas crecían, soltando pequeñas secciones de cielo sobre el lugar pero aun con eso, Finn se aferraba a continuar haciendo de palanca para liberar al robot.

- ¡Maldita sea, sueltalaaaaaa!

El brazo amarillo comenzó a contraerse volviendo al piso superior, algo que Finn observo y sintió como su corazón comenzó a doler, aquello que parecía traerle paz y calma solo con estar cerca parecía querer alejarse, subir no sería sencillo a través de aquel agujero y tampoco pudo distinguir desde que piso brotaba, pero si dejaba a su suerte a aquel robot, aquella existencia con el rostro de su madre... sentía que no podría perdonárselo jamás.

Era un pensamiento egoísta, pero tenía una misión que cumplir antes de poder relajarse, ayudar a alguien que necesitaba ayuda.

Por lo que aunque sus ojos se cristalizaron al ver que aquella mano amarilla comenzaba a desaparecer de su vista, esto solo provoco que aumentara la fuerza que ejercía mientras gritaba con desesperación.

- ¡Maldicioooooon!

Aunque el edificio rugía violentamente amenazante con terminar de colapsar de una buena vez, Finn sintió que todo el ruido se detuvo por un momento, como si el tiempo se hubiese ralentizado, notando como el techo comenzaba a ceder sin haberse dado cuenta antes por haberse fijado únicamente en el robot y la mano amarilla.

- ¿Se acabo? ¿Paso algo así y fue como perdí mi brazo? ¿Mamá... sufrirá otra vez por mi culpa? Lo siento mamá, lo siento... Jake.

El concreto comenzó lentamente a ceder, Finn apenas pudo darles la señal a sus manos de soltar la barra pero era demasiado tarde para alejarse, demasiado para no ser aplastado por el escombro cuando sintió como algo le jalaba, notando que el Minerva-bot un con un brazo parcialmente destruido, aquella extremidad atrapada ahora se encontraba arrancada brutalmente, cubriendo a Finn con su cuerpo, quedando cara a cara.

- Finn.

Durante los próximos instantes, lo único que pudo escucharse en ese lugar era un lento goteo mientras el suelo se teñía de un color carmesí.


En ese momento, zona residencial

Aunque había llegado intentando pasar todo lo desapercibida que pudo, Frida no dejaba de sentir una sensación de peligro rodeándola, peor cuando consideraba que no había visto Minerva-bots desde hace un tiempo y ahora, con el anuncio de peligro por posibilidad de derrumbe del edificio central y la evacuación de la zona colindante, ella solo podía ver con miedo las señales rojas que se proyectaban desde todas las pantallas.

- ¿Qué esta pasando en esta isla? Por el amor de los fundadores, no entiendo nada.

Se dejo caer al piso mientras abrazaba sus piernas, estaba aterrada, su tranquila vida ahora parecía más amenaza que nunca y no podía huir, tarde o temprano los Minerva-bot volverían por ella, los causantes debían ser Kara y cualquiera que viniese con ella, ella sería culpada también, re-educada o quizás algo peor, si intentaba huir el guardián se activaría y la destruiría, era como si solo le quedase estar atrapada en una jaula, su propia jaula hasta que se decidiese su verdugo, todo por haber deseado alguna vez su libertad y... haber tenido una amiga.

- Todo se fue a la mierda, ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? Snif.

Estaba cansada y aburrida, su vida normal era eso, demasiado normal, demasiado para esperar algo más, estar encerrada rodeada de juguetes era todo lo que le deparaba para el futuro y tenía que conformarse con eso, su único escape había sido recientemente en forma de un pequeño robot que se había esforzado en sacarle una sonrisa con sus disparatadas historias y el recuerdo de una mujer que tanto le hirió y simplemente desapareció para, tal como se esfumo, aparecer de la nada a pedirle perdón 16 años después.

- ¿Soñar es tan horrible acaso? ¿Es un pecado tan grave querer saber más que lo que los fundadores nos enseñaron?

Mientras dejaba salir sus sentimientos embotellados pudo escuchar un golpe, uno bastante fuerte, su corazón dio un brinco en ese momento, tapando su boca tan rápido como pudo para arrastrarse por el piso hasta su dormitorio, le habían encontrado, era obvio, con la reciente alerta de sospechosos por secuestro y el reciente incidente con la torre Minerva estaría al pendiente de todo, en alerta máxima, había cometido el horrible pecado de involucrarse con Finn Campbell, de conocer a Kara y de haber soñado en el pasado, todo eso mientras se escondía como podía en el armario y rogaba por que no fuese encontrada, no quería pasar por re-educación de nuevo, no podría hacerlo de nuevo, y fue cuando pudo escuchar como un cristal reventó.

No tenía otra forma de describirlo, el sonido había sido casi como si hubiese detonado una bomba helando su sangre.

- (Aterrada) Saben que estoy aquí, vienen a por mí.

Pudo escuchar fuertes pisadas resonar por su hogar, intentando controlar su cuerpo en lo posible para no hacer ningún ruido mientras escuchaba quejidos.

- ¡Frida!

Por más que su cuerpo temblaba violentamente e intentaba ocultar su miedo, pudo reconocer inmediatamente esa voz.

- ¡Frida! ¡Se que debes estar por aquí! ¡Soy yo! ¡Kara!

- ¿Ka... ra?

No fue necesario que hablase demasiado alto para se escuchada, sintiendo como los pesados pasos se acercaban hasta ella y ver como la puerta era abierta de golpe, revelando la forma de su antigua amiga, Kara la buscadora.

- ¿Qué haces... aquí?

- Te estaba buscando Frida, el otro día me fui sin más, mi compañero estaba en peligro y aun así... no logre salvarlo, pero recientemente pude hablar con él, estamos buscando la forma de irnos de aquí y quiero que vayas conmigo, afuera de la isla y de toda esta locura.

- ¿Qué? Digo, ¿Cómo?

- Te he estado viendo estos días, puedo comprender que lo que haces no te llena y como te dije antes se que tenias razón, siempre la tuviste Frida, - Tomo de los hombros a la sorprendida chica. - Puede que me tome toda una vida pero se que debo corregir el daño que te hice, pero para ello tenemos que salir de aquí.

- Espera, espera, espera. - Con algo de molestia una vez logro recapacitar, Frida empujo a Kara, separándose. - ¿De qué demonios estás hablando?

- Lo que dije, tenemos que salir de la isla.

- ¿Solo salir y ya? ¿Así de simple?

- Bueno...

- He estado todos estos años encerrada en un lugar haciendo juguetes, pensando que tal como me hiciste entender tanto tiempo atrás no había nada más, ¿Y ahora me sales con esto? ¿Qué simplemente nos podemos ir y ya? ¿Qué mierda te pasa Kara?

- Te necesito, eso es lo que pasa.

- Ajá, ahora me necesitas, apareces solo cuando te conviene.

- (Triste) Frida.

- No te hagas la triste, destruiste mis sueños, acabaste con mi vida, me condenaste a la verdad de los fundadores y cuando podrías haberme ayudado no lo hiciste, cuando la plaga ataco y casi muero no te vi salvando a la gente, no te vi rescatándome de ese lugar, quien lo hizo fue Minerva y ahora ella está enloquecida, ¡Y todo por tu culpa! ¡Por qué hable contigo y pregunte por ti ahora no puedo ni siquiera vivir en mi propio hogar tranquilamente! ¡Incluso preocuparme un poco por ti me dejo en esta situación!

Esta vez no solo intento alejar a Kara de ella, empujo con toda la fuerza que tenía a su gigantesca amiga, esta por su parte no opuso resistencia alguna, cayendo de espaldas mientras miraba con pena a la que consideraba su amiga, Frida exhalaba con dificultad no porque estuviese cansada, el terror de su situación y las palabras ridículas de Kara la habían sobrepasado convirtiendo su miedo en pura frustración retenida durante todos esos años, pero al momento de continuar con sus gritos pudo notar que las piernas de Kara se encontraban seriamente dañadas, torcidas en ángulos imposibles y de tonalidades moradas y azules, eran imposibles de usar no importa cuán mejorada cibernéticamente estuviese.

- Tus... tus piernas...

- Ya sanarán, no es importante.

- Pero... pero... ¿Cómo?

- Debiste escuchar algún rumor sobre el hijo de Minerva, ¿No?

- ¿El muchacho? ¿Q..Qué ocurrió? ¿Acaso él...?

- No, no, cuando llegamos él solo quería conocer a su madre, pero algo paso cuando interactuaron y ahora no recuerda nada, la vigilancia aumento, los movimientos de los robots se volvieron más extremistas, y Finn, él es mi amigo, no puedo abandonarlo con esa loca que se hace llamar su madre, ni a los demás, ni a ti.

- Si estabas preocupada por mí, ¿Entonces por qué no viniste antes?

- Yo no podía, no... recordaba nada hace unas semanas, viví en una sociedad de criaturas de apariencia humanoide y por azares del destino recordé todo, mi misión, mi persona... a ti.

- Kara.

- Frida, desde que logre recordarte y con todo lo que he vivido fuera, las cosas que he aprendido, solo podía darte la razón en tus pensamientos, todo esto, esta sociedad, esta mal, viven sumida en el miedo, esto no es paz, es... una jaula, y por eso ni tú ni los demás nos quedaremos aquí.

- ¿Realme... Realmente piensas eso?

- Si, y por eso necesito reunirlos a todos, si no podemos escapar por mar tendremos que usar la nave en la que llegue y así sortear al guardián.

- No puedes, las naves están conectadas a la red de las Minerva-bot al igual que casi toda la tecnología de la isla.

- Pero esa red no existía cuando me fui, la nave en la que llegué.

- ¿Tienes una nave separada de la red?

- Es lo suficientemente grande para que quepamos los cinco, pero necesito reunirlos, rescatar a Jake, ¿Bmo se quedó contigo verdad?

- Lo dejé en la tienda.

- Mmm... es riesgoso, pero...

- Pero en esa condición en la que estás, ni siquiera puedes usar tus piernas, ¿Qué es lo que pensabas hacer?

- Bueno, yo... yo... ya hablé con Finn, él encontraría a Jake, tendría preparado la nave, a ti y a Bmo y nos largaríamos lo antes posible, y... ese era el plan.

- Es un plan terrible, ni siquiera eso, ¡Eso no es un plan Kara!

- No tenía tiempo que perder esperando, además me buscan por toda la isla, si no actuó pronto es cosa de tiempo antes que yo desaparezca y Finn olvide por completo quién es.

La buscadora se notaba afectada, podía ver como sus ojos se mostraban heridos, temerosos del estado incierto en que todos sus conocidos se encontraban, ni siquiera habían podido tener un viaje tranquilo como lo había planeado, se suponía que protegería a Finn a toda costa y le mostraría a los humanos y a su madre, todo era por ayudar a alguien que casi podía ver como un hermano menor, pero ahora, con las piernas en ese estado y sus amigos en paraderos desconocido se sentía inútil y estúpida.

- Se que hago todo a medias, hice cosas terribles, estoy haciendo cosas terribles, te lastime... pero... ayúdame Frida, ayúdame a salvar a mis amigos.

La chica solo suspiro, elevando su mirada mientras cerraba sus ojos.

- Supongo... que un rencor no puede durar más de 10 años, y una persona tan grande como tú... se ve rara llorando así, - Abrió sus ojos y deposito su mano en el hombro de la buscadora, regalándole una melancólica sonrisa a su amiga. - ¿Preparada para romper la ley y convertirte en una oculta Kara?

- Jeje, snif, gracias... aunque... hay algo más...

- ¿Algo más?

- Kara, es un nombre que causo mucho daño, que te hirió demasiado, ahora prefiero el nombre de Susan, mi nueva vida en ese mundo mágico fuera de la isla, y con el que creo si podré hacer felices a mis seres queridos... como tú.

- Jejeje, realmente cambiaste Ka... digo, Susan, pero ahora, intentemos pensar en cómo resolver esto, ¿Sí?

Frida en ese momento se sentó junto a su amiga, si iban a huir y salvar a su grupo, tenían mucho que pensar y planificar, y el tiempo no esperaría a nadie.


Minutos después, edificio central

Repentinamente Finn pudo abrir sus ojos nuevamente, su cabeza le dolía pero no de la misma forma de siempre, sino que era un dolor más punzante, más localizado, llevándose por inercia mientras su vista aun se ajustaba su mano para tocar la zona solo para descubrir que al tocar el ardor fue peor, así como notar que su dedo ahora estaba ligeramente manchado por sangre.

- ¿Qué?

En ese momento su vista se termino de ajustar a la oscuridad, notando que el su cuerpo estaba principalmente sucio por polvo y tierra, pero sobre él, un cuerpo apagado y casi completamente destruido de una Minerva-bot cuyos líquidos internos habían sido derramados sobre el piso y parte sobre él, dejando el suficiente espacio entre sus restos y la piel de este para poder arrastrarse y salir, sosteniendo sobre su espalda un fragmento considerable del escombro del piso superior.

- Se sacrifico por mi... como si fuese mi madre.

Se fijo en el rostro totalmente sin vida y severamente dañado del robot, notando que sus ojos seguían abiertos.

- Se que no debo acercármeles y lo mejor es que sean menos, pero no se merecen esto, yo solo quería respuestas... carajo.

Una vez logro salir de ese pequeño espacio donde había sobrevivido se acercó a los restos del robot y con una mano cerro sus parpados, quizás era un ser artificial, quizás uno de los cientos de modelos similares que su madre había construido, pero había sentido un poco de los sentimientos de su madre provenir de él, y aunque fuese artificial, no se merecía solo el olvido como una herramienta cualquiera, quedando un momento en silencio.

En ese momento Finn decidió revisar el agujero que parecía ser cada vez más grande, si sus opciones para irse estaban bloqueadas al menos le quedaba la posibilidad de explorar más y encontrar nuevamente esa mano amarilla, por lo que aprovechando el desastre empezó a escalar como pudo los escombros y a subir algunos pisos con una barra de acero en las manos, quedándose un momento para revisar si encontraba alguna señal de vida humana o robótica mientras ascendía, pero prácticamente todo lo que podía ver era desastre en cada nivel. Paredes destruidas, techos colapsados, algunos pasillos con agua escurriendo por ellos o cables eléctricos tirando chispas y en algunos de los peores casos, más robots aplastados por los escombros.

- Mamá debe estar en un lugar seguro, o quizás ya evacuo, pero si sigue en este lugar, pero esta esa mano.

Después de subir algunos pisos la forma de las instalaciones cambió drásticamente, Finn pudo notar que ya no se hallaba en un sector de oficinas, eran largos pasillos, habitaciones amplias con diverso equipamiento y maquinaria, podría incluso decir que habían laboratorios en ese lugar, o al menos lo que quedaba de ellos pues el daño al lugar era mayor conforme subía, podía notar como el lugar por el que estaba subiendo no era el único donde el suelo se hallaba colapsado sobre el piso inferior, cuando ya había subido 6 pisos, Finn pudo notar que el daño de ese piso era considerable incluso para el estándar del lugar, en los muros podía notar grietas concentradas y algunos restos de Minerva-bots esparcidos por el suelo, pero los daños de los sectores que seguían en pie no parecían ser culpa de algún terremoto, más bien, era como si alguien hubiese golpeado con un puño gigante en algunos casos, en otros, como si hubiese sido un mazo, pero sobre todo, pudo ver a un Minerva-bot funcional girar por uno de los pasillos, uno que se veía reforzado pese al daño.

- Esto... puede que no haya sido un terremoto, no justificaría esto, no, no, digo, ¿Qué está pasando en este lugar?

Se aferro con más fuerza a la barra de acero en sus manos y se encamino, estaba nervioso y seguía temiendo que el lugar se fuese a caer en cualquier momento, pero si "algo" estaba en ese lugar y era el real causante de toda esa destrucción, si llegase a escapar a la isla podría causar un desastre inimaginable, fuese lo que fuese que descubriese, tenía muchas preguntas que hacerle a su madre la próxima vez que la viese.

Además, aunque sabía que eran robots, ver tanta destrucción con el rostro y características de su madre, aunque sabía que técnicamente no estaban vivos, ver todos esos rostros sin vida, sentía nauseas, era como si estuviese atravesando un campo apilado de su madre golpeada, destruida y mutilada, todo en versión robótica, pero que seguían teniendo aquel rostro con el que le observaban.

- Uff, tranquilo Finn, son robots, no son tu madre, son robots, no son tu madre.

Finalmente pudo llegar al pasillo por el que noto al Minerva-bot funcional y se asomo ligeramente, pudiendo observar como realmente eran dos, observando una figura tirada en el piso la cual parecía ser una masa amarilla elástica que se deformaba y retorcía, como si fuese un globo a punto de explotar y los gases interiores pelearan por escapar, los movimientos no seguían patrones, era un cumulo de caos amarillo el cual le asustaba, pero al mismo tiempo, le preocupaba.

- Eso es...

- ...sujeto ha comenzado a desarrollar inmunidad, tiempo aproximado de duración de actual dosis, T menos 104 segundos.

El dolor de cabeza se incrementaba al ver aquella figura, sentía que su pecho podía explotar en cualquier momento y sus piernas parecían querer ir corriendo sin pensarlo a esta.

- Se administrará solución FV-016, comienza prueba de subyugación.

- ¿Subyugación?

Desde que había llegado a ese edificio su cuerpo había estado trabajando de forma diferente a su cabeza, algunos podrían llamarlo instinto, otros memoria celular, incluso había escuchado de eso en la escuela, aunque su cerebro fuese incapaz de reconocer objetos, situaciones o patrones, algo fuera de su mente reaccionaba.

Sus ojos recibieron la señal de visión, sus oídos escucharon la palabra y su cerebro asocio a aquella cosa amarilla el significado del enunciado dicho por el robot mientras podía notar como en aquella masa amarilla un rostro se formaba.

No hablo, no hizo gesto, aquella cara no mostraba ningún sentimiento, pero eso fue todo lo que el cuerpo de Finn necesito para reaccionar y para cuando su cerebro proceso la situación, este ya estaba a menos de un paso del Minerva-bot con la barra agarrada con todas sus fuerzas mientras gritaba.

- ¡¡¡Aléjate de mi hermano!!!

El Minerva-bot saltó disparado poco más de un metro, quedando tirado en el piso mientras que el otro robot se sorprendía y Finn soltaba la barra, intentando sostener esa masa móvil con sus manos.

- No, no, no, no, no, conmigo Jake, ¡Jake! ¡¡¡Ahhhhhg!!!

Su cabeza parecía que iba a explotar, sintió real deseo de incrustar sus manos y arrancarse él mismo el cerebro mientras su nariz no dejaba de sangrar, como si estuviese sintiendo una poderosa descarga en su cerebro no solo la nariz comenzó a sangrarle, pudo sentir como sus oídos eran obstruidos por un liquido que comenzaba a salir de su cuerpo, y él solo se aferraba a aquella masa la cual, extrañamente, estaba seguro de que en el momento que la toco una mano respondió a su agarre.

- ¡Finn!

Aunque el muchacho se hallaba desconcertado por el dolor y apenas podía procesar lo que estaba ocurriendo, pudo notar que el robot había gritado su nombre no con el tono frío al que se había expuesto antes, sino que había emoción en esa frase, tal vez, solo tal vez...

- ¡Aléjate de ese monstruo, necesito tratarte!

- ¡¡¡Jake no es un monstruo!!!

Había dicho tres veces ese nombre, le había dicho su hermano, podía sentir las emociones fluyendo en su interior, pero aun así, no lograba reconocerlo.

Minerva se detuvo en ese momento, llevando una de sus manos a su boca.

- Hijo, esto es por tu bien, esa es una criatura salvaje, podría lastimarte.

- ¡Él no lastimaría a nadie! ¡Ahg!

No pudo sostener el abrazo mucho tiempo ya que al hablar el dolor solo se incrementaba, cediendo ante este y caer, sosteniendo su cabeza mientras se retorcía de dolor.

Minerva observaba, pero no se movía, su rostro se mostraba horrorizado pero lentamente se volvió uno más neutro, aun cuando miraba fijamente a su hijo.

- Esto lo hago por tu seguridad Finn, te perdí por demasiado tiempo, tu vida era demasiado caótica, y ahora solo me lo demuestras con hechos, eres igual a tu padre, y por tu propia seguridad, eso debe cambiar ahora jovencito.

En ese momento, los ojos de Minerva se volvieron de un color rojo intenso y comenzó a caminar hacia Finn, siendo el momento donde de aquella masa amarilla, como si estuviese inflando un globo, una parte se ensancho y salió disparada hacia Minerva, no lo suficientemente recto para golpearla directamente pues termino impactando un par de veces contra los muros provocando que ante la fuerza del impacto el lugar temblase, pero al final si logro impactar lo suficiente en la mujer para alejarla unos metros.

- F..Fidd... co..de...

- (Adolorido) J..Jake...

La protuberancia de la masa amarilla volvió a esta, logrando formarse lo suficiente para mostrar algo más definido, como si fuese un globo desinflado tirado en el piso al cual le hubiesen cosido algunas extremidades y una cara, pero esa cara por más arrugada que estuviese, Finn la observo, pese al dolor, con un inusual cariño.

- Jake...

- Co... de...

Finn mordió su propia lengua mientras se levantaba, recogiendo aquella extraña criatura desinflada con cierta dificultad, levantando su mirada para notar que las dos Minervas le miraban con ojos enrojecidos y expresión totalmente neutra mientras caminaban en su dirección.

- Deténgase ciudadano, Finn, es por su propia seguridad.

De la espalda de la criatura volvió a crearse una acumulación de piel que se inflaba, saliendo disparada contra los robots los cuales, esta vez, evadieron el ataque.

- Co... de...

- Mier..da.

Aunque le costo retomar su avance, Finn comenzó a correr como pudo tratando de ignorar como podía el dolor, tropezándose cuando la criatura se estiraba en un intento de golpear los robots que se acercaban a ellos, provocando que el edificio temblase y a Finn le costase más desplazarse, llegando finalmente al agujero por el cual había estado subiendo.

- Tus niveles de adrenalina deben estar en un punto muy alto, si no te detienes ahora vas a sufrir mucho Finn.

- ¡Cállate!

En ese momento un Minerva-bot apareció desde el agujero, cerrándole la posibilidad de descender.

- Esto es por tu propio bien Finn.

Intento retroceder, pero podía notar como las otras dos Minerva-bots se acercaba a él, lentamente, con aquellas expresiones carentes de emoción.

- ¡Aléjense! ¡Déjenos en paz!

- Vamo' a... tad bi..ed Fidd.

La criatura como pudo se aferró ligeramente a Finn como si fuese una bufanda, liberándole sus manos, aunque podía sentir como la criatura temblaba solo por moverse, notando como estaba siendo arrinconado por los robots tomo otra barra de acero, solo que esta tenía adherido en un extremo un trozo de escombro.

- Se que me quieren cuidar, me salvaron antes, ¡Ayúdenme ahora dejando tranquilo a Jake!

- Criatura representa peligro para ciudadano Finn Campbell, orden de ejecución aprobada N°8, no obstruya con su bienestar ciudadano.

- No me obliguen a alejarlos.

- Es por tu propio bien Finn, todo esto lo hacemos por ti, la muerte de la criatura Jake es por tu felicidad.

- ¡Eso no es felicidad, están dementes! ¡¡¡Dejen a mi hermano en paz!!!

De un movimiento diagonal uso el trozo de concreto en la punta de la barra para golpear a la Minerva más cercana, logrando empujarla y alejarla del rango de sus manos donde podía notar diversas inyecciones, una por cada dedo, mientras se recuperaba de balancear aquel pesado objeto otra de las Minervas se acerco por su espalda, momento donde Jake extendió como pudo su cuerpo logrando empujar a Finn y de paso golpear esa Minerva, alejándolos, momento donde Finn volvió a cargar con la barra contra la tercera Minerva quién era la más cercana a su posición, logrando golpearla en la cara lo suficiente para destruir el lado derecho de su rostro, mostrando los restos del cableado y placa usada para parecer piel, Jake continuaba expandiéndose como podía, incapaz de controlar cuando crecía su cuerpo o la dirección donde era disparada su fuerza, golpeando tanto a una de las Minervas como las paredes, creando grietas que se expandían violentamente y amenazaban con derrumbar todo el pasillo.

- ¡Déjenos salir! - Dijo antes de acertar otro golpe a la Minerva más cercana al agujero.

- Co... de... luga'... pedigodo...

- ¿Jake?

- Co... de...

En ese momento, múltiples partes de su cuerpo crecieron descontroladamente, golpeando todas partes del pasillo provocando que el techo finalmente comenzara a ceder, Finn por su parte aprovecho esto para impulsarse y, en el momento que cerro la distancia con la Minerva-bot que le bloqueaba el paso al agujero, logro darle un fuerte golpe en la cabeza pese a que sintió un leve dolor en la pierna, pero Finn no logro calcular correctamente el impulso y termino cayendo al vacío, pero pudo frenar su caída gracias a la elasticidad de Jake, funcionando como un paracaídas improvisado, llegando al primer piso.

- Logramos alejarnos, podemos...

Pero el lugar donde habían caído habían más de una decena de Minerva-bots quienes no tardaron en avanzar en su dirección.

Finn comenzó a golpear a todas las que se acercaban demasiado, evitando sobre todo que se le acercasen aquellas manos con puntas de inyección, pese a que comenzaba a sentir un fuerte cosquilleo en su pierna, sentía como su corazón estaba acelerado y su cabeza no dejaba de doler, sintiendo como parte de su cuerpo eran rozadas por aquellas inyecciones y la misma sensación que su pierna comenzaba a expandirse, perdiendo la velocidad con la que estaba repeliendo aquel ataque en conjunto de los robots que había evitado cuando llego.

- Maldita sea, mis piernas, mis brazos... comienzan a entumecer.

- Co... de...

No lo pensó, su mente le decía que debía pelear, que debía defenderse, pero su instinto reaccionaba a las palabras de esa criatura tan familiar y desconocía para él, por lo que dando un corte horizontal con el que logro empujar a cuatro Minerva-bots, se puso a correr, sin mirar atrás, tan fuerte como sus entumecidas piernas podían.

- No hay salida Finn, se obediente, respeta a tu madre.

Solo corría, en cuanto un pasillo vislumbraba la silueta de una Minerva, Finn lo evitaba, corriendo sin pensar, mordiendo su ahora paralizado brazo en un esfuerzo por no caer, por no dejar de correr.

- No hay salida Finn, se obediente.

Solo correr.

- No hay salida Finn.

Correr y nada más.

- No hay salida Finn.

Hasta que llego a una oficina sin salida, con una excelente vista de la isla, sintiéndose mareado, con nauseas, su cabeza ardía, sus músculos parecía que podrían explotar en cualquier momento, podía sentir como su hemorragia nasal aun no paraba y apenas podía escuchar la respiración Jake, jadeaba desesperado mientras escuchaba la marcha en su dirección.

- No hay salida Finn.

- No hay salida Finn.

- No hay salida Finn.

Y fue cuando finalmente una Minerva-bot se asomó por la entrada de la habitación.

- Esto lo hago por tu propio bien.

Y con sus últimos atisbos de conciencia, Finn salto por la misma ventana de la que acababa de ver la isla.

- ¡¡¡Finn!!!

El Minerva-bot se apresuro a la escena y saltó, notando a la distancia como el perro amarillo había adquirido la apariencia de un paracaídas deformado, no lo suficientemente funcional, pero lo suficiente para desacelerar.

- Finn.

Finn el humano y Jake el perro habían escapado.

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