1

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Pronto, Yoongi y Jimin comenzaron a pasar tiempo juntos. Yoongi tocaba el piano para él, describiéndole cada nota y melodía con tanto detalle que Jimin podía sentir la música en su corazón. Jimin, a su vez, le enseñaba a Yoongi a apreciar las pequeñas cosas, como el aroma de las flores en primavera o la suave brisa del verano.

Una tarde Jimin y Yoongi estaban sentados juntos en el pequeño parque de la clínica, justo al pasillo donde Yoongi solía tocar. La luz del atardecer bañaba la escena con un cálido resplandor y aunque Jimin no podía ver el cielo teñido de naranjas y rosas, podía sentir la serenidad del momento a su alrededor.

Habían pasado varios días desde que comenzaron a hablar después de las sesiones de piano, y una comodidad natural se había desarrollado entre ambos. Pero esa tarde, Jimin sintió el impulso de hablar sobre algo más profundo, algo que había estado en su mente desde hacía tiempo.

—Yoongi. —comenzó Jimin, con una voz suave y pensativa. —Quiero contarte algo que quizá no entiendas del todo, pero que es una gran parte de quién soy.

Yoongi lo miró con interés, asentando suavemente para indicarle que continuara.

—Para mí. —prosiguió Jimin, —el mundo no está hecho de formas ni colores, no sé cómo es el rostro de una persona, o cómo luce el sol al amanecer. Mis días no están llenos de imágenes, sino de sonidos, olores y texturas. —suspiro. —La oscuridad no es algo que me asuste; es mi constante compañera, y en ella, encuentro consuelo, pero también es una especie de prisión, una limitación que a veces siento que me aparta del mundo que me rodea.

Hizo una pausa, permitiendo que sus palabras se asentaran.

—Pero a pesar de todo eso, he aprendido a percibir las cosas de una manera diferente. —continuó. —El sonido de tu música, por ejemplo, no necesito ver tus manos moviéndose sobre las teclas para saber que hay belleza en lo que haces. —sonrió. —La música es algo que puedo sentir tan profundamente que a veces es como si fuera la única forma en que realmente puedo ver el mundo.

Yoongi escuchaba atentamente, conmovido por la franqueza de Jimin. Sabía que lo que Jimin compartía no era fácil de poner en palabras.

—Entiendo, Jimin. —dijo Yoongi, después de un momento de reflexión. —Entiendo que lo que describes es algo que solo tú puedes sentir y que para ti, el sonido y la música son formas de ver, de conectar con el mundo de una manera en la que otros no pueden.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro