Capítulo 13

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Capítulo 13



Abrí los ojos y me encontré con Larry golpeando la puerta bruscamente.

— ¡Yannick, despierta! ¡Quieren hacerte una entrevista ahora en el hotel!

Me senté en la cama rápidamente y mire el reloj que había apoyado en la mesita de luz. Marcaba las once de la mañana y mire al lado mío y Brianna todavía estaba durmiendo tan tranquila y delicada que me daba pena despertarla.

— ¡Estaba durmiendo!

— ¡Demonios, Yannick hace más de una hora, estoy tratando de gritar para despertarte!

—Bueno, ya lo hiciste...

Mire a la chica con preocupación, por si se despertaba con los gritos de Larry y el escuchara que aquí dentro había una chica. Nadie se creería realmente que no hicimos nada, nadie...

— ¡Levántate!

—Lo hare en diez estoy...

—Es lo que tienes que hacer...

—Bueno...

Suspiro algo irritado.

Enseguida se enojaba cuando las cosas no salían como lo planeaba, a veces pensaba que era demasiado irritable.

Me levante de la cama y me asome a la puerta tratando de hacer el menor ruido posible y sentí los zapatos golpeando el suelo, se estaba marchando para poder sacar a Brianna de la habitación antes de que todo sea demasiado tarde.

Me acerque a la cama y me daba picardía sacarla de la cama, con lo linda que estaba ahí durmiendo en la cama, tranquilamente, disfrutando el sueño sin tener que volver a la realidad que realmente es irritante.

Toque su hombro suavemente mientras la llamaba por su nombre tan suavemente que no se si iba conseguir que se despertase.

Seguí intentando un poco más fuerte que la anterior vez y ella abrió rápidamente sus ojos y me sonrió cuando vio mi rostro.

— ¿No era un sueño?

Me pregunto con la voz ronca y dormida.

— ¿Qué?

—Lo de ayer.

—No, no lo era...

— ¿Te solicitaron y quieres que me vaya?

Vaya, creo que había escuchado un poco los gritos del loco de Larry...

—No quiero que te vayas...

Ella se destapo rápidamente y empezó a ponerse sus zapatos rápidamente para irse, parecía un poco molesta.

No quería que se fuera enojada, al menos...

— ¿Estas enojada?

—No...

—Oye, lo siento por lo que haya hecho, la verdad que no era mi intención hacerte enojar, no era mi objetivo...

—Hicimos una buena amistad.

Lo dijo sarcásticamente y sabía que estaba un poco molesta porque no había pasado nada entre nosotros dos. Pero no era mi estilo, llamar a chicas para manosearlas y luego no verlas más... no era mi estilo, cualquier hombre de la industria musical diría que soy un estúpido porque eso es lo que hacen ellos, casi todas las noches.

—Bueno, lo siento.

— ¿Eres gay, no?

Se paró con sus zapatos ya puestos y se me pusieron las mejillas rojizas como las cortinas que habían colgadas en la hermosa ventana del hotel.

Ella se mostraba cambiante, ayer no parecía haberse molestado porque solo le había dado un beso, es más pensé que estaba agradecida que no la haya tocado y usado como otros hubieran hecho... ahora demostraba todo lo contrario.

—No, claro que no...

Busco atrevidamente entre los cajones hasta que hallo un peine para despeinar su largo pelo desordenado por dormir unas cuantas horas en la cama esponjosa y cómoda del hotel. Su ropa estaba media arrugada debido a lo mismo...

—Pareciera...

—Solamente porque no es mi estilo traer a chicas inocentes al hotel para tener sexo con ellas y luego a la mañana siguiente pedirles que se retiren para no vernos nunca más...

Ella paro de peinarse rápidamente y luego volvió a peinarlo con más suavidad.

—Ninguno haría lo que tú hiciste...

—En el mundo hay millones de hombres, no juzgues a todos...

Dejo el peine en el cajón donde lo había guardado y fue al baño del hotel sin contestarme nada. Mire la puerta y luego empecé a buscar dentro de mi maleta ropa para ponerme enseguida y estar presentable para la entrevista que me esperaba.

Cuando tenía la ropa entre las manos seleccionada, salió Brianna con la cara goteando debido al agua que se había puesto en el rostro para despejarse o para lavarse algo de eso, no se...

— ¿Te vas enojada?

—Algo...

— ¿Por qué?

—No se la situación me ha enojado...

—No lo entiendo...

— ¿Para qué quieres que no me vaya?

Me acerque y tome sus dos manos, la mire a los ojos y vi que los de ella se llenaban de lágrimas y realmente me partía el corazón en mil pedazos verla de esa manera.

Aunque debería dejarla ir, algo no me permitía dejar que se vaya y no volver a verla jamás porque era una fan, mi mente no quería olvidarse de la única chica que le hizo sentir algo en segundo lugar.

—Esto no termina aquí...

Ella se rio.

— ¿Por qué Yannick?

—No lo sé...

Dije mirando sus manos blancas como las mías, ella me tomo de las manos fuertes y me apretó un poco pero no me importaba, no me estaba haciendo daño.

—Prométeme que no va a hacer la única vez que nos veamos...

Ella me miro con extrañeza, lo sé, nadie me comprende ni yo mismo, no sé porque estoy haciendo esto y le estoy diciendo esto.

—Por favor.

Le suplique...

Lo confieso soy testigo de que le suplique que me prometa que no iba a dejarme para siempre. La cosa tendría que ser al revés, ella tendría que estar suplicándome a mí que esta no sea la última vez que nos veamos, pero ella me había cautivado tanto con su forma de ser, que no podía dejarla, no podía dejar que se vaya...

—Yo... no quiero molestar.

—No, no lo haces...

—Está bien...

Dijo con sonrisa, yo sabía que ella quería volverme a ver, estábamos los dos iguales.

—Entonces, nos vemos.

—Nos vemos.

Salí de la habitación, con la ropa puesta, el perfume encima, el delineador así no más, y Larry viniendo a toda velocidad hacia mí con el rostro enojado podía deducirlo.

Él era de esa manera, no podías demorarte ni unos segundos más porque si no salía todo estable podía hasta enloquecerte.

—Que rayos, Yannick...

—Lo siento, lo siento...

—La gente casi se fue...

—Me he quedado dormido no sabía de esto... ¿Si? No lo sabía...

—Pero no es justificación para que te hayas encerrado ahí adentro...

—Siempre lo hacía... desde que tenía mi cuarto solo.

Él se acomodó los lentes que siempre llevaba y me tomo del brazo sin preguntar si podía hacerlo, caminamos rápido hasta el ascensor limpio y grande para ser un ascensor. Nos quedamos en silencio unos segundos hasta que bajo por completo. No me soltó ni por un momento el brazo, lo cual me puso un poco nervioso y tampoco yo forcé mi brazo para que me soltara, me quede siguiéndole sus órdenes como un idiota.

Caminamos y cuando encontramos al tipo con un micrófono en la mano y con un camarógrafo ahí recién se dignó a soltarme el brazo y sonreír como si nada hubiese sucedido.

—Aquí estas...

Dijo el hombre que me iba a entrevistar... lo que conocía de algún lado, creo que tenía su programa de televisión.

Asentí.

—Pues nos hiciste esperar como una hora...

Se miró con el camarógrafo.

—Lo siento me quedado dormido... —Le explique.

—Ah entiendo... ¿Mucha fiesta?

Mire a Larry que estaba con una pequeña mueca en el rostro y los brazos cruzados con una exasperación guardada.

—De hecho, no.

Conteste amablemente.

—Mi nombre es Tyler...

De hecho era el tipo que tenía su programa de televisión donde hablaba con cantantes y daba noticias del mundo de la música todos los días.

—Mucho gusto.

Nos saludamos como corresponde y Larry fue a sentarse en una silla, se ve que ya habían hablado mucho mientras yo estaba encerrado en la habitación del hotel.

—Ten en cuenta que solo te esperamos porque eres BlackRose...

No sé si lo decía de verdad o sarcásticamente. Fingí que me reía y luego lo seguí para sentarnos en un juego de sofás que había en la entrada del hotel.

De seguro venían por las fotos de Serena... estoy seguro. Y me aburre tener que llamar la atención por parecer que salgo con Serena, me gustaba como era hace unos meses que los entrevistadores se acercaban a hablarme no por ella sino por mi trabajo de cantante. De esto solo tenía la culpa Larry y sus malditas ocurrencias.

Durante el transcurso de la entrevista todo iba a la perfección... me preguntaron como estaba, si estaba pensando en nueva música, si extrañaba a mi familia, si quería a los fans, y que ropa me hacía sentir más cómodo.

Cosas de esas.

Básicas.

Sin nada que alterarse o preocuparse, una vez que había tratado de ser tan simpático como podía de hacer todas las indicaciones que me sugerido John, dijo que tenía una última pregunta para mi... oh no... de seguro que era sobre ella.

— ¿Esta bien?

Tyler me pregunto.

—Claro, claro...

Larry seguía en la silla, fuera de la cámara, mirando toda la entrevista como si fuera un estudiante que observaba sus prácticas.

— ¿Estas manteniendo una relación con Serena?

Como vio el cambio de mi rostro que por cierto no pude evitar, puso el también cara seria.

—Querido en todas partes están saliendo muchos rumores sobre eso, muchos rumores que ustedes han empezado una relación y hay fotos de ustedes dos en una fiesta.

—Los rumores no siempre son reales, somos solo dos amigos...

— ¿Seguro?

—Seguro.

— ¡Bien hemos terminado la entrevista!

Le dijo gritando a la cámara.

Una vez que Tyler se despedido de nosotros dos, y se fue del hotel donde estábamos hospedados, yo mire hacia mis alrededores y luego cuando supe que no tenía que hacer nada aquí, empecé a caminar hacia mi habitación.

Pero Larry no iba a dejar las cosas como estaban, percibía algo... y lo hacía muy bien porque estaba enojado con él.

—Tenemos que hablar de esto...

Me dijo a mis espaldas, mientras seguía mis pasos apurados, rápidos como si tendría que hacer algo más importante que escucharlo...

Y la verdad que no tenía que hacer nada importante.

— ¡Yannick!

No respondí y supe que estaba faltando el respeto. Le estaba faltando el respeto a Larry mi productor musical... el que gracias a el había grabado CD... y estoy aquí, parecía algo raro porque nunca habíamos tenido una pelea pero hoy si la tendríamos.

— ¡Te estoy hablando jovencito!

Me di vueltas para mirarlo.

— ¡Me gustaban más las entrevistas cuando no me preguntaban sobre Serena!

—No empieces con eso...

—Claro, no empieces con eso ¿No?

Me tomo del brazo otra vez, pero yo saque su mano de mi brazo.

—Puedo caminar...

—Entonces hazlo porque vamos a hablar de esto, si claro, pero en mi habitación no aquí, donde pueden escuchar todos...

Comenzó a caminar ahora el delante de mí, lo cual me molesto mucho.

—Claro, tienes miedo de que todos descubran tu plan maldito ¿No? Que Serena es falsa como toda su vida...

—Yannick.

Me lo dijo con tono de advertencia y pensándolo bien me cruce de brazos y me dirigí a la habitación. Lo discutiría ahí... tenía razón en pasillos públicos no se debía hacer eso.

Entramos silenciosamente y luego el trabo la puerta, luego con un gesto incomodo porque sabía que estaba enojado, me hizo la seña para que pueda comenzar diciendo lo que yo quería, porque estábamos a solas...

—Desde que te metiste en eso... ahora tengo que andar soportando que la gente solo me busque para ver si tengo una relación con ella.

— ¿Y qué tiene de malo?

—Quiero que me pregunten y se interesen de mí por mi música...

Larry se quedó callado unos segundos y luego sonrió con su sonrisa falsa de siempre.

—Solo será por un tiempo...

—No, cuando salga me van a preguntar cómo se siente estar en una relación con ella...

—No, no...

— ¡Si!

— ¡No! ¡Y sé que no va a ser de esa manera...! Me estas mintiendo...

Sus ojos estaban impactados, como si fuera un profesor y yo un alumno que le acabara de faltarle al respeto, creo que debe ser una de mis características principales, porque soy adolescentes y todos ellos las tienen... la rebeldía.

— ¿Qué te pasa?

Me pregunto un poco asustado por la respuesta que había obtener.

— ¡No quiero hacer tu plan, no quiero salir con Serena falsamente!

—Pero...

— ¡Pero nada!

Y en ese momento comencé a descontrolarme, comencé a tener una actitud que ni yo conocía que la tenía...

Tome un objeto cualquiera y lo arroje al suelo haciéndole estallar y sintiendo cada pedazo que rebotaba en el suelo.

Me sentí con mucha furia, un severo dolor de estómago y una bronca profunda y severa en todo mi cuerpo que no pude controlar.

Mire con cuidado temiendo que pudo haber sido que haya roto de una manera violenta. Estaba volviendo a la realidad cuando vi un jarrón del hotel hecho trizas en el suelo de la habitación donde estábamos hablando o discutiendo.

— ¿Qué has hecho?

Lleve mi mano a mi boca y mire a Larry que tenía clavada la mirada en el jarrón hecho trizas...

Oh, no estaba en serios problemas. 

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