Capítulo 23

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Capítulo 23



Vi que antes de bailar, Serena me trajo un vaso con una bebida blanca.

Me encontraba entre medio de muchas personas enloquecidas, esto no tenía nada que ver con lo que veía en Houston.

La gente no estaba tan enloquecida como aquí.

Recibí un empujón, y un pisotón antes de que viniera Serena.

Me entrego el vaso, mientras se bebía todo el de ella.

— ¿Qué es?

—Un pequeño vaso de vodka.

—Oh... nunca tome.

—Siempre hay una primera vez para todo.

—Sí, pero es bebida blanca.

— ¿Y?

—Que es demasiado.

—No, no creas tanto en eso.

—No es creer...

—No seas aburrido.

Y recordé que en la escuela me dijeron lo mismo. Porque no quise tomar algo que querían darme en un recreo.

Ellos en ese momento querían intoxicarme para dejarme en el hospital, ¿Ella quiere hacer lo mismo?

—No es ser aburrido.

—Sí, lo eres, y demasiado.

Eres una idiota. Cuando te conocí lo supe por eso nunca me gusto, nunca pude aceptar que tuviera que hacer de tu novio falso, pero era lo que me había tocado, pensé.

—Solamente porque no estoy todo el día diciéndote lo buena que eres en lo que haces o lo hermosa que eres...

—Bueno...

—Es verdad, eso es lo que quieres que haga —Tome el vaso de vodka y bebí todo el vaso que me había dado sintiendo como me quemaba la garganta, lo cual me hizo toser.

Ella me miro y sonrió.

Serena estaba acostumbrada a beber mucho y a hacer cosas que ni me las imaginaba. Pero yo no. Era nuevo para todo y a veces era bueno ser como era yo, pero para muchas personas eso era demasiado aburrido o difícil.

Lamentablemente como era yo, ahora eso estaba visto como "aburrido, idiota e imbécil".

— ¿No tomas mucho vodka, no?

—Vodka, no.

—Pero bebes ¿No?

—Claro, no soy un extraterrestre.

—No lo sé.

Me dio bronca lo que me dijo así que me salí de la pista de baile, para ir a la barra y pedirme otro vaso de vodka y demostrarle que no era un idiota como creía, que era.

El hombre me miro con una sonrisa, y me sirvió el vaso de vodka, le dije "gracias". Luego otra vez me tome rápidamente el vaso como hace unos segundos atrás y la vista se me nublo cuando lo hice.

El corazón me estaba latiendo demasiado acelerado pero no me importo si me hacía daño o no la bebida blanca.

Todos estaban alcoholizados, escandalizados, bebiendo, gritando, drogándose, curando sus penas o alegrías.

Nunca había hecho este tipo de cosas, ni siquiera cuando la depresión llegaba a mi cuerpo e inconscientemente me amargaba de una forma inevitable.

— ¿Qué haces?

—Bebo más vodka ¿Qué tiene?

—Genial, prueba Ginebra.

—Bien, la probare.

Ella me sonrió con entusiasmo y yo también le sonríe. Nunca pensé que le iba a sonreír a Serena porque no me caía bien, pero ahora lo estaba haciendo y me arrepentí por eso.

Pedí la recomendación de mi "novia" y como era un vaso más grande que el del vodka, decidí tomar un sorbo y no todo de una como estaba haciendo anteriormente. Sentía mi rostro caliente, y mis manos temblaban.

El alcohol me hacía ponerme más ¿Enérgico?

Vi rostros enérgicos que estaban haciendo cosas que no eran buenas, como tomar inyecciones y colocárselas en sus venas, aspirar polvo blanco, tomar de bebidas blancas, reírse, fumar y besarse con otras personas.

—Miras impresionado ¿No? Nunca imaginaste esto... ¿No?

—Sí, ya lo sabía.

— ¿Sabías que?

—Lo que hacen los famosos...

Ella se quedó mirándome con el maquillaje corrido y con el cabello un poco despeinado. Ya no se veía resplandeciente como en la entrega de premios.

— ¿A qué te refieres?

—No necesitaba ver lo que hacían para darme cuenta de todo lo que hacían...

Tome un sorbo de Ginebra y vi que ella me miraba atentamente con los ojos vidriosos, esperando a que le diera información.

Serena también creía que era engañado como sus fans, creía que estaba fascinado por ver lo que realmente hacían los famosos en las fiestas, pero no era así la verdad. Estaba fascinado porque verlo en vivo y en directo no es lo mismo que pensarlo.

—No soy el típico idiota que se cree que los famosos son perfectos y héroes solamente porque son famosos.

—Bien chico inteligente.

—Te aclaro, porque de seguro piensas que soy un idiota al que se cree que todas estas personas no utilizan drogas, ni alcohol...

Cuando mire el vaso estaba vacío.

¿Ya me había acabado el alcohol?

Trague saliva y había bebido más de lo que creí que iba a beber, además bebidas que nunca en mi vida había probado.

—Me asusta tu pensamiento.

— ¿Por qué? Porque siempre pensé que todos no eran unos santos...

— ¿Cómo te has dado cuenta?

—Todos viven engañados, yo no... — Mire otra vez el vaso vacío.

Me parecieron espantosas, me quemaron la garganta, pero a todos aquí le gustan e incluso a Serena que estaba bebiendo Ginebra que se pidió y no dejaba el vaso ni por un rato.

—El alcohol me encanta.

— ¿Y la droga? —Pregunte con ironía.

—Sí, también.

Mire la barra de bebidas, estaba llena como siempre, personas pidiendo más alcohol, con sus rostros sonrojados y vi como la conductora de los premios, estaba en el suelo inconsciente.

—Dios mío... ¿Qué le paso?

—Está demasiado borracha...

—Por Dios...

—No pudo mantenerse en pie, se calló y se golpeó la cabeza.

—Creo que deberíamos pedir ayuda.

Saque mi celular para intentar llamar a emergencias, cuando siento que Serena se acerca para tapar la pantalla de mi celular.

—No, no...

— ¿Por qué?

—La ambulancia va a ver todo esto y nos van a denunciar con la policía...

—Pero...

—La ayudaran, pronto.

—No te importa nada... ¿No?

Serena abrió los ojos como platos, pero luego volvió a su rostro normal de siempre porque ella era tan fría que me asustaba.

Y tenía tan personas que creían lo contrario. Que creían que era la mejor persona de todas y eso a veces me apena mucho.

—Sí, me importa.

—A veces pareciera que solamente te importas de ti...

— ¿Si?

—Es que los seres humanos nos caracterizamos por ser egoístas y egocéntricos, por naturaleza, por eso es que cuando muchas personas nos dan ese tiempo que necesitamos quizás nos equivocamos y seguimos el camino que no tenemos que seguir.

— ¿Qué estas queriendo decir?

—Que deberías ser un poco más modesta...

Ella me pego una cachetada, y yo en realidad me sobresalte y sentí mi mejilla caliente, así que lleve mi mano a mi mejilla.

Quise insultarla, pero lo hice en mi mente porque no quería que luego les diga a sus amigos que Yannick es un agresivo y que es poco caballero.

—Que violenta.

— ¡Si! Para ti soy toda la peor basura...

—Tranquila... —Mire hacia todos los lados para ver si alguien había visto que Serena me había golpeado y empezar con los rumores de ruptura el mismo día que empezamos "supuestamente" a salir.

—No quiero tranquilizarme.

—Hay gente...

— ¿Y?

—Que tenemos que fingir que está todo bien, por el acuerdo...

Ella dejo de tener el rostro enojado y se tranquilizó, mientras miraba a sus alrededores para detectar si alguien había escuchado nuestra pelea.

Pero estaban todos en su propio mundo que no importaba nada más que ellos y su locura entonces no habían visto nada.

Y ahí es cuando me entro un vacío existencial.

¿Mis padres? Seguro se habían ido al hotel, dejándome en esta fiesta donde corrían drogas y alcohol y donde podían pasar cualquier cosa.

Total, ellos estaban en el hotel.

Nunca me quisieron, nunca fueron a un acto a verme cuando era pequeño y nunca me abrazaron cuando era un adolescente recién iniciado.

Recordé como me encerraba en mi habitación cuando volvía de la escuela, tomaba el cuchillo y me cortaba mis manos para solo así descubrir que había una salida para ese vacío existencial que vivía cada día que pasaba.

No le encontraba propósito a la vida, lo único que me salvaba era tocar la guitarra y escribir canciones. Todos los días pensaba que eso era realmente inalcanzable porque nadie sabía quién era, y por lo tanto, nadie me iba a prestar atención.

Luego tenía que ir a la escuela que era una verdadera tortura para mí, ahí estaban las personas que me odiaban, que me insultaban, que me hacían avergonzarme de mi mismo...

Pero cuando Larry y Cheryl llegaron pudieron hacer que mis ojos y mi forma de ver el mundo cambiaran.

Luego perdí a Cheryl y ahora de a poco estoy perdiendo a Larry y la ilusión con la que venía, la ilusión que tenía como persona.

Lo perdí ahora, mintiendo y haciendo esas fotos ridículas con Serena, la cantante más famosa de la actualidad.

—Vamos a beber—Propuse.

Ella había bebido el triple más de tragos que yo, y estaba borracha podía notarlo.

Pero no me importo, la invitaba a tomar más tragos.

Y yo por primera vez en mi vida, quizás me ponga ebrio. Quizás esto, haga que no me sienta culpable de mentir tanto y de dejar a mi fan abandonada, sola en su casa, quizás pensando en mí por ser un idiota y darle una esperanza.

Quizás esto me haga reaccionar como a Cheryl ese día que la encontré en su casa, bailando con la música en alto y perdida...

Pude ayudarla, pero ella se enojó tanto porque fui una molestia en ese momento. No sabía realmente lo que estaba pasando ella, me engaño... me hizo pensar que podía vivir con esa depresión pero la verdad que Cheryl estaba desbordada.

Pensé en su sonrisa, y en la culpa que tenía porque no pude salvarla. En los padres que nunca los conocí, y que gracias a ellos, ella no está aquí... o quizás no fuera tanto la culpa de ellos, quizás era la culpa de Cheryl.

Un dolor en el pecho se aproximó a mi cuerpo y me hizo acordar como me sentía tiempos atrás, cuando me sentaba a pensar que nunca cumpliría mi sueño de ser cantante y expresar todas las ideas al mundo.

Ahora estaba en una fiesta de unos premios, donde me habían otorgado uno a mí, por estar transformándome en uno de los cantantes más importantes de la Actualidad.

Y estaba al lado con una de las cantantes más importantes de la nueva época. Es más para todos ahora, sería el nuevo novio de esa cantante.

No me sentía como iba a suponer que me iba a sentir...

Porque un premio, solo era una estatua donde la colocabas en una biblioteca y la mirabas y esta fiesta solo es puro descontrol por parte de las personas.

Ni siquiera sé dónde está Jayden, ni Larry, mis padres se fueron al hotel y estoy demasiado aturdido... mi hermana Melody quien a veces me apoyaba estaba en Houston y me encontraba solo como un estúpido.

—Estoy muy alcoholizada y tú me propones que vaya a tomar más...

Me interrumpió todos los pensamientos, la voz devastada de Serena y me sentí culpable porque a veces era tan estúpido y no me daba cuenta lo que hacía.

Trague saliva y me sentí tan insignificante que tuve que mirar hacia todos lados para poder conectarme con el mundo real.

A veces me sentía tan inferior porque sentía que todas las personas veían lo malo de mí y que yo no podía enfrentarme a eso.

—Lo siento.

—Vaya, eres genial.

— ¿Por qué?

—Porque creí que eras un aburrido, pero si quieres que tome lo voy a hacer...

—No, no... lo siento no quería decirte eso...

Ella se dio media vuelta y se fue hacia la barra para pedirse una bebida fuerte y yo me quede observándola sin saber qué hacer.

Luego se sentó en la barra mientras esperaba el trago que pidió, hasta que se acercó un chico joven que no conocía.

Pero parece que ellos se conocían porque se saludaron y comenzaron a conversar. Las personas estaban alborotadas, muchas estaban en sillones con los ojos cerrados, quizás estaban dormidas, muchos estaban haciendo cosas que ni quiero mencionar y yo estaba parado mirando como Serena conversaba con ese chico.

El olor que había en esta fiesta me estaba matando, porque era una mezcla de todo.

Pero cuando observe otra vez a Serena vi que ella se estaba besando con el otro chico y una puntada en el corazón sentí.

Dios mío, estaban todas las personas presentes, había multitud de personas, muchas podrían sacar fotos de ese beso y proponer que la actuación que habíamos hecho antes de entrar a la fiesta había sido tremendamente falsa.

Quizás podría llevarme a la ruina de mi carrera y mis fans podrían pensar que soy un desgraciado.

Demasiado tarde.

Me di vueltas, cerré los ojos y lleve mi mano a la frente en lo cual mi piel estaba demasiado caliente porque en este lugar hacia demasiado calor.

Mordí mi labio y sentí que estaba seco tenía miedo de quebrarlo.

Me sentía agobiado y ya me quería ir al hotel donde estaba, acostarme y taparme sin que nadie me moleste, sin que nadie me de sus estúpidas órdenes y me diga que tengo que hacer porque eso me pone muy mal.

Pero no me iré de aquí sin tomar algo fuerte y sentir como mi garganta quema.

Me di vueltas y Serena estaba yendo a un lugar de la mano con ese "hombre". Estaba tan alcoholizada que iba tambaleándose y riéndose.

Me fui a la barra, me senté y pedí cualquier bebida fuerte.

Me la trajo enseguida... y me la bebí toda, dejando mi garganta terriblemente mal por la quemazón que producía ese líquido cada vez que pasaba por ella.

Luego pedí otro trago fuerte.

No sé lo que estoy haciendo, pero algo me dice que está muy mal, demasiado mal y que luego no voy a poder salir de esta.

Si mi carrera se hunde no sé qué lo voy a hacer.

Cuando voy por el tercer vaso de "x" bebida alcohólica demasiado fuerte, siento que alguien toca mi hombro.

—Dios, Yannick... ¿Qué haces?

Jayden se apareció de la nada.

—Bebiendo.

—Creí que el alcohol no te gustaba mucho...

—Ahora sí.

—Ha habido un accidente un rapero le rompió una botella por la cabeza a una seguridad...

—Dios, que problema—Dije sarcásticamente.

Mi amigo no contesto nada, de seguro estaba indignado de lo que acababa de responder o simplemente se había dado cuenta que estaba medio ebrio, bueno totalmente ebrio.

Sentía mis piernas temblar, mi rostro hirviendo, mi vista nublada y un leve dolor de cabeza mientras que mi mente mostraba a Serena con aquel hombre.

—La maldita va a arruinar mi carrera...

— ¿Qué dijiste?

—Serena se besó con otro hombre y todos lo vieron...

Las luces comenzaron a enloquecer y se siento más movimiento aquí adentro, por ejemplo ya no veía el rostro de mi amigo.

—Llamare a Larry...

Sentí la voz de mi amigo y no le preste atención porque estaba llevando a mi boca otro vaso de alcohol.

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