Capítulo 3 - Una huida.

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng


Freya POV

Entro al apartamento como vendaval. Miro a ambos lados del pasillo temiendo a que el desconocido con quien tuve sexo no me haya seguido. Mientras venía en el taxi, una voz me llamaba, sin embargo, no lo hacía por mi nombre, sonaba como la voz del desconocido, ya no sé si me estoy volviendo loca; no sé qué me pasa.

En la sala de nuestro departamento, miro alrededor, encontrando ropa desperdigada por todas partes, unas bragas están en la encimera, un sostén esta sobre el refrigerador, un bóxer sobre la cocina y el resto de ropa por otras partes del departamento, ¡juro que mataré a Frida! Me dirijo a su cuarto y lo que escucho salir del mismo, son gemidos y gritos de pasión ahogados. No puedo reclamarle nada a mi amiga si yo también he roto mi promesa.

Me voy a mi habitación para sacarme el olor a sexo de mi cuerpo, todavía tengo entre mis piernas la esencia del desconocido. Me ducho y me pongo mi ropa de dormir, quiero olvidar el día de ayer.

-Freya, Freya-Alguien me habla. Tengo mucho sueño no pretendo despertar todavía.

-No estoy-Respondo manoteando para que se calle.

-No me jodas Freya, has dormido toda la mañana y parte de la tarde; son más de las dos-Me levanto como un resorte y no porque mi amiga casi me lo ordene, sino que muero de hambre.

-¿Dónde estuviste? Te busqué por mucho rato, regreso aquí y no estas. Me preocupé por ti, nena-Gimotea.

-Bien, te lo diré y tu me contarás con quien tenías sexo cuando llegué-Las cosas eran dando y dando.

-Conocí a alguien. No se que me hizo que de pronto estaba muy excitada y no me pude negar. El chico es mucho más grande que ese compañero tuyo con quien bailabas. Gruñía, hacía algo como ordenarme y...y...olía tan bien que no pude resistirme a él. Por cierto ¿dónde está? –Le conté sin detalles.

-¡WOW! Freya. ¿Cómo se llama él?-Me interrogó Frida, sin embargo, noto que no quiere hablar de su amigo.

-No sé como se llama, no le pregunté y tú me estas distrayendo-La golpeé en el hombro mientras me levantaba.

-Bien, bien. Él esta aquí todavía, no se quiere ir, habla cosas extrañas, que soy su pareja algo así. Loco, ¿no? En realidad, no es compañero de trabajo, lo conocí ayer, es más el vino a mí y ya no quiso soltarme, no te dije porque no quería preocuparte. Es raro y extraño, con él me siento completa, ya no deseo conocer a nadie más-Si es extraño.

-¿Qué piensas hacer?-Indague, no pretendía, convivir con un hombre y creo que mi amiga no pretende alejarse de él.

-Bueno, él quiere llevarme a su pueblo, aunque él le dice manada. Ven quiero que lo conozcas, tú eres la única familia que tengo y si decido irme con él, quiero que tu me acompañes, no quiero que te quedes sola, Freya-Se levanta llevándome con ella fuera de mi habitación. En la pequeña sala miro la cabeza de un hombre descansando en el espaldar del sillón, caminamos hacia él.

-Viken, ella es mi amiga Freya. Freya él es Viken- Frida nos presenta. Él se acomoda en el sillón. Extiendo mi mano.

-Freya, Freya Sorensen-Él me estrecha la mano y hace un movimiento con su cabeza como si oliera algo.

-Tu también. Es increíble y más viviendo entre humanos-Se incorpora mejor, mirándonos a ambas.

-¿Qué sucede, Viken?-Pregunta Frida.

-Voy a hacerles unas preguntas y quiero que se sean honestas con sus respuestas-Viken nos mira a ambas.

-Bien-Respondemos las dos al mismo tiempo.

-Es evidente que no son hermanas. No huelen igual- Comenta para sí mismo.

-Cuéntenme de sus vidas, ¿Dónde nacieron? ¿Cómo se encontraron?-Nos interroga.

-Frida, cuenta que viene de Kirkenes, que sus padres aparecieron muertos y que ella solo recuerda haber despertado en un hospital. Fue llevada a un orfanato, luego a otro y otro, así hasta que llego al último orfanato en Drammen y ahí nos conocimos-A Frida se le escapan algunas lágrimas al recordar a su familia y el no saber dónde están los cuerpos de sus padres-La tranquilizo.

-Bueno, vivíamos en el bosque, un día llegaron a nuestra casa y comenzaron a disparar...igualmente que Frida fui de orfanato en orfanato hasta que llegue a Drammen donde nos conocimos, nadie nos adopto y cuando fuimos mayores el orfanato nos mandó a ganarnos la vida. No sabemos si encontraron a los asesinos de nuestros padres o no o quienes fueron sus asesinos-Termino de contar mi historia y no sé ¿por qué lo hago? Solo que este hombre guapo me inspira confianza.

-Les propongo algo, no estoy seguro, no obstante, tengo una idea de lo que sucedido con ustedes. Como le hice un ofrecimiento a Frida y ahora te lo extiendo a ti Freya. Quiero que vengan a vivir conmigo a mi manda, vivimos en una zona apartada de Borgan. Le prometo que estarán seguras-Lo pienso, a este hombre no lo conozco.

-Viken, no te conozco. Por lo general, no suelo hablar con desconocidos, desconfío de todos-Le explico.

-Yo, si me voy. Siento que ya no puedo despegarme de ti-Inquiere Frida con ojos de enamorada y el le sonríe. Trato de buscar algo en su mirada que me indique que debo desconfiar de él, sin embargo, que Frida confíe en él me da un poco de seguridad.

-¿Tú sabes que les sucedió a nuestros padres?-Miro sus ojos.

-No sé quiénes fueron, no obstante, la guía espiritual de mi manada les puede decir porque ocurrieron y aquí podrían estar corriendo peligro, las personas que mataron a sus padres podrían estarlas buscando-Ahora si me estoy preocupando.

-Es decir ¿que los hombres que nos atacaron pueden volverlo a hacer?-Frida pregunta aterrada.

-Es una posibilidad. Yo les ofrezco seguridad y protección. En mi manada hay más personas como ustedes-Es extraña la su forma de actuar.

-¿A que te refieres cuando dices personas como nosotras?-Pregunto intrigada, es mejor tenerlo todo claro, ante todo.

-Miren si se los digo desde ya no me van a creer y tampoco es seguro. Les juro que estarán seguras. Por favor vengan conmigo, en especial tu mi luna-Viken toma a Frida y la sienta en su regazo, besándola con pasión.

-Yo me voy contigo, cariño -Confirma mi amiga dejándome descolocada.

-Vamos, Freya. En mi manada estarás segura y te prometo ayudarte a encontrar a quienes mataron a sus padres y cobrarles por lo que hicieron -Las voces vuelven a sonar en mi cabeza, no quiero que ellos se enteren de lo que me sucede.

-No, lo siento Frida, no quiero incomodar a nadie. Yo me quedo, ya tengo un trabajo. La verdad no quiero empezar de nuevo -Veo el dolor en la mirada de mi amiga, quiero asegurarme de que no me estoy volviendo loca antes de irme con ellos.

-Lo entiendo, Freya. Si quiero que sepas que no me iré tranquila pensando que te quedas sola, sin que nadie te proteja -Mi amiga se levanta y me abraza sollozando.

Dos semanas habían pasado desde que Frida se había marchado con Viken a Borgan. Desde el día siguiente de su partida me he dedicado ha trabajar doble turno para no estar sola en casa, sin embargo, al verme sola, me dormía bajo una nube de llanto. La soledad me golpeaba todas las noches, Frida me llama cada dos días rogándome que me marché a Borgan, que Viken enviaría a alguien por mí. Me sentía débil sin fuerzas, no había momentos en el día que no escuchara esa voz llamándome, me pedía responder a su llamado, pero yo me negaba. Creía que me estaba volviendo loca.

Hoy decido caminar un poco de regreso a casa, mi jefe decidió que debería descansar, que me veía pálida y las marcas debajo de mis ojos ya no se podían ocultar. Camino por las frías calles de Oslo, es otoño, por lo que el clima empieza a refrescar.

Siento unos pasos detrás de mí, un olor conocido llega a mis fosas nasales y mi cuerpo reacciona instintivamente, ya había sentido ese olor, el día...el día que murieron mis padres, trato de ver por las vitrinas de los locales por donde tránsito, comprobando que un hombre viene tras de mí, no logro ver su rostro, reconozco sus ropas son iguales a las de aquella vez. Apresuró el paso, el hombre hace lo mismo. De pronto dos hombres más se unen al primero. No puedo llevarlos a mi departamento y pensándolo bien es mejor no ir ahí.

Después de varios intentos de dejarlos atrás, corro ya que tengo miedo, no sé ¿porque no me han matado? Al doblar en la esquina izquierda un golpe impacta en mi cara enviándome al suelo, consecuentemente golpeándome la cabeza, aturdida en el suelo, comienzan a golpearme.

-Eres un demonio-

-Eres un error de la naturaleza-

-Tardamos en encontrarte, debiste haber muerto con las bestias de tus padres-

-Lástima que tu amiga se nos escapó, la encontraremos- Me parece burlo.

-Yo, no sé quiénes son ustedes y ¿Por qué me hacen daño? -Me cubro el rostro y las costillas.

-Porque los de tu clase nunca debieron existir -Esas son las últimas palabras que escucho antes de sumergirme en la inconciencia.




Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro