Capítulo 7 - Reencuentro 2

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Freya POV

Viken había llamado a Ragnar, quien lo iba a imaginar, que ellos se conocieran, no son rivales, sin embargo, parece que no son amigos; esto me preocupa, la verdad es que no quiero alejarme de Frida, ella es como mi hermana. No sé donde vive Ragnar, lo más probable es que me lleve a vivir con él y por Dios que es lo que quiero desde que deshice mi bloqueo, tengo una ansiedad por verle que siento que raya en la obsesión. Debo descansar al bebe no le hace bien que me preocupe, debo calmarme, hasta que logro dormirme después de dar miles de vueltas sobre mi cama.

Por la mañana me levanto, me ducho tomándome mi tiempo, incluso me lavo el cabello. Cuando estoy lista trato de bajar a desayunar, no obstante, debo de devolverme derecho al baño a expulsar lo que no tengo, al terminar me recuesto en la pared, tratando de normalizar mi respiración.

-¡DIOS! ¿Qué te ha sucedido, Freya? -Frida entra asustada al verme en el suelo.

-He devuelto lo que había en mi estómago y eso era nada -Le conté entre jadeos.

-Vamos al comedor, necesitas recuperar fuerzas – Frida me ayudó a caminar hasta el comedor, Viken, Aksel y Leada se levantaron al verme caminar sujetada por mi amiga.

-¿Que ha pasado Freya? Estás pálida – No quería hablar me sentía mareada.

-Creo que son los síntomas del embarazo, su cachorro se esta portando grosero con su madre -Respondió por mí Frida.

-O necesita a su padre -Dijo Leada.

-Bien, si eso es cierto, el padre vendrá a eso del medio día y así podrá dejar en paz a su mamá -Sonrió Viken al tiempo que lograba sentarme.

Pasé el desayuno sosteniendo mi respiración, el olor a comida me tenía con el estómago revuelto. Hice un esfuerzo sobrehumano para poder comerme la fruta, no obstante, el resto de la comida me fue imposible.

Recosté mi cabeza en el respaldar de la silla y cerré los ojos, esperando se me pasara el mareo, mientras escuchaba a las otras personas en la mesa hablar de cosas banales.

-No te sientes bien, ¿verdad? -La voz de Frida.

-Estoy muy mareada, todo me da vueltas -Le respondo.

-Come algo más, casi no has comido -Me insta a comer más no puedo.

-No, el olor a comida me tiene con el estómago revuelto ayúdame a ir a mi habitación, por favor -Me toma de la mano ayudándome a levantarme, Viken se le une y ambos me llevan a la mi habitación.

-Los síntomas mejoraran cuando estes al lado de tu pareja -Leada comenta antes de salir del comedor.

-Realmente espero que sea así -Con eso último subimos a la habitación.

-Leada, ha sido madre en dos oportunidades, lo que te dijo es cierto ya veras que cuando Ragnar esté a tu lado todo será diferente ya lo veras. Ahora descansa -Las palabras de Leada me dan un poco de tranquilidad al saber que estaré mejor cuando mi compañero este a mi lado.

Mientras descanso, recuerdos felices de mi infancia y parte de mi adolescencia llegan a mi como un vendaval, los viajes a la playa, a la ciudad y n encuentro con un extraño uno que le gritaba a mi padre, se parecía mucho a él. Le hablaba de la pureza de la sangre. Es raro porque Viken a hablado de ese tema y la agrupación que mató a mis padres, ¿ese hombre habrá tenido que ver con la muerte de mis padres?

Un olor muy particular inunda mis sentidos, la cama se hunde tras de mí, unos fuerte brazos me rodean, uno de ellos va a dar donde está posada mi mano izquierda, sobre mi vientre. La piel me pica deseando más contacto, me pego más a la pared dura y caliente detrás de mí, ronroneo como si fuese un gato y no una loba.

-Extrañaba tenerte así, sé que fue solo una noche, sin embargo, esa noche fue suficiente para darme cuenta de que tú eres mía y yo seré tuyo por la eternidad. Mi Luna -Me besa el cuello repartiendo descargas eléctricas por todo mi cuerpo y un gemido loco escapa de mi boca antes de que pueda detenerlo. Si estaba medio dormida a hora estoy totalmente despierta.

-¡Hola! -Lo saludo dándome la vuelta y quedando frente a él. Abro mucho los ojos al ver lo guapo que es, no lo recordaba. También es muy grande en comparación conmigo.

-¡Hola! -Me sonríe y me besa en la nariz, lo que me provoca excitación.

-¿No estas enojado? -Lo miro a los ojos.

-No, no lo estoy. Viken me ha explicado que desconocías tu verdadera naturaleza y que creías que te estabas volviendo loca por oír voces en tu cabeza -Me da vergüenza reconocer ese hecho.

-Lo siento. Mis padres nunca me contaron nada de sus orígenes y de sus vidas antes de mí, no obstante, mientras dormía un recuerdo llego a mi mente, de cuando era muy pequeña -Lo miro.

-¿Qué recordaste? Te escucho, así puedo llenar los espacios en blanco de tu vida, lo que encontré de ti fueron de los diez años en los orfanatos, de ahí hacia atrás nada -Me besa en los labios instándome a hablar.

Le cuento lo que vi en el sueño y de cómo el hombre se parece a mi padre, mientras el me mira con mucha atención, se ve tan tierno para la mole de músculos que es, su calor me relaja y su aroma me ha ayudado a que las nauseas y el mareo desaparezcan.

-Bueno, sabemos quién es ese hombre. Es el hermano mellizo de tu padre y le quitó el puesto de alfa a él con ayuda de los más ancianos de la manada, luego lo desterró junto a tu madre que era humana -Lo miro asombrada.

-¿Él los mando a matar? No le bastó con desterrarlo. Es por ello por lo que nos mudábamos muy seguido. Mi padre tenía miedo de que nos dañara -Las lágrimas me escurren por las mejillas.

-Lo más probable que sí, tenía miedo de que regresara a reclamar su manada y al nacer tu más inseguridad le dio. Lo peor de todo es que creo que está detrás del ataque que sufrimos -Lo miro asustada. -

-Estaba buscando información sobre ti, ya sabía tu nombre, tu apellido se me hacía conocido, todas las manadas en este país nos enteramos de todo lo ocurrido en cada manada, no podemos intervenir. Al salir del último orfanato donde estuviste nos atacaron los Sangre Pura con un grupo de humanos, dejamos a uno vivo para que nos diera información, fue ahí que supe de tu ataque. El hombre no me dijo quien los mando, supongo que fue él -Me sorprendo al conocer que fue atacado.

-¿Por qué me odia? Es más nunca supe lo que era hasta que Viken nos explico a Frida y a mí, a ella también le mataron a sus padres. De seguro fue por lo mismo que a mí –

-Supongo que los más probable que se así, ese será el trabajo de Viken, noté que es su pareja -Me besa nuevamente y me acerca más a él y aspira mi aroma y recuerdo que debo darle la noticia que seremos padres.

-Ragnar, debo decirte algo -Lo miro a los ojos y están expectantes a lo que tengo que decirle.

-Dime, me han dicho que has estado enferma después de salir del hospital, ¿es eso? -Me muerdo el labio tengo miedo de su reacción.

-Esa noche fue mi primera vez... -Me apena recordar eso.

-Lo sé, nena -Me besa en la frente cuando bajo la mirada.

-Bueno, como no tenía sexo con nadie y esa noche no pretendía tenerlo con nadie, hasta que tu apareciste y las hormonas se me dispararon, no me cuidaba... -Vuelvo abajar la mirada.

-Fue nuestro vínculo el que nos unió, es más ya nos habíamos visto, el día que tus padres murieron, yo fui quien te rescató. Nuestros lobos se reconocieron, no hay nada que lamentar, ya te encontré y es lo importante -Me besa apasionadamente en la boca haciendo que me distraiga, no obstante recobro la lucides, separando nuestros labios para continuar con lo que él debe saber.

-Bueno, esa noche tuvo consecuencias, si te molesta o no estas preparado para ello y me dejas aquí lo entenderé, perfectamente. No quiero que te sientas obligado a nada -Ragnar me mira con ojos de espanto.

-Nena, ¿De que estas hablando? Me estas preocupando –

-Esa noche me embarazaste, tengo casi seis semanas. Los médicos... -Ragnar me toma el rostro con sus grandes manos y me besa profundamente, se me erizan hasta las hormonas. En un movimiento muy ágil me pone boca arriba con él sobre mí, baja a mi vientre, sube la blusa que traigo puesta y empieza a repartir besos sobre esa área.

-Esta es la mejor noticia que he recibido en mi vida. Serás el futuro alfa de nuestra manda -Sonrío de felicidad, tendré mi propia familia.

-¿Y si es una niña? -Le pregunto con curiosidad, espero que se sienta orgulloso indiferentemente si es niño o niña.

-No me importa lo que sea niño o niña igual los amaré a ambos. Sé que si es una niña será una buena luchadora como su madre y tendrá siempre mi apoyo -Me vuelve a besar.

-Vamos quiero presentarte a Frida, ella es como mi hermana -Me levanto tendiéndole la mano para que me acompañe, me toma por sorpresa al llevarme entre sus brazos.

Al llegar al salón principal a parte de mis amigos y sus betas, hay dos hombres más, quienes al verme se inclinan.

-Luna, es un honor conocerla – Los miro con intriga.

-Ellos son Svein Thorsen y Enar Aune, son mi mano derecha e izquierda -Les sonrío.

-Es un gusto conocerlos, soy Freya Sorensen -Me presento. Ambos hombres asientes.

-Luna, yo conocí a su padre; de hecho, fui de su manada, hasta que su tío nos desterró a mi padre y a mí por no aceptarlo como alfa. Así que si, mi alfa me lo permite, yo la cuidaré. No sólo por que es la luna del alfa Ragnar, también lo hago por honor a la memoria de su padre, quien fue un muy buen alfa -Me quedo fría al saber que este hombre es de la manada de mi padre.

-Gracias, es probable que te pida información de la manada-Le sonrío ha ambos.

-¿Ya te sientes mejor, Freya? -Leada me pregunta con una sonrisa en los labios.

-Si, mucho mejor -Le respondo.

Nos acomodamos en el salón principal de la mansión, donde nos ponemos cómodos Cada uno con su pareja menos Svein y Enar.

-Ragnar es de suponer que te llevaras a Freya contigo -Comenta Aksel.

-Si, es mi luna y su lugar es junto a mí. Es mi deber protegerlos – Ragnar posa su mano en mi vientre y las mariposas empiezan a revolotear en mi estómago.

-Me vas a hacer falta, amiga -Frida me mira con los ojos llorosos.

-Tú también me harás falta -Mis lágrimas se derraman, las hormonas me tienen sensible.

-Tranquila que podrás ver a tu amiga, no es que te lleve a vivir al otro lado del mundo, mi manada esta en Rorvik, podremos viajar aquí o ellos pueden ir -Me besa con ternura.

-Ragnar, espero que estrechemos relaciones, nuestras lunas son hermanas y no esta bien que se paren -Viken le extiende la mano a Ragnar y eso me alegra mucho.

-Nunca te he visto como rival, siempre he guardado un profundo respeto ti y tu manada. Me alegra que aceptes a mestizos como a los puros de sangre. Eso habla bien de ti, como alfa -Me conmueven las palabras de Ragnar.

-Tampoco tu lo has sido para mí, me alegra que tu manda pronto tendrá un heredero, uno que lleva la sangre de un buen alfa, el alfa Ivar Sorensen -Viken nombra a mi padre, causando que mi corazón se estruja. Las siguientes horas pasan muy rápido. Cuando Ragnar mira su reloj, anuncia nuestra partida, subimos a la habitación que había sido mi habitación y recogí mis cosas e hice mi equipaje con ayuda de Ragnar. No era mucha, por lo que fue rápido.

Me despedí de mis nuevos amigos y nos subimos al auto rumbo al que será a partir de ahora mi hogar.

-Descansa mi luna que guardaré tu sueño mientras llegamos a casa – Me toma entre sus brazos y sumerjo en un profundo sueño.

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