¿Puedo casarme contigo?

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Actualidad, 2023

Cuando te pregunté si podía casarme contigo ya me había dado cuenta de que no eras muy feliz viviendo, aunque fueras muy talentosa en tu carrera y el socio de mi madre te contratara desde temprano, ya te encontraba llorando sola en las ventanas de nuestro nuevo hogar. No importaba cuánto me esforzara por hacer que estuvieras feliz por más de una semana, siempre volvías a recaer, tratabas de ablandar el dolor que me causaba verte así diciendo que era porque estabas en tu periodo.

Fue entonces que pensé: "Le pediré casarme con ella, me desviviré por ella para hacerla feliz, le daré todo lo que ella quiera, no importa si tengo que trabajar todo el día, ella tendrá todo lo que quiera. Incluso podremos formar una familia, una familia que pueda sanar su corazón herido."

Octubre, 2002

Han pasado poco más de dos años, es otoño y la ciudad se ve hermosa, para ponerte un poco más en el contexto de mi vida actual.

Empezando con mi madre, el año pasado encontró un hombre que al parecer la hace sentir bien aunque no es tan guapo, recuerdo bien sus palabras: "No importa si es el hombre más guapo del universo si en realidad no me ama, he pasado mucho tiempo entre hombres guapos y todos han sido unos patanes, que un feo sea el hombre más amoroso que existe es solo una prueba de que la belleza genuina no es la externa, claramente su corazón ha cuidado del mío mejor que cualquier otro antes."

Mi hermana logró terminar su carrera, consiguió empleo en una de las empresas de la ciudad, queda lejos de casa de mi madre, así que está rentando un departamento cerca de su trabajo.

¿Yo? Bueno, Gia compró una casa muy hermosa. Ella dijo con una voz muy dulce: "–Quiero una casa donde tenga un jardín hermoso y podamos tomar el té debajo de un árbol cada domingo.". Así que yo le dí una suma de dinero para que la comprara, si bien ella podía pagarla, no me pesó darle cada uno de los dólares que tenía ahorrado en mi cuenta. Así que ahora vivimos juntos en una casa hermosa, queda a unos 20 minutos caminando de la casa de mi madre, así que se siente bien estar cerca de las mujeres que amo.

Jamás pensé que en esta ciudad tan remota fuera a encontrar la paz y la tranquilidad. He encontrado un trabajo en una editorial, por el momento solo estoy como asistente, pero la paga es muy buena, Gia ha estado estudiando, pero Harry, el socio de mi madre, le ha dado trabajo como su auxiliar, además de ser su profesor en la universidad, se ha convertido en su jefe. Ella está muy feliz en ese punto.

Pero claro, no todo es color de rosa. Varias noches Gia se despierta con pesadillas, esto pasa muy seguido, aunque Flavio sigue en la cárcel y ha estado a punto de morir varias veces, a ella le afecta y teme.

Varias veces la he descubierto llorando sola, solo un par de veces he logrado que me confiese que tiene miedo de que algo así le vuelva a pasar. Ella trata en seguida de reconfortarme diciéndome que no es que tenga miedo de mí, pero ciertamente me causa cierta inseguridad de sí en realidad estoy haciendo las cosas bien.

Hasta hace unos meses ha empezado una terapia con la psicóloga de la ciudad, aunque tengo sospechas de que no seguirá asistiendo, ella se cierra completamente, me lo ha dicho, que solo confía en mí y en mi familia.

–¿Crees que le guste? –pregunto a mi madre mientras estamos con uno de los mejores joyeros de la ciudad, un hermoso anillo de oro perfectamente redondo con un diamante que sobresale con 3 diamantes pequeños a derecha e izquierda de la sortija.

–Yo creo que le encantará. –mi madre me sonríe mientras posa su mano en mi hombro. –Estoy tan feliz y orgullosa de que encontraras una mujer con la cual pasar tu vida.

–Creo que más que pasar mi vida con ella, quiero regalarle mi vida. –ella me mira impresionada. –No es obsesión ni mucho menos locura, estoy enamorado de ella, quiero amarla y cuidarla, incluso me atrevería a decir que preferiría que ella muriera primero que yo, así no tendría que dejarla sola. –le digo mientras recibo el anillo ya en su caja y hago el pago, volteo a ver a mi madre que deja caer una lágrima de su rostro y se pega a mi pecho en un abrazo.

Para esta noche he preparado una hermosa cena, a Gia no le gustan las acciones en público o ser el centro de atención, así que he optado por organizar una cena en nuestro patio trasero, es casi el segundo lugar favorito de Gia, mi madre, su novio y mi hermana están invitados, es algo pequeño y quiero que sea sorpresa para ella.

Casi todo el día han llegado flores, margaritas y girasoles, también algunos pasteles pequeños y mi madre me ha ayudado a decorar una hermosa mesa redonda para nosotros, hemos acordado que ellos estarán dentro de la casa para continuar con la sorpresa. Gia sale tarde de la universidad, así que el plan debe salir perfecto.

Cuando veo el auto de Gia acercarse a casa, salgo a recibirla.

–Hola mi amor. –le digo antes de darle un beso en sus labios. Tomo su bolso y procedo a tomarla de la mano.

–Hola cariño. ¿Está todo bien? –me mira preocupada.

–Sí. No te preocupes, solo he preparado algo para ti. –pasamos por uno de los costados de la casa camino al patio trasero. –Sé que últimamente he estado mucho en el trabajo y tú has estado todo el tiempo en clases y esos trabajos con Harry, así que creo que es justo que tengas esto. –en cuanto termino de hablar, llegamos a nuestro patio trasero.

Todo está alumbrado por focos pequeños y amarillos, hay flores por todos lados y en la mesa ya está la cena y el champán que he comprado.

–¿Y todo esto? –una hermosa sonrisa está en su rostro cuando le ayudo a tomar asiento.

Yo paso por detrás del árbol enorme para tomar el hermoso ramo de margaritas y girasoles y ella se impresiona aún más cuando me ve.

–Una pequeña muestra de mi amor. –le entrego el ramo y me inclino a ella con una sonrisa para darle un beso. –Bueno, cenemos, o se enfriará. –le sonrío y me siento frente a ella.

Pasamos una media hora comiendo, ella alumbrada por esa luz dorada es aún más celestial, mi hermana, que es obsesionada con la decoración de pasteles, se ha ofrecido a escribir "¿Puedo casarme contigo?" En un platillo donde irá una rebanada del pastel de chocolate favorito de Gia.

–Quédate aquí, iré por el postre. –me levanto, tomo los platos y le doy un beso en su frente antes de salir.

Mi madre y los demás invitados están en la cocina de la casa, le doy una sonrisa a mi madre antes de tomar los postres y aunque estoy nervioso, doy un respiro antes de salir al patio.

–¿De chocolate? –pregunta Gia antes de que llegue a ella.

–Por supuesto mi amor. –trato de que no se noten mis nervios cuando pongo mi postre en mi lugar y me dirijo directamente a ella. –Este es para ti. –el pedazo de pastel tapa la palabra y es perfecto. –Esto también. –giro el platillo para que ella pueda leer la pregunta y levanta la mirada hacia mí mientras yo estoy arrodillándome para ella mientras saco la cajita del anillo de mi bolsillo.

–Marco...

–Gia. –la interrumpo, pero veo sus ojos llenos de lágrimas y su sonrisa hermosa en su rostro. –Creo que mi alma te ha amado desde antes de conocerte, no tengo duda de que te amaré por mucho tiempo más. Eres la única mujer que ha logrado tener mi corazón de manera tan pura y sincera. No tengo intención de pasar mi vida contigo, yo quiero regalártela, cada momento, cada sonrisa, suspiro o llanto, construir de mí un lugar seguro para ti, estoy dispuesto a tomar tu mano y protegerte por el resto de mi vida, y si hay alguna vida después de esta, también quiero pasarla contigo. –hago una pausa para limpiar las lágrimas de mi hermosa Gia, y abrir la caja con el anillo. –¿Puedo casarme contigo, Gia?

Ella hace silencio mientras las lágrimas caen de sus ojos y con una sonrisa se levanta de su silla, arrodillándose junto a mí y me dice:

–Eres la única razón por la que no he hecho las cosas malas que hacía antes, tú haces que quiera vivir, y nada me completaría más que casarme contigo, Marco. –dicho esto, llorando los dos, deslizo el anillo por su dedo.

Esa noche celebramos todos, mi familia logró sorprender a Gia, entre tantas felicitaciones y llantos, la noche fue maravillosa, pero claro, no tan maravillosa como el día de nuestra boda, 4 meses después.

Febrero, 2003

–Gia, mi amor. –me quedo en silencio observando a Gia, a punto de ser oficialmente mi esposa, con un vestido que solo en ella se ve perfecto, el velo blanco en su rostro y desde aquí puedo ver sus ojos negros y brillantes. –Te amo... me encanta todo lo que eres, y lo que serás, eres una mujer maravillosa que ha logrado cautivar mi corazón. –suelto un suspiro. –Desde siempre he sentido que las palabras se quedan cortas para expresarte lo mucho que te amo. Mi voto para ti, si no soy lo suficientemente bueno, mejoraré cada día por ti, para merecerte. Estaré cuando sientas que ya no puedes. Jamás pensé en casarme, claramente era porque aún no te había conocido, porque desde que estás en mi vida no he hecho más que descubrirme enamorado cada día más de ti. Con toda seguridad puedo decir que estoy increíblemente feliz de ser tu esposo a partir de hoy. –con mi voz quebrada deslizo el anillo en el dedo de Gia.

–Marco. –mi corazón da un salto cuando escucho su voz diciendo mi nombre. –Conoces mis oscuridades y mis días hermosos, mis lágrimas y sonrisas, mis llantos y felicidad, no me arrepiento de haberte dicho de primero que me gustabas. –suelta una risa suave que me contagia. –Me has hecho más fuerte, haces que quiera salir adelante y ser una buena mujer para ti. Yo, en lo que me resta de vida, no te dejaré solo, no lastimaré tu corazón y me dedicaré a amarte con cada pedazo de mi alma. Viste en mí lo que ni siquiera yo podía ver. Sabes que no era muy valiente en lo que respecta a la vida, pero... contigo tomado de mi mano, la vida suena más hermosa, ser parte de tu familia desde el primer momento y sentir que por fin pertenezco a un lugar me da razones suficientes para decir que: Tú, Marco Hills, eres mi hogar, donde me siento segura y amada. Amo estar contigo, te amo a ti y amo decir que a partir de hoy soy tu esposa. –con lágrimas corriendo por mi rostro veo como Gia desliza el anillo por mi dedo.

–Puede besar. . . 

Antes de que el Padre termine de hablar, ya he levantado el velo de mí, oficialmente, esposa y la beso con tanto amor y pasión que se siente como si fuera la primera vez.

Actualidad, 2023

Jamás olvidaré que dijiste que me amarías con cada pedazo de tu alma, porque tú siempre decías que estabas rota, y que me amaras con tantos pedazos de tu ser, podía sobrepasar cualquier amor que se puede dar.

Jamás dudé de que me amabas tanto como me lo prometiste, sé que porque me amabas dejaste de atentar contra tu vida, aunque los pensamientos siempre estaban.

Sé que tu amor por mí era tan grande que nos permitiste formar una familia, tu alegría cuando supiste que estabas embarazada fue tan grande que en seguida arreglaste el cuarto que usábamos como almacén, estabas aún más feliz cuando supiste que sería una niña, nuestra Paloma. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro