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21° Libro: Frankenstein.

Cuando se ama a una persona se la ama tal como es, aunque no sea como uno quisiera que fuese.

Seokjin se encontraba saliendo de la cafetería, en sus manos llevaba una bolsa de papel, dentro de ella estaba una deliciosa rosquilla de chocolate, en su mano derecha llevaba un vaso con exquisito café con leche.

Hace tiempo que Jin no se daba un gusto propio, y vaya que lo necesitaba, quería descansar, después de todo sus amigos han estado demasiado activos últimamente, se la pasan queriendo salir a muchos lados y no lo dejan ni siquiera dar un pequeño respiro.

Pero de alguna manera se los agradece internamente, pues los libros cortos que lee se alargan con ahora pocas horas de lectura, pero a la vez no le gusta salir con ellos por el simple hecho de que ahora pasa menos tiempo con Namjoon.

El canto de las aves se hizo presente en cuanto el chico se acercaba cerca de un árbol, no pudo evitar sonreír en cuanto escucho ese trinar, era tan hermoso y tan relajante en esos momentos. Se pregunto si había más personas que apreciaran de tal manera ese canto.

—Claro que las hay— aseguró mientras seguía su camino a su respectivo departamento. —Nam es una de esas personas—

No había podido seguir leyendo el diario de Namjoon, ¿razones? Pues sus amigos, además de que terminaba muy cansado y no quería leer algo más, pues también se sentía que había una posibilidad de que olvidara la historia que leía para su bello durmiente.

Abrió la puerta de su departamento y entro para después cerrar la puerta detrás de él, camino directo a uno de los sofás de la pequeña estancia y coloco la bolsa que contenía su capricho, además del vaso con la bebida amarga dulce, sobre la mesa de centro y se sentó.

Su vista fue a dar a la repisa, en ella había puesto el diario de su compañero. Él estaba consciente de que tal vez era una muy mala idea colocarlo allí, ¿qué tal si alguno de los chicos llegaba de visita inesperada y se ponía a hurgar en la estantería?

Se levantó y fue directo a la estantería, agarró el diario y de nueva cuenta se dirigió a su respectivo sitio en el sofá, abrió el diario, tenía que leerlo un poco más.

22 de febrero de 2010

Jimin no para de preguntarme que es lo que quiero para mi cumpleaños, siempre le respondo que deje de joder, lo sé, no es una muy buena respuesta, pero al menos funciona para que deje de estar de insistente.

Estoy escribiendo mientras Seokjin y Jungkook están comiendo en la estancia, les dije que quería dormir, pero la verdad era que quería escribir sobre esto, ahora veo porque Jimin me lo dio, tal vez para que escriba las muy pocas veces que él llega a irritarme, pero aun así él es un gran chico.

Han tocado a mi puerta, supongo que es Jin, no le gusta que esté en mi soledad mucho tiempo, le respondo que estoy durmiendo, pero vuelve a ser insistente, así que he decidido que iré con ellos, tal vez sea algo importante.

Bien, no fue tan importante, Jungkook había derramado refresco en uno de los sofás, lo puse a limpiar a pesar de que Jin insistía que no fue su intención, no importa, él lo hizo.

Seokjin suspiró, miro el reloj que se encontraba en la pared, sobre la repisa, ya era hora de ir a hacer su visita.

—Joon, ¿por qué siento que tratan de alejarme de ti? —

Jin se encontraba cerca de la ventana, admirando los rayos solares que traspasaban el cristal, no quemaban, eran cálidos, miro al chico moreno que se encontraba con sus parpados cerrados, y con la respiración tan calmada.

—Espero me disculpes por no venir más temprano, y también los anteriores días, pero es que los chicos no me han dejado en paz ni siquiera un minuto— suspiroó. —Es como si trataran de que no venga contigo—

Agarró el libro que había puesto sobre su silla y se sentó, coloco el nuevo ejemplar en su regazo y observó al chico de labios delgados y hermosa sonrisa, Jin en verdad extrañaba aquella sonrisa.

—Me han llevado a casi toda la ciudad, bueno creo que exagero, pero es que siento que es así, estoy cansado, pero no quiero decirles eso, seguramente estarás pensando; "Kim, debes de decir lo que sientes y piensas" pero siento que no es correcto, bueno puedo decirles que no tengo el animo para salir, pero no quiero que me pregunten el por qué, además si se los digo es posible que se preocupen por mí—

Su mirada fue a dar a Namjoon.

—O tal vez quieren que me relaje un rato, aunque no lo necesito, creo que me siento más relajado leyéndote un libro—

Jin abrió el nuevo libro en sus manos.

"¿Recuerdas aquel día en que te hice sonrojar? Te diré que tengo una foto escondida de ese momento, aún me pareces adorable, es increíble como unas simples palabras puedan hacerte eso, Jin"

—Me hubiera gustado que escribieras en dónde está esa fotografía, pero claro no lo hiciste porque sino era probable que la buscará, claro que recuerdo ese día, y no fueron simples palabras, decirme que me veía bien adorable con el cabello morado... me hizo sentir avergonzado, pero fue porque fuiste tú quién me lo dijo, mientras que los demás se reían—

Seokjin comenzó a leer "Frankenstein" de Mary Shelly, para Namjoon

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