Marinette una chica normal, con una vida como cualquier persona. Con unos padres maravillosos y un novio de nombre nathaniel.

Marientte actualmente estaba terminando su ultimo año en la universidad. Aun no podía creer que en unas semanas terminaría sus estudios y comenzaría su vida laboral como diseñadora de modas.

-bien, termine- mencionó cerrando su laptop.

Al fin había terminado su proyecto final, que determinaría su calificación final.

Desde hace un tiempo marinette ya no vivía con sus padres, había logrado rentar un apartamento que había sido abandonado urgentemente según lo que contó el dueño de este.

Marinette no entendió el por que de ello ya que el apartamento a pesar de lo frio que se veía era lindo. Contaba con 2 habitaciones, 2 baños, una cocina, una pequeña sala y un sótano.

Con los ahorros que habia conseguido en su trabajo y con ayuda de sus padres, habia cambiado de apoco el apartamento.

Marinette bajo de su habitación con un libro que Nathaniel le había recomendado hace unos días pero que por su proyecto no le había prestado atención.

Al pasar unas horas leyendo y observando su celular de ves en cuando escucho un ruido que provenía del sótano.

A marinette jamas le había gustado el sótano, la primera vez que lo vio cuando le presentaron el apartamento sintió una mala vibra que provenía de ese lugar.

Cuando ella se mudo trato de arreglarlo, colocarle luz y volverlo su estudio de diseño, pero sentía constantemente que la observaban. Así que simplemente dejo ese lugar con llave.

Al volver a escuchar otro ruido decidio bajar para ver que era lo que estaba sucediendo. Al bajar encendió la luz y noto las cajas polvorientas que por lo que dijo el dueño eran de la antigua persona que se hospedaba pero que las había dejado.

Marinette no tiro las cajas por que no sabia cual era su contenido. Pero algo ahí la motivo a abrirlas y revisarlas.

Retiro la cinta vieja de la caja de cartón y la abrió. Al hacerlo se encontró con juegos de té, muñecos de porcelana que se le hacían lindos a marinette.

Abrio la segunda caja y encontró una tela negra que le extraño, y al extenderla noto que era una túnica. Pero al seguir revisando la caja vio que eran 3 túnicas en total.

Un frio le recorrió la espalda pero decidió abrir la tercer caja, al hacerlo se encontró con un libro. En la pasta se mostraba la cara de un hombre con cuernos, orejas grandes, lo que parecía ser unas alas y un antifaz cubria sus ojos.

Sintió un poco de miedo al ver la portada, y dudo un poco en abrirlo. Así que simplemente cerro la caja sin revisarla más y guardo las demás cosas en cada caja, excepto el libro. Dejo las cajas en una estantería y se llevo el libro.

Se sentó en el primer escalón de la escalera y lo abrió a pesar de sus pensamientos de no hacerlo. Al abrirlo se encontro con unas letras en rojo que decian:

No leer

Que era eso, un libro de brujería. Jamas había visto algo así, paso a la siguiente hoja y lo único que había era un texto pequeño que al tratar de leerlo en su mente no entendía, así que lo trato de leer en voz alta.

"Truk splendi jasdre harid cosgrido freod"

Cuando terminó, la nota del principio regreso a su mente. "No leer". Cerro el libro y lo lanzo a unos pasos de ella. Al mirar sus manos noto una marca negra en la muñeca.

Segundos después una sombra empezo a salir de aquel libro, junto con una luz verde.

Cuando la luz desapareció la luz de la bombilla le ayudo a mirar su rostro, era la misma persona de la portada. Marinette se quedo en shock al ver su aspecto.
Lo miro directo a los ojos, tenía unos ojos esmeralda.

-¿quien eres?

-soy tu demonio

-¿demonio?¿como te llamas?- espero escuchar el único nombre que conocía de un demonio

-Adrien- sus nervios se calmaron un poco, no era el demonio que ella pensaba.

-¿que me harás?

-hablaremos de eso con el tiempo, ahora espero que tu no habras la boca. Si le cuentas a alguien sobre mi lo mataré, te aconsejo que tengas cuidado con lo que digas.

-s...si

-ahora, necesito fortalezerme- esto lo dijo en un susurro

-¿que me harás?

-eres mas ruidosa, debo comer...

-¿qu...que?- antes de salir corriendo, su cuerpo no le respondía.

-¿a donde crees que vas?

La chica estaba recostada en las escaleras, su cuerpo no respondía a ella si no al demonio, el hombre de ojos esmeralda se aceeco a ella y con una de sus manos tomó el brazo de la chica. Una garra en sus manos comenzó alargarse y sin cualquier resentimiento empezo a hacer cortadas en el brazo de la chica.

La sangre broto sin ninguna dificultad.
El demonio se acerco a su brazo y tomo toda la sangre que fluía de su brazo.

Las lagrimas salían de los ojos de la chica, debía ser un sueño, de repente sus labios podía moverlos y sus sollozos y suplicas salieron por inercia.

Los gritos de la chica eran fuertes, pero solo podía gritar su cuerpo aun no respondía.

-mmm, que delicia-dijo pasando su lengua por todo el brazo de la chica- me encanta cuando los humanos gritan de dolor.

-detente- menciono aun en lagrimas.

El demonio rió ante la suplica y volvió acercarse a ella, siguió bebiendo la sangre que salia del brazo de la chica.
Segundos después todo se volvió negro para ella.