Capítulo 7

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La noticia voló, la que había aparecido un donante claro está, la de que la rubia era una patosa impulsiva, no. Familiares y amistades se alegraron de que Julia Valdés iba a tener el mejor regalo de cumpleaños, después de tanto tiempo esperando. Obvio que conocían la existencia de los riesgos que conllevaba ese tipo de cirugías, pero por primera vez hasta la misma Juliana Valdés se permitía soñar.

Primero tenían que hacer unas pruebas rutinarias a la joven Julia y la sala de espera ya se fue llenando, como si fuese una familia gitana romaní versión payos o gringos, como lo llamen en sus países. Catalina, Lizzie, Gal, Carol y ya los más allegados, los padres de ella y los padres de ella también, parece el título de una película romántica, sumémosle a Diego el hermano de Juliana y  West el hermano adoptivo de Valentina que fue en compañía de su nuevo novio. Joss en un principio iba a acudir, pero vio que dejarían demasiado trabajo a la pobre chica del hogar ¿9 mini Valdés para una sola persona? Sería todo un propósito a la hora de querer enloquecer a una persona.

Al final acabó reuniéndose tanta gente en la sala de espera, que una enfermera tuvo que llamarles la atención y pedir que solo se quedasen los familiares más cercanos, así que acabó quedándose las madres biológicas de Julia, como es lo más lógico y Lucia y Lupe, Jacobo no quería estar cerca de la bruja piruja de la madre de Juliana, mira que a la vaquera la quería, pero había algo en esa señora que no le llagaba a tragar, quizás fuese porque le daban ganas de dar un par de sopapos cada vez que la pillaba mirando mal a su hija, al menos con Macario tenían una relación más cordial.

Catalina, Lizzie, Gadot y Carol fueron a tomar algo a la cafetería del propio hospital, bueno, todos fueron a parar ahí, pero aquello parecía un poco la guerra de los sexos ¿no? Los hombres por un lado, las mujeres por el otro:

— Una niña tan joven...

Comenzó a decir Catalina apenada:

— Sí— Admitió Gadot mientras removía la cucharilla de la taza de su café— sé que llevaban mucho tiempo esperando un donante compatible...

— Doctora Gadot— comenzó a quejarse Carol— no nos pongamos en lo peor.

Lizzie señaló a Gadot:

— ¿Qué quieres decir?

Gadot se encogió de hombros dubitativa unos segundos ¿Daba su opinión? O ¿No lo daba? Meh era la doctora Gadot, no se callaba para dar su opinión en ningún momento:

— No quiero ponerme en lo peor, pero cuando una paciente opta por un trasplante de medula es porque la enfermedad es demasiado agresiva como para reaccionar favorablemente a la quimioterapia— miró a la mesa donde estaban los parientes de Valentina y Juliana— Durante los próximos días y semanas estará sin sistema inmunológico, cualquier resfriado común podría matarla...

Catalina puso los ojos en blanco:

— Bueno, si hablamos de un hospital de bajos recursos puede, pero un hospital de renombre y que prácticamente cuesta un ojo de la cara dudo que pase algo así, porque Valentina está dispuesta a pagar una barbaridad por sus hijos, ganará mucho dinero, pero al igual que los millones vienen, se van...

Carol se tapó un poco y con la otra mano señalaba a Gadot, mientras movía los labios donde se pudo leer perfectamente un "Y ella" un detalle del cual Gadot se dio cuenta:

— Un momento— se defendió— De algo tengo que vivir, dejé mi vida atrás por escuchar sus problemas, que vienen siendo más porque son cabezotas, más por parte de Juliana.

¿Alguna vez habéis visto la mirada hambrienta de las hienas? Pues una mirada parecida puso tanto Catalina como Lizzie, solo que en sus pupilas se podía leer a la perfección las palabras "salseo" "salseo" Como si no hubieran tenido suficiente la época en la que Juliana vivió con ellas y acabó tirándose a la exjefa hasta en el cesto de la ropa, bueno a tanto no fueron, pero poco faltó, fue la época en la que Catalina que invirtió una cantidad considerable de dinero en productos de limpieza. El don limpio sí que hizo buen negocio aquella época.

Gadot no era imbecil, conocía a la perfección el significado de esa mirada, ella también solía ponerla mucho, le encantaba los cotilleos como si fuese un personaje sacado de una novela de Jane Austen, pero en esta ocasión no se dejaría llevar por el sensacionalismo y sería como lo que es, una profesional. Así pues, sintiéndolo mucho, no pudo alimentar la sed de salseo de Banzai y Shenzi que quien ha crecido viendo el rey león sabrán que son dos de las tres hienas:

— Lo siento, secreto profesional paciente-doctora

— ¡Oh! Vamos— dijo Lizzie quejumbrosa— Alimenta nuestro morbo, últimamente nuestra vida está siendo muy...— buscó la palabra exacta— normal

Carol miró sin comprender:

— ¿Quieres una vida anormal?

Catalina apoyó el codo en la mesa y su mejilla en la palma de su mano:

— Una vida fuera de lo común equivale a emoción, esto último nos lo daban satán y la vaquerita.

Lizzie bufó y comenzó a desembuchar sus teorías en base a lo que sabía o conocía de Valentina y Juliana, así como averiguar los oscuros secretos de los iluminati y las conspiraciones:

— Si estás aquí es porque hay problemas en el paraíso, no hay que ser unas lumbreras para averiguar eso— dijo con obviedad— te llamó Valentina ergo la que esto poco receptiva es Juliana, también creo que es eso porque una de las últimas veces que vimos a la vaquera estaba en plan emo que odiaba la vida, así que creo que la situación es que Valentina es la gata encelo que quiere montar a la chica de ojos marrones...

Gadot no dijo nada, a pesar de que Lizzie no se alejó mucho de la realidad, tan solo se limitó a escuchar los debates que iniciaron las allí presentes, bueno Carol tenía ventaja, a ellas se lo contaba todo, pero sabía que no diría nada, tan solo se limitaba a decir teorías mucho más burras que las anteriores, según Catalina sí que se atrevió a añadir a una tercera persona en discordia, mayormente algún o alguna amante por parte de Valentina, pero Lizzie nuevamente puso su punto de vista y esta vez a favor de Valentina, pues todo el mundo que conociese la historia de Valentina y Juliana, sabían que la única que no ha sido infiel ha sido Valentina, es decir, el difunto exmarido de Valentina bien que fue un pichabrava, la ex amante de Valentina bien que le bailaba los perros a Liah, la ex prometida de Juliana quiso endosarle el bebé "Van der Woodsen" a la vaquera y la vaquera mientras dejando preñada a la rubia, así que ¿De las dos quien podía ser infiel? Según Lizzie apostaba que Juliana sería la infiel ¿Con quién? Pues con la niñera, no tenían, daba igual, la bruja siempre es la niñera:

— Un momento— acabó diciendo Catalina cuando llegaron a la conclusión de que todos y todas salvo Valentina eran unos pecadores con cornamenta— yo nunca he sido infiel a nadie...

— Ostras ni yo tampoco

Añadió Lizzie:

— ¿Entonces porque dices que Valentina es la única fiel?

Preguntó Catalina con el ceño fruncido:

— ¿Por qué estamos hablando de la jefa y la vaquera?

Preguntó Lizzie con tono de Obviedad. Gadot seguía sin decir nada, a lo tonto quien estaban alimentando a la bestia morbosa eran las propias Catalina y Lizzie.

Así se quitaron las malas vibraciones entre las cuatro mujeres, mientras que en la mesa donde estaba Jacobo, Macario, West, Justin el novio de éste y Diego, que a decir verdad en un principio tuvieron un momento, extraño:

— ¿Les gusta pescar?

Preguntó Jacobo antes de darle un buen mordisco a su bocadillo de carne. Vivía en Asbury Lacke, uno de sus pasatiempos favoritos era el de pescar obviamente:

— Soy animalista— dijo Diego antes de poner una mueca— aunque extrañamente trabaje en un rancho de cría de ganado.

Justin el novio de West también respondió:

— Soy animalista y vegano

West se tapó la frente, en plan "la cagó" Jacobo, el hombre que no tuvo hijos biológicos, pero amaba y sobreprotegía a sus hijos adoptivos como si fuesen de su propia sangre. Bueno, tuvo la desgracia de perder ya a dos de ellos y a dos nietos y mantenía en contacto con Serena, ella les mandaba fotos del hijo de Oliver que se parecía mucho a él y de alguna forma le recordaba a Barry y a Nate, pero fue escuchar esas dos palabras de Justin y...:

— Hijo— dijo mirando a West, con ese pedazo carácter de mierda que puede tener a veces el hombre todo hay que reconocerlo— ya van dos strights, no le pregunto si le gusta los deportes por si contesta mal soy capaz de echarle de la mesa

— ¿a quien no le gusta el baloncesto?

Preguntó Diego mientras le daba una palmadita en la espalda a Justin, dando por hecho de que le gustaría. Es decir, Diego en ese sentido era como Juliana, les encantaban el baloncesto, al igual que a Macario, eran una de las pocas aficiones que compartían y disfrutaban los tres como familia, pero a decir verdad, a Justin tampoco le gustaban.

Jacobo señaló a Diego con orgullo:

— ¿Ves? Tráeme un yerno como Diego

— Papá

Susurró West avergonzado:

— Mejor— intervino Macario— Que deje a mi hijo en paz, mi mujer tardó lo suyo en asimilar que nuestra hija es lesbiana.

Jacobo frunció el ceño, es decir, Juliana era la madre de sus nietos, siempre la había tratado por cómo se identificaba, siempre de "ella" o como "La mujer de mi hija" pero había algo que no le cuadraba y como no es fino ni nada el señor:

— ¿Cómo llegaron a la idea de llamarla Juliana? Es decir, tiene pene

Los presentes pusieron cara de estupefacción:

— ¡Oiga!

Dijo Diego un poco molesto:

— Creo que me han malinterpretado— se intentó explicar— toda mi vida he crecido pensado que dos mujeres que mantienen relaciones sexuales hacen la tijereta— West en ese momento quería que la tierra se abriese bajo sus pies, le tragase y no le escupiese nunca, menos mal que no estaba Valentina presente— y una relación entre un hombre y una mujer está el mete y saca, eso sin contar que ha dejado preñada a mi hija, como para decir que Juliana es una mujer...

Terminó esto último con cierta duda en la voz:

— ¡Oiga! — dijo Macario enfadado y cuando ese hombre gigante se enfada su voz se vuelve de ultratumba— un poco de respeto si no quieres que te parta la cara

Jacobo alzó las manos en señal de paz:

— Que solo hablo desde la ignorancia

— Eso que has dicho— dijo West aclarando a su padre que siguió comiendo su bocadillo— ha sido muy transfobo y bifobico, recuerda que Valentina no es lesbiana es bisexual

Jacobo dejó de masticar mientras mantenía la bola de comida haciendo bulto a un lado de sus mejillas, miró a West como si le hubiese hablado en otro idioma que no alcanzaba a entender. Era un hombre de pueblo que se pasaba el día arreglando las imperfecciones de su casa y pescando, si no fuese por Valentina y por West pensaría que la homosexualidad solo existía en los grupos de rock como Queen:

— Hijo, me dices unas cosas que no entiendo— miró a Justin todo inocente— oye que no quiero que pienses que no tolero a los gays, que si les gusta darse por culo por mi no hay problema siempre que usen protección

— ¡PADRE!

Dijo West levantándose con cierta irritación:

— ¿Qué? — preguntó Jacobo— si pregunto es por curiosidad y no lo digo con mala sangre, si digo que los respeto y os sigo queriendo....

— Con que digas que nos quieres es suficiente

Acabó interrumpiendo West entre dientes. Diego se inclinó para susurrarle a Macario:

— Mamá a su lado ahora mismo me parece una santa.

Hablando del rey de roma, había momentos en los que Valentina permanecía al lado de su madre y Juliana al lado de Lupe, quizás eran los momentos menos tensos, los momentos en los que parecía haber alguna que otra mirada asesina era cuando Valentina se abrazaba a Juliana, que es lo más normal en esos casos, la hija pequeña de nuestras protagonistas estaba recibiendo un trasplante que podría salvar su vida o por el contrario matarla:

— Pasará su cumpleaños en un hospital

Musitó Valentina mientras mantenía la mejilla apoyada en el hombro de Juliana, la vaquera la abrazaba confortablemente y pasaba su mano por los cabellos ondulados de la rubia:

— Recuperándose, porque mejor regalo de cumpleaños no habría recibido— la estrechó más fuerte entre sus brazos y la meció— bueno, las navidades se acercan, como compensación podemos ir de vacaciones a donde quieran— luego lo meditó mejor— en realidad mejor un sitio donde no enferme tan rápido Julia— curvó la comisura de los labios y susurró— pero lo suficientemente lejos para que descanses de mi madre.

Valentina miró entre suplicante y agradecida:

— Por favor, me alegra que nuestras hijas e hijo pasen tiempo con sus abuelos, pero...

— Sé que mi madre puede pasarse de intensa

— Me acabas de conquistar de nuevo solo con decir eso

Dijo Valentina entre risas, Juliana sonrió, se imaginó a Valentina sonriendo y eso le llenó el pecho de un calor embriagador:

— Sin necesidad de recitar un poema, ¿para que hacerlo cuando tengo a mi madre como aliada?

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Esta historia NO me pertenece, es una adaptación realizada con la autorización de su autor Elio_kin

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