| Fiesta, alcohol y el mismo error |

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La fiesta iba de maravilla y tras una breve interacción parecía haberle agradado a la madre de TaeHyung, o por lo menos eso creía.

TaeHyung estaba la mar de contento y casi no dejaba que JungKook se separara de él con la excusa de que habían más alfas en la fiesta y a JungKook aquello le pareció la estupidez más grande del mundo, pero no dijo nada al respecto, pues le enternecían y divertía los aparentes celos del empresario.

— No conozco a nadie —murmuró JungKook un tanto desorientado.

— Te he presentado a medio salón, ¿seguro no los conoces?

— Seguro. Son demasiados nombres.

— Bueno, lo importante es que te conozcan a ti. Es bueno que sepan que eres mi omega para que no hagan nada raro.

— Eres consciente de que la mayoría de alfas aquí traen a su pareja, ¿verdad? —TaeHyung asintió—Awww, estás celoso.

— Un poquito. No debería haberte presentado.

— ¿Por qué? —preguntó JungKook. De un momento a otro su preocupación había subido impresionantemente. ¿TaeHyung se avergonzaba de él?

— Porque se van a dar cuenta de lo genial que eres y te van a separar de mí.

— Qué tonterías piensas —rió JungKook, hablando para TaeHyung y para él mismo por ser tan dramático.

JungKook se separó de TaeHyung y caminó a la mesa donde estaban la comida y las bebidas y se sirvió cerveza en un vaso de plástico. TaeHyung lo observaba divertido desde el extremo de la habitación donde estaba con él antes y JungKook se sirvió un poco más. La fuerte música, en vez de alborotarlo como pensaba que haría, lo adormecía.

Su resistencia al alcohol era casi inexistente y ya empezaba a sentirse mareado luego de apenas el tercer vaso.

TaeHyung se acercó sigiloso por detrás y envolvió sus brazos alrededor de la cintura del omega, y tal vez por el alcohol, JungKook se recostó contra el pecho del alfa apoyando su cabeza en el hombro de este e inhalando el aroma, dejando uno que otro beso.

— Deberías dejar de beber. Parece que no eres bueno en eso —se burló TaeHyung.

— ¿Qué es lo peor que podría pasar?

...

TaeHyung jamás había sido fan de las muestras de afecto subidas de tono en público, pero a JungKook parecía no importarle ni un poco en ese instante.

Si TaeHyung hubiera sabido cómo se pondría JungKook, le habría quitado el décimo, noveno y octavo vaso de cerveza. Tal vez el séptimo y sexto y probablemente el quinto también. No lo habría dejado siquiera acercarse a los vasos con bebidas en un inicio, porque estaba seguro de que el menor había hecho alguna mezcla extraña y no todo lo que había bebido era únicamente cerveza.

Pero ahora se limitaba a suspirar pesadamente mientras JungKook, sentado en su regazo, repartía besos por su cuello.

TaeHyung apretaba con fuerza el reposabrazos del mueble en una esquina apartada donde estaba sentado con JungKook encima, intentando por todos los medios no llamar la atención.

A esas alturas, la fiesta se podía ir al caño para TaeHyung, pero él no aguantaba más. Cargó al menor, quien instintivamente enredó sus piernas a su cintura, hasta el cuarto y lo descargó bruscamente sobre la cama.

Se quitó el buso que llevaba puesto (ya que a diferencia de lo que JungKook pensó, la fiesta no era formal) y se subió sobre el omega que ya se había quitado el saco también.

Lo besó bruscamente y se presionó contra él para que viera lo que había hecho en el mueble del salón.

TaeHyung empezó a quitar la camisa del menor cuando de repente la realidad golpeó a JungKook, pues acababa de recordarse a sí mismo en una situación bastante similar.

Aceptaba que las sensaciones no eran las mismas, pues con TaeHyung lo que estaba haciendo no se sentía incorrecto, pero no pudo evitar avergonzarse de sí mismo por no aprender de sus errores, sobretodo porque no podía estar cometiendo semejante estupidez de nuevo.

JungKook cerró los ojos intentando no darle demasiadas vueltas, no tenía que dejarse marcar y eso era todo. Pero el pensamiento lo atormentaba y si seguía así no iba a disfrutar nada e iba a terminar pasándole sus incomodidades al mayor.

Puso las manos en el pecho de TaeHyung y empujó un poco, el mayor de inmediato captó la señal y se separó de él. JungKook abotonó de nuevo su camisa y se colocó el saco otra vez bajo la sorprendida mirada de TaeHyung.

— ¿Qué pasa? —preguntó el alfa casi con preocupación— ¿Te hice sentir mal? Si es así, lo siento mucho, no quise presionart-

— No, Tae —interrumpió el omega acomodando su cabello mientras intentaba ordenar las ideas en su cabeza. Aún estaba mareado por el líquido que había bebido antes—. No has hecho nada malo, lo prometo. Simplemente hoy no puedo, la situación me supera.

— ¿Qué situación?

— La vez que me marcaron fue exactamente así y no me siento bien cometiendo el mismo error —explicó JungKook sin ser consciente de que sus palabras podían ser malinterpretadas fácilmente.

— ¿El mismo error? ¿Es enserio? Lamento haberte hecho sentir así, como si estuvieras cometiendo un error. Es bueno saber que eso me consideras. Feliz segundo día de noviazgo.

— S-Sabes que no me refiero a eso. Tú no eres un error, pero lo que estábamos a punto de hacer sí lo era, por lo menos en este preciso momento lo era —explicó JungKook apresurado—. Y-Yo... Nos vemos mañana en el trabajo, buenas noches.

JungKook salió del cuarto sin mirar a TaeHyung luego de haber recogido su bolso con sus cosas y cruzó la sala intentando no llamar la atención. Salió del apartamento y bajó por las escaleras hasta el primer piso, saliendo por fin del edificio.

Tomó su celular con manos temblorosas y llamó un taxi para poder llegar hasta su casa. El auto llegó minutos después. Indicó el camino al beta (agradeciendo internamente que fuera un beta) y se recostó abatido contra el frío sillón de la parte trasera del vehículo.

— ¿Qué mierda hice? —se lamentó. De seguro había hecho sentir terrible a su novio.

Apretó los ojos para no llorar en el taxi, ya dejaría caer sus lágrimas en casa.

🍀

— ¿Qué te pasó? —preguntó JiMin apenas abrió la puerta. JungKook tenía el rostro rojo.

— Nada.

— ¿No ibas a venir sino hasta mañana?

— Hubo un pequeñísimo imprevisto, eso es todo.

JiMin asintió y dejó pasar al menor sin preguntar nada más, aunque sabía que algo estaba ocultando.

— ¿Quién era? Oh, hola JungKook —saludó YoonGi y JungKook se sintió peor porque de seguro había arruinado los planes de la pareja.

Había arruinado la noche de YoonGi y JiMin y también la propia.

Corrió a su cuarto y tras una pequeña visita de JiMin, lloró hasta quedarse dormido.

¿Cuándo iba a dejar de dañar las cosas a su alrededor?

Sí hola :v

Terminé de corregir todo lo anterior y aquí nuevo cap :3

Hoy va dedicado a txggxk por sus comentarios bonitos UwU

Y... Creo que eso es todo, la memoria no me da porque tengo sueñito :c

Chauuu

Con cariño:

🍀

Editado: 07/11/2020

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