CAPÍTULO 11: GUARDARÁS EL SECRETO

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Disfrútenlo muchas gracias!!

Dipper se llevó una gran sorpresa al ver de quién se trataba cuando escuchó de quién era esa voz conocida. Melody, la novia de su amigo Soos, se encontraba trabajando en dicha cafetería puesto que, cargaba el mismo uniforme que los demás empleados tenían y el logotipo de la cafetería inscrito en la gorra. Ella se encontraba limpiando las mesas, y se topó con el castaño, una enorme coincidencia.

—Hola Dipper, que sorpresa, ¿Cómo supiste dónde estaba trabajando?, ¿Acaso Soos te mandó a espiarme? —preguntó Melody. Dipper sin tardar mucho, respondió con sinceridad.

—No, no es cierto, ni siquiera sabía que trabajabas en esta cafetería, y no, Soos tampoco me mandó a espiarte, no creo que él sea capaz de hacer una cosa como esa —comentó Dipper. Soos tenía un corazón tan bueno y tan noble que jamás pensaría en hacer una cosa como esa, él confiaba y amaba mucho a Melody, por lo tanto, jamás le ordenaría a alguien espiarla.

—¿Y entonces qué haces aquí?, ¿Y ese traje? —preguntó la mujer, quién no tardó en fijarse el elegante traje de sirviente que Dipper cargaba consigo.

—Hum, una larga... larga historia Melody —contestó Dipper—, solo puedo decirte que, por cosas del destino, terminé por convertirme en el sirviente de alguien por todo el verano.

—¿Qué acaso perdiste una apuesta? —preguntó ella—, por lo general los hombres casi siempre se meten en problemas cuando hay apuestas o retos de por medio.

—Ojala sea eso Melody, pero no, no perdí ninguna apuesta —contestó Dipper, recordando amargamente el momento exacto cuando derramó la estúpida taza de chocolate encima de la costosa ropa de su ahora ama y dueña, Pacífica Northwest—. ¿Y qué haces aquí?, Es una enorme coincidencia de que nos hayamos encontrado aquí, ¿No lo crees?.

—Jaja sí, vaya... coincidencia —dijo Melody—, entré a trabajar aquí hace un tiempo, ya que en mi anterior trabajo hubo recorte de personal y, fuí una de las personas despedidas —explicó, recordando cómo en su antiguo trabajo, como mesera en un restaurante meramente elegante, la despidieron junto a otros trabajadores—. Soos lo sabía, ¿No les contó nada?.

—No... debido a mi trabajo por así decirlo, no he tenido tiempo de conversar con Soos, o con mis tíos, incluso no puedo ver mucho mi propia hermana y la extraño, siento que no le he visto en un par de meses.

—¿Qué?, ¿Por qué?... ¿Cuántos hora de trabajo tienes Dipper? —preguntó Melody.

—No me lo creerías si te lo dijera Melody —respondió Dipper—. ¿Y aprovechando la situación cómo va su relación?, Cómo te mencioné no he podido conversar con Soos como me gustaría.

—Jeje... sí, vamos bien, ya tenemos más de tres años siendo novios y, aunque estamos muy distanciados, me siento felíz de tener a Soos conmigo —respondió Melody.

—Me alegra mucho escuchar eso, Melody —respondió Dipper, con una sonrisa sincera.

—Solo que... —se mostró incómoda ante el castaño.

—¿He? —preguntó Dipper, confundido—. ¿Solo que... qué?.

—Yo... —soltó un suspiro pesado—, Soos está tardando mucho en pedírmelo, a veces llegó a creer que realmente no le interesa avanzar conmigo a ese nivel —respondió ella.

—¿Espera siguiente nivel? —preguntó Dipper—. ¿A qué te refieres con eso?.

—Sí, el siguiente nivel, la segunda base, el siguiente estado, la... propuesta hermosa, ¿No lo captas todavía, Dipper? —preguntó ella, incómoda.

—¿La segunda ba...? —finalmente el castaño comprendió lo que Melody estaba tratando de decir—. ¿Espera te refieres a casarse?.

—Exacto —respondió ella—. No quiero sonar que estoy desesperada por casarme con Soos, pero estos tres largos años y la distancia... no me gustaría perderlo.

—Wow jaja, tranquila Melody, no vas a perder a Soos, él es alguien muy bueno, y jamás te dejará. Si no te ha pedido matrimonio es porque tal vez no está preparado, o tal vez no quiera formar contigo una familia. Antes de casarse hay que conocer bien a la persona, y hay que estar seguro de querer hacer eso.

—Yo estoy muy segura de eso, yo quiero casarme con él, por eso he pensado en regresar a Gravity falls en un par de semanas y... en vista de que Soos no quiere pasar al siguiente nivel, tendré que hacerlo yo, tendré que proponerle matrimonio yo misma.

—¿Le propondrás matrimonio? —preguntó Dipper, quién empezó a sonreír puesto que se sentía felíz por su amigo Soos.

—Así es, incluso ya tengo listo esto... —en ese momento Melody dejó a la vista algo que había comprado trabajando duro y con mucho sacrificio durante esos tres años, casi todos sus ahorros los había gastado comprando lo que, en teoría, Soos tuvo o tenía que haber comprado para ambos. Una hermosa cajita roja con dos anillos de matrimonio guardados en su interior.


—Genial, son lindos —comentó Dipper, admirando los anillos de matrimonio que Melody había comprado para casarse con Soos—. ¿Cuánto te costaron?.

—El precio no importa, solo importa casarme con él —respondió Melody ante la pregunta del castaño—. Tenía planeado decírselo uno de estos días mediante una videollamada pero, creo que no sería muy romántico eso, ¿Cierto?.

—Sí, vaya Melody, en cuanto Soos vea esto apuesto todo lo que quieras a que saltará de felicidad, claro, no lo entenderá al principio así que tendrás que explicárselo, pero después de que lo sepa estará muy contento, muy felíz.

—Por eso quiero regresar a Gravity falls cuanto antes, estaré un par de semanas aquí y volveré.

—De acuerdo, en ese caso estaremos esperando tu regreso, Melody, trataré de estar presente ese día porque como te dije, quiero ver la reacción de Soos cuando le cuentes sobre el matrimonio jaja —respondió Dipper.

—¿Dipper puedo pedirte un favor? —preguntó la mujer, un tanto preocupada por haberle revelado dicha información al castaño.

—¿Cuál?.

—No vayas a decirle nada de esto a Soos por favor, no quiero que se arruine la sorpresa, créeme que he estado planeando esto desde hace mucho tiempo, por favor, no se lo digas, ni siquiera le digas que me vistes, ¿De acuerdo?.

Dipper se puso se pie, se acercó a la mujer y, colocando su mano encima del hombro derecho de ella, le respondió...

—Melody... soy una tumba —dijo Dipper, acto seguido deslizó su dedo suavemente por sus labios, dándole a entender que se quedaría callado y guardaría el secreto para no arruinarle la sorpresa a su amigo.

—Gracias —dijo Melody, soltando una sonrisa, quedándose más tranquila al saber que Dipper no diría nada.

Mientras sucedía esto, otra de las empleadas del café trajo el pedido del castaño, quién debía llevárselo rápidamente a Pacífica o está última empezaría con cosas como que Dipper es un sirviente ineficiente, etc.

—Jóven disculpe, aquí está su pedido, son ocho dólares y cincuenta centavos —dijo la chica que previamente había atendido al castaño y había tomado su pedido.

—Muchas gracias —tomó lo que que había pedido, pagó con el dinero de su ama y sin más, se despidió de Melody.

—Por favor Dipper, guardarás el secreto, ¿De acuerdo?.

—¡No te preocupes! ¡No diré nada! ¡Nos vemos! —dijo, saliendo de la cafetería a toda prisa.

Ahora se podía ver cómo Dipper se dirigía a toda prisa  dónde su ama lo estaba esperando. La escena vuelve a cambiar y ahora se podía ver cómo Pacífica estaba disfrutando de lo que había mandado a comprar, un delicioso late americano junto con los cupcakes.

—Delicioso —comentó Pacífica—. Me gustaría mucho saber la receta para estos cupcakes, pero por desgracia no me la han querido dar sin importar cuánto insista.

—Seguro... —dijo Dipper—. ¿Y por insistir se refiere a ponerles una demanda por cualquier estupidez?.

¿Por qué no comes tú también Dipper? —preguntó Pacífica—. Estos cupcakes están muy deliciosos.

—No tengo apetito —respondió secamente.

—Hum, ¿Sabes?, Cuando una dama te invita a comer, sin importar cuál sea la circunstancia, un verdadero caballero debe aceptarlo, ¿Lo entiendes? —preguntó Pacífica—. Pero claro, un pobre proletario ignorante como tú no debe de saber estas cosas, no sé por qué me molesto con un idiota como tú.

¡¿Quién fué el imbécil que inventó los modales?! —pensó Dipper—. ¿Por qué mierda tengo que soportar a esta tipa?.

En todo caso, debemos continuar, aún hay otras cosas que me gustaría comprar, nuestro día aún no termina —comentó Pacífica, dibujando una sonrisa, en cuanto a Dipper, se sentía frustrado y molesto por tener que escuchar y soportar las "clases de modales" de su ama.

Tras un pequeño "break" Pacífica continúo realizando varias compras en otro centro comercial. Literalmente iba a remodelar su clóset con prendas caras que, seguramente, solo se pondrá una vez, como máximo dos veces y rápidamente va a deshacerse de dichas prendas comprando otras. Si, la vida de los ricos se define en su mayoría como gastos y compras innecesarias.

Nuestro castaño solo debía seguirla y cargar las bolsas con las ropas de su ama. Evidentemente nuestro amigo Dipper prefería hacer cualquier otro tipo de actividad, incluso hasta limpiar los baños de la cabaña del misterio que tener que seguir como sirviente de Pacífica.

Nuevamente la escena cambia se podía ver cómo Dipper estaba esperando afuera de uno de los locales que su ama visitó para comprar un vestido que llamó poderosamente su atención.

Llevamos caminando horas y horas, ya me duelen los pies y estoy cansado de cargar estos vestidos y estos zapatos —pensó Dipper—, ¿Me preguntó si Pacífica no estará cansada?, ¡Qué va!, Está tan acostumbrada a hacer estas cosas que ni siquiera debe de sentir un mínimo de cansancio.

—Ejem...

Dipper volteó su mirada y vió a Pacífica, y por un momento su mundo, su universo, sus pensamientos se concentraron únicamente en lo que tenía enfrente. Su ama vestía con un bonito vestido similar a este...

—¿Qué tal?, ¿Cómo se me ve? —preguntó Pacífica, dándose una vuelta con la intención de que su sirviente le diga que tan bien se le veía ese vestido.

—E-Este... s-se la ve bien, señorita Pacífica, ese vestido le queda de maravilla —respondió un sonrojado Dipper, quién difícilmente había logrado salir del maravilloso mar de pensamientos que aquel vestido, y la jóven y hermosa rubia que lo portaba, le habían provocado. A pesar de que Pacífica tenía esa personalidad tan odiosa, y hasta cierto punto inmadura, había que admitir que también era una jóven bastante atractiva, con una belleza como ninguna otra.

—Gracias, solo no te vayas a enamorar de mí —dijo ella, seguido de una sutil risa—. Aunque creo que eso sería algo imposible ¿Verdad? Jaja.

—Sí, lo que usted diga —respondió Dipper rodando los ojos—. ¿Cuánto le costó ese vestido?.

—Eso es algo que solo la tarjeta de crédito de mi padre sabe, yo solo cumplo con lo mío, que es pagar y pagar, y seguir pagando —respondió ella—. Por cierto, aún no he ido a comprar... ropa interior —su tono de voz fué de una experta seductora—, no te gustaría acompañarme, mi pequeño Dippy.

—No gracias, he leído suficientes historias en Wattpad como para saber cómo terminan esas cosas —respondió Dipper, tajantemente.

—Jaja, al fin y al cabo tampoco iba a permitirlo —dijo ella, sus ganas de molestar al castaño se perdieron con esa respuesta—. Bueno, ya terminé con mis compras.

—¿Ya terminó?, ¿No comprará nada más? ¿Está segura?.

—Sí, ¿Qué hora es? —preguntó la jóven rubia.

—He... —con dificultad miró el reloj de su muñeca y respondió—, son las cuatro de la tarde con veinticinco minutos, será mejor que regresemos a Gravity falls antes de que se haga demasiado tarde, personalmente no me gustaría llegar tan de noche, señorita Pacífica.

Pacífica concordó con el comentario del castaño. Ya era hora de regresar a Gravity falls. Dipper acomodó todas las bolsas con las compras de Pacífica, mientras ella solo esperaba sentada adentro. Cuando todo estuvo listo, emprendieron de nuevo el viaje hacia el misterioso pueblo dónde seguramente le esperarían más cosas interesantes a nuestros protagonistas.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro