CAPÍTULO 2: EL REGRESO (PARTE 2)

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Disfrútenlo muchas gracias!!.

Los gemelos Pines se dirigieron a su habitación luego de haber conversado y saludo a su tío abuelo Stan. Los gemelos Pines se encaminaron hacia su habitación, lugar dónde antes se habían quedado hace tres años, cuando recién conocieron ese pueblo extraño.

Para llegar ahí, tuvieron que pasar por dónde se vendían cosas pequeñas, recuerdos, stickers, calcomanías, etc, y para sorpresa de Dipper, ahí se encontraba su antiguo amor veraniego, Wendy, una jóven de ahora diecinueve años de edad quién se había vuelto aún más atractiva, y que extrañamente seguía trabajando en un lugar como ese.

Dipper la observó leyendo una revista sobre chicas, consejos femeninos y demás cosas; y dado a su concentración, no vió a ninguno de los gemelos Pines, para ser más específico, cualquiera pudo entrar ahí y robarse valiosa mercancía y hasta dinero, y ella ni siquiera se hubiera dado cuenta y mucho menos hubiera hecho algo.

—¿Muy buenas tardes señorita, podría darme alguna calcomanía para pegarla en mi auto? —preguntó el jóven castaño, quién ahora gracias a que se había olvidado de ella y de su obsesión, podía hablarle normalmente, ya no sentía absolutamente nada por ella.

—Seguro... ¿Cuál desea? —preguntó Wendy sin apartar la mirada de dicha revista, y por su tono de voz, cualquiera hubiera deducido que le daba prácticamente igual si vendía algo o no, se notaba que estaba aburrida.

—Esa de ahí... —señaló Dipper unas que estaban a lado de ella.

Wendy bajó la revista y se llevó la sorpresa más grande de su vida porque ella al ver a los jóvenes que tenía enfrente los alcanzó a reconocer, y sin perder el tiempo, dejó a un lado su revista y se levantó de su lugar lo más rápido que pudo.

—¡Chicos! —dijo Wendy con una enorme sonrisa y una expresión de sorpresa en su rostro al ver a los gemelos Pines.

—¡Hola Wendy! —los gemelos Pines la saludaron también con un fuerte abrazo puesto que ella fué una de las personas a las que más extrañaron.

—Ho cielos, me da mucho gusto volver a verlos —dijo Wendy, dándoles un abrazo a sus dos amigos—, es increíble como han crecido los dos, es maravilloso tenerlos aquí de nuevo, ¿Por qué no dijeron que iban a venir?.

—Perdón por no avisar o llamar Wendy, es que Dipper y yo pensamos que sería una fantástica idea venir aquí sin decirle a nadie y darles una sorpresa, y creo que nos funcionó, ¿Cierto?.

—Claro que sí, fué una gran sorpresa —respondió Wendy.

—¿Y dónde está Soos? —preguntó Dipper.

—Estaba aquí conmigo hace un momento, no ví a dónde se fué, creo que tal vez fué a descansar en la habitación para empleados... —Wendy miró el reloj que estaba en la pared y se percató que ya eran las cinco y veinte de la tarde—, no, seguramente fué a hablar con su novia Melody, siempre se ausenta casi todos los días a estás horas para charlar con ella.

—¡¿Así que Soos sigue con Melody?! —preguntó Mabel desbordando felicidad, al punto de parecer que iba a estallar—. ¡Sí jaja! ¡Mabel sigue siendo la mejor casamentera de todo el mundo!.

—¿Si sabes que eso no es cierto, verdad?, ¿Acaso no recuerdas que por entrometerte casi nos mata Giffany en esa pizzería?.

—Gajes del oficio, Dipper, gajes del oficio —dijo Mabel—, pero volviendo al tema, me alegro que Soos aún siga con ella, y espero que algún día puedan casarse, yo seré la madrina de bodas.

Si por entrometerse casi nos mata una animatronico no me quiero ni imaginar lo que nos pasaría si Mabel es la madrina de bodas —pensó Dipper, imaginándose todo lo que podría ocurrir con Mabel siendo una madrina de bodas, y un frío le recorrió la espalda.

—Bueno chicos, creo que deben estar cansados por el viaje, la tienda cerrará en unos minutos, y tengo que ir a casa pronto pero, mañana podremos conversar sobre todo lo que les pasó.

—Seguro... ¡El primero que llegue se queda con la mejor cama! —gritó Mabel, quién de repente salió corriendo como alma que lleva el diablo dejando atrás a su hermano.

—Oye Mabel espérame... —Dipper iba a salir también tras su hermana pero fué detenido por Wendy.

—Dipper... —lo llamó ella.

—¿Qué sucede Wendy? —preguntó Dipper, deteniéndose justo en el momento que iba a echarse a correr.

—Es bueno volver a verte, te extrañé —dijo ella, con cierto tono afectivo.

—Yo también te extrañé, a tí, y los demás —dijo el jóven castaño, con una sutil sonrisa, acto seguido, se echó a correr porque sabía exactamente que su hermana se iba quedar con la mejor cama y a decírselo en la cara por el resto del verano.

Dipper se perdió de vista rápidamente, solo el sonido de sus pisadas en los escalones fué lo que ella alcanzó a escuchar. Wendy tomó su revista de nuevo volviendo a leer dónde se quedó.

—Sigue siendo menor que yo...—comentó Wendy con un tono de voz suave—, para cuando sea más grande, tal vez... —pintó una pequeña sonrisa—, pueda que funcione, pero aún falta mucho.

Por su lado, Dipper no logró alcanzar a su hermana gemela y cuando por fin había llegado a la habitación, ella ya estaba acostada en la mejor cama que dicha habitación tenía, con sus cosas encima también.

—Rayos Mabel, hiciste trampa, empezaste a correr primero sin siquiera avisarme —dijo un tanto molesto el castaño.

—Lo siento Dipper, pero siempre tienes que estar preparado para cualquier cosa, ya sea un examen sorpresa, una visita rápida al doctor, o una carrera de hermanos para saber quién llega a la habitación primero —dijo Mabel, acostada desde su cama.

—¿Entonces te quedarás con esa cama? —preguntó él.

—Sipi —sonrió Mabel.

—Bien, me tocará dormir en la cama de a lado —dijo Dipper, caminando hasta la cama que le tocó, se retiró la mochila y la dejó encima.

De un momento a otro, en la habitación de los gemelos Pines, irrumpió una persona muy querida y muy bien conocida por ellos, era su amigo Soos que, extrañamente iba armado con una escoba y con una cubeta puesta sobre su cabeza.

—¡Quietos fantasmas! —gritó Soos, entrando rápidamente en la habitación.

—¡Soos! —Dipper y Mabel al ver a su viejo amigo, corrieron y le dieron un fuerte abrazo.

—¿Chicos?, Oí voces y pensé que eran fantasmas o esas cosas, por eso vine armado, no imaginé que ustedes eran los fantasmas... —en ese momento, Soos tocó con su dedo el hombro de Dipper y le dijo—, sí, si son reales, no son fantasmas.

—Soos jaja, te extrañé mucho amigo —dijo Dipper. Soos le devolvió el abrazo a su amigo castaño, al igual que Mabel.

—Yo también me alegro mucho verlos chicos, los extrañé tanto estos años que pasaron, aunque fué divertido volver a trabajar aquí, no era lo mismo sin ustedes.

—Soos tenía entendido que el tío Stan te había dejado a cargo de la cabaña, ¿Qué pasó? —preguntó Mabel.

—Si jeje, bueno... pues resulta que... no pude manejar la cabaña como el señor Pines lo hacía y, casi mando a la quiebra este lugar, y por eso me despidieron, yo era el jefe y me despidieron, por eso el señor Pines se hizo cargo nuevamente, y es mejor así, me gusta trabajar en este lugar, no ser el dueño.

—Lo lamento Soos, seguramente no fué tú intensión administrar mal este lugar —dijo Dipper, poniendo su mano encima del hombro de su amigo.

—No se preocupen chicos, no estoy triste porque me hayan despedido, al contrario, estoy muy feliz de trabajar aquí en compañía de mis mejores amigos, no podría escoger algo mejor que esto —sin más, Soos volvió a abrazar a los gemelos Pines y estos a su vez, le regresaron muy gusto dicho abrazo.

Unas cuantas horas pasaron, Dipper y Mabel se habían instalado en su habitación, sacaron sus cosas y las guardaron en sus respectivos lugares. Mabel se había quedado en la habitación, usando su celular, en tanto Dipper había bajado hasta dónde su tío Ford se encontraba realizando un nuevo proyecto, una máquina que serviría para atrapar anomalías y espíritus de las categorías más altas sin que estos logren causar daños a las personas.

Dipper y su tío Ford sostuvieron una larga conversación sobre las cosas que habían hecho en esos tres años estando separados y sin verse. Dipper le contó que había logrado ingresar en la secundaria, que tenía buenas notas, que era uno de los mejores estudiantes y que de vez en cuando ayudaba a Mabel con sus estudios.

Por su parte, Ford le contó sobre los hechos ocurridos en esos tres años, realizó un viaje en compañía de su hermano Stan para investigar una anomalía en el océano del Atlántico; sin embargo, tuvieron que regresar al pueblo porque, como dijo Soos, la cabaña iba a quebrar abruptamente si Stan no volvía a tener el control, y desde ahí, Ford ha trabajado en varias máquinas y el equipo necesario para cazar anomalías que demuestren un peligro para los seres humanos.

Ya llegada la noche, aproximadamente las 20:00, un jóven repartidor de pizza estacionó su moto fuera de la cabaña. Caminó hasta llegar frente a la puerta de la cabaña y tocó el timbre, llamando para que reciban la pizza y también para que le paguen; no obstante, cuando la puerta se abrió, aquel pobre chico fué recibido por Stan quién le dió el susto de su vida usando una máscara de un monstruo horripilante y gritando tan fuerte que provocaría un paro cardíaco a un anciano.

El jóven soltó la pizza, la cual calló al suelo, él salió corriendo hasta su moto, la encendió y sin perder ni un segundo, se alejó lo más rápido posible de la cabaña del misterio, dejando una sabrosa y costosa pizza en manos de Stan.

—Jajaja ese torpe no volverá aquí, y estoy seguro que correrá la voz de que que hay un monstruo en este lugar y los turistas querrán verlo, jajaja tengo una pizza gratis, y una nueva atracción con la que estafar, Stan Pines, eres un genio —Stan se retiró la máscara, se agachó a recoger la pizza, y sin más, entró en la cabaña.

Llevó la pizza hasta el comedor, dónde lo estaban esperando sus sobrinos, y por supuesto, su hermano gemelo.

—Buenas noticias chicos, aquí les tengo una pizza gratis —comentó Stan.

—¿Stanley acaso asustaste al repartidor para que suelte la pizza y salga corriendo sin cobrar el dinero? —preguntó Ford.

—He... no, lo llamó su mujer y le dijo que estaba embarazada —dijo Stan, dejando la pizza en la mesa y al alcance de todos—, como sea, aquí tienen, hay que disfrutar de esta pizza, no pudimos hacerle una fiesta a los chicos, pero al menos podrán comer algo sabroso.

—Muchas gracias tío Stan —Mabel fué la encargada de abrir la caja, de cortar y llevarse a la boca el primer trozo de pizza—, wow sabe deliciosa, es casi tan buena como la pizza casera que hago.

—¿De verdad? —preguntó Ford—, entonces Mabel la próxima vez tú serás la encargada de... —Ford se percató que Dipper le hacía señales con su manos de que era una pésima idea dejar que Mabel cocine—, de... de vigilar los ingredientes cuando hagamos una.

—Los vigilaré como un águila vigila sus polluelos —comentó Mabel, entre cerrando sus ojos con una expresión seria.

—Oye Mabel quería preguntarte esto, ¿Por qué no traste a ese cerdo?. ¿Acaso ya se lo comieron en la cena de día de acción de gracias?.

—¡Claro que no tío Stan! —dijo ella—, no pude traer a pato porque no se permitían animales en los autobuses, así que tuve que dejarlo en casa, me hubiera gustado traerlo pero no pude.

—Descuida Mabel, pato estará bien en casa —dijo Dipper.

—Seguro, si es que primero no lo cocinan jeje... —Stan recibió un golpe con el codo de su hermano Ford—, solo era una broma, ¿Pero estarás bien sin pato, Mabel?.

—Estaré bien, solo estaremos separados unos meses, no para toda la vida —dijo ella—, ojalá que pato no vaya a causar daños, tuvimos problemas para que logré adaptarse a su nuevo hogar.

—Bueno, vamos a comer que la pizza se inventó para ser comida, no para que escuche los problemas de una persona —Stan también arrancó un pedazo de la pizza y se lo comió, al igual que Dipper y Ford.

Tras comerse la pizza, y de conversar las cosas que hicieron estos tres años, los gemelos Pines finalmente fueron a dormir a su habitación. Mabel ya estaba dormida, fué la primera en dormirse, en tanto que Dipper pensaba en las cosas que haría ahora que había regresado al pueblo.

—Será interesante este verano —dijo Dipper. Sin más, cerró sus ojos y se durmió, finalizando así su día, sin tener idea que este verano iba a ser muy, muy diferente a como él lo imaginó.

Continuará...

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro