Jennie había salido apresuradamente del salón de clases ni bien el sonido del timbre indicó la hora de salida, se detuvo ya afuera de la puerta y acomodó delicadamente su cabello, haciendo notar una imagen verdaderamente sexy, robándose el suspiro de muchos chicos a su alrededor.

Obviamente la castaña no le daba importancia alguna, a nadie a decir verdad, a no ser que se trate de una pequeña y dulce chica de ojos grandes, tierna sonrisa, sedoso cabello y unos labios muy gruesos.

No, nadie que no llevara el nombre de Lalisa Manoban podía ahora llamar su atención.

La adorable sonrisa de su dongseang vino a su mente y ella sonrió por inercia, recordando sus perfectos gestos y algunas quejas infantiles que a veces hacía.

Iba a dar un paso seguro para ir a buscarla, pero una voz algo agitada logró llamar su atención. Logró reconocerle... Bae Joohyun. Jennie giró despacio sobre sus talones y la vio. Aquella chica seguía corriendo hasta quedar cerca de ella. El pasillo estaba vacío porque de seguro todos los jóvenes ya estaban saliendo de la universidad, merodeando en el comedor o haciendo las tareas en la gran biblioteca.

—Ho-hola, Jennie —Joohyun respiró con pesadez y apoyó ambas manos en sus rodillas tratando de calmar su respiración y la aceleración de sus latidos. Pensó al instante que correr desde su facultad hasta la de Jennie en menos de dos minutos fue una mala idea.

—Hola —respondió con desinterés.

—¿Podemos hablar un momento? —se enderezó y la miró con amabilidad.

—¿No lo estamos haciendo ya?

—Hey —chasqueó la lengua—. ¿Por qué siempre a la deriva? No te hice nada, Kim.

Jennie la miró desconfiada un par de segundos, pensando que quizás la estaba distrayendo para que no fuera a buscar a Lisa. Sí, así de exagerada podía ser la castaña.

—¿De qué quieres hablar?

—No me has respondido —dijo rápidamente.

—¿Qué?

Joohyun suspiró.

—¿Por qué eres así conmigo? —ambas conectaron sus miradas un par de segundos—. ¿Te hice algún daño?

—Bae, no estoy para tus juegos. Tengo algo importante que hacer y si me disculpas —iba a dar la vuelta y seguir con su camino, pero Irene logró detenerla sujetando su antebrazo.

—No, no te disculpo —la interrumpió—. ¿No puedes contestar algo tan simple? ¿O es que no quieres hacerlo?

Jennie resopló estresada con aquel cuestionario y volvió a su misma posición. La chica más baja al no escuchar una respuesta, decidió seguir hablando.

—Es sobre Lisa.

—¿Qué tiene que ver ella acá? —dijo con rapidez.

—Tiene que ver mucho porque ella es la razón de la conversación —Jennie mantuvo silencio esperando a que siguiera—. ¿Por qué quieres llamar su atención ahora? ¿Intentas alejarla de mí?

—¿De qué hablas? —la miró con fastidio—. ¿Acaso ahora tengo prohibido acercarme an ella? Es mi mejor amiga —mintió—, y, necesito pasar tiempo con ella.

—¿Mejor amiga? —sonrió ladina—. Después de todos estos años, ¿sigues creyendo en eso?

—Sí, lo sigo haciendo porque es mía —afirmó con seguridad y un leve enojo en su voz. Quería dejar en claro que nadie podía interponerse entre Lisa y ella.

—¿Tuya? —habló con tono burlón en su voz aunque por dentro estuviera en modo loco fangirl por haber escuchado algo tan sorprendente como eso. Le encantaba provocar a la menor y sabía que su plan estaba yendo a la perfección—. Lisa no es de nadie, Kim.

—¿A qué viene todo esto? —dijo con cansancio por lo absurdo que pensaba que era la conversación.

—A llegar a un acuerdo. Nada difícil en verdad —alzó sus hombros con desinterés fingido.

—¿Qué es lo que quieres?

—Que dejes de sofocar a Lisa —suspiró—. ¿Sabes? Nos conocemos desde hace varios años y ella siendo alguien tan hermosa y noble, merece tener una buena compañera y pareja a la vez. Necesito cortejarla, pero se da el problema que alguien está interrumpiéndome —sus miradas se conectaron e Irene esperaba su reacción.

Sin agregar algo más y a la velocidad de la luz, Irene fue tomadora de la polera roja que llevaba y su espalda chocó fuertemente contra la pared. Ahogó un quejido de dolor y trató de mostrar indiferencia, sonriendo con burla y sacando a flote su talento escondido como actriz.

—Lisa no puede ser nada tuyo, deja de perder tu tiempo, Bae —dijo entredientes y con el ceño fruncido, arrugando su remera.

—¿Cuál es el problema? —Jennie la aprisionó aún más fuerte, pero Bae la ignoró—. Es una gran chica y me gusta. Quiero intentarlo —sonrió ladina.

—No te atrevas a hacerlo, es una advertencia —repitió con seriedad.

—¿Y sino qué? ¿Crees que no lo haré solo porque tú me lo dices?

—No querrás saberlo y no estoy bromeando, Bae.

—Ajá, sí —rodó los ojos—. Recuerda que tengo el derecho de hacer lo que se me plazca —sonrió preparando mentalmente lo que iba a decir, no podía fallar—. Además Lisa es soltera y tú no eres alguien importante como para intervenir en sus decisiones.

—¡Pero lo seré!

—¿Lo serás?

—¡Sí, maldita sea! ¡Voy a ser su novia y no permitiré que le coquetees! ¡Así que deja de hacerte ideas estúpidas!

La sonora risa de Joohyun hizo acto de presencia en el pasillo, enojando aún más a la de ojos gatunos.

—¿De qué te ríes?

—Así que... ¿novia? —dijo Joohyun en tono burlón.

Jennie abrió exageradamente los ojos al escuchar lo que dijo Bae. Quiso golpearse así misma por haber soltado todo de esa manera, pero es que estuvo cegada por la ira y celos que no midió la magnitud de sus palabras.

Soltó abruptamente a la chica y resopló tratando de calmar sus nervios. Ya había sucedido, lo dijo claramente y Joohyun lo escuchó por completo.

—Entonces... ¿en verdad te gusta Lisa? —moría por escucharlo de sus propios labios.

La castaña acarició su mejilla interna con su lengua y luego cerró los ojos un par de segundos.

Tratando de poner todo en orden y ser sincera.

—Sí, estoy enamorada de Lisa.

"¿Enamorada? ¡¿Dijo enamorada?! ¡Por Dios, estas chicas me van a matar!", festejó internamente.

Carraspeó para poder concentrarse en la situación y no dejarse llevar por la emoción y felicidad que corría por sus venas. Ella más que nadie sabía que su linda amiga merecía el amor de todo el mundo y aún más de la chica que quiere.

—¿No dirás nada ahora? ¿Sigues con la idea de acercarte a Lisa? —prosiguió con fastidio—. Porque si es así te ase...

—¿Qué? —Irene sacudió levemente su cabeza tratando de concentrarse—. ¡No, no! ¡Nada de lo que dije fue verdad! —Jen arqueó una de sus cejas—. Solo estuve actuando, quise comprobar si era cierto lo que me dijeron —sonrió con inocencia.

—¿Dijeron? —la sonrisa de Bae se borró.

—¿Uhm? —balbuceó haciéndose la desentendida y Jennie ya pensaba en cómo torturar a Jimin. No había duda, era la única persona que sabía sobre sus sentimientos por Lisa de manera clara y segura.

El nerviosismo inundó a Joohyun y eso confirmó aún más todo lo que pensaba. Sí, era Jimin.

—Mira el lado bueno —sonrió—, ahora puedes confiar en ambos —sonrió para luego alzar su mano derecha—. Te prometo por lo más sagrado que son mi colección de mangas y Xbox que no se lo diré a nadie, y mucho menos a Lisa.

—No es como si tuviera otra opción realmente —rodó los ojos.

—¡Hey! No seas ofensiva —se quejó—. Pero eso sí —ambas se observaron—, la puesta de mejor amiga me la quedo yo y nadie me la va a quitar —dijo con total seguridad y una dulce sonrisa.

—Supongo que sí, no deseo llevar ese nombre con Lisa.

—Pero yo sí y, por eso es que he venido. Tengo derechos como su mejor amiga y uno de ellos es tener al menos cinco minutos de su atención, no puedes arrebatármela como si nada.

—Bien, quizás podremos solucionarlo.

—Vamos mejorando —se animó Bae a así misma mientras aplaudía.

Tal vez una conversación entre la mejor amiga y la futura "novia" no sea mala idea después de todo.

¡Gracias por leer!
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