Pov Jimin.

Hace varias semanas que trabajo en casa de los Min y la verdad es que me siento muy a gusto. En el poco tiempo que llevo trabajando aquí el pequeño Kookie se ha ganado mi corazón. Para ser un niño de tres años es muy inteligente e ingenioso.

Con el Min mayor he hablado mucho cada que llega tamprano de trabajar. Aprendí que le gusta tomar un café negro sin azúcar todas las mañanas, que no lo debes despertar porque se pone de muy mal humor y también sé de su pequeña gran obsesión por el muñeco japonés: Kumamon.

Estaba en la sala con JungKook esperando que Yoongi hyung llegara. Todo fue muy repentino me llamó y me dijo que ni yo ni Kookie comiéramos hasta que él llegara. Incluso me preguntó si podía hacer la cena y si sabía hacer algún plato tradicional mejor. Le quise preguntar porque quería que hicieran comida tradicional coreana, pero cuando lo iba a hacer ya había colgado.

—Yoongi hyung ya debe de estar al llegar y entonces podremos comer. —Le dije al menor tratando de que se calmara un poco. Hace unos minutos se había empezado a quejar porque tiene hambre.

—Pero, Chim hyung, tengo hamble. —Hizo un puchero y puso cara de perrito abandonado.

—Te prometo que si te calmas y esperas un poco más te daré helado de postre. —Sus ojos brillaron de una forma especial ante la mención de su postre favorito.

—¿Puede sel de chocolale?

—Sí, del sabor que quieras. —Le sonreí.

—¡Shii! Hyung me dalá helado. —Comenzó a saltar y a cantar alrededor de mí. —Hyung me dalá... —No pudo terminar de cantar, ya que escuchó como un auto se estacionada al frente de la casa.

Minutos después Yoongi hyung entró a la casa acompañado de dos chicos un poco más alto que él.

—¡Hyung! —Kook corrió a los brazos del mayor.

—¿Me extrañaste mucho? —Preguntó divertido.

—Shi, Chim hyung es muy malo. —Hizo un puchero. La verdad es que este niño es un manipulador de primera.

—¿Qué te hizo, tu Chim hyung? —Preguntó ocultando la sonrisa que quería aparecer en su rostro.

—No me ha dado mi comida. —Se quejó pronunciando más su puchero.

—¡Oye! —Me quejé divertido. —Ahora no te voy a dar helado. —Fingí estar indignado.

—Nooo. —Hizo un gesto para que Yoongi lo bajara de sus brazos. —Chim hyung es muy muy bueno. —Se acercó a mí con un puchero. —Tú cuidas mucho a Kookie. —Sí, era un manipulador de primera.

—Está bien. —Lo cargué. —Te voy a dar tu helado.

—Wow. —Habló por primera vez uno de los chicos que vinieron con Yoongi. —Parecen una pareja de recién casados con su bebé. —Sus palabras hicieron que me sonrojara de sobremanera.

—Pero que cosas dices, Jin hyung. —Habló Yoongi también sonrojado.

—¿No nos vas a presentar a tu pareja, Yoongi? —Dijo el otro chico divertido por la situación.

—El es Jimin, la niñera de Kook. —Habló ignorando lo dicho por el contrario.

—Yo soy Kim Seokjin.

—Y yo soy Kim Namjoon.

—Un gusto. —Reverenció como pudo pues estaba cargando a JungKook.

—Es un gusto para nosotros también. —Dijo Namjoon.

—Sí, por fin conocemos al famoso Jimin. —Le miré confuso. —Yoongi no deja de hablar de ti. —Eso si que me asombró, ¿mi hyung hablaba de mi?

—¿Pero que cosas dices Jin? —Ahora estaba incluso más sonrojado que antes. —No le hagas caso Jiminie.

—Más respeto a tus mayores, mocoso. —Le dió un golpe en le nuca. —Y sí es verdad, se pasa todo el día diciendo que si eres lindo, amable y todas esas cosas cursis.

—Ya, deja de decir cosas que no son. —Jin iba a hablar pero Yoongi fue más rápido. —Vamos a comer que mi conejito tiene hambre.

—Shi. —Habló Kook.

Después de eso nos sentamos a comer y recibí unos cuantos elogios por la comida. Aunque en realidad no creo que sea muy bueno en la cocina.

Cuando terminamos de cenar, cumplí mi promesa y le di a JungKook su helado de chocolate. Aunque eso provocó que costara más trabajo hacerlo dormir.

Luego de acostar a JungKook nos pasamos más o menos una hora hablando. Más tarde Namjoon hyung y Jin hyung se fueron a su casa dejándonos solos a mí y a Yoongi.

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