♡ Capítulo 23

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

Pov Lucy:

-¡Buenos días!- exclamé con el mejor ánimo de toda mi vida.

-¡Shhh...!- exclamó una Erza sosteniendo su vaso con jugo de naranja. Era tan notable el cansancio de todas, con solo ver a Levy durmiendo con la cabeza en su tazón de yogurt era suficiente.

-¿A que hora fueron a dormir?- pregunté.

-A las 4:00 am- murmuró Juvia, quién se encontraba tirada en el sofá con su piyama.

-¿Los chicos también se quedaron hasta esa hora?- eso explicaría el porque Natsu no sintió el ruido que hice al levantarme de la cama.

-Si, pero Natsu fue el último en irse- explicó Lissana.

-Tienen suerte que hoy sea feriado, no los imaginaría que estén así en clase- comenté en broma. Tomé una uva de mi tazón, ¡Que dulce estaba!

-Bueno, en realidad hoy no podemos estar todo el día aquí. Recuerda que mañana será el paseo a la playa, así que entre nosotras decidimos ir a comprar algunas cosas para llevar- al terminar dejé mi tazón en el lavadero mientras seguía atenta a la conversación.

Levanté una ceja al no recordar ese momento.

-Fue luego de que te retiraras ayer- eso lo explica todo.

-Juvia y Erza iran al centro comercial por snacks, Lissana y Yukino a comprar congelados, Tú, Levy y yo iremos a la zona de juguetes- explicó Mirajane

-¿Juguetes?-

-Petición de Sting y Rogue- eso lo explicaba...

-Bueno señoritas, andando- ordenó Erza. Cada grupo tomó sus carteras y salimos del departamento.

En la puerta se encontraban dos hombres de negro vigilando si venían algún fanático o persona sospechosa.

Nos despedimos en una avenida para continuar con nuestro recorrido, la tienda de juguetes más cercana.

-Hay que tomar un taxi hasta la avenida Grau- informó la más bajita de nuestro grupo con su celular en la mano revisando Google Maps.

-En marcha-

Mirajane paró un pequeño vehículo, y fue la encargada de coordinar con el chófer nuestro destino y el monto que se nos iba a imponer.

Al estar de acuerdo subimos al transporte privado y emprendimos la marcha.

Entre bromas entre nosotras el tiempo pasó muy rápido, llegando a la dichosa juguetería. Un sentimiento de entusiasmo se plantó en mi ser, había olvidado lo emocionante que era comprar juguetes, ufff la niñez.

Pasamos por los pabellones del local mirando divertidos jueguetes desde 0 años hasta los 12.

-¿Que opinan?- Mirajane tenía en sus manos una de esas pistolas de agua. Me pareció una grandiosa idea ya que bueno... iríamos a un lugar con agua, mucha agua y sol.

-Hay que comprar una para cada uno, así tendríamos con que distraernos- opinó Levy trayendo consigo un carrito de compras. Colocamos exactamente el número de pistolas por cada integrante.

-Hay que llevar una pelota- dije. Tomé una de buen material y para nada liviana, el aire podría llevársela mientras jugaramos.

-Miren chicas, ¿A que no les recuerda a su infancia?- Levy tenía en su mano un pequeño balde con palas de diferentes formas.

Suspiré con emoción al recordar los castillos de arena que hacía con Luke y Mamá.

-Si, era muy divertido hacer castillos de arena- comentó mi amiga albina suspirando por sus viejos recuerdos.

-Yo lo llevaré, puede que nos comportemos como niños cuando vayamos- dije dando una excusa válida para llevarlo.

Así nos la pasamos en la tienda, buscando algún juguete útil. El tiempo avanzó tan rápido que ya iban a dar las tres de la tarde.

Nos acercamos a la cajera y sacamos cada uno de los artículos que íbamos a llevar. Entre las pistolas de agua, la pelota y el balde con palas distintas, teniamos también algunas tablas de surf y globos.

Entre las tres pagamos las cosas y luego salimos con tres bolsas grandes. Levy se adelantó para buscar un taxi, las cosas eran pesadas y no podíamos cargarlas hasta encontrar uno.

[...]

El taxi se estacionó al frente del edificio pero hubo un inconveniente. Había una multitud de chicas en la entrada con pancartas y gritando a lo fingirl en nombre de sus ídolos.

Los guardias que se encontraban en la puerta ahora eran seis personas tratando de controlar a la muchedumbre de mujeres.

Le pagamos al taxista y bajamos del vehículo. Con las bolsas en nuestras manos tratamos de pasar por esa ola de mujeres, el guardia al vernos nos detuvo.

-No pueden pasar señoritas, no tiene acceso a estas instalaciones y mucho menos es un cliente registrado en este hotel- el guardia que nos dijo eso era uno que recién había llegado y no estaba enterado que nosotras nos hospedamos aquí temporalmente.

-Pero señor. Nosotras si...- Mirajane intentó explicarle la situación pero una otras mujeres se metían ante nuestra conversación, provocando que sea imposible de explicar.

-Lo siento. Retirense por favor- dijo por último antes de ocuparse de otras chicas.

-¿Como haremos para ingresar?- preguntó Levy, angustiada por la situación.

En primer lugar, ¿Como supieron ellas que TDS se encontraba hospedado en este edificio?

Revelar esa información irrumpía en el contrato que nosotros con el permiso de nuestros padres, habíamos firmado. ¡Podían hasta demandarnos!

Entre las tres nos pusimos a pensar como haríamos para ingresar al departamento.

La primera opción fue avisar a uno de los chicos sobre nosotras, pero lo descartamos ya que no queríamos exponerlos. Queríamos pensar por el número de personas que se encontraban aquí, solo suponían que TDS se encontraba en este edificio.

La segunda opción fue enseñarle a los guardias nuestros pases exclusivos. Pero también fue descartado por la cantidad de personas que había allí y por el peso de las bolsas, no podríamos sostener el celular para que puedan verlo con toda esa gente allí.

De pronto un mensaje llegó a mi celular, dejé las cosas en el piso y encendí el aparato.

[...]

*Lissana*

-Chicas, solo faltan ustedes. Cuando estén por el edificio tengan cuidado con una multitud de chicas que están aquí abajo.

-Lo sabemos, ya estamos aquí, pero los guardia no nos dejan pasar.

*Erza*

-Esperen en un lado. Ya vamos por ustedes.

[...]

-¿Ingresaremos?- preguntó Levy sentada en un muro con sus bolsas a cada lado.

-Si. Erza ya viene- dije enseñándole la conversación.

Nos quedamos en el mismo lugar mirando la puerta buscando alguna señal de Erza.

-¡Allí está!- grito Mirajane señalando una cabellera pelirroja.

Erza se había acercadoca un guardia con una hoja de papel en sus manos. El hombre robusto examinó el documento y luego con un silbido, captó la atención de dos de sus compañeros. Les dijo algo y luego nos señaló.

Aquellos dos hombres se acercaron a nosotras y nos ayudaron con las bolsas.

-Siganme, las haremos ingresar- Dijo uno. Caminamos rodeadas por esos hombres vestidos de negro. La multitud de chicas gritaba y hasta algunas lloraban porque las dejaran pasar.

Una de ellas me había tomado del brazo, impidiendome pasar.

-¿¡Porque ellas si pueden entrar!?- gritó la pelimorada deteniendo mi paso.

-Señorita sueltela. Ella vive aquí- dijo el guardia tomando mi brazo, haciendo que la mujer me soltara.

Seguimos caminando hasta que por fin, llegamos adentro del edificio.

-Aquí tienen sus bolsas, con permiso- el guardia volvió a afuera para seguir cumpliendo su rol.

-Vaya, esto es un caos- dije tratando de recuperar el aliento. Creo que hasta una me arrancó un mechón.

-Son unas obsesivas. Una cosa es admirar a tu ídolo y otra muy distinta es comportarte así- dijo Levy. Ambas asentimos ante sus palabras.

-Chicas, ¿están bien?- pregunto Erza llegando a nuestro lado.

-Si. Estamos bien-

-Vengan. Les ayudo- Entre las cuatro caminamos hasta los ascensores.

Al llegar al piso, abrimos la puerta encontrando a todo el grupo mirando por la ventana a la multitud.

Afortunadamente nos encontrábamos en el penthouse.

-¡Llegamos!- exclamó Mirajane dejando las bolsas en el sillón.

-¡Los juguetes!- exclamó Sting corriendo hasta la bolsa.

-Si. Nosotras estamos muy bien- dijo Levy con sarcasmo.

Todos soltamos una risa ante la escena. Sting se sonrojo ante su acción.

-¿Quién reveló que ustedes estaban aquí?- pregunté dejando de reír.

Un silbido sospechoso corto el silencio. Miramos a Gajeel el cual se balanceaba sobre sus pies.

-¡No fue mi intención!- se excusó el pelinegro.

-Ahora no podremos asomarnos ni por casualidad- dijo Natsu.

-Al menos nos iremos este fin de semana y puede que al ver que no "están aquí" se pueden ir- dije.

-¡Es cierto!- exclamó Gray.

De pronto la puerta fue abierta, revelando al mánager vestido con... ropa casual.

-¿Que?- dijo el hombre que siempre vestía de traje -No puedo estar en traje con toda esa multitud, seria muy sospechoso-

-Nunca lo habíamos visto con ropa casual- dijo con gracia el pelinegro.

-Bien, a lo que vine. Cambio de planes ustedes se quedaran allá hasta el martes en la tarde, suponemos que ese será el tiempo en que lograremos disipar a la multitud. Chicas, ya hablamos con la escuela y sus padres, están informados y de acuerdo con este plan- dijo el mánager. Nosotras sonreímos emocionadas, estaríamos más tiempo en la playa.

-Mañana exactamente a las 9 a.m. los vendremos a buscar, eso es todo, hasta pronto- la puerta fue cerrada una vez que se fue.

Nosotras empezamos a saltar de alegría, más días rodeadas de agua y sol y... solo para nosotros.

-Prepararé algo para celebrar- dijo Laxus yendo a la cocina.

-Abriremos un refresco- informó Lissana.

Me senté en el sillón, cansada por lo sucedido. Natsu se sentó a mi lado y de manera disimulada tomó mi mano, entrelazandola con la suya. Sonreí ante su gesto con un sonrojo en mis mejillas.

Él me devolvió el gesto con el mismo sonrojo.

Cuatro días en la playa con TDS. Con Natsu, ¿que podría pasar?

Continuará...

Gracias por leer, disculpen la demora, la imaginación me está fallando.

Comenten que tal les pareció, voten por este capítulo y siganme si aún no lo hacen.

¡Hasta pronto!

Mei_Dragneel.










Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro