Eterno el camino peregrino

a tu corazón de espino,

sellado como mi destino,

palpitando sin olvido.

Riego sanguíneo

que encharca mi sino.

Latido cansino,

inescrutable sinsentido.

Lo deseo sin hastío

aunque sea dañino,

pues emana todo el cariño

que busco desde niño.

Corazón de espino,

todo es paulatino,

de mi amor a tus latidos,

todo es paulatino.

En tu reflejo cristalino

me sobrecojo y te admiro.

Eres el deseo más genuino

y el más sibilino.

Soy esclavo de tu cariño

y tu veneno vespertino.

Te necesito como un niño

aunque tu amor sea dañino.

Sin ti soy historia sin libro,

soy peregrino sin camino.

Por eso, corazón de espino,

deseo que algún día seas mío.

06/11/2016