“¿Gustarme? ¡Puras patrañas!”

—¡Vamos, vamos, vamos! —exclamaba Marvelous, el líder de los piratas con desdén apresurando a su equipo, quienes se encontraban luchando contra unos alienígenas de aquel planeta extraño.

Los piratas en busca del segundo tesoro más grande del Universo fueron a robar en aquel lugar prestigioso pero resultaron estafados no consiguiendo nada por lo que era momento de su huida.

—¡Me tienen! ¡Me tienen! —exclamaba con exageramiento Doc siendo atrapado por uno. Detrás de él llega Luka con su espada dándole a aquel ser extraño de color azul.

—¡Ya cállate! —le gritó ella dándole un zape en la cabeza sintiéndose estresada.

Joe dio unos cuantos golpes con su espada a aquellos seres y cuando su camino estuvo libre vio como Gai estaba siendo rodeado por lo que se acercó, golpeó a unos cuantos y empezó a jalar a su amigo del cuello.

—Ah, ah, ah ¡me duele! Cuidado con mi débil cuerpo... —se quejaba el castaño cual bebe llorón.

Ahim al ver que no había uno cerca de ella decide dar la espalda e ir con su equipo más relajada sin darse cuenta que aquellos de vestimenta azul salieron de la nada para golpearla y tirarla al suelo.

—¡Ahim! —exclamó Marvelous al ver como aquel pequeño cuerpo femenino estaba a punto de ser atacado. Corrió con rapidez y llegó justo antes para detener aquella espada que quería lastimar a la chica, sintiéndose enojado los golpeó sin piedad acabandolos con rapidez y mucho enojo contenido.

Ahim se levantó tomando sus armas tiradas en el piso viendo como su mayor había acabado a todos en un solo respiro.

—Vamonos —susurró cortante el Ranger rojo tomándola bruscamente del brazo para jalarla y sacarla de aquel peligro, y ella apenada bajo la vista siguiéndole el paso.

Todos en silencio se montaron al barco y partieron rumbo hacia la galaxia alejándose de aquel planeta. Se destranformaron y llegaron caminando por la sala.

—¿Estás bien? ¿No te hicieron daño? —le preguntó Luka con suma preocupación a la menor tomándola de hombros y escaneando aquel cuerpo de arriba a abajo.

—Estoy bien —respondió regalandole una tierna sonrisa de oreja a oreja para que la castaña no se preocupara.

—Ahim, ¿¡Qué andabas pensando!? —exclamó Marvelous empujando a la amarilla quitandola del medio. —¡Acabar con esos tipos es pan comido! ¡Son más débiles que los Zangyack! Entonces ¿¡qué te paso!?.

—Solo fue un despiste —respondió ella sintiéndose un poco impotente mirando hacia el suelo, de sus ojos amenazaban salir aquellas lágrimas que tanto aprisionaba.

Hace ya un año que dejaron aquel planeta azul destruyendo por completo a los Zangyack y desde ese momento han estado aventurandose entre el espacio buscando aquel segundo gran tesoro pero cada paso que daba aquella pelinegra era motivo de regaño y reproche de parte del rojo. Por alguna razón ya todo lo hacía mal y él siempre terminaba regañandola y estresandose por nada.

—Lo lamento... —susurro apenada.

—¡Ya! ¿¡Y por qué le gritas, eh!? ¡A todos nos ha pasado esto! ¿¡Para qué tanto drama!? —Luka llego empujando a aquel chico de chaqueta roja. —¡Deja de gritarle a la pobre Ahim!.

—¡Solo digo! —se excuso encogiendose de hombros —¡Trató de hacer que entienda que aunque hayamos vencido a los Zangyack no significa que baje su guardia! ¡No puedo siempre andar salvandola!.

—¡Entonces no lo hagas! —exclamó Luka obvia. —Esta Joe, Gai, el tonto de Doc o hasta yo ¿¡Qué te pasa!? ¿Tan preocupado te tiene la princesa? ¡Si estas enamorado solo dilo! —al decir aquello dejo a su líder sonrojado con los ojos bien abiertos —¡Ash! ¡Los hombres enojados son estúpidos...!.

—¿Enamorado? ¿Yo? No me hagas reír —contestó con desdén no pudiendo ocultar el sonrojo inevitable de su rostro.

—Creo ya está bien —interrumpió Doc interponiendose entre la amarilla y el rojo pero al instante fue empujado por los dos.

—¡No interrumpas! —exclamaron al unísono.

Joe al notar que aquella discusión no llegaría a nada suspiró con cansancio para después acercarse. —Si tanto te preocupa deja que siga entrenando.

—¡Si, él tiene razón! —asintió con rapidez Luka.

—¡Sería genial que Joe le enseñará varios trucos a Ahim! ¡Osea, Wow, él y su espada hacen maravillas! —empezó a hablar entusiasta Gai con emoción. —¡Dí que si, dí que si, dí que siiii...! —le pedía al rojo colocándose en su hombro con carita de perrito.

—Ay ya —se quejó safándose de aquel agarre fastidiado. —Hagan lo que quieran... —dicho esto dejo el tema y se fue a sentar a su silla pensativo y un poco cansado.

» ¿Gustar? ¿Yo a ella? ¡Patrañas! «

El seguía negándose. No, no, no y no, no era posible que alguien como el se enamorará de alguien como ella, eran totalmente opuestos ¡hasta en la forma de comer! Ella, una delicada princesa y él, un pirata de mal genio. Simplemente era imposible, eso pensaba él, obligándose a sólo verla como una amiga y ahora, gracias a esos raros sentimientos que empezaba a sentir se obligaba a odiarla y a tratarla mal comportándose como un tonto.

» Ahim, Ahim, Ahim... ¿qué le estás haciendo a mi mente? ¿Qué me estás haciendo a mi? «

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