Capítulo 23: La separación

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Lincoln estaba en su habitación durmiendo, mañana tendrá que dar una noticia a su familia, y también estaba un poco aterrado por el futuro que le espera a lado de su hermana; de pronto Lana entra a su cuarto. 

 –No puedes dormir. 

 –No realmente. 

 Lana se acerca su hermano y le da un abrazo. 

 –Mañana cuando dejes esta casa le pertenecerás solo a Lola y yo tendré que olvidarte para siempre.

 –Jamás olvidare lo que hiciste por nosotros.

 –Lo hice pensando en ti, estaba muy nerviosa en el concurso, pero a recordar como ensayamos los tres para hacer un buen papel de Lola y que nadie sospeché de mí, recordé tus consejos y recomendaciones.

 –Fue un trabajo en equipo. 

 –Sé que lo había hecho por ambos, pero sobretodo lo hice por ti porque te amo – Su hermana se empieza a desvestir – sé que es mucho lo que te voy a pedir, pero solo por esta noche déjame ser amada por ti. 

 –Pero Lana.

 –Por favor, solo por esta vez Lincoln, a partir de mañana volveremos a ser hermanos de verdad. 

 Lincoln se deja besar, y ayuda a Lana desvestirse, y hacen el amor plácidamente; cerca de 3 horas tuvieron relaciones sexuales, Lana lo disfruto como nunca, aunque a la vez no pudo evitar estar triste porque nunca volverá a sentir una experiencia así de nuevo. Al día siguiente Lincoln le da una noticia a su familia.

 –Voy a regresar a la universidad.

–¿Qué? ¿A qué viene esa decisión? - dijo Lynn sr.

–Un compañero de la universidad me dijo que la próxima semana empezará unos cursos super intensivos en el campus, y no me parece mal, debo de recuperar todo el tiempo perdido.

 –¿Cuándo estarías viajando? – preguntó Rita.

–Hoy en la noche –respondió Lincoln.

 –Qué tan pronto – dijo Lily. 

 –Lamento no habérselos dicho antes, pero tome la decisión ayer. 

 –No está bien hijo te entiendo – dijo Lynn sr – me enorgullece la decisión que has tomada, eso demuestra tu determinación en los estudios.

 Lynn sr. le da un abrazo a su hijo, luego su madre también lo abraza y todas sus hermanas.

Al caer la noche Lincoln fue acompañado por su familia hasta el aeropuerto, otra vez se despidió de su familia con un caluroso abrazo, pero uno largo con Lola, en voz baja le dijo que le amaba para que su familia no la escuchara. Al subir  en el avión Lincoln recuerda el plan que le conto a Lola. 

 –Es posible que Lindsey les revele la verdad a nuestros padres, así que lo mejor será que me marche– dijo Lincoln.

 –¿De qué estas hablando? – preguntó Lola.

 –Si se enteran nuestros padres no lo tomarán muy bien – Lincoln le da una dirección y algo de dinero – cuando eso ocurra harán lo posible para separarnos, así que ven a buscarme, pero de caso contrario Lidnsey no intenta algún movimiento, esperaremos a que cumplas 18 y te mudes conmigo.

 Lola asiente y la da un dulce beso en la boca.

 Ahora Lincoln se prepara para su nueva vida, alquila un cuarto cerca del campus; consigue un empleo de medio tiempo en un supermercado, y también asiste a las clases extracurriculares que mencionó a sus padres, porque si estuvo investigando sobre su futuro académico.

 Cada noche conversa con Lola ella le dice que todo anda normal en Royal Woods, eso alivia al peliblanco por tres semanas cuando los problemas empezaron a presentarse. Cierto día cuando todas las hijas Loud estaban en la escuela, Rita estaba en casa estaba de descanso, alguien había deslizado un sobre por debajo de la puerta, la señora madre se percata, ella abre y en su contenido había fotos y al verlo queda horrorizada, aquellas fotos eran de Lincoln y Lola besándose. 

Rita se dirige al restaurante donde trabaja su esposo y le muestra las fotos, él también queda horrorizado. Cuando todas sus hijas están en casa, los señores Loud llaman a Lola para que se acerque a su habitación para conversar en privado. Rita le da una bofetada su hija, ella no comprende el reaccionar de su madre, pero al mostrarles las fotos todo queda claro para ella, Lindsey al fin había hecho su movimiento. 

 –¿Cómo pudieron hacerlo? – dijo Rita.

 –Aunque no lo creas yo amo a Lincoln – respondió su hija, y Rita le da otra bofetada. 

 –Cómo puedes decir tal disparate – dijo Lynn sr. 

 –Me enamoré de mi hermano.

–Si vuelves a repetir una estupidez así, yo también te golpearé – replico Lynn sr – pero una cosa es seguro, Lincoln no vuelve a poner un pie en esta casa, a partir de ahora él dejara de ser nuestro hijo, que se les arregle solo ya no le ayudaremos con la universidad. 

 –Ustedes jamás volverán a verse de nuevo – agregó Rita.

CONTINUARÁ... 

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