CAPÍTULO 34

Màu nền
Font chữ
Font size
Chiều cao dòng

CAPÍTULO 34

El esperado viaje hacia la capital llegó con el paso de los días.

El grupo de amigos había estado ahorrando especialmente para ese fin de semana tan especial, pues no habían visto al pequeño de cabellos rubios desde principios de marzo, cuando comenzó el semestre. Todos consiguieron una buena promoción de boletos con anticipación, trabajaron para tener algo de dinero y poder divertirse en la gran ciudad; corrían con la suerte de que se quedarían en una de las incontables residencias que tenía el padre de SeokJin. Era un departamento que se encontraba en las mejores zonas de Seúl, lo suficientemente amplio para que todos pudieran descansar como era debido.

Para el viaje en avión, fueron acompañados por YuGyeom, uno de los primeros chicos que habló con JungKook. Era un joven con el cabello tan oscuro como la noche y ojos alegres e inocentes. Él fue lo aceptó en su grupo de amigos hasta que se acopló y comenzó a juntarse con JiMin y el resto. No era alguien que solía meterse en problemas y pasaba desapercibido la mayoría del tiempo; por ejemplo, él y Park nunca intercambiaron ni una sola palabra, pese a estar en la misma aula desde hacía tiempo. El azabache iba con ellos porque aprovechaba la compañía para no viajar solo a visitar a su madre, quien se separó de su padre hacía años y que pronto reharía su vida con otro hombre muy agradable y honrado.

Para el trayecto, decidieron acomodarse para evitar discusiones innecesarias e incomodar a los demás pasajeros; la pareja iba en la parte trasera con JongSuk, mientras que los otros tres iban en la zona intermedia. YuGyeom se encargó de tomarles una fotografía antes de abordar el avión para mandarla a JiMin, quien no tardó en responder con una nota de voz que duraba más de un minuto y donde les deseaba muy buena suerte, les mandaba besos y especiales palabras a Kook, quien terminó con las orejas ardiendo por la dulzura de su chico.

El castaño moría de ganas por ver a JiMin y contarle en persona la experiencia tan agradable que tuvo junto a NamJoon a la hora de ayudarlo con su canción, en la que únicamente sonaba su voz. Fue entretenido el proceso de grabación en su habitación de la universidad, pues el moreno era más agradable e inteligente de lo que imaginó; se notaba que ponía mucho empeño en sus letras. Era un trabajo limpio y fascinante. Gracias a él, confirmó con mayor fuerza lo que quería estudiar el próximo año; sin mencionar que, tal vez, comenzaría a tomar clases de canto, como Park. Era divertido grabarse a sí mismo y contorsionar su voz con diferentes ritmos.

A lo largo del camino, la mayoría de los muchachos terminaron quedándose dormidos, a excepción de TaeHyung y JungKook, quienes escuchaban música y grababan algunas tomas para un vídeo nuevo, respectivamente.

No fue tan larga la espera para los amigos en el avión, pero sí para TaeMin, pues éste último había sido llevado a la fuerza desde muy temprano al aeropuerto por JiMin, quien estaba muy impaciente por ver al resto. Ambos habían cambiado el tono de su cabello hacía días para tener un estilo diferente en la presentación: Park de rosado y Lee de un grisáceo platinado.

Cuando llegó la hora, el menor yacía inquieto junto a un par de personas que también esperaban a sus familiares o amigos, mirando directamente a la enorme puerta de vidrio que dividía ambas salas. El primero en hacerse notar fue HoSeok con su cabello de un tono rojizo más oscuro comparado con el anterior; seguido de él salió SeokJin, quien no tardó en rodearle por los hombros con un brazo para caminar juntos; JongSuk y V salieron al mismo tiempo, cargando con la mayoría de las cosas por haber perdido en un juego de "piedra, papel o tijera."

—¡JUNGKOOKIE! —Gritó JiMin apenas vio la cabellera castaña de su novio, ignorando por completo al resto de chicos a causa de la emoción; sin embargo, cuando sus ojos se toparon con YuGyeom, esa misma felicidad se tornó en confusión al verlo bajar despeinando el cabello de Jeon, divirtiéndose por alguna broma que pudo haber hecho alguno.

—Malagradecido. TaeMinnie, te adopto como nuevo hermano —masculló Tae, cuando ni siquiera recibió un abrazo de su hermanastro, pues había salido corriendo por impulso hacia su pareja para saltar a sus brazos, alejándolo al instante de su excompañero. Tal vez ninguno notó las verdaderas intenciones que tuvo Park, pero la escena que contempló de esos dos no le había gustado para nada, haciéndole actuar inconscientemente debido a la oleada de celos que recorrió su pecho.

—JungKookie —repitió esta vez contra su cuello, aspirando el aroma que tanto había echado de menos: vainilla negra, pera y gardenias. Quería ahogarse de su esencia, dejarla impregnada en su mente. Olía tan bien, una combinación extrañamente varonil que podía describir en una sola palabra: hogar. Había hallado su sitio entre los brazos del más alto, después de todo—, te extrañé tanto.

—Oh, mi JiMinnie...

Aquello fue lo único que recibió como respuesta del contrario, antes de que lo tomara con la misma fuerza entre sus brazos durante un largo y cálido abrazo, como si fuera un lugar seguro donde no existía nada ni nadie más que ellos dos. Claro que el bajito terminó por bajarse del chico por propia comodidad, de lo que no se arrepintió en ningún momento cuando sintió las grandes manos de su novio sobre sus mejillas, acariciándolas con la suavidad que solía tener siempre y provocando que cerrara los ojos por simple instinto. Cada pequeño roce le llevaba de regreso a Busan, a su hogar. Era como tomar una gran bocanada de aire que llenaba los pulmones tras sentir la falta de este.

—¿Cómo estuvo el viaje? —Murmuró el de cabello rosado, plantando un beso sobre los finos labios de su pareja. Extrañaba esa chispa que recorría su cuerpo cada vez que sus bocas se unían, pero tendría que controlarse para no devorar ahí mismo a Kook. Entrelazaron sus manos, caminando hacia donde estaba el resto.

Fue un reencuentro muy lindo y agradable, aunque también hubo algunas sorpresas no del todo gratas.

Tras haber saludado todos a los dos chicos que muy pacientemente los esperaron en el aeropuerto, se dirigieron al estacionamiento para subir todo su equipaje en el vehículo de TaeMin.

—Supongo que debo llamar a un taxi para que me lleve con mi madre... —Dijo YuGyeom, quien se había mantenido al margen por no conocer bien a la mayoría de los presentes. El joven se inclinó un poco—. Ha sido un placer volver a verte JiMin-ah y también el conocerte a ti TaeMin-ah.

—Lo mismo puedo...

—Pero, Gyeomie, no tienes porqué irte tan pronto —V dijo, interrumpiendo a su hermano, el cual únicamente calló, desviando la mirada. No quería parecer grosero, pero tenía pensado pasar la tarde únicamente con sus amigos cercanos y su novio; el azabache terminaba restando en la reunión—. Ven a cenar con nosotros, luego iremos al karaoke que SeokJinnie mencionó y te dejamos en casa de tu madre al terminar.

—No creo que sea buena idea. No me gustaría incomodar.

—Ni te preocupes por eso —habló HoSeok—. No puedes perderte a JongSuk-hyung ebrio, a parte.

Dudoso, rascó su brazo sobre la tela gruesa del suéter y dirigió la mirada hacia JungKook, el único en quien confiaba en realidad de ese grupo.

—¿Están bien ustedes con eso? —Le preguntó, haciendo reír a Jeon. Se refería a éste y a su pareja.

—Súbete a la camioneta y listo, Kim —dijo él, antes de adentrarse al vehículo.

Sin estar del todo seguro, principalmente por la mirada extrañada que le dirigía Park, hizo lo que le dijeron y se montó. JongSuk y TaeMin iban al frente, mientras Tae y la pareja en la parte trasera con gran parte del equipaje entre sus piernas; Kook, JiMin y YuGyeom iban en la parte intermedia, aunque los novios parecían ir en el mismo asiento de lo pegados que estaban.

Decir que no hubo momentos incómodos durante el trayecto al restaurante sería una vil mentira, pues fueron un montón. Primero V y Jin fueron aplastados por unas valijas, provocando cierta aura de tensión entre los tres que iban atrás debido a la cercanía que tuvieron; luego TaeMin no dejó de provocar a JungKook, como siempre hacía en las videoconferencias que interrumpía; para terminar, y únicamente para los implicados, una pesadez sorprendente entre ambos excompañeros.

En la cena, por suerte, todo fue mucho más tranquilo, al menos para unos cuantos. Habían ido a un bonito restaurante económico al que solían asistir los bailarines con su grupo de compañeros.

—¿Por qué no me dijiste que vendría él? —Susurró JiMin cuando se levantó de la mesa con la excusa de ir al baño para lavarse las manos, siendo seguido por su novio sin dudarlo cuando se percató, por fin, de la pequeña molestia que sentía—. Creí que solo estaríamos los de siempre...

—Bueno, también está TaeMin aquí, Minnie —le recordó el castaño. A él tampoco le agradaba tanto su presencia y era mucho más notorio que lo de Park, ya que no solía guardarse nada y era muy expresivo con su rostro cuando algo no le gustaba. Suspiró cuando su chico le dirigió una mirada que le pedía a gritos un consuelo y razón, o lloriquearía—. Dio la coincidencia de que debía venir a Seúl también porque su madre quiere que conozca al hombre con el que se casará dentro de poco; mientras hablaba con él hace unos días se dio el tema y, como no quería viajar solo, lo invitamos a que comprara un boleto en nuestro mismo vuelo.

—¿Y por qué has dejado que viniera también? Ni siquiera me miraste para ver si estaba cómodo con eso —Park dijo, desgraciadamente, pues creía haberlo únicamente pensado. Tragó saliva cuando Jeon frunció el ceño, avergonzado por su actitud infantil.

—Es mi amigo, JiMin. Me habló incluso antes que ustedes, ¿bien? Además, tampoco es como si fuera un desconocido. Has estudiado con él incluso más tiempo que yo.

—Lo sé, pero nunca fui cercano a él, ¿sabes? No solía hablar con mucha gente por Suga. Te lo he dicho cuando te conocí.

—De todas formas —prosiguió—, lo invitamos por educación. ¿A ti te gustaría estar aburrido en casa, sabiendo que hay un grupo de personas que conoces divirtiéndose por ahí? Además, no puedes quejarte.

—¿Por qué no?

—Porque tu compañero de piso también está aquí. Ya habíamos hablado al respecto. Te he dicho que no me siento cómodo con él. Ni siquiera me conoce y siempre está tomándome el pelo, hace comentarios raros sobre ti y habla como si todos fuéramos sus amigos de toda la vida.

Bien.

Tal vez no comenzaron con el pie derecho ninguno de los dos, porque ahora ambos yacían con el corazón tan acelerado que era preocupante el malestar que estaban sufriendo. Estaban pasando por situaciones similares, pero ninguno aceptaría la idea de dejar a alguno de los implicados; tanto TaeMin como YuGyeom era amigo de uno o del otro, como para dejarlos varados por ahí. Hubiesen preferido ser solo los seis de siempre, sí, pero no pensaron bien la situación cuando invitaron a terceros.

—Yo no tengo auto —habló pollito—. ¿Cómo pude haber pasado por ustedes? No podía decirle que solo nos trajera y él regresara al departamento. "¿A ti te gustaría estar aburrido en casa, sabiendo que hay un grupo de personas que conoces divirtiéndose por ahí?" Habría sido grosero.

—Es diferente, amor —se quejó el otro, pero sabía que no lo era—. Tú sabías cómo me sentía con el tema de tu amigo y lo trajiste de todos modos. Lo mío fue... Bueno...

—Exactamente lo mismo.

—No es cierto. Tú no puedes sentirte amenazado a su lado porque él y yo solo somos compañeros de clase; tú y TaeMin van a la misma aula, ensayan en el mismo lugar y comparten departamento.

—Pero tú sabes lo complicado que socializar para mí cuando se trata de gente nueva. ¡Incluso me dijiste algo el día de las competencias extraescolares cuando te moví de lugar! ¿Lo recuerdas? Cuando estabas sentado con nuestra compañera...

—Lo recuerdo.

—Bueno, algo así me pasa de nuevo.

—Pero ahora somos novios —dijo Kook.

—Sí, somos novios. Entonces, ¿por qué te sentirías amenazado con TaeMin-ah? Confía en mí.

Lamiéndose la comisura de los labios, Jeon únicamente mantuvo la vista fija en el contrario, recibiendo el mismo gesto. Una nueva sensación crecía en su pecho, la cual no era para nada agradable, y tenía un horrible sabor de boca tras haber intercambiado esa serie de palabras. Las ganas de vomitar tras esa discusión se hicieron presente y la falta de aire en sus pulmones se hizo notoria cuando dieron un respingo casi a la vez, sujetándose a lo más cerca que había de ambos: el lavamanos y la puerta de un cubículo. Debían salir de ahí mismo o pelearían sin razón.

—Yo... Ah... Lo siento. Te esperaré afuera.

JungKook fue el primero en cruzar la puerta (de huir lo más pronto de ahí), deteniéndose en el pasillo que conectaba los baños femeninos y masculinos. Inhaló y exhaló por la boca, apoyando la cabeza contra la pared más cerca, avergonzado por semejante escena que acababa de lidiar ahí dentro. Sabía que JiMin tenía razón, ¿por qué no había podido cerrar su maldita boca? ¿Tal vez quería que él fuera el primero en decir "sí, tienes razón" o "dejemos de pelear porque esto no nos llevará a ningún lado"? Ambos estaban en posiciones semejantes, pero habían sido inmaduros para aceptar que era cierto.

El muchacho restante no tardó más de un minuto en salir, encontrándose con el castaño y dirigiéndole una mirada apenada por lo que había pasado. Los dos sabían que esas inseguridades eran por el tiempo separados y que serían una de las mayores dificultades de su relación. Debían de tener cuidado para no llenar el vaso para evitar el desborde de este, terminando de una manera que ninguno quería.

Arrepentidos, tomaron sus manos en señal de disculpa y se dirigieron una vez más a la mesa, donde los pedidos ya estaban.

—Pensábamos que se habían atorado en el retrete o algo así. Ya íbamos a mandar a JongSuk-hyung —HoSeok bromeó cuando notó sus rostros serios al tomar asiento junto a él y Jin, pues era el que parecía tener siempre la percepción más delicada en esos aspectos. Les hizo reír, provocando en ello que terminaran acurrucándose en el otro.

Había llegado la hora en la que se dirigían a las famosas salas de karaoke que recomendó SeokJin. Se hallaban en un edificio bien equipado con un diseño minimalista asombroso, aunque los precios elevados dejaron sin aire a unos cuantos de los presentes; claro que el azabache tenía todo controlado y aclaró que su padre conocía al dueño, por lo que obtendrían un descuento muy agradable para que pudieran estar en una de las mejores salas, sin mencionar que contarían con la sección de bebidas más famosas del local.

Para ese momento, tanto JungKook como JiMin se encontraban aún un poco alterados y confundidos por la estúpida discusión que tuvieron; pero yacían junto al otro, abrazándose mientras se dirigían al cuarto destinado para todos y mirando con ternura al resto de chicos. JongSuk llevaba en la espalda al hermanastro de JiMin y la pareja de los Seok iban de la mano... Claro que ignoraron a los otros dos, respectivamente.

—Los menores no tomarán alcohol —advirtió V, tras haber tomado asiento en el enorme sofá que se encontraba al final de la sala—. No quiero hacerme cargo de ustedes cuando se les suba.

—El que no aguanta el alcohol eres tú, hermano... ¿O te recuerdo cuando marcaste a mamá porque no podías ni ponerte de pie? —Se burló Park, arrebatándole el menú de entre las manos para sentarse también. Su hermanastro reprochó, cruzándose de brazos—. Al menos JongSuk-hyung ya no está deprimido por su ex, así que podrá cuidarte, como lo has hecho tú los últimos meses.

—Para eso estamos —aseguró el otro mayor, guiñándole un ojo—. Yo invito la primera ronda.

—¡Yo la segunda! —Coreó JungKook.

—Yo no bebo —TaeMin habló, ganándose un gemido de aburrimiento por la mayoría de los presentes. JiMin, principalmente, fue quien entornó los ojos y negó con la cabeza.

—Está actuando. Hay cerveza en el departamento por su culpa —la confesión provocó una risa avergonzada el de cabello platinado, quien se encogió de hombros y tomó asiento junto a Jin—. Creo que me hice mejor bebedor gracias a él.

La diversión comenzó apenas los mayores pidieron las bebidas, aunque algunas rondas serían invitadas por los menores era mejor evitar una mirada de superioridad por parte de los trabajadores. Disfrutaban del juego de luces que tenía la enorme habitación, tomaron todo aquello que les ofrecían, pidieron un par de botanas y, por supuesto, pasaron a cantar incontables canciones (desde las más modernas y pegadizas que salían en series de televisión, hasta las rondas infantiles que se aprendieron alguna vez de pequeños.)

El alcohol se apoderaba del sistema de la mitad de los presentes, mientras que los otros lucían igual que como llegaron y se divertían subiendo fotos y vídeos en sus perfiles de Instagram y Snapchat; únicamente JungKook, JiMin, TaeMin y SeokJin yacían en un estado aceptable, porque YuGyeom había caído con HoSeok tras la séptima cerveza, junto a TaeHyung que apenas terminó la tercera y JongSuk que estaba en un viaje astral desde la sexta.

—Qué bueno que Suk-hyung lo iba a cuidar —se rio Jin al ver a su amigo acostándose en las piernas de J-Hope después de beber un vaso de agua con mucho hielo. El azabache únicamente toleraba el alcohol debido a las fiestas aburridas a las que asistía con su familia de vez en cuando, también porque lo bebía con calma; sin embargo, existían misterios como Minnie, quien tomaba todo como si fuese agua natural o jugo.

—¡Hay que hacer algo entretenido! —Dijo, de hecho, Park. Había estado bailando con su pareja con la voz de TaeMin de fondo, hasta que el chico se detuvo sin previo aviso, ganándose una mirada extrañada por parte de JungKook.

—¿¡Que quién no está vestido!? —Gritó JongSuk sin poder oír bien, entrecerrando los ojos por la confusión—. Digo, para calificar.

—¿¡Estás seguro de que eres heterosexual!? —Preguntó HoSeok a todo pulmón, ganándose una carcajada por parte del chico que yacía sobre sus piernas.

—¿¡Qué!?

—¡Pregunté si es que estabas seguro de que te gustaban las mujeres!

—Ah... No —respondió con tanta seriedad JongSuk que provocó otra risa a V, la cual fue seguida por la del mismo. Ya ni siquiera sabía qué era lo que decía, pero al menos estaban con personas de confianza.

Molesto por haber sido ignorado, el más bajito se aproximó al micrófono más cercano y lo tomó entre sus pequeñas manos para poder hablar.

—He dicho que hagamos algo divertido —se quejó, siendo escuchado con claridad en esa ocasión.

—¿Qué quieres hacer, pollito? —Jin preguntó.

—Participo en todo, menos en "verdad o desafío" porque no quiero quedar más en ridículo —YuGyeom advirtió, obteniendo solo una mueca de disgusto por parte de Park. Aparentemente, Kook y él seguían igual que horas antes con esos dos chicos.

—¡Hagamos equipo y el que tenga menos puntaje invita la última ronda! —Hobie dijo, sabiendo lo que propondría su amigo. En ese momento, como si hubiera revivido de entre los muertos, TaeHyung se levantó con una sonrisa en el rostro.

—SeokJinnie, usa la aplicación de la que me hablaste hace poco para que sea al azar. Me niego rotundamente a estar con JongSuk por método de descarte —porque sabía que perdería con él.

—Eres tan cruel, TaeHyungie —lloriqueó su amigo, limpiándose lágrimas invisibles con la manga de su camisa—. Igual que ni quería estar contigo. Eres un mandón.

—Yo digo que hagamos equipos nosotros mismos... —JiMin balbuceó, sentado ahora con su novio, pues le gustaría estar con él para tener un momento los dos juntos; sin embargo, el único que pudo escucharlo fue el mismo castaño, quien le regaló una de sus hermosas sonrisas antes de besar sus labios con ternura. Más bien, no quería que estuviera con YuGyeom porque se cansó de sentirse celoso durante la cena; también sabía que a Kookie no le gustaría que estuviera con su amigo.

—Si no nos toca juntos, te lo compensaré —prometió contra su oído, dejando un pequeño beso sobre el lóbulo de la oreja.

Quizá debía de estar más tranquilo después de eso y lo fue, por unos segundos, hasta que escuchó la voz de su amigo anunciando los equipos hechos por la aplicación.

—TaeMinnie irá con JongSuk-hyung; HoSeokie, pollito y yo seremos el segundo... Mm... Gyeomie, Kookie y TaeHyung-hyung serán el último.

—¡AL FIN TENGO UN BUEN EQUIPO! —Saltó de la emoción V, ganándose una mirada de incredulidad por parte de su ex, pues ellos varias veces hicieron actividades juntos. Al instante, pidió disculpas—. Sin ofender, Jin-ah, pero nunca me había tocado con JungKookie. ¡No se vale cambiar!

—Amor —se quejó en voz baja el de pelo rosado, aunque su voz no fue oída esa vez debido a que su hermanastro arrastró a Jeon con él y el otro Kim.

Hizo un puchero con los labios, teniendo nuevamente esa sensación dolorosamente ardiente en su pecho cuando vio a Tae pasar sus grandes manos por el cabello de su chico hasta acunar las mejillas de este. ¿En qué momento se hicieron tan cercanos? ¿Por qué la risa emocionada de Yu también le provocó cierta molestia? ¿Por qué JungKook no podía estar con él? ¿Por qué debía de ponerse celoso con su propio hermano y con un chico que ni siquiera conocía? ¿Era una clase de venganza del universo por burlarse de su conejito cuando estuvo igual con TaeMin?

A regañadientes, tomó asiento entre sus mejores amigos, quienes lograron hacerle sonreír tras haberle palmeado la espalda. Tal parecía que era muy obvio cuando no estaba feliz; fue debido a eso por lo que dejó de lado aquellas malas sensaciones para divertirse, tal y como su pareja también lo estaba haciendo. Después de todo, sabía que solamente estaba siendo infantil.

La única pareja de concursantes participó con la canción Haru Haru del grupo Big Bang; el trío de mejores amigos escogió Because I'm Stupid de SS501, quienes lo dieron todo y obtuvieron la mejor puntuación de la noche; por otra parte, los tres restantes cantaron Beauty and A Beat de Justin Bieber y, aunque todos en el equipo lo hicieron bien, quien pareció disfrutar mucho más la canción fue JungKook, ya que era uno de sus cantantes favoritos. Incluso se emocionó tanto que se puso a bailar similar al vídeo musical.

TaeMin y JongSuk perdieron, por lo que ellos fueron los elegidos para pagar la última ronda de bebidas.

—Quédate esta noche con nosotros —pidió Kook a su novio una vez se dirigían a la camioneta de TaeMin.

—No traigo ropa para cambiarme...

—No creo que ese sea un problema muy grave —soltó una risita que dejó poco a la imaginación, atrayendo a JiMin hacia su pecho para abrazarle mientras todos iban subiendo—. Hobie o yo te prestaremos ropa y asunto arreglado, ¿te parece bien?

—De acuerdo, pero tendrán que llevarme por la mañana a mi departamento porque tenemos los últimos ensayos y debo ayudar a TaeMinnie en arreglar la casa para la fiesta que haremos después de la presentación. Ustedes podrán pasear, mientras tanto.

—Muero de ganas por verte bailar de nuevo.

—¡Me esforzaré el doble solo por ti!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen2U.Pro