heart to heart, leon kennedy

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%♥ characters; leon s. kennedy (resident evil) y lily evans (playing dangerous! oc)
%♥ word count: 1481
%♥ content: OJOJO TRAVELER, violencia, like violencia en el noviazgo (pero inconscientemente okei). no es una relacion toxcia solo un leon con estrés postraumático. ES UNA GREYS ANATOMY REFERENCIA
%♥ request by: nadie la neta 

El sonido de la lluvia, las voces de la película que se reproducía en la televisión, el zumbido del ventilador sobre el techo y el calor que su novio le transmitía parecían haber sido factores suficientes para arrullar a la azabache a un estado somnoliento.

Leon se encontraba a su lado mirando la pantalla, con la cabeza de Lily apoyada sobre su pecho. Él parecía prestar atención al filme que la fémina había decidido ver, hasta que dejó de escuchar los comentarios sarcásticos que ella hacía y en su lugar lo remplazó una respiración pesada y algunos suspiros.

Bajó la cabeza levemente para admirar el rostro adormilado de su amada, con los ojos cerrados y una expresión serena. Al fin podían descansar juntos después del sufrimiento que había vivido durante su última misión.

Escucharla respirar y sentir el latido de su corazón fue como una canción de cuna para el Kennedy, pues solo fue cuestión de segundos para que él también acabara por dormirse.

El simple hecho de estar juntos era como un sueño. Habían pasado por tanto que la simple presencia del otro era un excelente calmante para ambos.

Pero el sueño se convirtió en algo más.

Una pesadilla.

O al menos así se sentía.

El cuerpo de Lily se sacudió de manera involuntaria, mientras despertaba repentinamente por la fuerza con la que su cuello era apretado y la rapidez con la que el aire se escapaba de sus pulmones. Abrió los ojos como platos y el pulso se le aceleró por el terror, al mirar hacia arriba se encontró con la mirada de Leon, vacía, como si no hubiera vida tras aquellos bellos orbes.

Se apresuró a llevar sus manos hacia su garganta, aunque su exaltación fue mayor cuando sintió las propias del rubio sobre ella, que la ahorcaban con tanto odio que la fémina sintió su corazón romperse en pedazos. Su novio no parecía el mismo, no con esa expresión de repulsión en su rostro. No había forma de que Leon la mirara así, mucho menos que le hiciera daño de manera física o emocional, como lo hacía en ese momento.

Debía de estar en un trance. Tenía que estar soñando algo horroroso. Sufría la misma pesadilla infernal de siempre, ahora aún más dolorosa, aterradora y tortuosa que las anteriores.

Intentó gritar para que el hombre despertara del trance en el que estaba, pero fue en vano, nada salía de su boca.

—¡Leon! —Salió entre sus tantos quejidos ahogados por los dedos de aquel hombre, más grande y más fuerte que él, imposible de luchar contra él en ese estado.

No se rindió. Pateó con toda la fuerza que pudo, aunque fue escasa pues estaba por quedarse sin aliento; rasguñó con fuerza el cuerpo ajeno, rasgando con las uñas la piel del Kennedy, dejando pequeños rastros de sangre.

No fue suficiente, la presión era cada vez mayor y la cabeza comenzaba a darle vuelta. Veía puntos blancos y negros sobre el techo de su habitación.

Iba a desmayarse si Leon no se despertaba pronto. Incluso podría morir a manos de su amado, y ante aquel pensamiento una lagrima se resbaló por su mejilla derecha.

—¿Lily? ¿Leon? —Exclamó una voz en la lejanía tras unos golpes en lo que parecía ser la fuerza.

Logró reconocerla. Era Claire Redfield, su compañera de casa. Por lo que alcanzó a escuchar sonaba preocupada.

Con la poca energía que quedaba en su cuerpo, golpeó su mesita de noche, empujando todo lo que había en ella cayera al suelo y ocasionara un estruendo lo suficientemente audible para que su amiga se interesara en investigar.

—¿Lily, está todo bien? —Preguntó tras la puerta la castaña, la aludida jadeó y dejó salir un chillido.

Claire pateó la puerta para entrar a la habitación, gritando el nombre del varón, horrorizada ante la escena. Él reaccionó ante aquello, pestañeando un par de veces para asimilar lo que estaba ocurriendo.

La horrible realidad lo dejó atónito, fue horripilante el sentimiento que se apoderó de su cuerpo cuando su novia comenzó a toser con fuerza. No pudo decir nada, el shock no se lo permitió y en pocos segundos la Evans salió corriendo, huyendo de él y escondiéndose en el baño.

Con la puerta cerrada, Lily se recostó contra la pared a llorar amargamente, mirando su reflejo en el espejo: su cabello azabache era un desastre, tenía el maquillaje corrido y los ojos inyectados en sangre, pero su cuello era lo peor, los dedos de Leon habían dejado una marca que estaba segura no iba a irse en días.

Aún podía sentir la presión, la fuerza con la que la estrangulaba y sus ojos llenos de odio. No podía creerlo. El dolor aún era insoportable y apenas podía respirar.

Las lágrimas no cesaban y el mundo comenzaba a darle vueltas. Aun se sentía como en un sueño. Eso no podía ser real. Los gritos de Claire se escuchaban a través de la puerta del baño, preguntándole a Leon que es lo que había hecho, mientras que él solo se disculpaba una y otra vez.

—¿Lily, estás bien? —Cuestionó Redfield con la voz más calmada, tocando dos veces, con suavidad, la puerta del baño, para no alarmarla más—. ¿Puedo entrar? Por favor.

—Lily, lo siento —dijo el hombre con voz llena de culpa, no obstante, recibió silencio como respuesta por parte de la azabache y un "Sh" de parte de la pelirroja.

La puerta se abrió y cuando Leon hizo ademán de entrar, Claire se atravesó.

—No puedes acercarte a ella. Déjala respirar —advirtió, apresurándose a entrar al baño para cerrarle la puerta en la cara.

La azabache la miró con ojos llorosos, sus manos temblaban cuando se apuró a pasar un mechón de cabello detrás de su oreja.

—¿Cómo te sientes? —Interrogó Claire, acercándose con lentitud para examinar su cuello herido.

Lily no pudo hablar correctamente, estaba afónica y apenas se escuchaban las palabras que quería pronunciar. Cerró los ojos y suspiró, llevándose las manos a la cabeza, como si eso fuera a detener el dolor que le taladraba el cráneo.

—¿Quieres ir al hospital? Puedo llamar a Chris.

Ella negó con rapidez, deteniendo a su amiga que estaba por sacar el teléfono de su bolsillo. La miró con temor y volvió a negar.

Si iba a un hospital era probable que todos pensarían que su novio era un hombre violento que la golpeaba, y esa no era la realidad. Leon no era así, moriría antes de ponerle una mano encima, al menos de manera consciente. Y si llamaba a Chris, eso sería mil veces peor.

Estoy bien —habló con un hilo de voz. No fue suficiente para convencer a su amiga, aunque decidió no insistir por el momento.

—¿Quieres que nos vayamos? Tal vez no quieras verlo...

Evans volvió a agitar la cabeza en negación y se limpió las lágrimas. Quería ver a Leon. Ya podía respirar mejor y su corazón ya no se encontraba acelerado por el miedo; además, conocía a su novio tan bien y sabía que en ese momento sufría casi tanto como ella, por la culpa y el arrepentimiento.

—Lily —dijo con severidad—. ¿Entiendes que no puedo dejarte sola con él en este momento? Leon no es él mismo en este momento, está pasando por algo.

Ella asintió débilmente ante la preocupación de Claire, entendiendo la razón detrás de su insistencia en quedarse. Aunque estaba asustada y herida, sabía que el hombre que amaba nunca le haría daño de esa manera.

Fuera del baño, Leon se encontraba sentado en la orilla de la cama, con el rostro escondido entre sus manos temblorosas. Sentía nauseas, la cabeza le dolía y el cuerpo le ardía. No tenía la menor idea de que hacer, entendía porque Claire no quería que viera a Lily y entendería si es que ella lo odiaba.

Él mismo se odiaba.

Claire abrió la puerta con cuidado, y ante el leve ruido, Leon alzó la cabeza revelando su rostro atormentado. A pesar de lo que había sucedido, el amor y la preocupación eran visibles en sus ojos, mezclados con una profunda confusión. Él se puso de pie en el instante que la azabache puso un pie en la habitación.

—Leon —reprimió Claire, dando un paso adelante.

—Lo siento mucho —comenzó él, con los ojos llorosos y la voz quebradiza—. No sé que me paso. Lilianne. De verdad, lo siento.

Ella se acercó lentamente hasta donde él estaba, soltó un suspiro al ver su cuello y rostro llenos de líneas rojas, causadas por sus uñas. Las lágrimas volvieron a salir de sus ojos y Leon la imitó. No pudo resistirlo y lo envolvió con sus brazos, sollozando contra el pecho de su novio.

—Lo siento —repitió, escondiendo el rostro en el cabello azabache de su amada.

Claire suspiró al mirar la escena y tomó su teléfono para llamar a su hermano mayor.

BOOKS | CAMEOS

#1 PLAYIND DANGEROUS (@hachinli / yo):
• Lily Evans



HOLA CRAYOLASS JEJEJEJEJ.

siento q le falto sentimiento a este os así q quizas despues lo vuelva a escribir y asi. pero esta madre esta inspirado en un capitulo de greys anatomy, cuando owen ahorca a cristina y asi, y en un bot de c.ai de ghost de cod (quizás despues haga uno de ese personaje pq era mi otra opcion para escribirle) JEJEJEJ

y pues ya, odio mi vida pero amo a leon, bye 

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