🍁9 de octubre: ESTATUA.
🍂Personajes: Adam Young (adulto). Ineffables Husbands.

Los años pasaron y Adam Young había crecido; los años lo convirtieron en un muchacho decente y con múltiples intereses.

Si fue -o no- el vástago de Satanás, ya no le afecta. De hecho, se siente afortunado por haber tenido la oportunidad de conocer a entes tan fantásticos: conoció a un arcángel supremo, a un duque del infierno, a Satanás en persona. Una bruja descendiente de otra. Un cazador, otro descendiente de cazador y a la amable Madame Tracy.

Sobre todo recuerda a ese desastroso par. Un ángel y un demonio, trabajando juntos. Cuando Gabriel y Beelzebub aparecieron, se dio cuenta que ambos (ángel y demonio) habían decidido estar juntos por encima de las normativas del cielo y el infierno. 

Por lo ocurrido en su infancia, se pensaría que Adam siguió el camino del misticismo, en cambio se formó en las ciencias de la investigación; pero también desarrolló su lado artístico, destacando en la creación de estatuas/esculturas.

Ese talento (que no sabe si fue dado por Dios o Satán), se dio a conocer en octubre del año pasado, cuando las lluvias fueron devastadoras. La razón la dio una de esas tormentas, la que tiró un gran árbol y dañó (casi por completo) la estatua representativa de Tadfield.  

Reconstruir la estatua ya no era tan posible, y para fines prácticos decidieron (pobladores y gobernación del lugar) que se haría otra.

Fue cuando Adam se ofreció a elaborar la estatua (sus amigos lo obligaron prácticamente, para que quede claro).

Al principio, tenía en mente realizar el mismo diseño de la estatua anterior. En cambio, la imagen e idea (ambas nacidas ya desde que se canceló el Armagedón) sobre lo que de verdad quería plasmar, saltaron a su mente y no se fueron de ahí.

Entonces, por supuesto terminó la escultura.

Algunos estaban molestos, por no ver el mismo diseño de la vieja estatua. Otros, en cambio, estaban satisfechos. Adam era uno de ellos, y se sentía tan feliz al ver su creación: un ángel de vestimenta anticuada, sujetando una espada flameante. El ángel tomaba de la mano a un demonio, con una manivela de auto en su mano desocupada. Ojos de reptil y mirada enamorada, misma que veía al ángel a su lado (que lo miraba igual).

Ambos adornados con un par de grandes -y bien detalladas- alas. Esas alas que no podría olvidar.

Nombró su arte como: "Protectores de Tadfield y del mundo".

—¿Y qué se supone que representa esto? —Le comenta una señora casi molesta.

—Luce bien —dice alguien más—, pero, sí, ¿qué representa?

Adam se mantuvo sereno y responde:

—Ellos dos juntos representan la amistad, el amor que espera, protección, dualidad, el bien y el mal en un solo lado, en el mismo lado. Un plan inefable. 

Sin importar opiniones, la estatua quedó ahí. Con el tiempo se acostumbraron a ella, y los pobladores comenzaron a relacionarla con el amor. 

Cómo en todo lugar, nacieron leyendas. Se decía que si confesabas tu amor frente a la estatua, asegurabas una relación duradera y hermosa.

Adam piensa que los rumores llegaron a sus musas, pues de vez en cuando observa de lejos a ese ángel y a ese demonio, admirando la estatua inspirada en ellos.

Inspirada en el amor inefable.