Hitch tomaba grandes distancias en forma de humo negro, y se detenía en algunas ramas para hacer uso de sus hechizos y luego volvía a emprender su huída de Mikasa.

Aquella chica había cambiado, ya no parecía estar conectada a su cuerpo, no parecía tener siquiera alma, enviaba a las raíces y ramas a golpearla con azotes más fuertes que antes, pero aún recibiendo varias heridas no se detenía, intento enviar las raíces y ramas para sujetarla e impedir su avance, pero en unos segundos todas estaban hechas pedazos.

"Esto está mal, muy mal, a este paso esa chica morirá, pero antes de eso me matara a mí" Pensaba Hitch con miedo, no entendía que demonios era aquella chica, hace unos segundos había destrozado su mente completamente, ensuciado su honor y acabado con su dignidad, pero ahora estaba hecha una bestia, no era una cazadora, era una depredadora y ella era su presa.

Hitch sonrió al ver que llegó al pantano y se detuvo en la rama de un árbol — Muy bien Mikasa, ya que me seguiste hasta aquí voy a... ¡Ahhh! — Hitch grito asustada esquivando un ataque repentino de la Ackerman y cayó al fango mirándola con molestia — ¡Oye! ¡Escucha antes de atacar! — Sin embargo tuvo que saltar a un lado cuando la pelinegra bajo hacia ella clavando su espada en el suelo — Al demonio, ¡Marlo!.

Con su grito un monstruo emergió de las oscuras aguas del pantano, era Marlo, el monstruo y sirviente de Hitch

— Mátala... — Ordeno Hitch con una sonrisa, mientras esperaba ver a esa cazadora retorcerse del dolor — ¡Mátala Marlo!

El monstruo grito con fuerza y empezó a correr hacia Mikasa, la cual corrió hacia él y trato de cortarlo el dos, pero la armadura de escamas del monstruo detuvo sus espadas y fue mandada lejos con un puñetazo.

Hitch sonreía con emoción al ver cómo recuperaba la ventaja y empezó a hacer un conjuro, atrayendo a varias ranas y sapos del pantano para que saltaran sobre Marlo y lo hicieran crecer a casi el doble de su tamaño original, luego ordenó que vaya por Mikasa y terminé el trabajo, mientras lo seguía caminando.

Mikasa tenía su ropa destrozada con su piel descubierta con heridas sangrantes, pero no sé detendría con eso, apretó con fuerza su espadas y empezó a caminar hacia los monstruos.

Farlan corría por el bosque hasta el pantano para ver cómo Mikasa era lanzada lejos y el monstruo Marlo, ahora más grande, caminaba hacia ella.

"Debo ayudarla" pensó Farlan mientras se ocultaba de la vista de Hitch, pero luego pensó que si Hitch estaba distraída con Mikasa, él podría salvar a los niños "Lo siento, Mika".

Mikasa seguirá corriendo de forma temeraria contra el monstruo, siendo golpeada una y otra vez, las cuchillas de sus espadas estaban rotas, y las cambio por otras para luego volver a caminar hacia el monstruo, cuando fue golpeada denuevo salió del bosque y noto que volvió a Ragako, levantándose con pesar observó como el monstruo se acercaba a ella.

Al sentir el estruendo, Nanaba y otros habitantes fueron hacia la Ackerman y al ver al monstruo retrocedieron con horror.

Mikasa ignoro todo y volvió a lanzarse contra Marlo, para volver a ser golpeada y está vez se estrelló contra la pared de una de las casas.

"Mikasa perdió la razón, si sigue así, morirá" Pensó preocupada Nanaba — ¡Todos, debemos pelear contra la bruja, ya no podemos contar con Mike, pero esta vez podremos vencerla! — Grito mientras sacaba la espada que alguna vez perteneció al pastor.

Los hombres menos heridos gritaron con furor y tomaron su herramientas de trabajo para correr hacia el monstruo.

— Son muy molestos — Comento Hitch chasqueando — Aplasta a todos estos idiotas Marlo.

Mikasa se volvía a levantar para caminar hacia el monstruo pero Nanaba intentaba detenerla.

— Reacciona Mikasa, no ganarás nada así — Nanaba intentaba hacer entrar en razón a la Ackerman, pero está no hacía caso, asique recurrió a otros métodos — ¡Que reacciones! — la rubia le dió una bofetada a Mikasa.

Mikasa abrió los ojos sorprendida y todo el dolor de los azotes y golpes le cayó de inmediato haciéndola caer al suelo, había perdido la razón, se había dejado llevar por el deseo de matar a esa bruja.

— Yo... Lo siento... — Dijo Mikasa para luego observar a Marlo apartando de manotazos a los habitantes — ¿Ese es el monstruo?.

Fue entonces que recordó algo, Hanji dijo que las brujas hacían conjuros y hechizos, pero siempre debían tener un nodo, un lugar donde estuviera concentrada la magia para que funcionen.

— Un nodo, una marca... — Mikasa busco algo como eso en aquel monstruo y vio que en la nuca de la criatura había cierto brillo — Diles que se alejen.

— ¿Tienes un plan? — Preguntó Nanaba pero solo pudo ver cómo Mikasa disparaba los ganchos de su dispositivo tridimensional hacia unos árboles y se iba volando — ¡Dispersense!.

Ante la orden, los habitantes de Ragako se alejaron del monstruo, Hitch observó la situación confundída y luego vio como Mikasa se acercaba peligrosamente a ella.

"¿Recupero la cordura?" Hitch ordenó a Marlo protegerla y se colocó detrás de él, pero Mikasa paso de largó y luego se lanzó hacia la espalda de Marlo — Espera, no, ¡ahí no!.

Hitch intento usar una corriente de aire pero Mikasa fue más rápida y cortó la nuca del monstruo, este se desmoronó en un montón de sapos y ramas que se alejaban del cadáver de un chico pelinegro, al parecer el chico Marlo.

— Tú, maldita... yo voy a... — Hitch no pudo terminar de hablar cuando Mikasa se deshizo del dispositivo tridimensional y corrió hacia ella dándole un puñetazo en el rostro — ¡Mi bello rostro! ¡¿Cómo te atre... — Mikasa empezó a golpearla sin parar haciendo que Hitch retroceda.

De tantos golpes Hitch fue empujada hacia la capilla y Mikasa la tomo del cabello para hundir su rostro en el agua bendita y luego estamparla contra ella rompiéndo el recipiente de piedra en el que reposaba el agua, Hitch agonizaba de dolor con su rostro quemado y se levantaba con esfuerzo apoyando sus manos en las paredes de la capilla, las cuales quemaban sus palmas.

— ¡Maldita cerda! te haré sufrir, te haré sufrir — Decía Hitch mientras corría débilmente hacía Mikasa para luego ser tomada del cabello y lanzada a un lado por la pelinegra — Maldita... ¿Porque?... ¿Porque no te mueres? — La voz de Hitch estaba rota mientras quedaba reducida a una triste chica derrotada y humillada.

Mikasa jadeaba y la veía con odio, pero también con respeto, en el momento en que Hitch utilizo su Destrozamentes en ella, no solo vivió sus propios recuerdos, sino también los de la bruja, el como estuvo en el pantano alimentándose de lo que encontraba, como empezó a hacerse una con su magia, como elimino uno a uno de los depredadores de pantano para probar sus poderes, aquella chica era una inexperta como Mikasa, y demostró ser una gran adversaria que la hubiera derrotado si hubiera estado sola.

— Terminaré con tu sufrimiento, bruja — Comento mientras levantaba su espada y apuntaba a su corazón para lanzar la estocada final.

Pero Hitch no había dicho su última palabra, rápidamente volteo hacia Mikasa dejando ver qué había dibujado una marca en el suelo, un puño de tierra salió del suelo golpeando a Mikasa y haciéndola retroceder.

— Te he dicho... ¡que no me llames bruja! — Gritó molesta Hitch mientras daba manotazos con su única mano en el aire enviando corrientes de aire hacia Mikasa.

Mikasa se cubría con sus brazos recibiendo los ataques, al parecer eran contundentes y no cortantes, iba a ser un combate de inexpertas, pero está vez ninguna iba a subestimar a su rival.