*Semana más tarde*

Narra Millie

Los MTV Movie & TV Awards, estaban prácticamente a la vuelta de la esquina. No sabía si íbamos a ganar. Ni idea si uno de nosotros ganaría el premio, o si nuestra serie seria la ganadora.

-Mills.-Abrí mis ojos lentamente.-¿Estás despierta?-

-Ahora sí.-Froté mis ojos y miré el reloj.-¿Qué haces despierta tan temprano?¿Y qué haces en mi casa?-

-Es que quiero contarte algo, Mills.-Sacudí un poco mi cabeza para despertarme más y me senté correctamente.-¿Lista?-

-¿Tan grave es?-Negó.-Bien. Te escucho.-Me crucé de piernas y la miré fijamente, atenta a sus palabras.

-¿Recuerdas a Matty?-Rodé los ojos cuando lo nombró.-Eso es un sí, entonces. Bueno... él y yo... ya sabes.-

-¿Qué?-

-Que sepas que eres la única, a parte de mi hermana y madre, que lo sabe.-Ahora, estaba ansiosa por que hablara.

-¡Vamos, Es! Eres especialista en desesperar a las personas con tu suspense.-Dio una leve carcajada.

-Ya, tranquila.-Suspiró y me miró a los ojos.-Matty y yo, fuimos novios.-Abrí los ojos como platos y entreabrí mi boca.-Durante solo 4 meses y 3 días...-

No sé si enojarme; porque eran novios y probablemente, Matty haya besado a MI crush, o porque han dejado esa relación -que hayan roto ese horror de shipp-.

-Entonces... ¿ese día que vi a Matty en el hotel...?-No seguí, pero ella asintió, pues sabía lo que diría.-Wow, yo... No sé que decir...-Dije algo nerviosa.-¿Me enojo?-Rió.

-No. Deberías estar feliz de que me aleje de ese imbécil.-

-Estoy feliz, entonces.-Dije sonriendo.

-Que tonta eres.-Dijo riendo.

Y ahí, se acabó el tema de conversación. Apenas nos pasaba esto, pero cuando pasaba, siempre hacíamos de todo, ya sea: bailar, cantar a pleno pulmón, directos, fotos por doquier, etc. De todo, menos hablar.

-Ya sabes cuando pasa esto...-

-¿Helado, manta de franela y Netflix?-

-No, yo quería salir a ver la nieve.-La miré confundida.

-¿Nieve?-

-Si... ¿qué acaso no sales de esta casa nunca?-Me sentí un poco avergonzada. Si salía, pero bastante poco debido a mi falta de tiempo.-Oh... ¿en serio no sales?-

-Sabes que no tengo tiempo.-

-Bueno, yo tampoco, pero siempre consigo un hueco.-Se levantó de mi cama y me tomó de las manos emocionada.-¡Vamos!¡Debemos disfrutar de la nieve, Brown!-Negué divertida y me paré de un salto.

-Pero, espera.-Me miró.-¿Tienes abrigo?-Negó.-Ah, muy inteligente.-Dije sarcástica.-Viniste sin abrigo, ni gorro. Vas prácticamente desnuda para salir... en la nieve.-

-Es igual, yo casi nunca me resfrío.-Entrecerré los ojos.-¡Vamos, vamos!-Me jaló de la muñeca y bajamos casi corriendo a la salida.

Se colocó sus botas con lana por dentro y cogió su sudadera junto con un gorro de los míos y acto seguido, salió corriendo afuera de la casa. Emocionada, tomó un puñado de nieve y su teléfono móvil.

Luego de un rato, salí yo; con mis tres capas de abrigos y un gorro de lana cosido por mi abuela, junto con mis guantes de lana abrigados. Mriaba a Esmeralda... y no sabía si era yo la que iba exageradamente abrigada o ella va muy desabrigada.

Con mi telefono me puse a hacer historias para Instagram y Snapchat, sobretodo grabando a Esme haciendo cosas en la nieve, ya sea jugando o tirandose arriba de esta.

Narra Esmeralda

Millie se encontraba grabando una historia. Estaba de espaldas, por lo que me dejó casi en bandeja de plata hacerle una de mis tantas travesuras.

Con malicia, tomé una gran bola de nieve y me aproximé a ella lentamente.

-Hey, Mills.-Ella, seguía grabando su historia, pero aún así, se giró a verme.

Cuando giró su cabeza para dirigir su atención en mí, estampé la bola de nieve en su rostro. Empecé a reír a carcajadas mirando el rostro de Mills recubierto por la nieve.

-Esmeralda James Claytone... ¡Vas a morir!-Dejó de grabar y salí corriendo mientras reía.-¡Vuelve, maldita cobarde!-Dijo ocultando su risa.

Cuando ya me empecé a cansar, me detuve y giré el cuerpo entero. Millie se acercaba cada vez más rápido y yo, riendo, la esperaba encogiéndome un poco para que no me hiciera mucho daño.

-Estas muerta, Claytone.-Dijo cuando estaba a dos metros de mi.

-La Troy la llamaban.-Ella dio varias carcajadas y finalmente, se lanzó sobre mí, haciendo que caiga de espaldas en la nieve.-¡Mierda!¡Qué frío, qué frío, qué frío, que frío!-Exclamé exaltada al sentir la nieve en mi espalda.

Esta vez, ella reía sin parar y se apartó de arriba mío.

Me levanté de un brinco y salí corriendo a la casa de los Brown.

Robert me miró riendo, al igual que Kelly, Charlie, Ava... ¿Y Paige? Eso sí es raro.

Más raro que yo diciendo que Sheyphia no es real. (Más raro que yo subiendo temprano... Ahre *se va corriendo*

-Con permiso, voy a robarle las prendas de ropa a su hija.-Miré hacia la entrada pero ella no había entrado.-Tomaré Calvin Klein y Gucci, tal vez también algo de Adidas.-

-¡¡Ni se te ocurra!!-Gritó desde fuera la castaña.

Reí y subí rápidamente a la habitación de ella. Escuché los pasos apresurados de Millie subiendo por las escaleras.

Saqué velozmente mi sudadera empapada por la nieve y el frío de inmediato me inundó el cuerpo. El fuerte temblor de un escalofrío, recorrió todo mi ser.

Millie entró apresurada, asegurándose de que no haya tocado su preciada ropa de marca. Luego me miró algo preocupada.

-¿Estás bien?-Se acercó a mí y me tomó los hombros.

-Eh... Sí, lo estoy.-

-Te has enfermado, ¿cierto?-

-No. Solo que me entró mucho frío, por eso estoy así.-Respondí honesta.

-Tonta, te dije que no salieras sin el abrigo.-Reí algo avergonzada.-Metete en la cama y ten mi abrigo, voy a traer chocolate caliente, ¿Si?-

-Genial. Aquí te espero.-Sonrió y se sacó el abrigo para dármelo a mí.

¿Cómo no podría haberme enamorado de ella?

Salió de la habitación y yo me metí en su cama, enrollándome -literal- en las mantas y edredones, elevando un poco mi temperatura.

Hundí mi cabeza en la almohada boca abajo y sonreí levemente.

Olía totalmente a ella y ese olor, era mi favorito.

¿Dejà vu?

-Hey, Es.-Llamó Millie entrando con una bandeja de comida y chocolate caliente.-Traje todo y... ¿Qué haces?-Rió un poco y yo me avergoncé.

-¿Que estoy haciendo?-

-No lo sé, por eso lo pregunto.-

-Esta acostada y respirar, supongo.-Rodó los ojos y dejó la bandeja en la mesa de noche.

-Voy a llamar a los chicos, a ver si quieren venir, ¿Te parece bien?-

-Obvio.-Reimos y ella los llamó.

Unos minutos más tarde, había acabado de llamarlos a todos. Podían venir, excepto Noah y mi hermana, que estaban ocupados con una sesión de fotos conjuntas. Y ahora que recuerdo, yo tengo que hacer una con Sheyla LeBlanc.

-Hazme sitio, Esme.-Antes de rodarme, quite su abrigo de mí, ya que me estaba muriendo de calor.

Nada más acostarse, me abrazó con fuerza por la cintura, atrayendome hacia ella.

-¿Mills?-

-Perdon, no pude evitarlo. Echaba de menos estos momentos contigo.-Eso último lo dijo en un susurro, pero para su "mala suerte", lo escuché.

Mis mejillas ardían.

Mierda, ¿Qué tengo?¿Doce años? No, lo que tengo es una enfermedad extremadamente común y peligrosa, llamada "enamorada".

Su suspiro, hizo que me fuera del trance.

Se había quedado dormida, como siempre lo hacía cuando se abrazaba a mí.

Se veía tan tierna, hermosa y frágil. Hermosa y frágil, eran cualidades que formaba parte de ella, pero frágil... No. Millie era el antónimo de frágil.

Ella era poderosa, imparable.

La cosa más linda que había llegado un día después que yo, mi primera mejor amiga y mi pequeño enamoramiento.

Ya basta, cliché.

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AY, AL FIN.

Por primera vez en casi dos semanas, me siento bien con un capítulo. Tranquilas, que Deli, viene con fuerza y ganas de más... Ok sonó raro, pero es verdad ❤

Las amo

-Deli